Liberado el "fantasma" de Guantánamo: Ridah Al-Yazidi, nunca
acusado, detenido desde el primer día y cuya liberación se aprobó hace 15 años
31 de diciembre de 2024
Andy Worthington
Una foto convenientemente
fantasmal de Ridah Al-Yazidi (ISN 038), el preso tunecino de Guantánamo que
acaba de ser repatriado, tras casi 23 años en Guantánamo y 15 años desde que se
aprobó su liberación. La única foto conocida de Al-Yazidi, es una fotocopia
militar estadounidense de una foto militar suya, tomada poco después de su
llegada a Guantánamo, que se incluyó en su expediente militar clasificado,
publicado por WikiLeaks en abril de 2011.
|
El Pentágono ha anunciado
que ha repatriado de Guantánamo a Ridah Al-Yazidi, de 59 años, preso tunecino
recluido sin cargos ni juicio desde el primer día de funcionamiento de la
prisión, hace casi 23 años, el 11 de enero de 2002.
Aunque el mundo exterior lo desconoce casi por completo, debido a la persistente falta de interés de los
principales medios de comunicación por investigar la mundana anarquía de gran
parte de las operaciones de la prisión, el caso de Al-Yazidi es uno de los
casos más destacados de injusticia casual en Guantánamo.
Junto con otros dos hombres que siguen retenidos, se aprobó su liberación hace 15 años, mediante las
deliberaciones del Equipo de Trabajo de Revisión de Guantánamo, de alto nivel,
compuesto por funcionarios procedentes de diversos departamentos
gubernamentales y de las agencias de inteligencia, que se reunieron una vez a
la semana a lo largo de 2009 para decidir administrativamente el destino de los
240 presos que el presidente Obama había heredado de George W. Bush.
Se recomendó
la puesta en libertad de 156 de esos hombres cuando se publicó
el informe del Equipo de Trabajo el 22 de enero de 2010, pero, aunque Obama
acabó poniendo en libertad a 153 de ellos durante sus ocho años de mandato,
al-Yazidi y los otros dos hombres aún retenidos -Tofiq Al-Bihani, yemení, y
Muieen Abd Al-Sattar, un preso aún más misterioso, que es un musulmán rohingya
aparentemente apátrida- quedaron retenidos.
Aunque se sabe poco sobre Al-Yazidi, parece evidente, a partir de las evaluaciones de los servicios de
inteligencia de Guantánamo, que había salido de Túnez con destino a Italia en
1986, cuando tendría 21 años, donde realizó diversos trabajos serviles y fue
detenido en dos ocasiones acusado de tráfico de drogas. En 1999, tras ser
encarcelado brevemente, se dirigió a Afganistán, donde evidentemente acabó como
soldado raso de los talibanes en su guerra civil intermusulmana con la Alianza
del Norte, como tantos de los hombres recluidos en Guantánamo.
Las únicas palabras que ha pronunciado y de las que se ha informado al mundo exterior se produjeron
después de que la administración Bush introdujera en 2004 revisiones someras de
los casos de los hombres: los Tribunales de Revisión del Estatuto de
Combatiente (CSRT), procesos de revisión fundamentalmente ilegales que se
basaban en pruebas clasificadas que no se revelaban a los presos y en los que
no se les permitía representación legal.
En su vista, como
expliqué en un artículo sobre él y los otros dos "presos para
siempre" de larga duración cuya puesta en libertad se aprobó en febrero de
este año, "se
alegó que 'viajó a Afganistán desde Italia en 1999, que asistió al campo de
entrenamiento de Jaldán [un campo independiente no afiliado a Al Qaeda] y que
luchó en el frente talibán en 2001'. En respuesta, "declaró que no
participó en ningún combate significativo durante todo el tiempo que estuvo en
el frente", pero, como la mayoría de los hombres cuyos casos se revisaron,
se determinó que era un "combatiente enemigo" que podía seguir
detenido indefinidamente."
Como también expliqué, "su expediente militar clasificado, que data de junio de 2007 y fue publicado por WikiLeaks
en 2011, recomendaba su encarcelamiento continuo, pero como descubrí para un
artículo en junio de 2012, un proceso de revisión posterior de la era Bush,
las Juntas de Revisión Administrativa (ARB), sucesoras de las CSRT,
recomendaron su liberación el 19 de noviembre de 2007. Cuando Obama asumió el
cargo, sin embargo, todas las recomendaciones de liberación pendientes bajo
George W. Bush, relativas a al menos 40 hombres, fueron descartadas, para ser
sustituidas por las recomendaciones del Eqiupo de Trabajo de Revisión de Guantánamo."
El largo encarcelamiento de Al-Yazidi desde que se aprobó su puesta en libertad puede explicarse -aunque no
justificarse- por las dificultades existentes en las administraciones de Obama
y Biden para negociar con su gobierno de origen, pero también por su propia
negativa a tratar con las autoridades de Guantánamo, para las que nunca ha
existido ningún mecanismo que impida que los presos desaparezcan en un
"agujero negro" legal o incluso existencial.
Cuando el Corte Suprema dictaminó, en junio de 2004, que los presos tenían derechos de hábeas corpus,
permitiendo finalmente que los abogados comenzaran a representarlos, Brent
Rushforth fue asignado para representarlo, pero en 2015, cuando Carol
Rosenberg, entonces en el Miami Herald, escribió un artículo sobre los
hombres en el primer vuelo a Guantánamo, y habló con Rushforth, él le dijo que
"se reunió con Al-Yazidi sólo una vez en 2008", y desde entonces
había "rechazado llamadas e invitaciones a otras reuniones."
En diciembre de 2016, como
expliqué aquí, Charlie Savage, del New York Times, informó de que
los funcionarios le habían dicho que la administración Obama era "reacia a
repatriar" a Al-Yazidi, y a otros dos hombres, "por razones que
tienen que ver con sus países de origen", pero todos los esfuerzos para
encontrar un tercer país para su reasentamiento se frustraron debido a su
negativa a comprometerse con nadie.
Al informar sobre su eventual liberación, Carol Rosenberg, ahora en el New
York Times, habló con Ian Moss, que "pasó una década en el
Departamento de Estado organizando traslados de prisioneros y detenidos",
y que confirmó que "no salió antes porque se consideró que Túnez era
demasiado peligroso o no estaba interesado en acogerle", y que "no
estaba dispuesto a reunirse con otros países que podrían haberle reasentado."
Como también explicó Moss, "podría haberse ido hace tiempo de no ser por la lentitud tunecina".
Lo que no se sabía hasta su liberación es que la administración Biden llevaba tiempo negociando su repatriación.
El comunicado de prensa del Pentágono revela que el secretario de Defensa,
Lloyd Austin, "notificó al Congreso su intención de apoyar esta
repatriación" hace casi un año, el 31 de enero de 2024, cumpliendo así un
irritante requisito de la legislación estadounidense, introducido por los
republicanos, que obliga a notificar al Congreso 30 días antes de la liberación
de cualquier preso de Guantánamo.
El Pentágono también explicó que, "en consulta con nuestro socio en Túnez, completamos los
requisitos para un traslado responsable" antes de su liberación, aunque,
como siempre ocurre con las liberaciones de Guantánamo, los detalles de los
acuerdos con los gobiernos de origen -o de acogida en los casos de hombres que
no pueden, por diversos motivos, ser repatriados, y que son reasentados en
terceros países- son clasificados, y no contienen ningún mecanismo evidente
para garantizar un trato humano por parte de los gobiernos receptores. Dado que
gran parte de la historia de Al-Yazidi está rodeada de misterio, ni siquiera se
sabe públicamente si tiene familiares supervivientes en Túnez que puedan
ayudarle a reconstruir su vida tras su largo calvario.
Con la excarcelación de Al-Yazidi, quedan 26 hombres recluidos en Guantánamo, 14 de los cuales tienen
aprobada su excarcelación: 12 entre octubre de 2020 y septiembre de 2022, más
los dos compañeros de Al-Yazidi "presos para siempre" de larga
duración. De estos dos hombres, el largo encarcelamiento de Toffiq Al-Bihani
sigue siendo inexplicable, ya que estaba previsto que embarcara en un vuelo con
destino a Arabia Saudí con otros presos cuya excarcelación se había aprobado en
abril de 2016, pero en el último momento se le impidió subir al avión, sin que
se haya dado nunca ninguna explicación.
Para Muieen Abd Al-Sattar, su condición de fantasma es, sin embargo, aún más pronunciada que la de Ridah
Al-Yazidi, ya que, no sólo su nacionalidad es incierta, sino que ni siquiera ha
estado nunca representado por un abogado.
Cuando faltan apenas 20 días para que Donald Trump vuelva a entrar en la Casa Blanca, no puedo ni
siquiera empezar a expresar lo importante que es que el gobierno de Biden haya
tomado medidas para la liberación de estos 14 hombres, la mayoría de los cuales
necesitan ser reasentados en terceros países, porque en su mayoría son
yemeníes, y los republicanos, durante muchos años, han incluido
persistentemente disposiciones en el proyecto de ley anual de gastos de
defensa, que prohíben la repatriación de prisioneros a determinados países
proscritos, entre ellos Yemen.
¿Será liberado Muieen Abd Al-Sattar, o permanecerá, como Ridah Al-Yazidi hasta ayer, como un
"fantasma" cuya presencia demuestra, de forma demasiado convincente,
cómo, junto con todos sus otros crímenes, Guantánamo es, y siempre ha sido,
capaz de hacer desaparecer a las personas por completo, como los húmedos
rincones de alguna espantosa mazmorra medieval?
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|