‘Tal vez jamás saldré de Guantánamo vivo’: la lucha de Abdul
Latif Nasser por su libertad, tres años después de ser declarado candidato para
ser liberado.
Guy Davies
ABC News
2 de agosto, 2019
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 24 de agosto de 2019
Cuando Mustafa Nasser escuchó las noticias de que las autoridades
estadounidenses habían autorizado la liberación de su hermano, Abdul Latif, de
la prisión militar de Bahía de Guantánamo, Cuba, apenas pudo contener la emoción. Antes de las
24 horas siguientes, las preparaciones para su regreso habían sido iniciadas.
“Toda la familia estaba aliviada y estaba ayudando con los preparativos”, le dijo Mustafa a ABC News a través de Skype desde su casa
en Marruecos. “Todos están haciendo algo. Una persona preparó la casa en la que
viviría, otra su cuarto”.
La familia incluso encontró una esposa para que él se casara cuando regresara.
Tres años han pasado desde entonces y Abdul Latif todavía no regresa a casa. En lugar de eso, languidece en la instalación infame
de detención en donde ha permanecido desde el 2002 junto con otros 40
prisioneros, cinco de los cuales han sido autorizados para ser liberados.
Una serie de metidas de pata y retrocesos políticos significan que cada día que Abdul Latif, una vez considerado enemigo
combatiente por el gobierno de Estados Unidos, pero jamás acusado de un crimen,
se despierta en la prisión no más cerca de la libertad que el día anterior.
En las palabras de su hermano: “la promesa fue rota”.
Atrapado en Guantánamo
Brennan Linsley/fotografía de AP
En este 30 de marzo del 2010, fotografía
revisada por el ejército estadounidenses, un soldado parado en la torreta de un
vehículo con un arma, a la izquierda, mientras un guardia vigila desde una
torre de la prisión de la base naval de Guantánamo en Cuba más
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A finales de los 80s, Abdul Latif era un estudiante de química y física en la Universidad Hassan II
en Casablanca.
Según lo que dice un memo del Departamento
de Defensa del 2008 en donde se recomienda su continua detención (publicado
por WikiLeaks), durante el tiempo en el que cursó la
preparatoria y la universidad, Abdul Latif fue un “miembro activo” del grupo
islamista Jamaat al-Adl wa al-Ihssan. Después comenzó a realizar viajes
frecuentes a Sudán, en donde, según el DoD (Departamento de Defensa, por sus
siglas en inglés), conoció a Osama bin Laden en 1995, mientras trabajaba en la
unidad de producción de carbón en una de sus compañías.
Según otro memo del DoD, a finales de los años 90, Latif comentó a ser un miembro talibán activo, luchando en contra
de la Alianza del Norte (quienes unieron fuerzas con los Estados Unidos) por
tres años y después al-Qaeda en donde era un entrenador de explosivos.
Oficiales de Defensa dicen que se convirtió en “emir” (líder o comandante) de guerrilleros árabes después de la
caída de Kabul. También dicen que él se entrenó en “múltiples campos de
al-Qaeda, que incluía entrenamiento avanzado en explosivos y venenos”.
Abdul Latif, hoy con 54 años, fue capturado el 15 de diciembre del 2001 como parte de un grupo de 52 combatientes que intentaban
escapar a Pakistán y fue transferido a custodia estadounidense en Kandahar el
21 de enero del 2002. Fue enviado a Guantánamo el 3 de mayo, dice el documento.
Oficiales de Defensa estadounidenses, alegan en el memo, que Abdul Latif fue “poco cooperativo” y dio recuentos conflictivos de
sus supuestas actividades. Por lo tanto, el DoD lo consideró un “alto riesgo”
para los EE. UU. porque buscaría “alcanzar a ex asociados y volver a
involucrarse en hostilidades y actividades de apoyo extremistas en casa y en el
extranjero”. El DoD también alega que él “ha realizado declaraciones de apoyo
de actividad terrorista violenta”.
Dicen que el riesgo desde la perspectiva de detención fue “medio” porque Abdul Latif, que fue nombrado “enemigo combatiente”, “es
poco obediente y hostil hacia la fuerza de guardias y el staff. El detenido
actualmente cuenta con 56 reportes de infracciones disciplinarias en listadas
en DIMS con el más reciente ocurrido el 2 de mayo de 2008, cuando se reportó
que se negó a una revisión al azar de su celda”.
Sin embargo, el grupo de derechos humanos Reprieve, que ha tomado el caso de
Latif, alega que, basados en la información y fuentes, ninguna de la
evidencia en contra de su cliente ha sido jamás presentada en una corte.
El grupo, junto con uno de sus abogados, Shelby Sullivan-Bennis, quien trabajaba con Reprieve, pero ahora se dedica a la
práctica privada, alega que la Alianza del Norte vendió a Latif por una recompensa a los EE.UU. y que “el
testimonio de varios testigos clave en su caso han sido desacreditados”, así
como la evidencia que fue obtenida bajo “tortura”, dicen el grupo.
Reprieve cita el Comité
Selecto del Senado del 2014 sobre el programa de detención de la CIA
cubriendo los años de Latif en Guantánamo.
Ese reporte, que no se refiere específicamente al caso de Abdul Latif, concluye que técnicas mejoradas de interrogación utilizadas en
este periodo, como el “waterboarding”, la privación de sueño por
“repetición significante de días” y obligar a los detenidos a desnudarse,
fueron “un medio no efectivo de obtención de información”.
Mas allá, el Senado dice que las justificaciones de la
CIA recayeron en “reclamos imprecisos de su efectividad” y que las
“interrogaciones de detenidos de la CIA fueron brutales” y mucho peores de lo
que los legisladores pensaron previamente.
Brandon/fotografía de AP
En esta foto revisada por oficiales de la armada estadounidense, un Block Alfa vacío del Camp VI
ahora se utiliza como ejemplo para los visitantes. Miércoles 27 de abril del
2019, en la Base Naval de Guantánamo Bay, Cuba más +
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Cuando el hermano de Abdul Latif escuchó por primera vez que su hermano había sido llevado a
Guantánamo, las noticias llegaron como “un shock, más allá de eso”.
Su familia fue incapaz de hablar con él hasta el 2004, cuando, para ese entonces ya llevaba dos años en solitario, según Reprieve
y los familiares.
De acuerdo con Sullivan-Bennis, los años de Abdul Latif en Guantánamo, han sido particularmente sobrios. Ella dice que él estuvo
en aislamiento entre el 2009 y 2011 por “tener una influencia sobre otros detenidos”.
Entre el 2006 y 2007, le dijo a ella que estuvo en Oscar Block, en donde los generadores “funcionaban lo que parecía ser 24 horas
al día, sin cesar, por ningún otro motivo que el de hacer ruido”.
Los generadores “causaron daño auditivo permanente” y “evitaron que los hombres pudieran pensar y dormir a un grado significativo”,
dice Sullivan-Bennis.
Aunado a los generadores, las luces se mantenían encendidas 24 horas al día. “Shelby, no puedes imaginarlo”, dice ella que le
contó Latif, acerca de los días que pasaron sin que pudiera dormir, incapaz de
evitar la luz con las sábanas que les daban.
A pesar de esto, Abdul Latif ha tomado la oportunidad
de sumergirse en la cultura occidental, recopilando una lista de citas
inspiracionales de prominentes escritores, entre otras cosas, dice su familia.
Una de sus notas escritas a mano, obtenidas por ABC News, incluye una cita de Robert Louis Stevenson: “Mantente ocupado con algo”,
dice. “Una persona ocupada nunca tiene tiempo para ser infeliz”. Y, a pesar de
su cautividad, es una filosofía que aparentemente utiliza Latif en su vida.
Abdul Latif no hablaba inglés cuando llegó a
Guantánamo en el 2002, según Reprieve. Sin embargo, nunca dejó de
intentar aprenderlo, recopilando un diccionario árabe-inglés de 2,000 palabras.
Sullivan-Bennis le dijo a ABC News que su cliente “es
específicamente uno de los hombres más franco en Guantánamo en relación a que
las mujeres tangan educación y a que la gente pueda ser capaz de expresar su
libertad religiosa”.
Más allá de eso, ella asegura que Latif “jamás fue un
miembro de al-Qaeda” y que la versión el Estado de los eventos está basada en
evidencia que sería inadmisible en una corte regular federal. “Si él tuviera
los mismos derechos que yo, probablemente sería libre”, dice Sullivan-Bennis.
‘Última oportunidad’
Fotografía familiar vía Reprieve.
Abdul Latif Nasser, aquí de joven, tenía ambiciones de convertirse en maestro de matemáticas si
regresaba a Marruecos.
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En marzo del 2016, Reprieve recibió una letra de Latif que decía que “necesitaba asistencia”. Después de 14
años en detención sin juicio, Abdul Latif iba a tener una audiencia ante el Junta
de Revisión Periódica (Periodic Review Board (PRB por sus siglas en inglés)).
“Mientras se acerca la fecha de mi audiencia ante el
PRB, tengo pánico”, les escribió. “Como ya saben, esta audiencia es,
probablemente, mi última oportunidad”.
El PRB fue puesto por la administración de Obama en el 2011, para acelerar el proceso de recomendación
de transferencias de individuos desde Guantánamo y cumplir su promesa de cerrar la prisión.
Consiste en el grupo de oficiales de seis agencias: Departamentos de Defensa, Justicia, Seguridad, Estado y representantes del Presidente del Estado Mayor Conjunto de los
Estados Unidos y del Director de Inteligencia Nacional. Para que el PRB
recomiende la liberación de un detenido, todos los miembros deben estar de
acuerdo con que la detención ya no está justificada.
En junio 7 del 2016, Sullivan-Bennis hizo una declaración al PRB argumentando que su cliente era
un detenido “obediente” cuya exposición a “varias culturas” dentro de
Guantánamo le permitió “apreciar de mejor manera las tradiciones y creencias de otros”.
Decía que es un “hombre de corazón noble” que “solo busca regresar a una familia que está lista para recibirlo de vuelta”.
“Nasir se arrepiente profundamente de sus acciones en
el pasado. Estoy muy segura de que tiene un fuerte deseo de dejar atrás este
periodo desafortunado de su vida y seguir adelante”, dijo en su declaración.
“Él no ha hecho ningún comentario negativo o se ha expresado de manera mala
acerca de los EE.UU. ni ha demostrado interés alguno en actividades extremistas”.
Aunque las deliberaciones del PRB son clasificadas, el
testimonio de Sullivan-Bennis parece haber sido persuasivo, ya que el 16 de
julio la junta aprobó el traslado de su cliente a Marruecos, diciendo que “la
continua ley de detención de guerra del prisionero ya no es necesaria para
proteger de una continua y significativa amenaza a la seguridad de los Estados
Unidos”.
Proporcionada por Shelby Sullivan
Bennis/Durkin & Roberts, abogada de Abdul Latif
Una carta de Latif a su abogada, agradeciéndole los esfuerzos realizados después de ser autorizado para
transferencia por el PRB.
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El PRB observó que Abdul Latif “había tenido múltiples
caminos de apoyo para su transferencia” y citó su “renuncia a la violencia” y
“los esfuerzos del detenido de educarse durante su estancia en Guantánamo a
través de clases y auto estudio”.
El panel también dijo que mientras aún representaba “un nivel” de amenaza, podría
ser “mitigado adecuadamente”.
Aun así, más de tres años después, Latif no está más cercano a la libertad.
Libertad negada
Existen dos razones para la continua detención de Abdul Latif, según sus abogados Sullivan-Bennis
y Mark Maher, este último, de Reprieve.
La primera es el retraso burocrático.
Aunque el PRB haya hecho su recomendación el 16 de
julio del 2016, cualquier transferencia depende de la voluntad de un país
huésped a los términos de seguridad después de la liberación del detenido.
Después de que esto ocurre, el DoD debe notificar al Congreso, expresando su
intención de transferir al detenido.
Sullivan-Bennis le dijo a ABC News que, basándose en
su conocimiento al momento, el gobierno de Marruecos estaba listo para
recibirlo y que, durante las varias conversaciones con el Departamento de
Estado “me dijeron una y otra vez después de la autorización de liberación, que
iría de regreso a Marruecos”.
Sin embargo, el gobierno de Marruecos no aceptó los
términos de seguridad impuestos por el PRB y, por lo tanto, la responsabilidad
de transferencia hasta el 28 de diciembre del 2018. Este retraso, gracias a lo
que pasó después, fue crucial.
Una captura de pantalla de una entrevista por Skype
con la familia de Abdul Latif Nasser en julio.
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El segundo factor fue lo que el equipo legal de Latif
llama un revés de política decisivo. El 3 de enero del 2017, Donald Trump, el
presidente electo de Estados Unidos, escribió un tweet en el que dijo que “no habrían más
liberaciones de Gitmo”.
De acuerdo con una opinión sobre una moción de emergencia presentada por sus abogados en Washington DC 10 días
después, el saliente secretario de defensa Ash Carter, había dejado la tarea de
notificar al Congreso a su sucesor Jim Mattis.
El 19 de enero, la Juez de Distrito Collen Kollar-Kotelly rechazó la moción.
“La decisión de transferir al solicitante sujeto a una
recomendación del PRB y resta exclusivamente dentro de la discreción del
secretario de la defensa”, falló la juez. “El solicitante no tiene “derecho”
alguno a dicha transferencia”.
La notificación al Congreso jamás fue elaborada. A días de su liberación, la
libertad de Nasir le ha sido arrebatada nuevamente.
Guantánamo hoy: como un pueblo fantasma
En total, acerca de 780 hombres han sido detenidos en
Guantánamo desde que la prisión fue establecida bajo la administración de Bush
en el 2002 y mantuvo acerca de 700 prisioneros en el verano del 2003, según la
Associated Press.
La vasta mayoría de ellos, 532, fueron liberados bajo
el ex presidente George W. Bush, quien dijo que “debería ser una meta de los
Estados Unidos cerrar Guantánamo”.
Ahora, solo quedan 40, según la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y
el ambiente ha cambiado con esto.
Bajo el ex presidente Obama, 197 prisioneros fueron transferidos desde Guantánamo. De los 64 reclusos revisados bajo el PRB, solo 38 fueron autorizados para transferencia según la
petición de habeas corpus de la corte (retando la detención) de 11 hombres
detenidos sin cargos ni juicio, “muchos por 15 años o más), incluyendo a Abdul
Latif y el supuesto1 operativo de al-Qaeda Abu Zubaydah.
En contraste, solo un hombre, Mohammad Ahmed Haza
al-Dabi, ha
sido liberado de Guantánamo bajo Trump, gracias a un acuerdo pre existente
con su país de origen, Arabia Saudita.
La que alguna vez fue una prisión militar completamente llena y activa, ahora tiene detenidos cuya edad, en su mayoría,
supera los 50 años y la mayor parte de la prisión no tiene uso alguno.
“Muchos de los blocks están, de hecho, vacíos”, dijo Sullivan-Bennis. “Así que es un pueblo fantasma. Solo existen 24 detenidos de
poco valor quienes son mantenidos en un tipo de situación de vivienda comunal”.
‘Tal vez jamás salga de Guantánamo con vida’
Facilitado por la abogada de Latif, Shelby Sullivan
Bennis/Durkin & Roberts
Dentro de Guantánamo, ha aprendido de manera auto didacta inglés y ha recopilado una lista de citas
inspiracionales.
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El tweet de enero de 2017 de Trump jugó un papel muy importante en la petición de habeas corpus de
Latif en el 2018. El documento describe que el tweet como una vuelta en U
ilegal en el acercamiento del gobierno a Guantánamo “motivado por arrogancia
ejecutiva y animadversión cruda y no por la razón”.
“Dada la proclamación del presidente Trump en contra de la liberación de cualquier solicitante, motivada por arrogancia ejecutiva y
animadversión cruda y no por la razón o preocupaciones auténticas de seguridad
nacional, los solicitantes podrían jamás salir vivos de Guantánamo, con
intervención judicial ausente”, dice el documento.
El documento argumenta que los detenidos que permanecen ahí “están sufriendo consecuencias devastadoras psicológicas
provocadas por la detención indefinida en una prisión remota en donde han
aguantado condiciones diseñadas para romper seres humanos y en donde el aura de
la eternidad permanece más pesada que nunca”.
“Los expertos médicos comparan la detención indefinida a privación sensorial, una reconocida forma de tortura psicológica”, añade el
documento. “Su situación actual es la de abandono”.
En su argumento contra la petición, un abogado del gobierno, Ronald Wiltsie, dijo “ser autorizado para ser transferido o propuesto
para transferencia en ninguna manera indica que ya no representan una amenaza
para los Estados Unidos”.
Wiltsie también dijo que “las políticas y las prácticas bajo la orden ejecutiva son deliberadas actualmente, que nosotros,
esperamos que las transferencias ocurran en el futuro, pero no ahora”, negando
que exista una prohibición para las mismas.
Y dijo que el gobierno estaba “haciendo esfuerzos prudentes para cuidar” a los detenidos que permanecen todavía. “Es probable que
algunos sean transferidos en el futuro”, añadió.
Los detenidos no tenían el derecho constitucional para retar su detención hasta el 2008, cuando la Suprema Corte falló por 5-4 que los detenidos tenían el
derecho a un abogado, invalidando porciones de la ley de las Comisiones
Militares del 2006.
Sin embargo, como muchos de ellos no han sido acusados de algún crimen, no tienen derecho a una apelación criminal de sus casos y, en
su lugar, deben recurrir a procedimientos civiles como el habeas corpus.
Como 31 de los 40 detenidos en Guantánamo, Abdul Latif no ha sido acusado de cometer algún crimen. De los que permanecen, él y otros
cuatro han sido autorizados para ser liberados por el PRB, según la petición de
habeas corpus. Todos viven en un limbo judicial, primero se les prometió la
libertad y después fueron olvidados por un gobierno determinado a mantenerlos
en detención, sin decir por qué.
Jueces federales ultimadamente se han hecho de la vista gorda con los fallos en relación a Guantánamo, Eric Freedman, un profesor
de derechos constitucionales en la Universidad Hofstra le dijo a ABC News. Sin
embargo, los fallos del PRB, del tipo que dieron la autorización para la
liberación de Latif, no son legalmente obligatorios, comentó.
El proceso del PRB ha sido “congelado” bajo Trump y la
“política de la administración es que nadie será liberado, sin importar la evidencia”.
Sin embargo, debido a “un torrencial de críticas profesionales”, dijo Freedman, las cortes de D.C están empezando a “acertar su
rol apropiado” en relación a los detenidos, que ofrece algo de esperanza para
los solicitantes de habeas corpus que esperan un veredicto.
La esperanza, dijo Sullivan-Bennis, es que incluso si Abdul Latif no es liberado, más de la evidencia utilizada en su contra, sea
desclasificada para que la defensa pueda intentar construir un caso más fuerte.
No está claro cuándo un juez fallará en la petición de habeas, pero la última vez los argumentos fueron escuchados entre solicitantes
y los abogados del Estado, una posibilidad legal escalofriante fue presentada al frente.
Los abogados del gobierno argumentaron que, bajo las
leyes de guerra, que aplican mientras exista un conflicto entre talibanes y
al-Qaeda, los detenidos podrían permanecer en Guantánamo por los próximos 100 años.
“Lo que estamos viendo bajo el gobierno de Donald Trump es una política no declarada e inconstitucional de detención indefinida
sin juicio”, le dijo Maher, el abogado de Latif, a ABC News. “Cualquiera de las
seis agencias estadounidenses, el PRB, podrían haber vetado su transferencia,
pero estuvieron de acuerdo unánime en que debería ser liberado de Guantánamo”.
El Departamento de la Defensa ha dicho que no existe una
actualización pública en relación al movimiento de Abdul Latif.
“La decisión de transferir a un detenido se toma
solamente después de conversaciones detalladas y específicas con el país
receptor acerca de la amenaza potencial que un detenido pueda representar
después de la transferencia y las medidas que debe de tomar para mitigar de
manera efectiva esa amenaza y para asegurar un trato humano”, un vocero del DoD
le dijo a ABC News.
“Las medidas deben ser personalizadas para mitigar la
amenaza específica que pueda representar ese detenido. Si no recibimos
garantías adecuadas, la transferencia no sucederá. También debemos de
asegurarnos que la transferencia puede ser efectuada en consistencia con
nuestra política de trato humano post transferencia. Todos los detenidos tienen
el derecho de retar la ilegalidad de su detención en una corte federal de distrito”.
Marruecos, por su parte, ha abandonado a Abdul Latif,
de acuerdo con un oficial del ministerio exterior familiarizado con el caso.
“Marruecos no apoyó el caso de Nasir aun cuando el programa de rehabilitación
para él ya estaba listo en el país”.
No se ha programado alguna fecha nueva en el juzgado.
A pesar de haber sido prometido su regreso a su país hace tres años, cada día Abdul Latif, que eventualmente quisiera trabajar en
ciencias de la computación, despierta en Guantánamo.
La frustración es inaguantable, dice.
Como preguntó en una reunión en junio del 2018 con sus
abogados de Reprieve: “¿Por qué tengo que permanecer aquí?”
La respuesta a esa pregunta, y a su libertad, ahora
yace en las manos de jueces en Washington DC.
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