worldcantwait.org
ESPAÑOL

Español
English-LA
National World Can't Wait

Pancartas, volantes

Temas

Se alzan las voces

Noticias e infamias

De los organizadores

Sobre nosotros

Declaración
de
misión

21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.




Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


Invitación a traducir al español
(Nuevo)
03-15-11

"¿Por qué hacer una donación a El Mundo No Puede Esperar?"

"Lo que la gente esta diciendo sobre El Mundo No Puede Esperar


Gira:
¡NO SOMOS TUS SOLDADOS!


Leer más....


Miliband demuestra su liderazgo y no revela nada sobre la tortura a una comisión parlamentaria

18 de junio de 2009
Andy Worthington


¿Es posible obtener del Gobierno británico la verdad sobre la tortura, o es más fácil sacar sangre de una piedra? Lo pregunto sólo porque el martes, en otra pulida actuación -que demuestra que tiene las habilidades bajo presión que algún día podrían ser útiles si queda un partido que liderar- David Miliband, el ministro de Asuntos Exteriores británico, dijo a la Comisión Parlamentaria de Asuntos Exteriores que no estaba autorizado a revelar nada sobre la política secreta de interrogatorios de los servicios de inteligencia británicos para tratar a los sospechosos de terrorismo debido a la resolución "sub judice" del Parlamento.

Clive Stafford Smith, director de la organización benéfica de acción legal Reprieve, se topó con la existencia de la resolución "sub judice" hace tres semanas, cuando intentó informar a la Comisión de la existencia, hasta entonces desconocida, de un espía británico que había sido enviado a hablar con el residente británico Binyam Mohamed, mientras estaba incomunicado en Marruecos, a pesar de que el gobierno del Reino Unido ha mantenido durante mucho tiempo que no había sido informado de dónde lo retenía Estados Unidos. La resolución establece que "no se hará referencia en ninguna moción, debate o pregunta a los casos en los que haya procedimientos activos en los tribunales del Reino Unido", y parece, por la actuación de Miliband el martes, que la resolución se está utilizando, por tanto, para impedir que el Parlamento -y todos los que navegan en ella, aunque sea temporalmente- discutan en absoluto el caso de Mohamed.

Como expliqué en The Guardian en su momento, Stafford Smith envió posteriormente una carta al diputado Mike Gapes, presidente de la Comisión, en la que afirmaba que "si estas normas se interpretaran de acuerdo con el asesoramiento que se le ha dado, y se aplicaran de forma coherente, se desvirtuaría la función del Parlamento. De hecho, si el consejo que se le dio a usted era realmente un reflejo de la norma parlamentaria, entonces una franja de parlamentarios y Lores ya la están violando. Con el debido respeto, está claro que el consejo es erróneo y sirve para limitar el debate sin favorecer ningún interés legítimo de los tribunales."

También señaló: "Si, como ocurre en el caso de Binyam Mohamed, los tribunales permiten el debate público completo del caso, entonces los parlamentarios son las únicas personas en Gran Bretaña (de hecho, en el mundo) a las que no se les permite hablar de algo tan significativo como la tortura de Binyam Mohamed".

Después de la actuación del martes, Stafford Smith me dijo que el uso de la resolución por parte de David Miliband demostraba, en términos inequívocos, que el Gobierno la estaba utilizando como "una excusa para no hablar de sus crímenes", y esto es sin duda correcto. Lo que lo hace aún más irritante es que, hace sólo tres meses, tras las crecientes críticas a las actividades de los servicios de inteligencia (y el inicio de una investigación policial sobre los agentes del MI5 que visitaron a Binyam Mohamed en Pakistán antes de su "entrega extraordinaria" a Marruecos), el Primer Ministro Gordon Brown ordenó que sé rescribiera la política secreta de interrogatorios, y también prometió que se haría pública. Sin embargo, el martes, al ser presionado, David Miliband esencialmente tomó una hoja del manual de la administración Bush, declarando que la política existente nunca sería revelada, incluso después de que los casos judiciales actuales hayan llegado a su fin, porque hacerlo sería "prestar ayuda a nuestros enemigos."

Como explicaba The Guardian, Miliband habló con propiedad sobre la tortura, diciendo a la comisión: "Nunca obtendríamos información ni pruebas mediante la tortura. Nunca diríamos a otra agencia de inteligencia: 'Por favor, consíguenos información sobre X' y, ya sabes, abandonaríamos nuestros compromisos legales y éticos con respecto a cómo encontrarla". Sin embargo, The Guardian también señaló que "las pruebas escuchadas en los tribunales han contradicho" la afirmación del ministro de Asuntos Exteriores.

The Guardian citó el caso de Rangzieb Ahmed, de Rochdale, y explicó cómo, el pasado mes de septiembre, el Tribunal de la Corona de Manchester "escuchó cómo el MI5 y la Policía del Gran Manchester elaboraron una lista de preguntas para uso de una notoria agencia de inteligencia paquistaní que lo estaba deteniendo ilegalmente", y añadió: "Cuando Ahmed fue deportado a Gran Bretaña, 13 meses después, le faltaban tres uñas". Lo más inquietante del caso es que, a pesar de que se temía que Ahmed hubiera presentado denuncias falsas como consecuencia de su tortura en Pakistán, en diciembre fue condenado a cadena perpetua.

Además, sin referirse a los detalles recientemente revelados sobre el espía británico que visitó a Binyam Mohamed en Marruecos, The Guardian también mencionó cómo el proceso judicial en curso de Mohamed ya "ha dado lugar a la revelación de las preguntas que el MI5 pidió que se le formularan, a pesar de saber que había sido torturado en Pakistán y de tener razones para creer que estaba siendo torturado tras ser entregado en otro lugar".

En consecuencia, resultó bastante inquietante oír a Miliband no sólo hablar de tortura como si el Reino Unido no tuviera conocimiento de su uso, sino también sostener que, en general, era imposible estar seguro de que la tortura -o los "malos tratos", por utilizar su eufemismo- no se estuvieran produciendo en países con los que el Reino Unido mantiene una relación de inteligencia. En una carta al Comité, escribió: "No es posible erradicar el riesgo de malos tratos. Es necesario tomar una decisión. No podemos actuar aisladamente para proteger a los ciudadanos británicos". Además, aunque reconoció que algunos países tienen "obligaciones legales y normas diferentes a las nuestras en la forma en que detienen a las personas y tratan a las que han detenido", añadió que esto "no puede impedirnos trabajar con ellos."

A pesar de la afirmación poco difundida de Craig Murray, ex embajador en Uzbekistán, de que Jack Straw le dijo en 2003 que el uso de pruebas obtenidas mediante tortura era "legal", la cuidadosa explicación de Miliband de que era imposible estar seguro de que el material obtenido por los servicios de inteligencia no se hubiera obtenido mediante tortura refleja la política actual del FCO, tal como se describe en su informe de 2008 (PDF, p. 16). Tras afirmar: "El uso de información de inteligencia posiblemente obtenida mediante tortura plantea un dilema muy real, dada nuestra condena sin reservas de la tortura y nuestros esfuerzos por erradicarla", los autores del informe añadieron: "Cuando hay información de inteligencia que se refiere a amenazas contra la vida, no podemos rechazarla de plano".

Como señalé en un artículo en abril, discutiendo el uso del gobierno de pruebas secretas en casos de terrorismo en el Reino Unido, "Aunque esto fue seguido por una declaración de que es 'bastante claro' que 'la información obtenida como resultado de la tortura no sería admisible como prueba en ningún procedimiento penal o civil en el Reino Unido,el pasaje en su conjunto confirma no sólo que el FCO se ha comprometido a mantener abierto un resquicio de tortura, sino también que, debido a que esa información no puede ser utilizada en un tribunal, contribuirá, en cambio, sin duda, a perpetuar el sistema de detención de personas sobre la base de pruebas secretas" en el Reino Unido.

Esto fue condenado la semana pasada por los Lores de la Ley, en relación con el sistema de órdenes de control - esencialmente un tipo de arresto domiciliario - que el gobierno ha impuesto a una serie de sospechosos de terrorismo en el Reino Unido, que, preocupantemente, comprenden tanto británicos como extranjeros, pero también sugiere - especialmente a través de la experiencia de Rangzieb Ahmed - que si la información extraída mediante tortura se obtiene en el extranjero (incluso con la estrecha cooperación británica), entonces puede ser utilizada con relativa impunidad en los tribunales británicos.

Se podría suponer que no debería ser demasiado difícil averiguar qué países tienen fama de utilizar la tortura y que, por tanto, el gobierno británico debería saber qué -y a quién- evitar, pero esto presupone que estamos menos íntimamente implicados en el proceso de lo que realmente estamos, en una serie de países, entre los que se incluyen no sólo Pakistán y Marruecos, sino también Bangladesh, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos.

Como resultado, parece que toda la salida de David Miliband el martes -más allá de aplacar a China quejándose una vez más de la reciente aceptación por Bermudas de cinco prisioneros chinos inocentes de Guantánamo- estaba diseñada para preservar el velo de secretismo que permite al gobierno británico, tanto en casa como en el extranjero, seguir utilizando pruebas obtenidas mediante tortura (y en algunos casos con la activa participación británica), aunque no sean fiables y sean moralmente corrosivas, y a pesar de los mejores esfuerzos del gobierno por fingir que sus acciones no son ilegales.


 

¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.

 

¡El mundo no puede esperar!

E-mail: espagnol@worldcantwait.net