EXCLUSIVA MUNDIAL: Un ex preso de Guantánamo pide
asilo en Suecia
22 de noviembre de 2007
Andy Worthington
El martes 20 de noviembre, Adel Abdul Hakim, ex detenido de Guantánamo procedente de la provincia de
Xinjiang, en la República Popular China, dio un paso más hacia la
reconstrucción de su destrozada vida al solicitar asilo en Suecia.
Este joven de 33 años, de etnia uigur y procedente de un Estado donde la represión contra su pueblo es
generalizada, presentó su solicitud de residencia permanente durante una visita
desde Tirana, la capital de Albania, donde vivía, en un campo de refugiados de
la ONU, desde su liberación de Guantánamo con otros cuatro uigures en mayo de
2006. Tras las negociaciones llevadas a cabo por sus abogados estadounidenses,
varias ONG y abogados en Suecia, se le había concedido un visado de cuatro
días, para asistir a una conferencia sobre derechos humanos y, finalmente,
reunirse con su hermana y la familia de ésta, que forman parte de una numerosa
comunidad uigur en Suecia, uno de los principales países del mundo en el
cumplimiento de las obligaciones internacionales de aceptación de refugiados.
Adel Abdul Hakim abraza a su hermana Kavser en el aeropuerto de Estocolmo-Arlanda el 19 de
noviembre tras llegar de Tirana (Albania), su hogar durante los últimos 18
meses.
|
Los cinco hombres -y 13 de los otros 17 uigures, que siguen todos en Guantánamo, a pesar de haber
recibido el visto bueno para su liberación- habían huido de la bien documentada
opresión en su patria, y vivían en una aldea en ruinas en las montañas afganas
de Tora Bora, cuando comenzó la invasión de Afganistán dirigida por Estados
Unidos en octubre de 2001. Aunque no se dedicaban a nada más siniestro que
renovar los edificios en ruinas del asentamiento y disparar de vez en cuando
una bala de su única arma, un viejo AK-47, mientras soñaban con alzarse contra
sus opresores, fue blanca de un bombardeo estadounidense -en el que murieron
varios de sus compañeros- y luego fueron capturados por aldeanos pakistaníes
emprendedores tras abrirse paso hasta la frontera con Pakistán.
Posteriormente fueron vendidos a los estadounidenses, que pronto se dieron cuenta de que no estaban
implicados con Al Qaeda, pero que decidieron retenerlos por su supuesto valor
de inteligencia. En The Interrogator's War (La guerra del interrogador), libro
escrito por un antiguo interrogador militar en las prisiones gestionadas por Estados
Unidos en Afganistán, el autor, que escribe bajo el seudónimo de Chris Mackey,
explica que la llegada de los uigures desencadenó un frenesí de actividad en
las altas esferas de la administración. "[L]as peticiones de preguntas de
seguimiento inundaron Washington", escribió Mackey, "y cada consulta
que llegaba dejaba claro que la inteligencia estadounidense partía
prácticamente de cero con este grupo".
Tras su traslado a Guantánamo, las autoridades estadounidenses permitieron que agentes de los
servicios de inteligencia chinos visitaran la prisión para interrogar a los
hombres, lo que, comprensiblemente, fue una experiencia que algunos de ellos
consideraron perturbadora. Dawut Abdurehim, uno de los que aún permanecen
recluidos en Guantánamo, declaró tras la visita que fue vagamente amenazado,
pero relató que "algunos otros uigures mantuvieron conversaciones con
lenguaje soez y malsonante", en las que la delegación china les dijo que
"cuando volviéramos al país, nos matarían o nos condenarían a prisión durante
mucho tiempo". Más tarde quedó claro que la cooperación de la
administración estadounidense con las autoridades chinas, que incluía calificar
al movimiento separatista uigur (el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental)
de organización terrorista, estaba íntimamente ligada a conseguir el apoyo -o
la falta de oposición- de China a la invasión de Irak en marzo de 2003.
A pesar de este acuerdo, fue la amenaza muy real de que los hombres fueran torturados o incluso
asesinados si eran devueltos a China lo que llevó a la administración
estadounidense a buscar un tercer país que aceptara a los hombres después de
que hubieran sido absueltos de toda culpa en los tribunales de Guantánamo -los
Tribunales de Revisión del Estatuto de los Combatientes-, creados para
determinar si, en el momento de su captura, habían sido designados
correctamente como "combatientes enemigos". Sin embargo, a pesar de
los esfuerzos de la administración estadounidense por engatusar o sobornar a
otros países para que aceptaran a los hombres, Albania -un país musulmán, pero
uno de los Estados más pobres de Europa- fue el único país al que se pudo
convencer para que los aceptara.
Aunque Adel y sus compañeros encontraron frustrante
su nueva vida en Albania, ya que no hay otros uigures hablantes y tampoco había
perspectivas de trabajo, tuvieron suerte de haber sido exculpados y puestos en
libertad. Sus 13 compañeros no sólo permanecen en Guantánamo, sino que algunos
fueron sometidos a múltiples
tribunales, ya que la administración puso de manifiesto otra faceta de la
injusticia imperante en Guantánamo al volver a convocar tribunales cuando
producían lo que se consideraba un resultado erróneo.
Para Adel, al menos, la oportunidad de reconstruir su vida en serio es ahora una posibilidad. Es,
por el momento, la única luz brillante en las historias no sólo de los uigures,
sino de todos los demás hombres desposeídos, capturados y encarcelados por
fallos crónicos de los servicios de inteligencia, muchos de los cuales,
lamentablemente, siguen languideciendo en Guantánamo. Queda por ver si este
acontecimiento abrirá una nueva vía para la liberación de algunos de los otros
hombres inocentes (hasta 70, según algunas estimaciones), que también temen
regresar a sus países de origen, y cuya presencia continuada en Guantánamo constituye
un obstáculo importante para los planes declarados de la administración de
reducir gran parte del funcionamiento de la prisión.
Nota: Estoy inmensamente agradecido a Sabin Willett, uno de los abogados de
Adel, por informarme sobre la visita de Adel a Suecia.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|