El presidente del Instituto de Paz de EE.UU. quiere que Ucrania devuelva a los rusos en bolsas de
cadavers
Lee Fang
The Intercept
19 de agosto de 2015
El director del Instituto de la Paz del gobierno de EE.UU. es miembro del
Consejo de Administración de una de las empresas militares más grandes del
país. De este modo, el organismo necesita conflictos, como el de Ucrania, ya
que saca ventajas de la venta de armamento, publica el portal The Intercept.
El Instituto de la Paz de EE.UU. es un organismo creado por el gobierno
norteamericano, cuya misión es mantener la paz en el mundo a través de la
“resolución no violenta de conflictos”. Sin embargo, su presidente Stephen
Hadley es un “halcón implacable que defiende la intervención militar en los
asuntos de otros Estados”, escribe The Intercept.
Esta contradicción es muy fácil de explicar: Hadley forma parte del Consejo
de Administración de Raytheon, uno de los contratistas de defensa militar más
grandes de EE.UU. Como asesor de la seguridad nacional del presidente George W.
Bush (2001-2009), el ahora presidente del Instituto de la Paz abogaba por la
necesidad de invadir Irak en 2003. Más recientemente apareció en los medios de
comunicación defendiendo los ataques aéreos masivos contra Siria, mientras que
el último año el funcionario habló varias veces a favor del suministro de armas al gobierno ucraniano.
En un discurso en el Foro Global de Wroclaw de Polonia en junio, Hadley
argumentó a favor de armar al gobierno de Ucrania, en parte, porque eso sería
“aumentar el costo de lo que Rusia está haciendo en Ucrania.” Específicamente,
dijo, “incluso el presidente Putin es sensible a las bolsas para cadáveres –
suena fuerte, pero es verdad – a las bolsas de cadáveres de los soldados rusos
que mueren”.
Hadley también pidió a los gobiernos europeos aumentar el gasto militar,
idealmente duplicarlo. “Ustedes saben, demostraremos que Europa tiene un
compromiso real con las fuerzas militares”, dijo.
La llamada a suministrar armas a Ucrania no sólo contrasta fuertemente con
la misión declarada del Instituto de la Paz, sino que hay muchos eruditos que
opinan que esto provocaría más conflictos.
“Suministrar armas a Ucrania es una muy mala idea”, dice Stephen Walt,
profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Harvard. “El
problema central es que el alineamiento político de Ucrania es de un interés
vital para Rusia, es la razón por la que intervino en primer lugar. Está justo
al lado de Rusia, lo que significa que Moscú se preocupa por el resultado y se
pueden incrementar las tensiones allí mucho más fácilmente de lo que podamos
pensar. Redoblar ahora intensificará y prolongará los combates y tendrá como
resultado más ucranianos muertos”.
Kevin Connor, director de la Iniciativa de Responsabilidad Pública (Public
Accountability Initiative, PAI), un grupo de vigilancia que ha criticado el
trabajo de Hadley para Raytheon en el pasado, está pidiendo la dimisión de Hadley.
“Si el Instituto de la Paz de EE.UU. es un absurdo ‘orwelliano’ [por George
Orwell, autor de la novela de distópica ‘1984’], entonces Hadley es un líder
adecuado”, opina el director del grupo activista Public Accountability
Initiative. “En caso contrario, su destitución sería un paso en la dirección correcta”.
Los estudiosos afiliados al Instituto de la Paz minimizaron el papel de
Hadley en el instituto. Daniel Serwer, ex vicepresidente del Instituto para la
innovación consolidadora de la paz, dijo a The Intercept que la junta directiva
tiene “competencias en el establecimiento de objetivos y la política del
Instituto, pero, en general, se queda fuera de las operaciones del día a día.”
Hadley “me parecía natural como miembro republicano de la junta y como
presidente, pero yo no estaba al tanto del proceso de selección”, añadió Serwer.
“Tengo un gran respeto por Steve Hadley y todos los ex asesores de
seguridad nacional, por lo que no me concierne”, dice Tara Sonenshine, ex
vicepresidenta ejecutiva del instituto.
Los “Principios básicos” del instituto comienzan con “1. Creemos que los
conflictos se pueden resolver sin violencia”.
La ley que lo estableció en 1984, también es resultado del acuerdo: No más
de ocho miembros votantes de la junta directiva pueden ser del mismo partido político.
En febrero de 2013 Hadley fue designado por el presidente Barack Obama para
la junta del instituto. Se incorporó al instituto en agosto y fue elevado a
presidente de la junta en enero de 2014.
La acción y el comercio del instituto incluyen conferencias regulares sobre
la resolución de conflictos, programas para facilitar el intercambio cultural y
la investigación con respecto a conflictos internacionales. La página web del
Instituto destaca una subvención a las “prácticas policiales culturalmente
sensibles” para la aplicación de la ley israelí.
Pero no es la primera vez que el instituto ha servido como plataforma para
la política exterior belicista estadounidense. Robert Turner, primer presidente
del instituto, designado por el presidente Ronald Reagan, expresó su apoyo a
los escuadrones de la muerte de extrema derecha en Nicaragua conocidos como los Contras.
En la historia más reciente, la junta directiva del instituto ha incluido
líderes neoconservadores como Daniel Pipes, un defensor de los perfiles étnicos
y de la invasión de países de Oriente Medio. Eric Edelman, miembro de la junta
actual, ha pedido el aumento del gasto militar al gobierno de Obama para apoyar
un ataque militar israelí contra Irán, y para desplegar armas nucleares en los
países ahora miembros de la OTAN que eran antiguos estados del Pacto de
Varsovia en un intento de enfrentarse a Rusia.
En 2009, Hadley se unió a otros ex funcionarios de Bush para poner en
marcha una empresa de consultoría que ahora se conoce como RiceHadleyGates LLC.
La compañía dice que ayuda a las empresas a “desarrollar e implementar sus
planes estratégicos internacionales.”
Hadley también presta sus servicios como miembro del consejo altamente
remunerado de Raytheon, una empresa que se beneficia con el incremento de la
asistencia militar a Ucrania. Hadley ha sido miembro del consejo de Raytheon
desde 2009 y se le pagó en efectivo y con adjudicaciones de acciones con valor
de 290.025 dólares sólo en 2014.
Para empresas como Raytheon, la inestabilidad y la intervención global son
buenas para sus negocios.
El conflicto en Ucrania aumentó el gasto de defensa regional, una dinámica
que ha impulsado en gran medida las ganancias de Raytheon, que recientemente
publicó ganancias trimestrales mayores a las esperadas. David Wajsgras,
director financiero de Raytheon, dijo al Wall Street Journal que los estados europeos están incrementando sus
presupuestos en defensa como consecuencia de las tensiones entre Rusia y
Ucrania, lo que lleva a mayores ingresos para su empresa.
Tom Kennedy, vicepresidente de Raytheon, dijo a los inversores, en octubre
de 2014, que su compañía está compitiendo “en Polonia por un sistema integrado
de defensa antimisiles y antiaéreo”, explicando que el acuerdo “se ha
convertido en una prioridad en Polonia debido a los sucesos que estaban
ocurriendo en el este de Europa, especialmente en relación con Ucrania”.
En julio de este año, el senador John McCain, republicano por Arizona,
pidió suministrar misiles Javelin a Kiev (producción de Lockheed Martin y
Raytheon). “Necesitan Javelin”, dijo McCain, hablando en la Fundación Heritage.
A través de su relación con RiceHadleyGates, Hadley trabaja para APCO
Worldwide, una firma de presión internacional para la cual trabaja en el
consejo asesor internacional de la empresa. En 2011 se anunció la asociación de
negocios de RiceHadleyGates-APCO.
En marzo de este año, APCO ganó dos contratos para representar al primer
ministro de Ucrania, y al ministro de Hacienda de Ucrania en las relaciones con
el gobierno estadounidense y los medios de comunicación. El Ministerio de
Hacienda ha pedido la renegociación de los términos de la deuda soberana a los
acreedores internacionales ya que Ucrania tiene problemas para pagar.
La semana pasada, Hadley incidía sobre este tema, en una columna para el
Wall Street Journal, argumentando que las potencias occidentales
deberían ampliar la reducción de la deuda de Ucrania. “Las ventajas pueden ser
a largo plazo, pero el premio es grande, y la comunidad transatlántica nunca
tendrá una mejor oportunidad de invertir en el éxito de Ucrania”, escribió Hadley.
Hadley, quien es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y de la junta
de política de Asuntos Exteriores del Departamento de Estado, también está
asesorando sobre política exterior y asuntos de seguridad nacional en la
campaña presidencial de Jeb Bush.
En 2011, un grupo de legisladores de los dos partidos, en la Cámara de
Representantes, votó retener los fondos del instituto – dos de ellos lo
llamaron “un estudio de caso de cómo prospera el despilfarro del gobierno.”
Pero los fondos – 40 millones de dólares ese año – fueron restablecidos en la
comisión. El instituto, ubicado en un nuevo edificio palaciego de 186 millones
de dólares, con vistas al National Mall en Washington, DC, también recibe donaciones
privadas, incluyendo una subvención de 1 millón de dólares del fabricante de
armas Lockheed Martin.
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