Un exprisionero pakistaní de Guantánamo
expone sus obras liberadoras
07/05/2023
AFP
Ahmed Rabani en una
entrevista con la AFP el 2 de mayo de 2023 en Karachi © Rizwan TABASSUM / AFP
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Karachi (AFP) – Tierra, café molido e incluso cúrcuma. Durante sus casi 20 años encerrado en Guantánamo
sin nunca haber sido juzgado, el pakistaní Ahmed Rabani, recientemente
liberado, utilizó todo lo que pudo encontrar para evadirse a través del arte.
"Gracias a la pintura me sentía fuera de Guantánamo", dice este hombre de 53 años, de barba
canosa, durante una exhibición de sus obras en la ciudad portuaria de Karachi,
en el sur de Pakistán.
"Allá, la pintura era todo para mí", añade Rabani durante la exposición "The Unforgotten
Moon : Liberating Art from Guantanamo Bay" (La inolvidable luna: el arte
liberador de Guantánamo).
Ahmed Rabani fue detenido en septiembre de 2002 por las autoridades pakistaníes y entregado a la CIA a
cambio de una recompensa de 5.000 dólares.
Fue "vendido" bajo la identidad de Hasan Ghul, un conocido militante, pero siempre aseguró
que no se trataba de él. También se le acusó de haber reclutado a su hermano
mayor, Muhamed, para unirse a grupos extremistas.
Fue transferido a Guantánamo en septiembre de 2004. Ni él ni su hermano fueron inculpados o juzgados,
hasta su liberación en febrero de 2023.
Obsesión
"Lo que no sabíamos, hasta que el Senado estadounidense publicó en 2014 un informe sobre las detenciones, era que
Ghul había sido capturado y llevado a la misma prisión, pero fue liberado en
Pakistán por haber 'cooperado'", escribió el abogado de Rabani, Stafford
Smith, en el catálogo de la exposición.
Presos de Guantánamo, en
una imagen de archivo de 2002 © KEVIN LAMARQUE / REUTERS POOL/AFP/Archivos
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"Mientras que Ghul retomó sus actividades terroristas y murió en un ataque con dron en 2012",
Rabani permaneció varios años en Guantánamo, añadió.
La pintura se convirtió en su obsesión durante esos años.
Utilizaba todo lo que hallaba. "Si encontraba un pedazo de tela, lo convertía en un
lienzo", explica Rabani. "A veces utilizaba café o cúrcuma" para
fabricar pintura.
Obras confiscadas
"Perdió gran parte de su vida. Producir imágenes de esta calidad es un milagro, es
increíble", estima Natasha Malik, comisaria de la exposición.
Exposición de las obras del pakistaní Ahmed Rabani,
recientemente liberado de Guantánamo, el 2 de mayo de 2023 en Karachi © Rizwan TABASSUM / AFP
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Junto a la veintena de pinturas que le autorizaron llevarse a su salida de prisión están expuestas
otras de artistas locales que trataron de recrear las obras que le confiscaron.
"Expuestas junto a las obras no censuradas de Ahmed, estos artistas subrayan su protesta y su
expresión creativa recreando obras que el público no debía ver", señala la
comisaria.
Sus obras plasman su desesperación. Algunas expresan sus esperanzas de libertad: la naturaleza
asomándose por estrechas aberturas, pájaros volando y océanos infinitos. Otro
cuadro muestra una jaula con peces de color naranja brillante, el color de los
uniformes de los presos de Guantánamo.
"Pasé muchos años vestido de naranja", dice Rabani.
Con una sonrisa en el rostro y los ojos brillantes, habla de sus planes, entre ellos la publicación
de un libro de cocina en el que hablará de su vida. También espera abrir un
restaurante basado en recetas que aprendió en la cárcel, utilizando el dinero
de la venta de sus obras de arte.
© 2023 AFP
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