Suicidio en Guantánamo: una respuesta a las acusaciones del ejército estadounidense de que Abdul Rahman al-Amri era miembro
de Al Qaeda
Por Andy Worthington, 2 de junio de 2007
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Ayer se supo más sobre el aparente suicidio del preso saudí Abdul Rahman al-Amri. Además de participar
en una huelga de hambre antes de su muerte, se desprende, de una fuente citada
por Arab News, que había estado en huelga de hambre durante la huelga de hambre
masiva de 2005 y que, en el momento de su muerte, padecía hepatitis y problemas
estomacales. Cabe preguntarse dónde estaba la tan cacareada atención médica a
los "combatientes enemigos", que, en 2005, el general de brigada Jay
Hood, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta en Guantánamo, declaró que era
"tan buena o mejor que la que ofreceríamos a nuestros propios soldados,
marineros, aviadores o infantes de marina". La respuesta, como han
señalado tantos otros presos de Guantánamo, es casi con toda seguridad que se
deniega la atención médica a los presos que no cooperan con las autoridades y
que, como uno de los presos "menos obedientes", al-Amri habría
recibido poca o ninguna atención médica.
Como advertí hace dos días, las autoridades estadounidenses también han lanzado una campaña de
propaganda en la que presentan a al-Amri como un peligroso miembro de Al Qaeda.
En una declaración recogida por la Agencia France Presse, el Mando Sur de
Estados Unidos afirmaba: "Durante su tiempo como combatiente extranjero en
Afganistán, se convirtió en un operativo de Al Qaeda de nivel medio con
vínculos directos con miembros de alto nivel, incluidas reuniones con Osama bin
Laden. Entre sus asociaciones figuraban guardaespaldas (de Bin Laden) y
reclutadores de Al Qaeda. También dirigía pisos francos de Al Qaeda". No
se ha explicado cómo fue posible que al-Amri, que llegó a Afganistán en
septiembre de 2001, se convirtiera en un "operativo de nivel medio de
al-Qaeda" que "dirigía pisos francos de al-Qaeda" en los tres meses
anteriores a su captura en diciembre, ni es probable que se dé una explicación.
Mucho más probable es que estas acusaciones las hicieran otros presos, bien en
Guantánamo, donde se ha recurrido ampliamente al soborno y la coacción, bien en
las prisiones secretas de la CIA. En ambas, a los presos se les mostraba
regularmente un "álbum familiar" de presos de Guantánamo, y se les
animaba -mediante la violencia o la promesa de un trato mejor- a que
presentaran alegaciones contra los que aparecían en las fotos, que, por espurias
que fueran, se trataban posteriormente como "pruebas".
Como ocurre con tantos presos de Guantánamo, las contradictorias acusaciones contra al-Amri resultan
inverosímiles. Según admitió él mismo, viajó a Afganistán para luchar con los
talibanes contra la Alianza del Norte, tras haber servido en el ejército saudí
durante nueve años y cuatro meses. El Mando Sur de Estados Unidos amplió sus
actividades como recluta talibán, afirmando que, "según su propio
relato", "se presentó voluntario para luchar con el comandante
talibán local Mullah Abdul al-Hanan, y combatió en el frente al norte de
Kabul", y que posteriormente "luchó contra las fuerzas
estadounidenses en noviembre de 2001 en las montañas de Tora Bora". Esto
puede ser cierto o no, pero al menos es verosímil. Afirmar que dirigía refugios
de Al Qaeda, por otra parte, es sencillamente absurdo, y debería alertar a
todos los comentaristas sensatos para que examinen con cuidado las acusaciones
formuladas por las autoridades estadounidenses contra la mayoría de los detenidos
en Guantánamo sin cargos ni juicio (las he estudiado todas, y las acusaciones
infundadas o contradictorias son escandalosamente frecuentes).
Si hemos de creer este insensible intento de ensuciar el nombre de un hombre que, habiéndose quitado
la vida aparentemente a la desesperada, parece haber cometido el error de
viajar a Afganistán para luchar con los talibanes en el momento equivocado, una
pregunta en particular necesita respuesta: ¿cuándo, durante los tres meses que
al-Amri permaneció en una casa de huéspedes en Kabul, se entrenó en una
"escuela para la yihad" en Kandahar, luchó en el frente, se retiró a
Tora Bora y cruzó a Pakistán, se suponía que había localizado los pisos francos
de al-Qaeda que se le acusaba de dirigir?
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