worldcantwait.org
ESPAÑOL

Español
English-LA
National World Can't Wait

Pancartas, volantes

Temas

Se alzan las voces

Noticias e infamias

De los organizadores

Sobre nosotros

Declaración
de
misión

21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.




Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


Invitación a traducir al español
(Nuevo)
03-15-11

"¿Por qué hacer una donación a El Mundo No Puede Esperar?"

"Lo que la gente esta diciendo sobre El Mundo No Puede Esperar


Gira:
¡NO SOMOS TUS SOLDADOS!


Leer más....


Si la administración estadounidense hubiera actuado con inteligencia, el ex preso de Guantánamo que se inmoló nunca habría sido puesto en libertad

24 de julio de 2007
Andy Worthington

La noticia de que Abdullah Mehsud, comandante talibán de 32 años liberado de Guantánamo en marzo de 2004, se ha suicidado con una granada de mano tras verse acorralado por las fuerzas de seguridad en Pakistán, ha desatado una oleada de bombardeos beligerantes por parte de comentaristas de derechas. Dejando a un lado el hecho de que, al parecer, fue asesinado en marzo de 2005, blogueros como los de Eye on the World han aprovechado su muerte para anunciar: "A todos los bienhechores liberales que claman por los derechos humanos de los terroristas encerrados en Guantánamo, sólo quiero preguntarles: '¿qué tenéis que decir de este cero que volvió a una vida de asesinatos y fue asesinado tras ser liberado por los yanquis?'. Es decir, según ustedes, fue encarcelado injustamente".


La verdad, sin embargo, es que, si la administración estadounidense no se hubiera comportado con tan arrogante unilateralismo, ni Mehsud ni el puñado de otros detenidos liberados que volvieron al campo de batalla habrían sido liberados de Guantánamo en primer lugar. Mehsud saltó a la fama en octubre de 2004, tras el secuestro de dos ingenieros chinos que trabajaban en el proyecto de una presa en Waziristán, cuando habló con los periodistas a través de un teléfono por satélite y dijo que sus seguidores eran los responsables de los secuestros. A continuación explicó que había pasado dos años en Guantánamo tras ser capturado en Kunduz en noviembre de 2001 mientras luchaba con los talibanes. En el momento de su captura llevaba un documento de identidad afgano falso, y durante toda su detención mantuvo que era un miembro inocente de una tribu afgana. Añadió que los funcionarios estadounidenses nunca se dieron cuenta de que era un paquistaní con profundos vínculos con militantes de ambos países, y también declaró a Gulf News: "Me las arreglé para mantener oculta mi identidad paquistaní todos estos años."

Mehsud no fue el único comandante talibán liberado por error. El mulá Shahzada, que fue liberado en mayo de 2003, dio a los estadounidenses un nombre falso y afirmó que era un inocente comerciante de alfombras. "Se aferró a su historia y se mostró bastante tranquilo con todo el asunto", declaró un oficial de inteligencia militar al New York Times. "Mantuvo durante un tiempo que no era más que un inocente comerciante de alfombras al que simplemente secuestraron". Tras su liberación, Shahzada se hizo con el control de las operaciones de los talibanes en el sur de Afganistán, reclutó combatientes "contando desgarradoras historias de sus supuestos malos tratos en las jaulas de Guantánamo", y fue el cerebro de una fuga de la cárcel de Kandahar en octubre de 2003, en la que sobornó a los guardias para que permitieran escapar por un túnel a 41 combatientes talibanes. Su notoriedad posterior a Guantánamo llegó a su fin en mayo de 2004, cuando murió en una emboscada de las fuerzas especiales estadounidenses. Otro comandante talibán afgano, Maulvi Abdul Ghaffar, liberado en marzo de 2004, fue asesinado seis meses después en Uruzgán por soldados afganos, que creían que dirigía las fuerzas talibanes en la provincia.

Sin embargo, aquí está el problema. Mientras que los comentaristas de derechas, en 2004, utilizaron la liberación de Mehsud, Shahzada y Ghaffar como prueba de que nadie debería ser liberado nunca de Guantánamo, Gul Agha Sherzai, el gobernador de Kandahar posterior a los talibanes, ofreció una interpretación bastante diferente al señalar que Shahzada nunca habría sido liberado si se hubiera permitido a los funcionarios afganos investigar a los afganos de Guantánamo. "Conocemos todas las caras de los talibanes", afirmó, añadiendo que se habían rechazado repetidas solicitudes de acceso a los prisioneros afganos. La opinión de Sherzai se vio reforzada por funcionarios de seguridad del gobierno de Hamid Karzai, que culparon a Estados Unidos del regreso de los comandantes talibanes al campo de batalla, explicando que "ni los militares estadounidenses, ni la policía de Kabul, que procesan brevemente a los detenidos cuando son enviados a casa, les consultan sobre los detenidos que liberan."

¿Necesito explicarlo otra vez? Abdullah Mehsud, Mullah Shahzada, Maulvi Abdul Ghaffar y al menos otros tres comandantes talibanes -Mullah Shakur y dos hombres conocidos sólo como Sabitullah y Rahmatullah- fueron liberados y devueltos al campo de batalla porque las autoridades estadounidenses eran tan ciegas, arrogantes y estúpidas que se negaron a permitir que sus aliados en Afganistán participaran en la selección de los prisioneros para determinar quién era realmente peligroso. ¿Qué grado de estupidez se puede alcanzar?<


 

¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.

 

¡El mundo no puede esperar!

E-mail: espagnol@worldcantwait.net