Sami al-Haj habla y pide ayuda para sus compañeros de
Guantánamo
02 de mayo de 2008
Andy Worthington
Al-Jazeera publica la primera entrevista con Sami
al-Haj desde su regreso
a Sudán desde Guantánamo a última hora de la noche. El periodista, capturado
mientras realizaba una misión para al-Jazeera en diciembre de 2001, ha estado en huelga de hambre durante los últimos
16 meses de su encarcelamiento de 76 meses sin cargos ni juicio por parte de
Estados Unidos, y parecía, como era de esperar, más delgado y considerablemente
mayor de sus 39 años. Su hermano, Asim, se sorprendió por su aspecto y dijo que
parecía un hombre de unos 80 años.
En declaraciones a los periodistas desde la cama del hospital, Sami dijo: "Estoy muy contento de
estar en Sudán, pero muy triste por la situación de nuestros hermanos que
permanecen en Guantánamo. Las condiciones en Guantánamo son muy, muy malas y
empeoran día a día. Se violó nuestra condición humana, nuestra dignidad humana,
y la administración estadounidense pasó por encima de todos los valores
humanos, todos los valores morales, todos los valores religiosos".
Y añadió: "En Guantánamo hay animales que se llaman iguanas, y ratas que son tratadas con más
humanidad. Pero tenemos personas de más de 50 países que están completamente
privadas de todos los derechos y privilegios. Y no les dan los derechos que les
dan a los animales". "Durante más de siete años", continuó, los
prisioneros "no tuvieron la oportunidad de ser llevados ante un tribunal
civil para defender su justo caso, y conseguir la libertad de la que fueron
privados. Ellos [los estadounidenses] ignoraron todo tipo de ley, todo tipo de
religión, pero gracias a Dios tuve suerte porque Dios permitió que me
liberaran."
"Aunque estoy feliz", continuó, "hay una parte de mí que no lo está, porque mis
hermanos siguen atrás, y están en manos de gente que dice ser campeona de la
paz y protectora de los derechos y las libertades, pero la paz verdadera y justa
no viene de la fuerza militar, ni de las amenazas de usar bombas inteligentes o
estúpidas, ni de amenazar con sanciones económicas. La justicia viene de
levantar la opresión, y garantizar los derechos y libertades, y respetar la
voluntad del pueblo, y no interferir en la política interna de un país."
Wadah Khanfar, director general de al-Jazeera, que
estuvo en Jartum para dar la bienvenida a Sami, se mostró "desbordado de
alegría" por el regreso sano y salvo de Sami, pero criticó el trato que le
habían dispensado los militares estadounidenses, que intentaron reclutarlo
insistentemente para espiar a al-Jazeera, con el fin de "demostrar" un vínculo inexistente entre la
cadena y Osama Bin Laden.
"Nos preocupa la forma en que los estadounidenses trataron a Sami, y nos preocupa también la
forma en que podrían tratar a otros", declaró, y añadió, quizá en
respuesta a los rumores de que, como condición para su liberación, la
administración estadounidense había estipulado que Sami no debía abandonar
Sudán ni trabajar como periodista: "Sami seguirá con al-Jazeera, seguirá como un profesional que ha hecho grandes trabajos durante su
colaboración con al-Jazeera. Felicitamos a su familia y a todos los que conocieron y quisieron a Sami y
trabajaron para este momento".
Para ver la entrevista con Sami en YouTube,
véase más abajo:
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|