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El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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Revolución #161, 12 de abril de 2009

Lucha contra la criminalización de la protesta:

La persecución política de los 8 de la CNR

Parte 2: Informantes y agentes encubiertos: La estrategia del gobierno para trastornar, tender trampas y atacar a la oposición a la Convención Nacional Republicana

Introducción

Un caso muy importante se está desenvolviendo en Minnesota. El gobierno ha señalado a ocho personas por su rol en las protestas políticas durante la Convención Nacional Republicana (CNR).

En la CNR de septiembre de 2008 en St. Paul, el criminal de guerra John McCain y la religiosa fundamentalista de derecha, Sarah Palin, fueron seleccionados como candidatos presidencial y vicepresidencial. Los medios nacionales dedicaron horas ilimitadas a cosas como la hija soltera embarazada de Palin. Mientras tanto, las calles de St. Paul se estaban convirtiendo en una zona militarizada con masiva movilización policial. En el curso de cuatro días, miles desafiaron las medidas de represión armadas para dar a conocer su oposición a la guerra, tortura, espionaje y la globalización imperialista de Estados Unidos que ha traído sufrimiento a una inmensa parte de la humanidad y causado catastróficos daños ambientales. Más de 800 personas fueron arrestadas y veintenas fueron brutalizadas por la policía.

Antes de que las protestas empezaran, los agentes de la ley realizaron redadas y arrestos preventivos de activistas y periodistas independientes a través de Minneapolis/St. Paul (las Ciudades Gemelas). Entre los arrestados había ocho que ahora han sido objeto de persecución, con el potencial de más de 12 años de prisión. Son conocidos como los 8 de la CNR.

Por primera vez, se está aplicando una versión estatal de la fascista Ley Patriota federal a las manifestaciones políticas. Los 8 de la CNR son acusados de delito mayor de conspiración de amotinamiento en fomento del terrorismo y delito mayor de conspiración de cometer daños criminales en propiedad ajena en fomento del terrorismo, junto con otras dos felonías. Estuvieron sentados en una celda por el tiempo que duró la convención republicana, pero los han declarado legalmente responsables por cualquier cosa que algún manifestante hizo durante ese tiempo.

La acción judicial contra los 8 de la CNR establecerá un precedente muy malo que criminaliza la protesta política. Pero muy pocas personas siquiera saben de este caso. Todos los que entienden la importancia del disentimiento y la capacidad para resistir los crímenes que están cometiendo el gobierno y sus instituciones necesitan denunciarlos. Es necesario que un amplio sector de la sociedad plantee una fuerte demanda para retirar los cargos sobre los 8 de la CNR. Se debe de parar en seco este proceso injusto.

En tres artículos de varios números de Revolución, esta serie examina aspectos y capas importantes de lo que ha salido a la luz sobre el proceso injusto contra los 8 de la CNR. Los tres artículos son: “El caso de los 8 de la CNR”, “Los informantes y los agentes encubiertos” — las mentiras y estrategias del gobierno; “Las medidas represivas” — el estado policial, los arrestos en masa y la persecución selectiva de periodistas.

Lea la parte 1: Lucha contra la criminalización de la protesta: La persecución política de los 8 de la CNR — Parte 1: El caso de los 8 de la CNR

 

Un rasgo sorprendente de la estrategia represiva del gobierno que ha salido a la luz con relación a la Convención Nacional Republicana (CNR) en St. Paul, Minnesota en el otoño del 2008 fue el uso de informantes y agentes encubiertos contra las fuerzas progresistas y radicales que estaban organizando y participando en las protestas fuera de la CNR. Por un número de años, ha habido una intensificación más abierta de varios aspectos represivos de la dictadura de la burguesía.

Como en el pasado, especialmente cuando se siente amenazado y desafiado, el gobierno metió gente dentro de estos movimientos de resistencia alrededor de la CNR para trastornar, desacreditar y para esparcir ideas en el contexto de eso, que las autoridades aprovechan para atacar el movimiento.

Para cualquier movimiento que desafía en serio los objetivos horribles del imperio imperialista más poderoso que jamás haya existido, esta es una difícil contradicción para manejar bien. Por un lado, cómo evitar que te acorralen o te atrapen fácilmente y hacer eso sin dejarse llevar a la creación de una atmósfera de sospecha y paranoia. El primer aspecto está apuntado a destruir el movimiento desde afuera y el segundo esencialmente lo destruiría, pero desde adentro. Es importante examinar el rol de los informantes y agentes encubiertos en Minneapolis en los meses que antecedieron a la CNR.

¿Quiénes eran los objetivos del gobierno?

Primero, el uso de informantes y agentes encubiertos tiene mucho peso en la magnitud de la injusticia de las redadas, arrestos y procesamiento de los manifestantes, incluyendo el caso de los 8 de la CNR a quienes han acusado de delitos graves de crear disturbios y dañar propiedad con intento de terrorismo y quienes podrían pasar más de 12 años en la cárcel, e indudablemente seguirán siendo un elemento importante de la estrategia legal de la defensa. (Vea la Parte 1: El caso de los 8 de la CNR.)

Segundo, hay importantes lecciones generales que aprender para todos aquellos que luchan por tener un mundo mejor. Aprender esas lecciones ahora es una manera de elevar los estándares así como para no dejarse descarrilar por las estrategias organizadas por el gobierno contra los movimientos progresistas, radicales y revolucionarios.

¿Quiénes eran los supuestos terroristas para que el gobierno estuviera muy ocupado enlistando a informantes para su búsqueda muy intensa? Aparentemente esos que la pasan bien en las fiestas de comida vegan. Un artículo del periódico alternativo, City Pages de Minneapolis/St. Paul, reportó que el FBI de parte de las Fuerzas Conjuntas de Misiones AntiTerroristas (JTTF por sus siglas en inglés) se le había aproximado a un estudiante de la Universidad de Minnesota, en mayo del 2008, meses antes de la convención. El estudiante había sido arrestado por un asunto de hacer graffiti en el campus y la policía de seguridad del campus lo había citado para una reunión con una agente del FBI. Ella intentó reclutarlo. “Ella me dijo que yo tenía la apariencia perfecta y que tenía la personalidad perfecta… insistía que yo era muy amigable y atento… para lo que estaba buscando”, le dijo el estudiante a City Pages. Agregó que ellos querían a un informante “para que vaya a una fiesta vegan en las ciudades gemelas y que se codeara con los manifestantes contra la CNR, haciéndose de un lugar dentro de los círculos internos de los manifestantes, para que después lo reportara a la Fuerza Conjunta de Misiones AntiTerroristas del FBI”. De acuerdo al artículo y esto es muy importante, el estudiante recibiría “una compensación por sus esfuerzos pero solo si su trabajo lograra algún arresto”. Y de igual importancia, este estudiante lo hizo público inmediatamente y denunció el intento de la JTTF de recrutarlo.

La aparición de un informante-provocador del FBI

En diciembre del 2008, Brandon Darby emergió como un informante-provocador clave del FBI con relación a la escena de protestas de la CNR. Hay mucho que aún se debe aprender sobre Darby. Algunos de sus más cercanos ex socios han empezado un grupo de trabajo y una página web para armar el rompecabezas de su rol y “persona” juntando información y análisis de gente que lo conocía durante varios años. Estos activistas están intentando determinar el momento en el que Darby comenzó a informar para el gobierno y cómo era su comportamiento para que otros aprendan de su experiencia. Esos que lo conocían bien se sienten profundamente traicionados por sus acciones. Mientras casi todos estaban conmocionados, algunos no lo parecían tanto como otros, porque había habido controversia y desacuerdo sobre su rol por algún tiempo entre esos que trabajaron de cerca con él. Esto ocurrió mucho antes que se supiera que él era un informante.

Hay mucha incertidumbre sobre cuándo y por qué Darby se volvió un informante o si el era en realidad un agente encubierto (un empleado de hecho y no un voluntario como él alega), especialmente después del huracán Katrina. Se desconoce qué otras investigaciones de las cuales él pudo haber sido parte además de su relación con las protestas contra la CNR. Es importante que el movimiento y esos que lo conocieron determinen científicamente todo eso ya que el ha sido un conocido activista social por 10 años en las áreas de Austin y Nueva Orleáns.

Si bien es importante ser cauteloso y no sacar conclusiones injustificadas, es valioso considerar lo que Darby mismo dice sobre su cambio de corazón “ideológico” (particularmente en el contexto del patriotismo de “todos somos uno” promocionado por Obama, de que no hay “una América roja ni una América Azul” sino los Estados Unidos de América). Lo que cabe señalar aquí es que Darby no justifica sus acciones sobre la base de la reaccionaria política republicana al estilo de Bush, sino sobre la base de unos valores más tradicionales de la democracia burguesa estadounidense: que mientras se le permita a la gente participar en la política dentro (de los límites altamente estrechos) del sistema político, el gobierno está en su derecho de espiar e intentar encarcelar a esos que no limiten su oposición política a esas restricciones.

En un artículo interesante titulado, “El informante, de revolucionario a rata: El viaje incómodo de Brandon Darby”, de Diana Welch, Austin Chronicle, 23 de enero del 2009, la autora le entrevista a Darby y reporta que mientras Darby dice que “él es ‘lo más lejos de ser’ un republicano, lo de proteger los derechos de los republicanos… fue lo que finalmente lo persuadió para que trabajara con los federales. ‘Una mañana, me desperté y me di cuenta de que no estaba de acuerdo con el grupo con el que estaba asociado aun cuando estaba en desacuerdo con el Partido Republicano’, dijo. Después el artículo cita a Darby diciendo que él se oponía al Comité de Bienvenida a la CNR porque cuando “ellos se organizan a lo largo del país, no es para protestar sino para que específicamente prevengan que otros ciudadanos norteamericanos hagan uso de su derecho a reunirse, pues el gobierno de los EE.UU. se va a meter en el asunto”, dice. “Y lo debería hacer, y yo lo apoyo de todo corazón”.

Después de entrevistar a Darby y a otros que han trabajado con él incluyendo algunos que sospechaban por mucho tiempo que él era un agente, en Common Ground en Austin, Welch escribe: “Nada de esto explica bien por qué Darby eligió asumir el papel de informante encubierto del FBI y espiar secretamente a sus amigos cuando simplemente pudo haber dejado el movimiento e intentado meterse en la política pública de otra forma productiva. ‘He observado a un sinnúmero de activistas empezar a trabajar en la legislatura y participar de cosas en el sistema; tenemos un sistema que está muy abierto para nuestra participación’, Darby dijo. ‘Puedes participar y tener voz de esa manera; si no estás de acuerdo en la forma en que gobiernan a nuestra ciudad, entonces puedes participar. Si tienes una inclinación ideológica hacia la justicia social, pues te puedes volver un agente del orden público, te puedes meter a trabajar con el FBI o puedes ser un abogado”.

 Una razón por la cual el trabajo de Darby como informante provocó tanto escándalo era que fue una figura sobresaliente en Common Ground (un grupo formado después en del huracán Katrina que reclutaba a voluntarios en la limpieza y reconstrucción de Nueva Orleáns) y él aprovechó esas credenciales para hacer el trabajo sucio del gobierno de espiar a la gente que estaba intentando oponerse a los crímenes del gobierno. Otra vez, aún se desconoce si Darby fue un informante en algún momento cuando trabajaba para Common Ground en Nueva Orleáns. Darby solo ha admitido públicamente que el gobierno le pagó por su rol como informante desde el 2007.

La identidad de Darby como informante clave salió a la luz durante un caso contra dos hombres de Austin, Texas, que fueron arrestados durante las protestas contra la CNR. Estos dos acusados no tienen nada que ver con el caso de los 8 de la CNR. Cuando salió a la luz el rol de Darby como informante, un co-fundador de Common Ground y un amigo de mucho tiempo de Darby inicialmente lo defendió públicamente contra lo que parecía una posible acusación de soplonería contra Darby (es decir, tildarlo falsamente de agente a Darby). Los materiales producto de la demanda contra el gobierno que le obliga a este a entregar los expedientes del espionaje contra el acusado liberados durante el caso apuntaban fuertemente hacia Darby como informante. Aparentemente, después de ser confrontado por sus ex amigos, Darby lanzó un comunicado público, donde arrogante e irreprensiblemente defendía su rol como un informante para el FBI por obedecer a los mejores intereses del movimiento a fin de protegerlo contra elementos “violentos”.

La historia de Darby el informante del FBI echa luz sobre la obra del gobierno no solo en el caso de los dos acusados en Texas en conexión con la CNR en Minnesota, sino también sobre las bases para los espeluznantes cuentos que las autoridades usaron para confeccionar sus razones y pretextos y después filtrarlos al publico para justificar la represión y los arrestos.

De acuerdo a un artículo del New York Times del 8 de diciembre del 2008: “Darby proveyó de descripciones de reuniones con los acusados [las dos personas de Texas arrestados después en la CNR — nota de la redacción] y decenas de personas más en Austin, Minneapolis y St Paul. Él portaba algunas veces equipos de grabación, incluyendo un transmisor oculto en su cinturón durante la convención. También fue a Minnesota… cuatro meses antes de la CNR y dio detallados informes a las autoridades del orden público acerca de varias reuniones con activistas de Nueva York, San Francisco, Montana y otros lugares”.

Darby, de 32 años de edad, tenía mucha aura de “sabiduría callejera” por su supuesto rol en lo que aconteció después del huracán Katrina y por su trabajo con Common Ground. En la primavera del 2008, el trabajo con un grupo de afinidad en Austin, Texas, lo cual incluía dos amigos veintiañeros (McKay and Crowder) quienes querían protestar en la CNR. Ambos fueron acusados en Minnesota de hacer bombas incendiarias. Nunca fueron acusados de utilizar ninguna de ellas. Mientras Crowder se declaró culpable, McKay decidió pelear contra las trampas que Darby le tendió. El abogado de McKay, Jeff DeGree, le dijo a la corte (de acuerdo a un artículo en el Minneapolis Star Tribune del 26 de enero de 2009):

“Este es el caso de un informante del gobierno que por su cuenta asumió la tarea de hacer que las cosas pasaran”, le dijo al jurado en su argumento de apertura. Dijo que Darby le enseñó a McKay y Crowder movimientos de jujitsu y los criticó muy duramente a los manifestantes por tener la apariencia de “un montón de personas que comen tofu”, diciéndoles: “mejor empiecen a comer carne para aumentarse la musculatura en preparación para esto”, DeGree dijo. Y fue Darby quien plantó las semillas de violencia después de que sus escudos [hechos en casa] fueron incautados, dijo el abogado. “Brandon Darby se volvió loco cuando eso pasó, [diciendo:] ‘nosotros no vamos a soportar esto cruzados de brazos. Ustedes tienen que hacer algo al respecto’”, dijo DeGree.

McKay tomó la posición de testigo en su propia defensa para argumentar que Darby le tendió una trampa para que hiciera algo que nunca hubiera hecho en otra situación. El agente del FBI Sellers testificó que Darby usaba un transmisor la noche del 2 de septiembre del 2008 cuando McKay supuestamente le contó de los planes de usar las bombas incendiarias. Sellers dijo que cinco agentes federales estaban escuchando la conversación, pero que ¡no hicieron ninguna grabación! Y Sellers fue el único que tomó notas. ¡Cuán conveniente que los cinco agentes olvidaron una grabadora de voz!

El 2 de febrero del 2009, en un suceso altamente inusual ¡el juez declaró al jurado empatado porque no pudo alcanzar un veredicto de culpable o inocente en el juicio de McKay! El juez liberó a McKay bajo fianza a la espera de un nuevo juicio. Había estado en la cárcel desde septiembre del 2008.

Informantes adicionales

Aunque Darby es uno de los principales soplones del FBI que hayan salido a la luz a raíz de la extensa represión en torno a la CNR, no es el único que se ha identificado públicamente. Hay al menos tres más que señala el artículo del 1º de diciembre de 2008 del Minneapolis Star Tribune.

El padre de uno de los acusados señaló que dicho diario no ha publico ni un reportaje de peso y acertado sobre el caso de los 8 de la CNR, pero sí logró estudiar mil cuartillas de apuntes de agentes encubiertos del departamento del sherifato de la localidad. Asimismo, el New York Times sacó un artículo sobre la aparición de Darby como soplón después de andar de activista por años en Nueva Orleáns y Austin pero no mencionó el alcance de la represión y los casos en los tribunales en Minneapolis en torno a la CNR. Estas historias aprovechan la ignorancia de la gente acerca del papel histórico de los soplones en los casos y movimientos políticos como agentes que inventan pruebas, mienten sobre lo que planean los activistas y/o les tienden trampas, con el propósito de fundamentar cargos contra aquellos que el gobierno tiene en la mira. Además, da justificaciones para los pesados martillados de la represión que aplicaron contra todos los manifestantes. Los cuentos de los soplones pueden dar a conocer que de alguna forma los casos resultantes en contra de los acusados se basan en relatos oculares y presenciales, de modo que el público en general no se alarme tanto que el gobierno estén acusando falsamente a jóvenes y manifestantes. Al mismo tiempo eso puede propiciar desconfianza entre los activistas, creando un ambiente de paranoia de modo que las autoridades tenga la cancha libre para monitorear estos casos por medio de los soplones. El apoyo a los manifestantes y las denuncias de las estrategias represivas del gobierno, entre otras cosas, pueden contrarrestar todo eso.

El Minneapolis Star Tribune sacó un artículo el 1º de diciembre de 2008, “’Anarquista’ parecido a la mamá de alguien”. Un alguacil y dos personas más se infiltraron en al Comité de Bienvenida a la CNR antes de la convención”. (Salvo cuando se indique lo contrario, las descripciones y citas a continuación son de este artículo.)

En agosto de 2007, el sherifato de la localidad (que colaboraba estrechamente con la JTTF y otros organismos federales del orden público) mandó a Marilyn Hedstrom, una mujer cincuentona a un local que alquilaba los activistas en Minneapolis y se les identificó como Norma Jean. Según sus informes, les dijo a los activistas que tenía desacuerdos con el presidente Bush y la guerra de Irak.

Hedstrom, una agente antinarcóticos, vino acompañada de una carcelera veintañera del condado que se identificaba como Amanda, la sobrina de Hedstrom. Después de unos meses, “Amanda”, hoy un alguacil, dejó el trabajo encubierto. El alguacil, Fletcher, le dijo a la reportera del Star Tribune que Amanda “no logró obtener el nivel de aceptación entre los activistas que tenía Hedstrom”. Hedstrom explicó a los activistas que Amanda había dejado la lucha después de conocer a un nueva novia. Los activistas dicen que Amanda tenía una página falsa de Facebook.

Según el artículo, la mayoría de los anarquistas eran varias décadas menores que Hedstrom, pero Fletcher dijo eso no era ningún problema. Dijo: “No siempre buscamos a una persona con un perfil de aceptación perfecto. Hay menos probabilidades de sospechas en el caso de alguien que no se ajusta a la medida al perfil”. Agregó que poner a Hedstrom con “Amanda” en la actividad encubierta aumentó su seguridad mutua.

A instancias del grupo de encontrar comida para el consumo de los anarquistas, Hedstrom se metió en los basureros en busca de restos de comida. Preparó comida para algunas regiones, hizo mandados, coordinó discusiones del comité y representó la organización en algunas reuniones del movimiento de protesta. Se hizo amiga de algunos activistas. Irónicamente, incluso colaboró en las medidas de seguridad para los anarquistas, que estaban preocupados por la posible infiltración de policías.

El Star Tribune describe a un tercer soplón (pagado y compensado después con un puesto como carcelero con una opción de ser alguacil). Chris Dugger “tenía una vibra distinta y a menudo se encontraba bajo la sombra de la sospecha. De más de 25 años, tenía un ‘cuerpo musculoso’, tatuajes y la pinta de un motociclista”. Un activista relató que Dugger “se presentaba como que participaba en un proyecto radical por primera vez y evitaba dar ayuda salvo para las tareas más elementales”. Según los informes de agentes encubiertos, en una reunión en que Hedstrom era la coordinadora, alguien expresó su preocupación de que Dugger era un policía y “éste respondiendo con mucha emoción, les dijo lo triste que se sentía, se limpió las lágrimas de los ojos y se sonó la nariz”. Negó que era informante. El memo dijo que dos activistas le dijeron que “no consideraban que era policía. Dijeron que un policía no más se hubiera alejado y jamás regresado y que tampoco hubiera llorado”. En otra parte escalofriante, el artículo dice que en agosto de 2008, Dugger instaba a un anarquista a tener sospechas de que otro anarquista fuera soplón.

Un cuarto soplón colaboraba con el FBI como lo hizo Darby. La cobertura noticiosa del arresto en enero de 2009 de Andrew Darst por un incidente en que supuestamente entró ilegalmente a una casa arrancando la puerta de las bisagras, confrontando a su esposa y golpeando a dos hombres que estaban presentes en la reunión confirma su identidad. En una situación bochornosa para el gobierno, ahora Darst enfrenta dos acusaciones graves de robo en primer y segundo grado así como ataques agravados en quinto grado, un delito menor. Darst es un testigo importante del gobierno en el caso de los 8 de la CNR. Es probable que su arresto por desvaríos violentos se vuelva un problema pues revela su instabilidad y propensión hacia la violencia.

Cuando era soplón del FBI, Darst se conocía como “Panda”, de unos 30 años de edad. Según los conocedores de la escena del movimiento de Minneapolis, “Panda” empezó a asistir a las reuniones del Comité de Bienvenida a la CNR, se presentó al grupo como un ávido explorador urbano y que participaba (y puede que aún participe) activamente en la escena de exploradores urbanos de la región. Según un texto colocado en los Medios Independientes en las ciudades gemelas (Minneapolis y St. Paul), “se le vio a Darst por primera vez en los círculos anarquistas en una convergencia de Crimethinc hace tres años y desde entonces ha asistido cada año a la convergencia. Al igual que los otros agentes infiltrados, participaba activamente en las reuniones del comité y asistió a eventos con otras organizaciones no anarquistas. No obstante, es importante señalar que ‘Panda’ también participaba en actividades contra la CNR que eran ajenas y no tenían relación al Comité de Bienvenida a la CNR”. Según este mismo texto, además de grabar las reuniones que asistió, su departamento de Minneapolis tiene dispositivos ocultos para grabar voz y video”.

* * * * *

Es importante seguir desenmascarando a estos agentes y haciendo análisis científico (rigurosos e implacablemente objetivos) sobre las formas en que lograron meterse en los movimientos tanto para la defensa de los acusados como para contrarrestar la represión en general porque el estado seguirá enviando a soplones para despistar, trastornar y tender trampas a organizaciones e individuos que consideran una amenaza, entre ellos aquellos que están luchando por un mundo mejor.


 

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