worldcantwait.org
ESPAÑOL

Español
English-LA
National World Can't Wait

Pancartas, volantes

Temas

Se alzan las voces

Noticias e infamias

De los organizadores

Sobre nosotros

Declaración
de
misión

21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.




Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


Invitación a traducir al español
(Nuevo)
03-15-11

"¿Por qué hacer una donación a El Mundo No Puede Esperar?"

"Lo que la gente esta diciendo sobre El Mundo No Puede Esperar


Gira:
¡NO SOMOS TUS SOLDADOS!


Leer más....


Por qué la condena a 17 años de prisión de José Padilla debería escandalizar y repugnar a todos los estadounidenses

22 de enero de 2008
Andy Worthington


La noticia de que el ciudadano estadounidense José Padilla ha sido condenado a 17 años y cuatro meses de prisión debería provocar indignación en Estados Unidos, aunque es poco probable que haya mucho más que un gemido de disconformidad.

El antiguo miembro de una banda y converso al Islam -cuya detención en mayo de 2002 fue anunciada a bombo y platillo por el entonces Fiscal General John Ashcroft como la de un "terrorista conocido" que estaba "explorando un plan" para detonar una "bomba sucia" radiactiva en una ciudad estadounidense- fue considerado en su día como uno de los terroristas más peligrosos jamás detenidos en suelo estadounidense. Casi seis años después, al recibir su condena, no se le acusaba en realidad de haber movido un dedo para hacer daño ni siquiera a un solo ciudadano estadounidense.

Aunque esto ya es bastante chocante de por sí, la sentencia de Padilla -en lo que al menos un perspicaz comentarista denominó "el caso más importante de nuestras vidas"- es especialmente inquietante porque envía un claro mensaje al Presidente de Estados Unidos de que puede, designar a un ciudadano estadounidense como "combatiente enemigo", retenerlo sin cargos ni juicio en un calabozo naval durante 43 meses y torturarlo -mediante el uso de la privación sensorial prolongada y el aislamiento- hasta tal punto que, como explicó la psiquiatra Dra. Angela Hegarty después de pasar más de un año en un calabozo de la Marina de los EE.UU., la tortura se ha convertido en una práctica habitual. Angela Hegarty explicó tras pasar 22 horas con Padilla, "lo que ocurrió en el calabozo fue esencialmente la destrucción de la mente de un ser humano".


La foto del viaje al dentista de José Padilla, privado de sus sentidos, que causó conmoción cuando fue publicada por el New York Times en diciembre de 2006.

Los guardianes de Padilla tenían otra opinión sobre su estado, describiéndolo como "tan dócil e inactivo que podría ser confundido con 'un mueble'", pero el análisis más detallado de los efectos de su tortura fue, de nuevo, proporcionado por Angela Hegarty en una entrevista el pasado agosto con Democracy Now:

    Juan González: ¿Y había tratado antes con alguien que hubiera estado aislado durante un período tan largo?
    Dra. Angela Hegarty: No. Esta fue la primera vez que conocí a alguien que había estado aislado durante un período de tiempo tan extraordinariamente largo. Quiero decir, los estudios de privación sensorial, por ejemplo, nos dicen que sin dormir, especialmente, la gente desarrollará síntomas psicóticos, alucinaciones, ataques de pánico, depresión, suicidio en cuestión de días. Y aquí teníamos a un hombre que había estado en esta situación, totalmente dependiente de sus interrogadores, que no lo trataban muy bien, durante años. Y aparte de... las únicas personas que he conocido que tuvieron una experiencia tan prolongada fueron personas que estuvieron en campos de detención en el extranjero, que se acercarían, pero incluso entonces no fueron sometidos a la privación sensorial. Así que, sí, fue un caso único en ese sentido.

Por si esto no fuera suficientemente preocupante, fue lo que ocurrió tras los 43 meses de calvario de Padilla lo que selló la impunidad del Presidente para torturar a su antojo a ciudadanos estadounidenses. Cuando parecía que su caso estaba al alcance del Tribunal Supremo de Estados Unidos, el gobierno lo trasladó al sistema judicial estadounidense, lo depositó en un entorno penitenciario normal, abandonó toda mención al complot de la "bomba sucia" y lo acusó, basándose en su asociación con dos presuntos facilitadores del terrorismo, Adham Amin Hassoun y Kifah Wael Jayyousi, de participar en un complot con sede en Florida para ayudar a extremistas islámicos en guerras santas en el extranjero. Cuando el caso llegó a los tribunales el verano pasado, la juez Marcia Cooke borró de la historia la tortura de Padilla, insistiendo en que no se podía hablar de ella en absoluto, y, tras un juicio considerado una farsa por muchos observadores, Padilla y sus coacusados fueron debidamente declarados culpables.

La sentencia de hoy, tras un debate inusualmente prolongado de dos semanas, ha puesto fin aparentemente a toda la sórdida saga, y la tortura de Padilla sólo ha sido mencionada brevemente de pasada por el juez Cooke, quien señaló: "Considero que las condiciones [de Padilla como combatiente enemigo] eran tan duras que merecen ser tenidas en cuenta." No obstante, recibió una condena más larga que cualquiera de sus coacusados (que fueron condenados a 15 años y ocho meses, y a 12 años y ocho meses, respectivamente), a pesar de que dos miembros del jurado admitieron al Miami Herald que el jurado en su conjunto "tuvo dificultades para condenar a Padilla porque el panel lo consideró inicialmente como un actor secundario en el plan de ayuda a extremistas islámicos, a diferencia de sus coacusados".

No les faltaba razón. Mientras que la condena de Hassoun y Jayyousi se basó en conversaciones codificadas en 126 llamadas telefónicas interceptadas por el FBI a lo largo de varios años, Padilla sólo estaba incluido en siete de esas llamadas. Preparado por su mentor, Hassoun, había viajado a Oriente Próximo y, en 2000, había presentado una solicitud para asistir a un campo de entrenamiento militar en Afganistán, utilizando el nombre de Abu Abdallah al-Muhajir. Su formulario de solicitud, en el que, según un experto del gobierno, figuraban sus huellas dactilares, fue descubierto al parecer durante una redada de la CIA en un supuesto piso franco de Al Qaeda en Afganistán, pero aunque la fiscalía presentó durante la sentencia una supuesta lista de graduación de Al Qaeda con su nombre musulmán, no pudo aportar durante el juicio ninguna prueba de que hubiera asistido realmente al campo de entrenamiento de Afganistán.

Al final, la condena de Padilla dependió de la determinación del jurado de que "se había unido a la conspiración terrorista en Estados Unidos antes de salir del país". Esto se basó en una única conversación grabada, en julio de 1997, en la que declaró que estaba dispuesto a unirse a una yihad en el extranjero.


 

¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.

 

¡El mundo no puede esperar!

E-mail: espagnol@worldcantwait.net