Cinco historias del Guantánamo británico: (5) El detenido Z
2 de abril de 2009
Andy Worthington
Soy un hombre de 42 años, casado y con dos hijos, que vive en este país desde hace
casi 18 años.
Fui detenido en septiembre de 2005 en virtud de los poderes de inmigración, y se me ha informado, para mi
sorpresa, de que soy una amenaza para la seguridad nacional. Hasta ahora no me
han dicho cuál es la acusación, pero les desafío: si pueden aportar alguna
prueba secreta contra mí que sea cierta y demuestre que soy una amenaza para
este país en el pasado, el presente o el futuro, me declararé culpable de
cualquier delito que se haya cometido y podrán encerrarme para siempre.
Creo que oprimir a la gente, robarle su libertad, hacer sufrir a su familia y especialmente a sus
hijos privándoles de su infancia es el peor crimen de la injusticia.
Para que un país sea el faro del mundo no lo es por su poder militar ni por su abuso de poder ni por su
poder económico, lo es por su sistema de justicia verdadero y justo para todos,
independientemente del color de su piel, de su país de origen o de su religión.
Pero siento mucho decirles la dolorosa y amarga verdad. Desde 1997 he sido testigo de cómo esta justicia
ha ido decayendo poco a poco, empezando por la aprobación de leyes innecesarias
y opresivas, la manipulación de los medios de comunicación que a su vez engañan
al público, y las injustas resoluciones judiciales de un juez parcial. Esta
situación es mucho más peligrosa que la actual crisis económica, porque seguir
este camino conduce al caos y al desorden público.
Una nación sin un sistema judicial justo es una nación condenada. Puede que ahora no lo veas, pero todos
los indicios apuntan a ello. Tienes que actuar inmediatamente para evitarlo y
salvar a tu país de semejante desastre, si de verdad amas a tu país. Si crees
que estás a salvo de esta injusticia -y esto sólo se aplica a algunos
musulmanes extranjeros y no se aplicará a ti en el futuro- te digo que lo
pienses de nuevo.
Te aconsejo que mires atrás en la historia y aprendas lo que hace fuertes a las naciones y lo que las
destruye. La historia le dirá que las naciones son débiles cuando no tienen
sistemas de justicia fuertes y justos. Cito a Hermann Goering:
Con voz o sin ella, el pueblo siempre puede someterse a la voluntad de los dirigentes. Eso es fácil. Basta con
decirles que están siendo atacados y denunciar a los pacificadores por falta de
patriotismo y por exponer al país al peligro.
Se afirma que "no contribuyo al bien público". Por favor, denme la oportunidad de demostrar
que esto es falso. Lo único que pido es seguridad para dedicarme al bienestar
de mi familia y demostrar mi valía a esta sociedad, en la que he establecido mi
hogar durante casi dos décadas.
Invito a cualquier diputado presente esta tarde a que visite mi casa, nos conozca a mí y a mi familia y
descubra que no soy diferente de cualquiera de ustedes.
Esta declaración fue escrita por el detenido
Z y leída, con su permiso, por el actor Tom Peters, en "¿Guantánamo
británico? El uso de pruebas secretas y pruebas basadas en la tortura en los
tribunales del Reino Unido", una reunión parlamentaria en la Cámara de los
Comunes, presidida por la diputada Diane Abbott, el 30 de marzo de 2009.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|