Una historia de horror de la vida real de las
mujeres: Ley de Arkansas obligaría a las sobrevivientes de la violación a
notificar a los violadores antes de hacerse un aborto
19 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Imagínese que le hayan agredido y violado. Y para hacer peor la angustia, se
queda embarazada. Pero el horror no termina ahí. Para hacerse un aborto,
¡primero el estado la obliga a notificar al violador sobre el
procedimiento!
Podría parecerse a una pesadilla salida de una novela sobre un futuro
distópico. Pero se está dando hoy mismo, en Estados Unidos en el año 2017. El
estado de Arkansas acaba de aprobar una ley contra el aborto que penaliza a la
mujer cuando ella se haga un aborto sin antes notificar al que la embarazó,
aunque haya sido un violador.
Lo que recalca la perversidad reaccionaria de esta ley, conocida como
“Mandato sobre la Disposición del Tejido”, es que la modifica agregando una
estipulación, llamada Ley de Disposición Final, que les da a los familiares de
un difunto el derecho a decidir qué pasa con el cuerpo. De acuerdo a la nueva
estipulación, que entrará en vigor a fines de julio, el feto abortado será
considerado un miembro difunto de la familia, y el hombre que la embarazó
tendría el mismo derecho que la mujer con respecto a la disposición del tejido
fetal.
Esto es completamente indignante, y concuerda con las mentiras
anticientíficas y fanáticas del movimiento antiaborto fascista cristiano de que
el feto es un ser humano pleno con “derechos” y que el aborto es “homicidio”.
¡No! Un feto no es un bebé. El aborto no es homicidio. ¡La
mujer no es incubadora — es un ser humano pleno!
Como ha señalado Bob Avakian:
Por increíble que parezca, en el siglo 21 algunas personas —entre ellas
personas en posiciones de poder y autoridad— están decididas a obligar
a las mujeres a parir, no importa la situación, los sentimientos ni
el mejor criterio de esas mujeres mismas. Se trata de una manera de
esclavizar a la mujer bajo los dictados de un opresivo sistema
patriarcal de supremacía masculina; y de eso se
trata en concreto lo que representan los crueles fanáticos decididos a
privarle a la mujer del derecho al aborto. (De: “SOBRE
‘ACUERDOS DE PRINCIPIOS’ Y OTROS CRÍMENES DE LESA
HUMANIDAD”)
Si bien la nueva ley de Arkansas explícitamente no le da al hombre que
impregnó a la mujer el derecho de obligarla a cancelar un aborto, la ley
estipule que haya un acuerdo sobre el método para “disponer” del tejido fetal, y
si el hombre no está conforme, podría presentar una demanda ante la corte. Si
los doctores que practican abortos no le informan al hombre sobre la forma de
disponer del tejido fetal, podrían ser objeto de penas criminales. Si obligan a
una mujer a comparecer ante la corte por algo de esta índole, esto la podría
obligar a aplazar el aborto más allá de la fecha en la cual es legal hacerse un
aborto en Arkansas; hoy el estado prohíbe los abortos después de 22 semanas de
embarazo.
Además del Mandato sobre la Disposición del Tejido, hace poco Arkansas adoptó
otras tres leyes contra el aborto:
*Una prohibición al aborto en la modalidad de dilación y evacuación, un
procedimiento sano y común para los abortos del segundo trimestre.
*Un requisito de que los proveedores de abortos le divulguen a la policía los
datos personales de las pacientes menores de 17 años de edad y que guarden el
tejido fetal de los abortos de esas pacientes como “prueba”.
*Un requisito de que los doctores que practican abortos obtengan “todo el
historial clínico de embarazos” de una paciente, lo cual es una medida
totalmente innecesaria y podría dejar que la mujer no pudiera hacerse el aborto
antes de la fecha límite de 22 semanas.
Arkansas es un “líder” respecto a las leyes antiaborto estatales, pero no
está solo. Si bien el aborto sigue siendo legal bajo la decisión Roe contra
Wade de la Suprema Corte, una ráfaga de leyes estatales de los últimos años
ha impuesto restricciones cada vez más onerosas al derecho al aborto. Tan sólo
en los primeros tres meses del 2017, varias legislaturas estatales presentaron
431 medidas antiaborto, y cinco estados (Arizona, Arkansas, Kentucky, Utah y
Wyoming) adoptaron 10 nuevas leyes que ponen más restricciones al aborto. Y el
movimiento antiaborto sigue atacando y amenazando con violencia a las clínicas y
a los doctores que practican abortos.
Y ahora en Washington, D.C. está en el poder un régimen fascista que está
conduciendo a alturas totalmente nuevas la ya intolerable situación que las
mujeres enfrentan bajo el sistema del capitalismo-imperialismo. Trump, el
depredador en jefe, constantemente tuitea ataques asquerosos y violentamente
misóginos, lo que contribuye a fomentar más una cultura de agresión sexual,
crasa degradación y cosificación de las mujeres. Mike Pence, el líder fascista
cristiano que le sigue a Trump, jura que “mandará a Roe contra Wade al
basurero de la historia”.
Sí existe una manera de hacer retroceder la escalada de ataques al
derecho al aborto de las mujeres, y de romper todas las cadenas que
someten a las mujeres bajo este sistema. Esto no sucederá cifrando las
esperanzas en los demócratas, bajo cuya posición del aborto “legal pero poco
común”, los fascistas cristianos siguieron cobrando fuerza e ímpetu. Pero sí
puede suceder si se desarrolla una resistencia política masiva a la
guerra antiaborto, como parte de un movimiento por una revolución real para
derrocar al sistema de capitalismo-imperialismo en su conjunto a la mayor
brevedad posible y para reemplazarlo con el socialismo, una sociedad
radicalmente nueva y mejor que avanzaría hacia un mundo libre de toda forma de
explotación y opresión (vea la Constitución
para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría
de Bob Avakian y adoptada por el Partido Comunista Revolucionario, Estados
Unidos). Y en estos momentos, existe una necesidad urgente e inmediata de que
muchos millones de personas estén en las calles como parte de exigir: ¡al
servicio de los intereses de la humanidad, el régimen fascista de Trump y Pence
tiene que marcharse!
¡Las mujeres son plenos seres humanos!
¡El feto NO es bebé!
¡El aborto NO es homicidio!
¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas!
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