El vergonzoso encarcelamiento
continuo del “prisionero siempre” en Guantánamo, Khaled Qassim
25.1.22
Andy Worthington
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 16 de febrero de 2022
El prisionero de Guantánamo Khaled Qassim (también
conocido como Khalid Qasim), en una foto incluida en los expedientes militares
clasificados publicados por WikiLeaks en el 2011. Por favor toma en cuenta que
esta foto no refleja cómo se ve Khaled ahora, ya que fue tomada hace 14 ó 15
años cuando tenía alrededor de 30 años. Según los registros de nacimiento del
Pentágono, acaba de cumplir 45 años y en mayo cumplirá 20 años de
encarcelamiento en Guantánamo sin cargos ni juicio.
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En el veinteavo aniversario de la apertura de la
prisión en la bahía de Guantánamo — un deplorable aniversario que jamás debería
de haber pasado — el presidente Biden buscó desviar la atención de su inacción
general sobre Guantánamo durante su primer año en el poder anunciando que cinco
hombres habían sido aprobados para ser liberados de la prisión por la Junta de Revisión
Periódica (PRB por sus siglas en inglés), un proceso tipo libertad
condicional establecido por el ex presidente Obama.
Lo que fue ampliamente reportado fue que otro prisionero, Khaled Qassim (también conocido como Khalid Qasim), detenido por
casi veinte años, tuvo su encarcelamiento sin cargos ni juicio aprobado por
una Junta de Revisión Periódica, no por algún crimen cometido — los miembros de
la Junta reconocieron su “bajo nivel de entrenamiento y su falta de liderazgo
en al-Qaeda o con los talibanes” — sino por su “inhabilidad para manejar sus
emociones y acciones”, su “alto nivel de desobediencia en el último año” y su
“falta de planes para el futuro si es liberado”.
La decisión revela la debilidad fundamental del
sistema de PRB, un proceso puramente administrativo, que no es legalmente
vinculante y ha, esencialmente, reemplazado las revisiones de los casos de
prisioneros en peticiones de habeas corpus — un proceso que llevó a docenas de
prisioneros a tener
sus liberaciones ordenadas por tribunales entre 2008 y 2010, cuando los
jueces de apelaciones cínicos y políticamente motivados fallaron a favor de
cerrar el proceso.
Más que nada, porque es un proceso tipo libertad condicional (a pesar del hecho de que ninguno de estos hombres elegibles para
ellos había sido acusados, mucho menos convictos de algún delito), su enfoque
principal no es lo que los prisioneros supuestamente hicieron antes de su
captura, sino en su comportamiento y actitud en Guantánamo y su habilidad para
construir un caso creíble para una vida pacífica y constructiva si es que son liberados.
Las buenas noticias, mientras seguimos adelante con el aniversario y navegamos hacia el veintiunoavo año de operaciones de Guantánamo,
es que ahora son 18 hombres los que han sido aprobados para
ser liberados (de los 39 todavía
detenidos), 13 aprobados con el gobierno de Biden, cuyas acciones no
importarán algo a menos que lleven a la liberación de los hombres en cuestión
(el presidente Biden ha
liberado a un solo hombre en el último año).
Las decisiones de las PRB también han dejado a Khaled
varado por un problema de percepción con su actitud y una evidente inhabilidad
de su parte para disfrazar la decepción que siente acerca de los veinte años de
su vida que le han sido arrebatados — qué tan entendibles son esos sentimientos
para cualquiera que trate de imaginarte cómo se sentirían si estuvieran en esa posición.
La justificación actual del encarcelamiento en curso
de Khaled sin cargos ni juicio es, principalmente, un fracaso para la justicia
de parte de las autoridades estadounidenses, que continúan a detenerlo, aunque
la guerra con Afganistán está terminada y él jamás fue nada más que un soldado
raso de bajo nivel para los talibanes en una guerra civil inter musulmana que
se transformó en una guerra contra Estados Unidos en la invasión estadounidense
de Afganistán en octubre del 2001.
He seguido la historia de Khaled desde que comencé a
trabajar en Guantánamo hace 16 años y a lo largo de los años lo he llegado a
conocer como un huelguista de hambre persistente que luchó en contra de la
brutalidad y la injusticia de la prisión y quien también ha desarrollado un
formidable talento artístico durante un periodo, con Obama, cuando les
permitieron a los prisioneros tomar clases de arte y cuando el Camp 6 se
convirtió en una galería de arte.
Vi algunos de los cuadros de Khaled en la exposición de arte de los prisioneros en
Guantánamo titulada Ode to the Sea: Art from Guantánamo Bay, que se llevó a cabo took place
en el Colegio de Justicia Criminal John Jay en
Nueva York de octubre del 2017 a enero del 2018 y vi más en la exposición
siguiente llamada Guantánamo [Un]Censored: Art from Inside the Prison
en la escuela de derecho de CUNY, el Centro Sorensen para la Paz y la Justicia
Internacional en Long Island, Nueva York en enero y febrero del 2020.
Un cuadro alegórico de Khaled Qassim, 2017, uno de los
muchos que están publicados en Facebook
por su amigo, el ex detenido Mansoor Adayfi.
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Aprendí mucho más de Khaled cuando Mansoor escribió un
artículo acerca de él para Close Guantánamo, que publiqué en marzo del 2020. En ese
artículo llamado “Mi
mejor amigo y hermano” Mansoor explicó que, así como el artista que es,
Khaled también es cantante, escritor, maestro, talentoso jugador de futbol y líder
de bloque de celdas y citó a un comandante de la marina y oficial en cargo en
Camp 6 en el 2010 que dijo “Queremos que Khalid represente a los detenidos.
Habla como un poeta y habla en beneficio de los detenidos y es un hombre con
quien es fácil relacionarse”.
Escuché acerca de la decisión de la PRB acerca de
Khaled en el aniversario veinte de la apertura de Guantánamo y la nube que
provocó sobre las noticias tranquilizadoras acerca de los hombres aprobados
para ser liberados ha seguido arriba de mí desde entonces.
Sólo tres días antes del aniversario, mi grupo The Four Fathers
grabó un video de nosotros tocando “Forever Prisoner”,
una nueva canción que escribí acerca de la difícil situación de Khaled, que
sacamos en el aniversario y que comparto aquí. Espero que te guste y también
espero que tengas tiempo para leer el artículo que Khaled le dictó a sus
abogados, que fue publicado en el Guardian un día antes y que he
contra examinado abajo. Hay, como creo que puedes darte cuenta, algo
amargadamente irónico acerca de un prisionero en Guantánamo teniendo un
artículo reflexivo y articulado publicado en un importante periódico un día
antes de que su encarcelamiento en curso sin cargos ni juicio fuera sostenido
sin sentido alguno.
Khaled tiene otra PRB programada para el 17 de mayo.
Le daré a las autoridades estadounidenses una última oportunidad para aprobarlo
para ser liberado, pero si no es así, creo que es tiempo de una campaña más
vigorosa de su parte — y mientras tanto, por supuesto, el presidente Biden
también tiene que ponerse a trabajar en liberar a los 18 hombres que sigue
deteniendo todavía y que ya fueron aprobados para ser libres.
He estado detenido sin juicio
en Guantánamo durante 20 años. Sr. Biden, por favor, libéreme
Khaled Quasim
The Guardian
Lunes 10 de enero 2022
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 16 de enero de 2022
A pesar de todas las veces, bajo cuántas administraciones presidenciales, me han decepcionado, mantengo la
esperanza.
La injusticia toma muchas formas. Después de 20 años bajo custodia estadounidense, la mayor parte de ese
tiempo en Guantánamo, se podría decir que soy un experto.
Puede que sorprenda saber que creo que Estados Unidos tiene un muy buen sistema de justicia. Pero es sólo
para los estadounidenses. En los casos de quienes son como yo, la justicia no
es algo que le interese a los Estados Unidos. Me gustaría que la gente
entendiera en qué se distingue Guantánamo.
En Guantánamo, la tortura a la que estamos expuestos no se limita a las salas de interrogatorio; existe en
nuestra vida diaria. Esta tortura psicológica intencional es lo que hace
diferente a Guantánamo. Hay interferencia en todos los aspectos de mi
existencia: mi sueño, mi comida, mi caminar.
Durante los primeros nueve años en Guantánamo estuve recluido en régimen de aislamiento. Entonces era un lugar
más duro y violento. Los bloques comunales que abrieron en 2010 marcaron la
diferencia, pero la tortura mental deliberada sigue siendo la misma. Las reglas
cambian constantemente y sin previo aviso. Algunos guardias y algunas
administraciones son más crueles que otras.
Imagina que estás viendo la televisión y alguien se te acerca por detrás y comienza a patearte suavemente.
Si solo sucede por un rato, no será un problema. Pero digamos que siguen
pateándote sin cesar, sin importar la frecuencia con la que les digas que se
detengan, y que no hay nada que puedas hacer al respecto. Imagina qué tipo de
tortura sería esa.
La única libertad que tengo aquí es protestar. En total, he estado en huelga de hambre durante siete años. Siete
años sintiendo que no estoy muerto pero tampoco vivo. Yo creo en enfrentar a mi
carcelero. Controlan mi cuerpo, pero no mi corazón. Intentaron evitar que
aprendiera pero lo hice de todos modos.
Pintar ha sido mi alivio. Estoy orgulloso de mi arte. ¿Acaso has visto las pocas piezas que he podido sacar de
aquí? Cuando se exhibieron en Nueva York, pensé en las pinturas que miraban
hacia las calles elegantes y los grandes edificios, y en la gente de su bonita
ciudad mirando hacia adentro y en cómo no pueden imaginar cómo son nuestras
vidas.
Una pintura abstracta de 2017 de Khaled
Qassim, una de sus muchas obras de arte publicadas en la página de Facebook
de su amigo, el ex preso Mansoor Adayfi.
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Pero incluso este alivio me ha
sido arrebatado. Mis captores se niegan a dejarme sacar mi arte de la prisión.
Han hecho más difícil hacer fotocopias de lo que pinto, así que ni siquiera
puedo mostrárselo a mis abogados. Entonces se convierte en una carga. Cuando
pinto siento un dolor en mi corazón, sabiendo que el trabajo que estoy haciendo
nunca será visto por nadie.
Cuando el presidente Obama dijo que cerraría Guantánamo, fuimos optimistas y le creímos. Espero que el
presidente Biden cumpla esa promesa. Debería hacer todo lo posible para cerrar
la prisión, no por nosotros, sino por los Estados Unidos.
Otros países solían admirar a Estados Unidos en el tema de Derechos Humanos, y ya no lo hacen: cualquier
afirmación de los Estados Unidos de defender los Derechos Humanos suena hueca.
Cuando Biden criticó a Rusia, Putin respondió "¿Qué pasa con GTMO?"
Cerrarlo comenzará a reparar el daño a la reputación de Estados Unidos.
Los años dorados de mi vida los he desperdiciado en Guantánamo. Si lo que me pasó hubiera pasado en Estados
Unidos, me darían millones de dólares. Porque estoy en Guantánamo, porque soy
árabe, porque soy yemení, a nadie le importa.
Pero quiero que sepas que soy una persona esperanzada. No sé adónde iré, ni qué haré, pero hay otra vida para
mí fuera de esta prisión.
El ciudadano yemení Khaled Qasim ha estado detenido sin cargos ni juicio en la Bahía de Guantánamo desde
2002. Su arte ha sido exhibido en John Jay College y Cuny en Nueva York.
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