El esquelético huelguista de hambre de Guantánamo
Tariq Ba Odah, de 75 libras, pide su liberación; los expertos médicos temen por su vida
Por Andy Worthington, 26 de junio de 2015.
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 10 de octubre de 2023
En el Día Internacional
en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, introducido por las Naciones Unidas
en 1997 para conmemorar la entrada en vigor de la Convención
de la ONU contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes el 26 de junio de 1987, ayer surgió un vívido recordatorio de los horrores de Guantánamo, cuando los
abogados de Tariq Ba
Odah, un preso yemení identificado por las autoridades estadounidenses como
Tarek Baada, solicitaron "una orden judicial que conceda su petición de
hábeas y obligue al gobierno a facilitar [su] liberación inmediata" por
temor a que, de lo contrario, muera en la prisión. El escrito presentado al
tribunal se encuentra aquí.
Tariq, que fue recogido en Pakistán por las autoridades locales a finales de 2001 y entregado
al ejército estadounidense, llegó a Guantánamo poco después de la apertura de
la prisión en 2002, cuando tenía 23 años. Ahora tiene 36, y sigue recluido a
pesar de que en enero de 2010 el Equipo
de Trabajo para la Revisión de Guantánamo de interinstitucional de alto
nivel, creado por el Presidente Obama poco después de su toma de posesión en
2009, aprobó su puesta en libertad. Es uno de los 30 hombres, todos yemeníes,
que fueron incluidos en una categoría inventada por el grupo de trabajo: la
"detención condicional", que dependía de la percepción de que
mejorara la situación de seguridad en su país de origen, aunque nunca se aclaró
quién tomaría esa decisión ni cómo se produciría.
Sin embargo, desde que el presidente Obama comenzó
a encontrar nuevos hogares en terceros países para los yemeníes cuya
liberación se aprobó el pasado noviembre, el único obstáculo para su liberación
es ahora la dificultad de encontrar un país que lo acepte, así como países
dispuestos a ofrecer nuevos hogares a los otros 29 yemeníes en "detención
condicional" y a otros 13 yemeníes cuya liberación aprobó el grupo de
trabajo -o cuya liberación aprobaron en el último año y medio las Juntas
de Revisión Periódica- pero que siguen recluidos. Desde el pasado
noviembre, 18
yemeníes han sido liberados de Guantánamo y entregados a terceros países.
En el caso de Tariq, sin embargo, la necesidad de encontrar un tercer país que lo acepte -o de que
Estados Unidos presione a Arabia Saudita, donde vive su familia, para que lo
acoja- se ha vuelto urgente. Es uno de los pocos presos de Guantánamo en huelga
de hambre desde hace ocho años (desde 2007) y, por decirlo sin rodeos, corre
peligro de muerte. Está representado por el Center for Constitutional Rights, y en un comunicado
de prensa de ayer CCR explicó que, "Según la información revelada por
el gobierno, el Sr. Ba Odah pesa sólo aproximadamente 75 libras - 56 por ciento
de su peso corporal ideal - un peso que los expertos dicen que lo pone 'al
borde de la muerte'".
Su abogado, Omar Farah, declaró: "Visité a Tariq el 21 de abril y estaba casi irreconocible
para mí. Ahora está sufriendo en Guantánamo más de lo que jamás ha conocido. Se
le ven todos los huesos de la cintura a través de la piel, le sobresalen la
mandíbula y los dientes, dice que está perdiendo sensibilidad en manos y pies y
que su memoria se está desvaneciendo. A pesar de que hace más de cinco años se
autorizó su puesta en libertad y a pesar de su espantoso estado, sigue recluido
en régimen de aislamiento en el campo 5 de Guantánamo, enfrentándose a daños
irreversibles y posiblemente a la muerte."
En la presentación ante el tribunal, Omar Farah declaró: "Durante las reuniones con el
abogado en marzo y abril de este año, el Sr. Ba Odah estaba tan dramáticamente
bajo de peso que era esencialmente irreconocible, incluso para los estándares
de su fragilidad habitual ... En ausencia de una fotografía, el abogado sólo
puede comparar la apariencia del Sr. Ba Odah con fotografías icónicas y
horripilantes de sobrevivientes del Holocausto." Omar Farah informó de que
Tariq dijo: "Mi vida ya no es como era; éste es el momento más duro que he pasado".
En la presentación ante el Tribunal de Distrito de Washington D.C., los abogados de Tariq trataron
de reactivar su petición de hábeas corpus. En enero de 2009, según explicaron,
"el abogado presentó una moción sin oposición para suspender su petición
porque el Sr. Ba Odah a menudo se negaba o era físicamente incapaz de asistir a
las reuniones entre abogado y cliente", y en marzo de 2014 Tariq retiró
formalmente su petición de hábeas corpus. Como afirmaron los abogados, "su
salud le dictó que optara por retirarse; en su estado ya debilitado, el Sr. Ba
Odah no podía participar eficazmente en el montaje de una defensa contra las
acusaciones del gobierno en su contra."
Los abogados de Tariq también explicaron con crudeza su situación: "Como informó el gobierno
durante el último viaje del abogado a Guantánamo, el peso del Sr. Ba Odah ha
descendido a unas alarmantes 74,5 libras... El Sr. Ba Odah está sufriendo
visiblemente los efectos devastadores de una grave desnutrición y corre un
grave riesgo de sufrir daños físicos y neurológicos permanentes y de morir.
Solicita el hábeas corpus de este Tribunal porque las leyes de la guerra ya no
autorizan su detención continuada en virtud de la Autorización para el Uso de
la Fuerza Militar ("AUMF"). Por lo tanto, este Tribunal está
facultado y, dadas las circunstancias, obligado a proporcionar dicha reparación."
Los abogados añadieron: "Como explicó el Corte Supremo en Hamdi v. Rumsfeld, 542
U.S. 507 (2004), la autoridad que se arroga el Gobierno para detener
indefinidamente al Sr. Ba Odah, en virtud de la Autorización para el Uso de la
Fuerza Militar, está expresamente limitada por las leyes de la guerra. Las
leyes de la guerra están incorporadas al derecho interno vinculante establecido
en el Reglamento 190-8 del Ejército de Estados Unidos, que delimita las
categorías de prisioneros gravemente enfermos, como el Sr. Ba Odah, y dispone
su liberación y repatriación humanitaria directa".
Como también ha explicado CCR, "los expertos médicos que figuran en la presentación de hoy
confirman que el régimen de alimentación forzosa del ejército no consigue mantenerlo
con vida."
Tres expertos médicos presentaron declaraciones en el caso de Tariq, y en todos los casos sus
análisis fueron profundamente alarmantes.
El Dr. Jess Ghannam, profesor clínico de Psiquiatría y Ciencias de la Salud Global en la Facultad de
Medicina de la Universidad de California en San Francisco, declaró: "Un
peso de 75 libras para un varón adulto es un fenómeno que la profesión médica
rara vez, o nunca, ha encontrado. Se trata de un nivel de deterioro físico que
suele observarse en un paciente con cáncer o SIDA en fase avanzada, ya que
suele ser indicativo de que alguien está al borde de la muerte debido a una
desnutrición grave, insuficiencia orgánica y colapso sistémico."
El Dr. Mohammed Rami Bailony, Director Médico de Enara Health Group, P.C., añadió: "Su cuerpo
se encuentra en un estado tan frágil debido a su escasa absorción de calorías y
a los órganos vitales comprometidos, que cualquier estrés adicional en el
organismo, derivado de una infección, fiebre o lesión grave, podría simplemente
desbordar su respuesta sistémica causándole la muerte en un periodo de días."
La tercera experta, la Dra. Sondra S. Crosby, Directora y Cofundadora del Programa de Salud para
Inmigrantes y Refugiados del Centro Médico de Boston y Directora del Grupo de
Evaluación Médica Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Boston, declaró: "En pocas palabras, la supervivencia y rehabilitación del
Sr. Ba Odah están fuera de su alcance. Lo más probable es que no pueda
recuperarse simplemente abandonando su huelga de hambre e introduciendo
alimentos sólidos en su dieta."
Como lo describen sus abogados en su escrito: "El Sr. Ba Odah está en huelga de hambre
prolongada para protestar pacíficamente por sus más de trece años de detención
indefinida sin cargos. A fecha de esta presentación, lleva ocho años y cuatro
meses sin ingerir alimentos voluntariamente. A pesar de ser alimentado a la
fuerza, el Sr. Ba Odah padece una serie de síntomas peligrosos atribuibles a
una desnutrición grave. Sin embargo, en esta delicada etapa, en la que su
cuerpo parece incapaz de absorber adecuadamente las calorías o los
micronutrientes, es probable que su deterioro no pueda remediarse aumentando el
volumen de la fórmula líquida comercial que el gobierno le suministra por la nariz,
aunque el Sr. Ba Odah informa de que el gobierno ya ha intentado este enfoque.
Incluso ingerir alimentos sólidos representa ahora un riesgo mortal para el Sr. Ba Odah".
Sus abogados también declararon: "El Sr. Ba Odah cree que su protesta ha provocado una reacción
punitiva por parte de los militares, diseñada para que abandone su huelga de
hambre. Esto se manifiesta, entre otros abusos e indignidades, en violentas
extracciones de la celda, sesiones de alimentación forzada que le dejan mojado
con su propio vómito, y un confinamiento incesante en condiciones de
aislamiento en el Campo 5 de Guantánamo, donde ahora dice que no ve a nadie y
no ve el sol. Por no hablar de su tormento psicológico: El Sr. Ba Odah está
atormentado por la incertidumbre sobre su destino. Tras más de trece años de
detención indefinida, el Sr. Ba Odah teme no salir nunca de Guantánamo, a pesar
de que nunca ha sido acusado y de que el mismo gobierno que continúa
encarcelándolo ha aprobado su puesta en libertad."
Y añaden: "El Sr. Ba Odah no desea morir; desea reunirse con su familia en Arabia Saudí o ser
liberado a cualquier otro país seguro donde pueda empezar a recuperarse... Al
mismo tiempo, se siente obligado por la injusticia que está soportando en
Guantánamo a continuar su huelga de hambre, la única forma pacífica de que
dispone para protestar con autocontrol y dignidad. Si fuera repatriado a Arabia
Saudita o reasentado en otro lugar, pondría fin a su huelga de hambre y
acogería con agrado los cuidados de rehabilitación... Busca la paz y el regreso
a casa: No quiero nada más. No hay nada mejor que me importe'".
Omar Farah instó a actuar de inmediato: "Tariq debe ser liberado de inmediato. La
administración Obama ya ha visto morir a presos en Guantánamo bajo su
vigilancia. Si hubiera previsto esas muertes, ¿habría hecho algo diferente? Por
el bien de Tariq -que ahora pesa 75 libras y sufre enormemente- y por la
justicia, espero que la respuesta sea sí".
Aquí, en "Close Guantánamo", sólo podemos hacernos eco de las palabras de Omar Farah.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|