Enero de 2016: ¡Cerrar Guantánamo ya!
El Mundo no Puede Esperar | 5 de enero de 2016
EN 2002, el régimen de Bush estableció un primitivo campo de prisioneros en la base militar
estadounidense de la Bahía de Guantánamo, en Cuba. Por seis años recluyó ahí a 776
hombres, sin acusarlos, y les aplicó lo que llamó “técnicas de interrogatorio
intensificadas” y el resto del mundo llama “tortura.” Bush dijo que esos
hombres eran “los peores de los peores”, aunque la mayoría fue capturada y entregada
a cambio de $5.000 en efectivo que Estados Unidos pagaba como recompensa y no
tenía vínculo alguno con atacar a Estados Unidos. A raíz de las críticas y
protestas internacionales, más de 500 prisioneros fueron puestos en libertad.
La tortura es un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad.
El derecho internacional y de Estados Unidos prohíbe la tortura en toda circunstancia, sin excepción. Al no
hacer que nuestro gobierno rinda cuentas por el estado torturador que ha creado,
aprobamos esa tortura y la tortura continuará.
El abuso sistémico visto en Guantánamo se sostiene mediante una cultura de impunidad. Siguen en libertad los
altos funcionarios responsables por las guerras de agresión y conspiración a
cometer torturas; no se arrepienten y abogan descaradamente a favor de hacer
más de lo mismo.
¿Por qué sigue abierto Guantánamo? ¿Qué podemos hacer para cerrarlo?
Las evidencias contra algunos prisioneros están viciadas, usualmente porque se les sacó una confesión
mediante la tortura. En sus casos sería imposible obtener una condena legal. Independientemente
de los cálculos políticos, en una sociedad de libertad y justicia, hay que
acusar y darle un juicio justo a cualquier arrestado, o ponerlo en libertad. Eso
nunca va a ocurrir bajo el sistema de tribunales militares secretos que el
presidente Obama ha establecido como reemplazo de la verdadera justicia.
El presidente, como comandante en jefe de Estados Unidos, tiene la autoridad para cerrar el odiado campo para
prisioneros de un plumazo, sin necesidad de que el Congreso lo apruebe. Depende
de nosotros hacer que eso ocurra.
Llegando al 11 de enero de 2016, el campo de la tortura estadounidense de Guantánamo habrá estado abierto por 14
años
Uno de las primeras acciones de Obama como presidente en 2008 fue mandar cerrar Guantánamo dentro de un año; por
eso la mayoría de la gente pensaba que la horrible práctica de la detención
preventiva sin un juicio se había terminado. Pero no ha terminado.
Todavía se detienen a 107 hombres, la mayoría ya autorizados para salir en libertad. Estos sufren bajo la política
de detención indefinida del gobierno de Obama. Varios están en huelga de hambre
y a una cantidad desconocida se les alimenta por la fuerza, en violación del
Convenio contra la Tortura de las Naciones Unidas.
El cierre del campo para prisioneros de la Bahía de Guantánamo no puede esperar. No basta con ponerle
fin a la abominación de la tortura estadounidense; hay que repudiar el
razonamiento del “excepcionalismo”, bajo el cual se considera que la vida de
los estadounidenses vale más que la de otra gente.
Guantánamo: ¿Cómo se juzgarán a NOSOTROS?
Nuestro gobierno ha hecho todo lo posible para ocultar la tortura aplicada en ese campo para prisioneros experimental
en el exterior, y para impedir todo intento de exigir la rendición de cuentas de
parte de los autores y facilitadores de esos crímenes. Pero gracias a una
valiente huelga de hambre de parte de los prisioneros, la cual sigue en marcha,
Obama se vio obligado a condenar el castigo extrajudicial.
Ya no convencen las protestas de impotencia, de que “tengo las manos atadas”. Depende de nosotros exigir el
cierre de Guantánamo y la repudiación de la total falta de legalidad exhibida ahí.
Cuando la IGNORE–ancia = la muerte, el silencio no es una opción
“El presidente sabe que el campo de Guantánamo no es correcto, ni jurídica ni moralmente”, dice Wells Dixon, abogado
principal del Centro pro Derechos Constitucionales, que ha representado a
clientes de Guantánamo desde 2005. Agrega: “Pero la negativa a asegurar que se
adjudique responsabilidad por los pecados de la administración anterior es como
intentar evitar el tratamiento de una enfermedad mental con la esperanza de que
desaparezca. Cuanto más le hace caso omiso, más regresa para atormentarle”.
El presidente y el Congreso han respondido a las demandas de los prisioneros con una indiferencia total hacia
los básicos derechos judiciales y humanos. El asesinato por descuido... ¿así
terminará? Las personas que viven en Estados Unidos, ¿se conformarán con esa
versión de la historia? ¿O asumiremos la tarea en cuestión, la de cerrar Guantánamo
de una vez para todas?
¡TORTURA + SILENCIO = COMPLICIDAD! ¡ACTÚE AHORA PARA PONER FIN A LA TORTURA!
Para encontrar una
protesta en su región >
Para bajar esta
declaración como volante de media página >
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|