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Perdidos en Guantánamo: Los 16 de Faisalabad

09 de diciembre de 2008
Andy Worthington


La noche del 28 de marzo de 2002, un grupo armado de agentes del FBI y comandos pakistaníes, acompañados por un centenar de policías locales, irrumpieron en Shabaz Cottage, un apartamento situado en un tranquilo barrio de la ciudad de Faisalabad, Pakistán. Su objetivo, que había sido localizado por el uso descuidado de un teléfono por satélite, era Zayn al-Abidin Muhammad Husayn, más conocido como Abu Zubaydah. Reconocido como facilitador de los reclutas que acudían al campo de entrenamiento de Jaldan, en Afganistán, Zubaydah era considerado por la CIA como una figura mucho más importante.

Detenido cuando intentaba huir de la casa, Zubaydah recibió al parecer heridas de bala en el estómago, una de las piernas y la ingle, y tras su captura fue inmediatamente trasladado a una prisión secreta de la CIA en Tailandia, donde, como reconoció en febrero de este año el general Michael Hayden, director de la CIA, fue sometido a la antigua técnica de tortura conocida como submarino, una forma de ahogamiento controlado. Posteriormente fue trasladado a otras prisiones secretas -en Polonia, y posiblemente en la isla de Diego García- hasta su eventual traslado a Guantánamo, junto con otros 13 "detenidos de alto valor", en septiembre de 2006.


Las disputas en el seno de la administración estadounidense sobre la supuesta importancia de Zubaydah nunca se han resuelto. Dan Coleman, un alto operativo del FBI, mantiene que era un "demente, certificable, con doble personalidad", basándose en un análisis de sus diarios, que revelaron relatos mundanos de la vida grabados por tres personalidades distintas, y según Ron Suskind, en su libro The One Percent Doctrine, otros funcionarios confirmaron que Zubaydah no parecía saber nada de operaciones terroristas y era, en cambio, un logista menor. A pesar de ello, la CIA se hizo cargo de sus interrogatorios de manos del FBI y lo sometió a torturas, y tras su llegada a Guantánamo, el presidente Bush aprovechó la oportunidad para declarar: "Creemos que Zubaydah era un alto dirigente terrorista y un socio de confianza de Osama bin Laden."

Aunque los medios de comunicación han informado ampliamente sobre la historia de Abu Zubaydah, se ha hablado mucho menos de los siete hombres incautados con él durante la redada de Faisalabad, y casi no se ha mencionado en absoluto a otros 16 hombres incautados en una redada en otra casa de Faisalabad esa misma noche, a pesar de que las historias de dos de estos prisioneros arrojan luz sobre la política de la CIA de entregar a sospechosos de terrorismo a terceros países para ser torturados, y otras ponen en duda las justificaciones del Pentágono para mantener prisioneros en Guantánamo.

La información sobre los dos sospechosos que fueron entregados a la tortura la proporcionó el periodista Stephen Grey en su libro Ghost Plane (Avión fantasma), a raíz de una entrevista con Abdullah Almalki. De nacionalidad sirio-canadiense, Almalki fue capturado por agentes de los servicios de inteligencia sirios en mayo de 2002, a petición de las autoridades canadienses, y encarcelado y torturado durante 22 meses en la tristemente célebre prisión militar conocida como "Rama Palestina", antes de ser puesto en libertad sin cargos. Explicó a Grey que dos sospechosos aprehendidos con Zubaydah -Omar Ghramesh y un adolescente anónimo- fueron entregados a la "Rama Palestina" el 14 de mayo de 2002, junto con Abdul Halim Dalak, un estudiante aprehendido en Pakistán en noviembre de 2001. Ghramesh, según dijo, le había explicado que en Pakistán los agentes estadounidenses le habían enseñado fotos de Abu Zubaydah con aspecto maltrecho y magullado, y le habían dicho: "Si no hablas, esto es lo que te pasará."

Como en los casos de decenas de otros "presos fantasma", el gobierno estadounidense nunca ha reconocido su papel en la entrega y tortura de Ghramesh, Dalak y el adolescente anónimo, y se desconoce su paradero actual.

Sin embargo, se sabe más sobre los presos que fueron trasladados a Guantánamo. Cuatro de los hombres aprehendidos con Zubaydah -Ghassan al-Sharbi y Yabran al-Qahtani (ambos saudíes), Sufyian Barhoumi (argelino) y Noor Uthman Muhammed (sudanés)- fueron sometidos a juicio por una comisión militar en junio de este año, acusados de diversos complots con explosivos y, en el caso de Muhammed, de ser el emir adjunto del campo de entrenamiento de Jaldán.

Sus casos son notables porque el Pentágono retiró los cargos contra ellos en octubre, después de que su fiscal, el teniente coronel Darrel Vandeveld, dimitiera, declarando que el sistema de juicios estaba diseñado para impedir la revelación de pruebas esenciales para la defensa, y citando ejemplos en uno de los casos que estaba procesando, el de un prisionero afgano llamado Mohamed Jawad. El Pentágono no dio ninguna explicación sobre la retirada de los cargos, pero los comentaristas sugirieron que a los funcionarios les preocupaba que, si los casos llegaban a juicio, Vandeveld les causara más vergüenza testificando a favor de la defensa.

No se sabe si Vandeveld posee información que socave las acusaciones del Pentágono contra estos hombres, pero la reciente liberación de Guantánamo de otro prisionero capturado con Abu Zubaydah indica que no todos los detenidos en las redadas de Faisalabad estaban relacionados con Al Qaeda.

Labed Ahmed, argelino de 50 años (también identificado como Abdallah Husseini), fue repatriado el 10 de noviembre, tras haber sido "aprobado su traslado" por una junta de revisión militar. Durante una revisión en 2006, explicó que había acabado en casa de Zubaydah por accidente.

Antiguo traficante de drogas en Europa, Ahmed declaró a la junta militar que había estado encarcelado muchas veces en Alemania e Italia, y explicó que decidió ir a Afganistán en marzo de 2001, después de que alguien que conoció en una mezquita de Hamburgo lo reclutara mostrándole vídeos de muyahidines en Afganistán y Chechenia, aunque añadió que en realidad esperaba comprar heroína para venderla en Europa y poder comprar su propio club nocturno.

Ahmed dijo que llegó a Afganistán a principios de septiembre de 2001, se entrenó en al-Farouq (el principal campamento para árabes) durante 12 días hasta que el campamento cerró tras los atentados del 11-S, y luego luchó con los talibanes hasta diciembre, cuando se marchó a Pakistán con un grupo de otras 20 personas, permaneciendo durante tres meses en pisos francos en Bannu y Lahore. Dijo que entonces le dijeron que fuera a Faisalabad, donde unas personas vendrían a darle su pasaporte y enviarlo de vuelta a Alemania. Explicó que iba con otras dos personas, un ruso y un yemení, pero que, cuando llegaron a Shabaz Cottage, les dijeron que los habían llevado allí por error y que los trasladarían a otra casa después de la oración de la tarde.

Ahmed insistió en que no quería irse, porque las casas anteriores habían estado abarrotadas, mientras que esta casa era "grande y bonita" y "todo el mundo tenía su propia habitación", y explicó que se negó a marcharse en el vehículo que le trajeron por la noche. Varios días después, dijo: "El tipo de Al Qaeda, Daoud [identificado en la vista como Zubaydah] me interrogó sobre quién era, qué hacía aquí y quién me había traído. Le dije que soy de Alemania y que estaba esperando mi pasaporte. Cuando lo tenga, me iré. Me dijo que no había problema, que podía quedarme aquí una semana. Me quedé allí unos 12 días y vino la policía pakistaní. Nos llevaron a la cárcel. Daoud fue detenido con nosotros, puedes preguntarle por nosotros".

La casa a la que Ahmed y sus compañeros debían haber sido entregados era la casa de huéspedes Crescent Mill (también conocida como la casa de huéspedes "Issa", por su propietario, y "la casa yemení", por la mayoría de sus huéspedes), y fue allí donde detuvieron al ruso y al yemení que llegaron a Shabaz Cottage con Ahmed, junto con otros 14 prisioneros. En su mayoría tenían entre 18 y 24 años, eran 11 yemeníes, un argelino, un palestino y un saudí, y todos siguen en Guantánamo, a excepción de Ali Abdullah Ahmed al-Salami, uno de los tres presos que murieron en Guantánamo en junio de 2006, al parecer tras suicidarse.

De los 15 presos restantes, sólo se ha aprobado la salida de Guantánamo de uno de ellos, a pesar de que las historias de ninguno de ellos sugieren que estuvieran implicados en ningún tipo de actividad militante. Nueve de los 15 han mantenido que eran estudiantes de la Universidad de Salafia, dirigida por la vasta organización misionera Jamaat-al-Tablighi, y que la casa de huéspedes era una residencia universitaria, dos han declarado que viajaron para recibir tratamiento médico, y otro, Fahmi Ahmed, dijo que había ido a Pakistán a comprar telas, cogiendo dinero que le había prestado su madre, pero explicó que en realidad pasaba la mayor parte del tiempo "como un salvaje", bebiendo y fumando hachís. El preso cuya puesta en libertad se autorizó, Mohammed Hassen, ni siquiera vivía en la casa, y fue sorprendido en la redada tras visitarla para cenar y pasar la noche.

Sólo tres de los hombres han admitido haber pisado Afganistán: Ahmed Abdul Qader, yemení, que dijo que había ido a Afganistán para hacer obras de caridad, y Ravil Mingazov y Jamil Nassir, el ruso y el yemení que fueron llevados a casa de Abu Zubaydah por error sólo dos semanas antes de la redada. La historia de Nassir incluye afirmaciones contradictorias según las cuales o bien recibió entrenamiento militar en Afganistán, o bien era un trabajador humanitario o había viajado a Pakistán para recibir tratamiento médico, y Mingazov, ex bailarín de ballet, huyó de la persecución religiosa en su país natal, y ha declarado que estaba con Jamaat-al-Tablighi en Lahore cuando se unió a Labed Ahmed en el malogrado viaje a Faisalabad.

Las acusaciones formuladas contra estos presos ofrecen pocos motivos para dudar de sus historias. Contienen afirmaciones de las autoridades estadounidenses, como las de muchos otros presos relacionados con Jamaat-al-Tablighi, de que la organización era "utilizada para enmascarar viajes y actividades de terroristas", pero esta acusación nunca se ha considerado legítima fuera de Guantánamo. En su mayor parte, la insistencia de los presos en que viajaron desde sus países de origen para estudiar en Faisalabad a través de Karachi (y a menudo a través de las mezquitas de Jamaat-al-Tablighi en Lahore y Raiwand, donde la organización tiene su sede) no concuerda con un catálogo de otras alegaciones realizadas en circunstancias desconocidas por "agentes de Al Qaeda" no identificados y otras "fuentes" no identificadas, que afirmaban haber visto a los hombres en diversas ocasiones en Afganistán.

Con Labed Ahmed ya en libertad, no está claro cómo puede sostener el Pentágono que tiene algún motivo para retener a los otros 16 prisioneros incautados en la casa de huéspedes de Crescent Mill. Un comentario concreto que hizo Ahmed durante su revisión militar, cuando afirmó que, dado que él, Mingazov y Nassir "no tenían ninguna conexión ni relación con Abu Zubaydah", "deberían haber sido recluidos en la casa yemení", indica que, aunque Abu Zubaydah tuviera algún tipo de contacto con la casa, no era un lugar que tuviera ninguna conexión con el terrorismo y era, como mucho, un lugar en el que se podía ocultar a unos cuantos extranjeros que huían de Afganistán junto a un grupo de estudiantes.

El abogado de Mohammed Hassen, David Remes, afirma que su cliente ha pagado caro estar en el lugar equivocado en el momento equivocado: "Mohammed ha pasado un cuarto de su vida entre rejas porque cometió el error de visitar a un amigo en una casa de huéspedes la noche en que fue asaltada". Tras señalar que Hassen fue puesto en libertad hace casi tres años, pero sigue encarcelado en Guantánamo, Remes añadió: "Esto es más que una injusticia. Es una pesadilla. Mi cliente es especialmente desafortunado, porque ni siquiera vivía en la casa, pero nada de lo que he visto u oído, en mis conversaciones con otros abogados y en mi análisis del caso del Sr. Hassen, indica que ninguno de estos hombres constituya una amenaza para Estados Unidos."

Nota: Otro argelino, Soufian al-Hawari, fue repatriado de Guantánamo con Labed Ahmed. Su historia se trata en el capítulo 16 de The Guantánamo Files, y también aparecerá en un próximo artículo.

Nota:

Los números de los presos son los siguientes:

ISN 703: Labed Ahmed
ISN 1016: Soufian al-Hawari


 

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