Condena de Salim Hamdan en Guantánamo: habla un miembro del jurado militar
10 de agosto de 2008
Andy Worthington
En el Wall
Street Journal, Jess Bravin dio un golpe mediático al conseguir la
primera entrevista con uno de los miembros del jurado en el juicio por la
Comisión Militar de Salim Hamdan, que decidió, tras el polémico juicio de dos
semanas, que, aunque Hamdan era culpable de proporcionar apoyo material al
terrorismo, no lo era del delito más grave de conspiración. En consecuencia, el
jurado le impuso una condena de sólo cinco años y medio -lo que le dejaba sólo
cinco meses para cumplir, tras tener en cuenta el tiempo ya cumplido-, lo que
supuso una auténtica conmoción para todas las partes.
Hablando de forma anónima, el miembro del
jurado empezó explicando, como dijo Bravin, que el jurado "no pretendía
enviar ningún mensaje a la administración Bush ni hacer ningún comentario sobre
su sistema de comisiones militares". En su lugar, dijo, "el panel
examinó las pruebas contra Salim Hamdan y consideró que simplemente no apoyaban
la descripción de los fiscales de un terrorista de Al Qaeda que odia a Estados
Unidos y su forma de vida".
"Salim Hamdan trabajaba para una mala organización y lo sabía", dijo el miembro del
jurado. Añadió, sin embargo, que él y sus compañeros de jurado "llegaron a
considerarlo como otros jóvenes que se ven mezclados en organizaciones
delictivas por ignorancia o falta de otras oportunidades, y no por una
ideología profundamente arraigada."
Repasando la historia de Hamdan, tal como se reveló durante el juicio, Bravin señaló que su trabajo
"consistía principalmente en conducir al Sr. Bin Laden y a otras figuras
de Al Qaeda por Afganistán", y que a veces llevaba armas y radios. Añadió
que, aunque Hamdan "ofreció inicialmente respuestas evasivas y engañosas",
"pronto se mostró cooperativo y proporcionó información a los
interrogadores estadounidenses sobre la organización Al Qaeda", y señaló
también que los fiscales habían "presentado una serie de testigos, entre
ellos algunos de sus mejores agentes antiterroristas, maquetas de misiles
tierra-aire que, según dijeron, se encontraron en el coche de Hamdan y vídeos
de sus interrogatorios iniciales en 2001".
El miembro del jurado reveló que sin duda era necesaria una presentación completa de los temas, ya
que él y sus compañeros "apenas conocían, si es que conocían algo, los
antecedentes históricos del caso". Añadió que, "tras años de polémico
debate sobre el trato a los detenidos, era bueno ver por fin que los
prisioneros eran tratados mediante 'un proceso organizado' y no 'de forma
indiscriminada'", aunque señaló que los miembros del jurado consideraron
"necesario evitar que los sentimientos sobre el 11-S y otros atentados de
Al Qaeda interfirieran en su juicio", y explicó: "Creo que todos
tuvimos que reconciliarnos con eso antes de subirnos al avión con destino a Guantánamo".
Además, el miembro del jurado señaló: "Desde el alegato inicial hasta el argumento de la
sentencia, tanto la acusación como la defensa se mostraron 'muy
agresivas'", pero añadió que "[c]ada parte desempeñó el papel [que]
esperaba". En concreto, explicó, "la defensa diría que el acusado
cometió el error de estar en el lugar equivocado en el momento
equivocado", mientras que "los fiscales darían la imagen de que era
un terrorista empedernido". A la hora de aceptar el retrato que la defensa
hacía de Hamdan como nada más que un conductor, el miembro del jurado explicó
que "todo se reducía a las pruebas que se nos permitía ver" y, en
concreto, al hecho de que "ninguna prueba sugería que el Sr. Hamdan
hubiera desempeñado papel alguno en la planificación u organización de
atentados terroristas".
El miembro del jurado también explicó que "el comportamiento de Hamdan en el tribunal causó
impresión". "Parecía muy apacible", dijo el miembro del jurado,
y añadió que la declaración no jurada de Hamdan, antes de que el jurado
empezara a considerar las pruebas, en la que "pedía disculpas a quienes
hubieran resultado perjudicados por sus actos", también afectó a su
veredicto. Aunque era posible que se tratara de "un esfuerzo por manipular
al jurado", el miembro del jurado procedió a sugerir que el comportamiento
de Hamdan tras el anuncio de la sentencia -cuando "se levantó y pidió
disculpas de nuevo, y dio las gracias al jurado y al juez"- confirmaba la
opinión de los miembros del jurado. "Me pareció inusual teniendo en cuenta
los delitos de los que se le acusaba", explicó. "La realidad es: no
tenía que levantarse en absoluto. Podía haberse quedado sentado".
Hablando de la respuesta del jurado a la petición del fiscal John Murphy de una condena "tan
significativa que excluya cualquier posibilidad de que vuelva a tener vínculos
con el terrorismo", el miembro del jurado explicó que él y sus colegas
"no aceptaron la premisa". El Sr. Hamdan puede haber sido culpable,
pero '¿dónde estaba su acto en el espectro' de cosas que uno puede hacer en
apoyo del terrorismo?". Fue, dijo, "hacia el extremo menos
significativo". Añadió que el argumento de la fiscalía era inaceptable
"a menos que se pueda decir: 'Deberíamos haberle ahorcado'", y se preguntó
si la administración iba a "hacer esa misma afirmación de cada
individuo" capturado por Estados Unidos.
Tal como lo describió Bravin, el miembro del jurado declaró entonces, en un comentario que, aunque
inadvertidamente, se oponía a la postura adoptada por la administración desde
el 11-S, que "los principios estadounidenses exigen tratar con justicia
incluso a los enemigos", explicando que ello se debía a que "nos
adherimos a la Convención de Ginebra e intentamos establecer las normas con la
inviolabilidad de los derechos humanos".
Al final de la entrevista, Bravin explicó que el miembro del jurado "pareció sorprendido al oír"
que el gobierno tenía la opción de seguir encarcelando a Hamdan, una vez
finalizada su condena, por considerar que sigue siendo una amenaza, "pero
dijo que seguir reteniendo al Sr. Hamdan más allá de su condena era aceptable
si los funcionarios así lo decidían." "Hay que confiar en el gobierno
hasta cierto punto", sugirió, y añadió: "Yo me fiaría de su palabra,
porque, sí, creo en el gobierno". Y, por último, en respuesta a una
pregunta de Bravin sobre el momento en que expira la condena de Hamdan
-aproximadamente cuando el presidente Bush deje el cargo-, el miembro del
jurado respondió a la idea de que "algunos observadores del juicio se
preguntaban si el jurado pretendía enviar algún mensaje al seleccionar esa
fecha", con aparente diversión, afirmando sobre la decisión del jurado:
"Probablemente la gente está tratando de leer demasiado en ella."
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