Amnistía Internacional encuentra que la
detención de menores es “no es otra cosa que tortura”
Curt Wechsler | 19 de junio de 2018
Foto de lo
primero que ven los niños al entrar a Casa Padre
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El número de niños que está siendo forzosamente
separado de sus familias bajo la política de “cero tolerancia” de los EE UU en
la frontera crece rápidamente y actualmente contempla 1,469 niños encarcelados
en un viejo Walmart en las afueras de Brownsville, Texas. El gobierno de
Trump/Pence ha comenzado a moverlos a una ciudad de casas de campaña en el desierto, afuera de El Paso.
El secuestro niños por parte de los agentes estatales no es otra cosa que tortura, con potenciales consecuencias a largo plazo. Colleen Kraft, presidenta
de American Academy of Pediatrics dice que el estrés tóxico de la separación de cuidadores de
confianza o padres infringe daño severo a los niños, especialmente a los
menores de 5 años, alterando el desarrollo del cerebro y aumentando los niveles
de hormonas tipo “escapa o pelea” incrementando posibilidades potenciales de
problemas de salud futuros como enfermedades crónicas del corazón y abuso de
sustancias.
“Cada gran catástrofe fascista en la historia ha visto
un momento suceder antes de la calamidad final cuando todo pudo haberse
frustrado”, escribe el columnista de Truthout,
William Rivers Pitt. “Este es ese momento, ahora, en el día del padre. Aquí,
ahora, ellos tienen que ser detenidos o nada podrá hacerlo”.
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