“Todos somos Maya”:
Crece la defensa para Maya Cruz
6 de junio de 2019 | revcom.us
El 1o de marzo de 2018, la policía de la Universidad de Chicago
atacó brutalmente y arrestó a Maya, miembra del Club Revolución-Chicago, por
participar en una protesta SILENCIOSA en apoyo de los inmigrantes
indocumentados. El 22 de mayo de 2019, miembros del Comité de Defensa “Libertad
para Maya” se reunieron en el campus de la Universidad de Chicago. Varios de
ellos sostuvieron máscaras de Maya delante de la cara. Un partidario repartió
volantes y habló con estudiantes y con padres de visita. Foto: Especial para
revcom.us
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Recibimos lo siguiente de un miembro del Comité de
Defensa “Libertad para Maya”. Vea aquí para más información (en inglés) sobre el caso de
Maya.
El 22 de mayo, un hermoso día, los miembros del Comité de Defensa “Libertad para
Maya” se reunieron en un café cerca del campus de la Universidad de Chicago con
un actor y un miembro del Comité que diseñó máscaras de Maya que varios
participantes sostuvieron delante de la cara. También se envolvieron con mantas
de Mylar, como las que se dieron a los niños detenidos en jaulas en la
frontera. Maya podía hacer los planes con nosotros en este café, pero no podía
participar en la acción misma porque a ella le tiene prohibida entrar al campus
de la Universidad de Chicago (UC).
Para aquellos que no están familiarizados con Diya “Maya” Cruz, a Maya la detuvieron
en la UC y enfrenta siete años de prisión por participar en una protesta
silenciosa el 1o de marzo de 2018 cuando ella y otros
levantaron pancartas que pedían que los estudiantes que almorzaban en una
cafetería del campus celebrar 11 minutos de silencio para representar a los 11
millones de inmigrantes que Trump amenazó con deportar después de su victoria
electoral. El Departamento de Policía de la UC amenazó de forma agresiva a los
manifestantes pacíficos cuando salían de la cafetería, agarró a Maya, la abusó
físicamente, y la acusó a ella de agresión. Maya fue la única persona herida,
por lo que tenía que ir al hospital.
Dirigidos por el artista, caminaron silenciosamente por el cuadrángulo, una plaza del
campus, parando y girando, sorprendiendo y aturdiendo a los estudiantes. Un
partidario repartió volantes y entabló conversaciones con los estudiantes y con
padres de visita. A medida que caminamos lentamente por la plaza central del
campus, estudiantes nos acercaron solicitando volantes. Algunos querían más
información sobre Maya y los cargos contra ella; otros ya estaban al tanto del
caso. Un buen número de estudiantes y padres se escandalizaron por la violación
del derecho de libertad de expresión de Maya en una universidad de tanto
renombre como la Universidad de Chicago.
Al hablar con los estudiantes, describimos a Maya como miembro del Club
Revolución-Chicago, cuyos miembros se dedican a la creación de un mundo mejor.
Les preguntamos a los estudiantes: “¿Es esto un crimen?” Todos respondieron con
un rotundo “¡No!” Les retamos a exigirle al presidente de la universidad,
Zimmer, y a la UC que retiraran los cargos. Muchos estudiantes en la plaza
tomaban el sol de un raro día cálido de primavera y no se molestarían para
enterarse de por qué teníamos puestas máscaras de Maya. Nos parecía que tal vez
estuvieran agotados por los exámenes finales, o que simplemente estuvieran
condicionados al hacer caso omiso de los eventos importantes en su mundo.
Cuando terminamos con la caminata por la plaza, nos reagrupamos en el café para
revisar nuestra experiencia. Todos sentimos que valía la pena y habíamos
distribuido volantes a mucha gente y despertado el interés de más estudiantes y
generado más apoyo para Maya. Recordamos a todos que llenaran la sala de la
próxima audiencia judicial el 25 de junio.
El Comité de Defensa “Libertad para Maya”
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