Fotos y reporte: el
éxito fenomenal de la cadena humana para Julian Assange de WikiLeaks alrededor
del Parlamento británico
9.10.22
Andy Worthington
Traducido por El Mundo no Puede Esperar 31 de octubre de 2022
Defensores de Julian Assange formando
parte de la cadena humana alrededor del Parlamento el 8 de octubre del 2022 (Foto:
Andy Worthington).
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Ayer fue un gran día para el activismo,
ya que, por lo menos 5,000 personas se presentaron para formar una cadena
humana alrededor del Parlamento para Julian Assange de Wikileaks, quien ha
estado detenido en HMP Belmarsh por tres años y medio, desafiando su
extradición a los Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje en relación
con la publicación de archivos clasificados del gobierno estadounidense
filtrados por Chelsea Manning a WikiLeaks.
Mientras llegaba, justo antes del inicio a la 1pm, fue maravilloso ver a la gente formada a lo largo en frente de la
Casa del Parlamento y, mientras pasaba el tiempo y más gente llegaba, la línea
se extendió al sur por los jardines de Victoria Tower hacia el puente Lambeth y
a través del puente Westminster al norte, eventualmente completando el círculo
de gente formada en el memorial del COVID al sur del río Támesis.
Aunque varias organizaciones estuvieron involucradas — incluidos numerosos grupos pro-Assange y Amnistía Internacional,
que tiene
una petición para que el gobierno estadounidense retire los cargos en
contra de Julian — esta fue principalmente una protesta de individuos
preocupados, no sólo del Reino Unidos, sino de Europa, Australia y Nueva
Zelanda — quienes decidieron tomar parte debido a la enorme amenaza a la
libertad de prensa que la extradición propuesta de Julian representa.
Una activista por Julian Assange formando
parte de la cadena humana alrededor del Parlamento el 8 de octubre del 2022 (Foto:
Andy Worthington).
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Defensores de Julian Assange que
formaron parte de la cadena humana en el Parlamento el 8 de octubre del 2022 (Foto:
Andy Worthington).
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Defensores de Julian Assange
formando parte de la cadena humana alrededor del Parlamento el 8 de octubre del
2022 (Foto: Andy Worthington).
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Defensores de Julian Assange
formando parte de la cadena humana alrededor del Parlamento el 8 de octubre del
2022 (Foto: Andy Worthington).
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Defensores de Julian Assange
formando parte de la cadena humana alrededor del Parlamento el 8 de octubre del
2022 (Foto: Andy Worthington).
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Después de que Chelsea Manning — en ese
entonces el soldado de primera Bradley Manning, que trabajaba como analista de
inteligencia en Irak — se quedó tan horrorizada por lo que estaba viendo en
documentos clasificados del gobierno estadounidense que filtró la información a
WikiLeaks, la organización trabajó con varios socios mediáticos alrededor del
mundo para publicarlos.
La publicación de estos documentos — la filtración de documentos gubernamentales clasificados más grande de la historia
de Estados Unidos — le dio al mundo información que previamente estaba
escondida y que está en nuestro interés saber — incluyendo 482,832 reportes del
ejército de las guerras de Afganistán e
Irak, 251,287 cables diplomáticos estadounidenses
de todo el mundo y los archivos militares
clasificados relacionados con Guantánamo (sobre los cuales trabajé con WikiLeaks como socio mediático, así
como el vídeo “Collateral Murder”, que muerta a personal del ejército
estadounidense asesinando civiles desde helicópteros y riéndose acerca de eso.
Chelsea Manning fue arrestada por filtrar estos documentos — y cumplió siete años en prisión como resultado de eso — pero
nadie debería ser enjuiciado por su publicación, porque uno de los elementos
clave que distingue a las supuestas sociedades “libres” de las dictaduras es
éstas ocasionalmente se ven humilladas o ven expuestas sus maldades — por
periodistas y editores trabajando a favor del interés público, como es el caso
de los archivos filtrados por Manning.
Además, la decisión del gobierno de EE.UU. de sólo perseguir a Julian por este “crimen” de publicar es algo
monstruosamente hipócrita porque si Julian es culpable de espionaje, como
alegan, entonces también lo son los medios de prensa que trabajaron con él,
incluidos el New York Times, el Washington Post, McClatchy,
el Guardian, el Daily Telegraph, muchos otros
periódicos a través de Europa — y yo.
Esta vergonzosa petición de extradición es una vendetta contra un hombre — Julian Assange — y un intento de
silenciar la libertad de prensa a través de la intimidación. Debe ser resistida
y Julian debe ser liberado y la acción del día de ayer fue una maravillosa
demostración de cómo a muchas personas ordinarias les importa — tanto un hombre
que buscó revelar la verdad como nuestro derecho de saber más de lo que
nuestros gobiernos nos dejan escuchar.
Una figura de cartón de Julian
Assange colocada a pie de la estatua de Winston Churchill en la plaza del
Parlamento el 8 de octubre del 2022.
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Pasé un rato caminando a lo largo de la línea de activistas, tomando fotos y después crucé el puente de Westminster,
queriendo seguir la cadena a lo largo de su ruta hasta que me encontré a un
viejo amigo y comencé a platicar y estuve ahí mientras todos, simbólicamente,
unimos nuestras manos en apoyo a Julian.
Después, me uní a un grupo de defensores
en un restaurante en el Covent Garden, a donde llegó Stella Assange, la esposa
de Julian y nos dijo lo motivado que estaba Julian por la maravillosa
convocatoria. Significativamente, otros eventos se realizaron alrededor del
mundo incluida la cadena humana alrededor
del Departamento de Justicia en Washington, D.C. y en Melbourne, en el país
de origen de Julian, Australia.
Stella Assange hablando en la
reunión de defensores después del éxito de la cadena humana alrededor del
Parlamento el 8 de octubre del 2022 (Foto: Andy Worthington).
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En el Reino Unido, el largo calvario de Julian continúa, mientras sus abogados apelan el fracaso de las cortes para
bloquear su extradición, argumentando
que “está siendo perseguido y castigado por sus opiniones políticas”, mientras
que, en los EE.UU., los defensores le piden al gobierno de Biden que retire la
solicitud de extradición y en Australia, el hermano de Julian, Gabriel Shipton,
hizo un llamado al primer ministro Anthony Albanese para que le llamara al
presidente Biden y le pidiera que retirara los cargos.
La lucha por la justicia para Julian continúa, pero nadie debería de dudar de la fuerza del sentimiento — y del
apoyo para él — alrededor del mundo.
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