Mientras Israel asesina a Hossam Shabat y el número de
muertos sobrepasa los 50,000, ¿sabías que Israel ha asesinado 500 veces más
niños de los que murieron el 7 de octubre?
25 de marzo de 2025
Andy Worthngton

El periodista palestino Hossam Shabat, atacado y asesinado por Israel el
24 de marzo del 2025.
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Ya no sé qué decir o hacer.
El día de ayer, Israel deliberadamente
atacó y asesinó a Hossam Shabat, el valiente y bello periodista de 23 años que de
alguna forma había evadido la muerte por más de 17 meses, reportando sin
descanso, desde el frente de batalla de los ataques brutales de Israel,
incluyendo los
cuatro meses desde
octubre del año pasado hasta que comenzó
el alto al fuego el 19 de enero cuando Israel implementó un
exterminador “genocidio dentro de un genocidio” en el norte de Gaza.
Después de colgar su chaleco de “prensa” y su casco hace
dos meses, cuando comenzó el ahora abortado cese al fuego, sólo se los colocó
nuevamente hace cuatro días, después de que fuera abundantemente claro que
Israel había, deliberadamente, roto
el cese al fuego, re implementando un “asedio completo” de toda la ayuda
humanitaria hacia la Franja de Gaza el 1 de marzo y, después, bajo el cobijo de
la noche, el 18, resurgiendo los intentos genocidas con furia renovada,
lanzando cientos de ataques simultáneos a través de Gaza que asesinaron por lo
menos a 436 personas “incluyendo, al menos, 183 niños, 94 mujeres, 34 adultos
mayores y 125 hombres”, explicó Al Jazeera añadiendo
que 678 otros fueron heridos, “muchos de manera crítica, con más todavía
arpados bajo los escombros”.
Sólo ayer, el acosado ministro de salud de Gaza anunció que
estas muertes — a las cuales se han
añadido 356 en los días siguientes, ha empujado la cifra oficial de bajas a
más de 50,000 desde el 7 de octubre del 2023 — 50,021 en total, incluyendo 15,613,
de los cuales 872 tenían menos de un año de edad. El ministro de salud añadió
que más de la mitad de aquellos asesinados eran mujeres y niños. Las figuras no
incluyen a otros 14,222 personas cuya muerte es casi certera, sus cuerpos
“atrapados bajo los escombros o en áreas inaccesibles para los rescatistas”
reportó Al Jazeera el 3 de
febrero, destacando que el número total de niños masacrados o presumidos
muertos al momento era de 17,492.
El asesinato de Israel de, por lo menos, 500 veces más niños que los muertos el 7
de octubre, podrían ser 2,400 veces más
Esto, impactantemente, es casi 500 veces más el número de niños asesinados por Hamas y otros militantes el 7 de octubre del 2023
cuando se salieron de la “prisión
al aire abierto” de la Franja de Gaza y mataron a 1,068 israelíes y 71 extranjeros en total, según los
registros de seguridad social de Israel, que fueron publicados
en diciembre del 2023 — con 695 de aquellos siendo “civiles israelíes,
incluyendo 36 niños, así como 373 fuerzas de seguridad”. Por favor, nota que la
mentira
de los “40 bebés decapitados que sigue circulando en círculos sionistas y
que continúa siendo parte del esfuerzo aparente para justificar la aniquilación
de todos los palestinos, no podría ser verdad ya que sólo dos de estos 36
infantes eran bebés.
Lo que significa es que, desde el 7 de octubre, Israel ha asesinado 485 veces más niños palestinos que el número de infantes israelíes
muertos el 7 de octubre, aunque el total verdadero será mucho, mucho más alto,
como han sabido los expertos en guerra, ya que entre tres y quince veces más personas
mueren de manera indirecta que en fases activas de la guerra que involucran
asesinatos directos.
Estas muertes indirectas ocurren a través de la propagación de “enfermedades fácilmente prevenibles” o “de hambre y
desnutrición como resultado de la pérdida del acceso a cuidados básicos de
salud, comida adecuada, techo, agua limpia u otras necesidades de vida”, todas
de las cuales han sido deliberadamente eliminadas por Israel en Gaza.
El verano pasado, en una carta a The Lancet, tres
investigadores médicos sugirieron, utilizando un multiplicador moderado de
cinco, que la cifra de muertos podría ser tan
alta como 186,000, basada en la cifra actual de 37,396 individuos.
Al día de hoy, entonces, la multiplicación de cinco arrojaría más de 250,000 muertes (más del 10% de la población de Gaza pre 7 de
octubre), aunque, dada la extensión deliberada de destrucción por parte de
Israel de toda la infraestructura de Gaza, incluyendo la mayoría de sus
hogares, suministros de agua y plantas de tratamiento de aguas sucias y todos
sus hospitales y centros de atención médica, así como los sitios implementados
a través de los últimos diecisiete meses y medio, que han prevenido la entrega
de comida, agua, medicinas, equipo médico y combustible, no sería sorprendente
si, al final, el multiplicador fuera más alto — tal vez 500,000 ó 750,000 personas.
Incluso con el multiplicador más modesto, sin embargo,
esto significa que Israel ha masacrado — o condenado a muerte a 87,460 niños y
niñas palestinos o 2,400 veces más la cantidad de niños asesinados el 7 de octubre.

El anuncio de Al
Jazeera de la cifra oficial de muertos en Gaza sobrepasando los 50,000.
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La magnitud sin precedentes del genocidio de Israel
Nada como este nivel de asesinato de niños se ha llevado a cabo en algún conflicto en la memoria viva, como lo es el caso del
número de mujeres asesinadas, pero estas estadísticas sólo son parte de la
multitud de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y actos de genocidio
de Israel.
Hossam Shabat, por ejemplo, no fue, siquiera, el único periodista asesinado el día de ayer. Más temprano, Israel atacó y asesinó
a Muhammad Mansour, un periodista de Palestine Today, junto con su hijo en su
departamento en el sur de Gaza y, desde octubre del 2023, ha agredido y
asesinado con impunidad a más de 220 periodistas en Gaza más de 220 periodistas en Gaza, muchos más de cualquier otro conflicto militar en la historia.
En cada ocasión, sin embargo, cuando enfrentado, Israel ha alegado que estos periodistas no eran periodistas, sino que eran operativos
de Hamás, como lo hizo el año pasado cuando hizo alegatos
injustificados contra Hossam y otros cinco periodistas.
Hossam, supuestamente era un francotirador de Hamás, aunque sólo tenía 21 años cuando la “guerra” de Israel en gaza comenzó y, el
año pasado, dio una explicación perfectamente coherente de su vida antes del 7
de octubre, declarando en
una entrevista hace un año que “antes de la guerra, mi objetivo era
construir una compañía de medios y mercadotecnia y lograr estabilidad
económica. También me apasionaba el sector hospitalario y dependía de una
fuente alterna de vida, principalmente un restaurante que la ocupación demolió”.
Las mentiras acerca de Hossam se están repitiendo de
manera difamatoria por el IDF y los medios y autoridades israelíes, sin
duda, con el objetivo deliberado de oprimir cualquier indignación de parte de
periodistas occidentales, dejando fuera de las primeras planas de periódicos y
reportes televisivos de noticias la sonrisa de Hossam, aunque ahí es donde
pertenece, porque se ha convertido en algo verboten desafiar la propaganda
de Israel estilo Goebbels.
Así que aquí está la verdad. Hossam grabó lo que vio y reportó lo que presenció y lo que vio fue, incesantemente la masacre del gran e
indiscriminado matadero de civiles por parte de Israel. Esto no era propaganda,
fue el reportaje más valiente en condiciones extremadamente peligrosas y, dio
evidencia — no opiniones, sino evidencia en video — de objetivos e intentos
genocidas, sin la cual hubieran quedado encubiertos, como Israel quería.
Ningún periodista extranjero estuvo presente ya que tenían prohibida la entrada a Gaza desde que la “guerra” comenzó y, en
cualquier caso, incluso si se les hubiera permitido entrar, la mayoría hubieran
pensado dos veces ingresar a la zona de guerra más mortal para periodistas, en
la historia. Nuestros ojos y oídos, cuando se les permitió traspasar los muros
protectores del control de medios occidentales por parte de Israel, fueron los
pocos individuos extraordinariamente valientes como Hossam y sus colegas,
siempre intentando decirle y mostrarle al mundo la verdad, incluso si fueron
recogidos uno a uno.
Mentiras similares han sido esparcidas por Israel en relación al establecimiento médico completo en Gaza, con 1,151 doctores y staff
médico asesinados asesinados
desde el 7 de octubre, incluyeno “por lo menos 165 doctores, 260
enfermeras, 300 personas de administración y personal de apoyo, 184
profesionales de la salud, 76 farmacéuticos y 12 trabajadores del sector” como
parte de una asombrosa y cínica guerra contra los hospitales de Gaza,
>condenada por la Comisión de Investigación de la ONU ya que constituyen crímenes de guerra y
crímenes de lesa humanidad por exterminación. Esto ha sido persistentemente
justificado por Israel debido a la supuesta presencia de Hamás en esos
hospitales o su uso como centro de comando, aunque no exista evidencia para
justificar estos alegatos.
Hasta el mes pasado, se ha confirmado que que 339 trabajadores de la salud, incluyendo doctores, han sido secuestrados y detenidos
en las espantosas prisiones israelíes para palestinos, plagadas de tortura y
abuso; 24 más continúan desaparecidos”, como explicó el Guardian en un
reporte significativo.
Varios doctores han sido asesinados en custodia israelí, posiblemente por negarse a hacer falsas confesiones bajo tortura,
mientras que el más conocido todavía detenido, el Dr. Hussam Abu Safiya,
director del hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza, quien resistió meses el
intento de Israel de cerrar el hospital a finales del año pasado, fue finalmente
secuestrado y “desaparecido” en diciembre, en prisiones israelíes en donde,
según su
abogado, no pudiendo reunirse con él inicialmente, ha sido clasificado como
“combatiente ilegal” aunque no ha sido acusado, fue sujeto a 25 días de
confinamiento y ha sido sujeto a tortura y golpizas durante interrogatorios,
uno de los cuales duró 13 días, dejándolo “física, mental y psicológicamente
exhausto”, con la intención de, probablemente, lograr la confesión falsa de que
el hospital completo era un centro de Hamás.

Tomas de pantalla de un video del Dr. Hussam Abu Safiya en una prisión en Israel publicadas, el 19 de febrero.
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El mismo patrón de mentiras ha sido persistentemente aplicado con oficiales administrativos trabajando como parte del gobierno de
Hamás. En los primeros meses de genocidio, cuando Israel estaba masacrando a
todos en números casi incontables, utilizó
programas de IA para matar a cualquiera que tangencialmente estuviera
conectado con Hamás — o cuyo rol claramente no era militar. Así como Israel ha
creado una narrativa espantosa e infundada en la cual todos los periodistas,
doctores y staff médico son Hamás y presuntamente justificado el asesinato de
jueces, abogados, jefes de policía, administradores, bibliotecarios,
archivistas, ingenieros de agua, ingenieros de residuos (y a lista puede seguir
adelante) bajo la misma base.
Desde el 18 de marzo, Israel ha tenido como objetivos específicos oficiales de Hamás — junto con sus familias — afirmando que todos
eran “terroristas”. Hace dos días, el segundo piso del hospital Nasser en el
sur de Gaza fue bombardeado porque Ismail Barhoum, jefe de asuntos financieros
de Hamás estaba siendo atendido por heridas que sufrió en un ataque aéreo
cuatro días antes, pero un vocero del IDF falsamente afirmó que había estado en
el hospital por semanas “para cometer actos de terrorismo”.
En su aparente hambre insaciable por asesinar palestinos, Israel ha supuestamente atacado individuos importantes mientras
estaban en sus hogares — nuevamente utilizando
programas de IA para asesinarlos, con el nombre particularmente enfermizo
“¿Dónde está papá?” — que contribuyó a las bajas civiles extremadamente altas.
Israel borró la noción de proporcionalidad en la guerra
La cifra extremadamente alta de bajas civiles ha roto completamente cualquier noción que quedaba acerca de la proporcionalidad en la
guerra, aunque no se necesita escarbar mucho para encontrar aserciones a través
de la clase política israelí y, en sus canales televisivos, que es apropiado
asesinar a todos esos niños porque sólo crecerían para ser parte de Hamás y no
es mucho el brinco de esto a la realización de que, de hecho, debido a que
cualquier persona viviente en Gaza podría rehusarse a aceptar que la única base
válida para la existencia palestina es someterla incuestionablemente a una vida
de apartheid, violencia persistente por parte del opresor, arrestos y
encarcelamiento arbitrarios, la única solución al problema de los palestinos
que pudieran rechazar el aceptar la dominación total es asesinarlos a todos — y no, no estoy exagerando.
Creo que esta es una explicación genuinamente válida de la mentalidad genocida israelí. Los jóvenes podrían crecer para ser
“terroristas” y no se puede confiar en nadie más a no apoyar la resistencia de
su opresor, así que todos deben ser asesinados.
Todo esto ha sido permitido porque los líderes occidentales, encabezados por los Estados Unidos han fracasado persistentemente
en callar las mentiras de Israel, acostumbrados a desacatar deliberadamente la
ley internacional y su prohibición de ataques contra civiles e instituciones
civiles, con el resultado de que Israel ha aprendo que tiene impunidad para
asesinar civiles sin explicación alguna y ciertamente sin tener que dar
justificación militar alguna, como ha sucedido y continuará a suceder sin
cesar, sin miedo a que sus oficiales sean sujetos a cualquier tipo de cuestionamiento.
En octubre, cuando, después de fallar por meses sobre sus objetivos, Israel implementó
el “Plan del General”, en el que Hossam Shabat y un grupo de colegas
jugaron un rol prominente en llevar la crónica, abandonando completamente
cualquier pretensión de que lo que estaba haciendo era justificado militarmente.
El objetivo declarado del plan era ordenar a todos en el norte de Gaza — cientos de miles de personas — evacuar y, después, si no lo
hacían, y sin preocupación alguna de cuántos no hubieran podido obedecer,
debido a su edad, enfermedad o debilidad, para referirse a todos los que
quedaron como “enemigos combatientes” que podían ser masacrados en de
inmediato. Ninguna provisión de ley internacional justifica, o ha justificado esto,
pero a Israel no le importa y la mayoría en el occidente se reúso a reconocer
que el “Plan del General” estaba siendo ejecutado.
La renovación del genocidio y las mentiras acerca de la “migración voluntaria”
Dentro de Israel, la presión de la extrema derecha
para una renovación violenta del genocidio ha sido reforzada por el entusiasmo
de Donald Trump por el desplazamiento forzado de la entera población de la
Franja de Gaza, que comenzó a impulsar al poco tiempo de supervisar la
implementación del cese al fuego. Sus llamados para que Egipto y Jordania
cometieran suicidio político y recibieran dos millones de refugiados amenazó
con deshacer instantáneamente todo lo logrado por los negociadores, incluyendo
a su convoy del Medio Oriente, Steve Witkoff y, el 4 de febrero, cuando Trump recibió al criminal de
guerra buscado Benjamin Netanyahu a la Casa Blanca, fue
mucho más allá, personificando el grotesco crimen de guerra de la limpieza
étnica total como un gesto humanitario antes de caer en espiral en una fantasía
acerca de tomar Gaza y convertirla en la “Riviera del Medio Oriente”.
Desde que el alto al fuego de dos meses fuera deliberadamente destruido por Israel, la violencia sin restricciones de los
primeros días de su asalto sobre Gaza y el “Plan del General” han regresado con
extraordinaria intensidad, con lo que es un esfuerzo conjunto en hacer que Gaza
sea todavía más invivible de lo que ya era, aunque eso era difícil para
cualquier persona racional imaginar, e incluso todavía más ingobernable. Esto,
también es difícil de imaginar porque, como mencionado anteriormente, Israel ya
mató a muchos administradores y a aquellos que mantenían la ley y el orden.
Para la extrema derecha, sin embargo, la liberación de tantos prisioneros y rehenes palestinos durante el cese al fuego, especialmente
el retorno visible de Hamás — tanto sus soldados, quienes emergieron de sus
túneles, para, de manera particular, presidiar la entrega de rehenes y sus
policías y administradores sobrevivientes — ha sido intolerable. Desgraciadamente,
Netanyahu necesita mantenerlos de su lado para preservar su poder y para
mantener su juicio por corrupción a distancia y así ha anulado la breve
tolerancia de dos meses que mostró finalmente a las familias persistentemente
marginadas de los rehenes que quedan del 7 de octubre priorizando, al fin, su
regreso con sus seres queridos, de vuelta a su deseo sin fin de asesinar niños
palestinos cada hora todos los días.
Tal vez, dentro de Israel, la oposición a reanudar la “guerra” y el repudio acompañante por el regreso a salvo de los rehenes
sobrevivientes pueda hacer que caiga Netanyahu, pero eso no se puede dar por
hecho. Como reportó
NPR hoy, “El sábado, más de 100,000 personas se presentaron a protestar en
Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades”, haciendo un llamado para que se retomara
el alto al fuego y lograr un acuerdo de liberación para los rehenes que quedan
y demostrándose en contra de las últimas maniobras políticas de Netanyahu,
incluyendo los ataques contra la independencia del judicial que intentó
implementar antes del 7 de octubre y que llevó a algunas de las protestas más
grandes de la historia de Israel.
Como destacó NPR, “Las encuestas muestran una mayoría de israelíes en contra del fin del alto al fuego y querer que las negociaciones
continúen” y Netanyahu está claramente nervioso rechazando, en redes sociales,
la indicación de que Israel se está dirigiendo hacia algún tipo de guerra civil.
Mientras que la disidencia es real, sin embargo, aquellos manejando el genocidio renovado continúan a comportarse como si
tuvieran un plan justo y coherente — no sólo vía la siempre elusiva promesa de
erradicar a Hamás, sino a través de sus esfuerzos grotescos en pretender que
todo lo que están haciendo es para “motivar”
la “migración voluntaria” de toda la población palestina de la Franja de Gaza.
La propuesta es tan poco viable como lo ha sido desde que fue propuesta por primera vez en los primeros días de la “guerra”, sin
embargo, y no sólo debido a, como mencionado previamente, sería un suicidio
político para Egipto o Jordania el recibir dos millones de refugiados y ser
cómplice de la eliminación final de Palestina — con la limpieza étnica de
Cisjordania en seguida, sin duda — pero también porque ningún otro país va a
ayudar. Los refugiados no son bienvenidos en ningún lugar en estos días,
especialmente no cuando han sido persistentemente etiquetados como terroristas
o simpatizantes de terrorismo.
Así que, en lugar de eso, estamos de vuelta con el genocidio como la política principal predominante de Israel — y, de hecho, su
completa raison d’être estos días, con la mayoría de los líderes
occidentales y de los editores de los medios mainstream, todavía felices de
apoyarla o no cuestionarla, ciertamente no condenarla incluso si invierte la
realidad a través del occidente, persuadiendo gobiernos a tratar manifestantes
pro Palestina como terroristas, a recibir a criminales de guerra como héroes y
a enterrar la verdadera noción de decencia humana en la Franja de Gaza.
¿Qué podemos decir o hacer? ¿Cómo podemos recuperar el mundo de estos monstruos, en nuestro hogar y en Israel, que insiste que este
último respiro de colonialismo genocida es lo que sea menos la mancha más
obscura de nuestra existencia colectiva, que, si no se vence, y la racional
detrás de ella meticulosamente desmantelada, expandirá su veneno de odio a la
vida a través del resto del mundo?
Las últimas palabras de Hossam Shabat
Dejo aquí las últimas palabras de Hossam Shabat, quien escribió lo siguiente en
anticipación de su muerte, que fue publicado en X
por aquellos que trabajaron con él. Por favor también lee el último artículo de
Drop Site News
de horas antes de que fuera asesinado. Que su memoria sea el
catalizador que ponga fin a la absolutamente imperdonable renovación del
genocidio de Israel de los últimos ocho días y que lleve a la eventual
liberación de los palestinos.
“Si estás leyendo esto significa que me asesinaron — lo más probable, como objetivo — por las fuerzas de ocupación israelíes. Cuando
esto comenzó, yo tenía sólo 21 años de edad — un estudiante universitario con
sueños como todos. Los últimos 18 meses, le he dedicado cada momento de mi vida
a mi gente. Documenté los horrores en el norte de Gaza minuto a minuto, determinado
a mostrarle al mundo la verdad que intentaron enterrar. Dormí en pavimentos,
escuelas, tiendas de campaña — en donde pude. Cada día fue una batalla por sobrevivir. Soporté
meses de hambre, sin embargo, jamás dejé a mi gente.
Por Dios, cumplí mi deber como periodista. Arriesgué todo para reportar la verdad y ahora, finalmente estoy descansando — algo que
no conocí en los pasados 18 meses. Hice todo esto porque creo en la causa
Palestina. Creo que esta tierra es nuestra y ha sido el honor más grande de mi
vida morir defendiéndola y sirviendo a su gente.
Te pido ahora_ no dejes de hablar de Gaza. No dejes que el mundo mire a otro lado. Continúa luchando, contando nuestras historias —
hasta que Palestina sea libre”.
Aquí
un artículo de Democracy Now! acerca de la muerte de Hossam
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