worldcantwait.org
ESPAÑOL

Español
English-LA
National World Can't Wait

Pancartas, volantes

Temas

Se alzan las voces

Noticias e infamias

De los organizadores

Sobre nosotros

Declaración
de
misión

21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


Invitación a traducir al español
(Nuevo)
03-15-11

"¿Por qué hacer una donación a El Mundo No Puede Esperar?"

"Lo que la gente esta diciendo sobre El Mundo No Puede Esperar


Gira:
¡NO SOMOS TUS SOLDADOS!


Leer más....


¿Volverán los cinturones de castidad?

Mi mamá siempre decía que las mujeres nacimos para sufrir. De chica, a mi me parecía una frase telenovelesca, anticuada y cómica, tal vez porque ella la utilizaba para cualquier ocasión, sin importar lo trivial que pudiera ser, restándole así gran parte de su gravedad bíblica.

Pero cada día me doy más y más cuenta de que Doña Lola tenía razón: las mujeres nacimos para sufrir porque somos prisioneras de nuestra capacidad reproductiva. Estamos atadas a nuestras entrepiernas.

Wanda Sykes, la genial comediante afro-americana, lo expresa magistralmente en un monólogo donde da rienda suelta a su fantasía sobre lo libre que serían las mujeres si la vagina fuera desmontable, una especie de artefacto quitaipón que se pueda guardar en una gaveta cuando no la necesitamos. Así podríamos, dice ella, ir jogging al parque a cualquier hora de la noche sin temor a ser violadas. “La dejé en casa. Sorry”, es todo lo que habría que decirle, sin dejar de correr, al presunto atacante quien tendría que conformarse con el iPod.

Pero bueno, eso es ciencia ficción para desternillarse de la risa. La realidad es que esa codiciada y problemática parte de nuestra anatomía es inseparable de nuestro cuerpo y alma y todo el mundo, desde líderes religiosos hasta políticos en busca de ser re-electos, insisten en decirnos qué hacer con el maldito aparato.

El sábado pasado, cuando al fin la Cámara de Representantes aprobó su versión de la ley de reforma al sistema de salud, las mujeres se quedaron con poco que celebrar. A última hora se agregó una enmienda que prohíbe a las compañías de seguro ofrecer cobertura para los abortos si quieren participar en el programa de “opción pública”.

Si esta enmienda se incluye en la versión final de la ley que el Senado comenzará a discutir la próxima semana, millones de mujeres se verán obligadas a comprar un seguro aparte en caso de que algún día necesiten un aborto. Eso es discriminación pura y simple porque el derecho al aborto es legal y además ya existe una ley desde 1976 que prohíbe el uso de fondos federales para los abortos. Esta nueva enmienda prohíbe la compra de seguros con dinero propio.

¡Por los clavos de Cristo! ¿Qué más se les puede ocurrir? ¿Legislación bi-cameral que apruebe el retorno de los cinturones de castidad?

Aunque…jmmm…tal vez eso no sea una mala idea del todo. Si lo pensamos bien, aunque algo incómodo es, en cierta manera lo más cercano al artefacto quitaipón de Wanda Sykes. Claro, siempre y cuando sean las mujeres quienes tengan control exclusivo de la llave o del password secreto para abrir y cerrar el cinturón.

Y si comienza a disminuir la población, dejen que el Buró del Censo organice oraciones masivas a la Inmaculada Concepción en los escalones del Capitolio.

Y si aumenta el estrés entre los hombres, dejen que la reforma de salud incluya Valium gratis y retire el Viagra del mercado.

A ver quién sufre ahora.

doloresprida@aol.com


 

¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.

 

¡El mundo no puede esperar!

E-mail: espagnol@worldcantwait.net