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21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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¡HAY QUE cerrar Guantánamo ya!

Debra Sweet
9 de enero de 2014

Discurso en el programa del 9 de enero de 2014 en la iglesia All Souls de Nueva York.

Hay dos preguntas pertinentes que exigen respuestas si vamos a hacer que Estados Unidos cierre el campo de tortura ilegal en Guantánamo, e ir adelante para terminar la detención indefinida de parte de EU.

¿Por qué el régimen de Bush la abrió en 2002 en una base militar en la Bahía de Guantánamo, en una tierra cubana colonizada de la cual los Estados Unidos se habían apoderado en la culminación de la guerra cubana de independencia de España, conocida en los Estados Unidos como la guerra Española-Estadounidense de 1898?

¿Y por qué sectores de la clase dominante de los Estados Unidos se aferran a esta prisión tan emperradamente, incluso expandiendo su infraestructura, con el resultado de que la promesa de Obama de cerrarla hace seis años se ha convertido en un cruel chiste para los hombres que ya estaban ahí cuando él hizo campaña en 2008?

En el frenesí de la llamada “guerra contra el terror” que el régimen de Bush orquestó para conseguir el apoyo público, aquellos de ustedes que tengan más de 25 años recordarán algunas cosas que nosotros presenciamos en 2001: las barridas de hombres que aparentaban ser musulmanes desde Brooklyn hasta Karachi, que luego eran deportados o detenidos.

En ese tiempo nos era invisible la rápidamente improvisada red de prisiones secretas estadounidenses a lo largo del Este de Europa, Asia y el Medio Este, con aviones “fantasmas” de la CIA que entregaban a hombres agarrados en un país para ser torturados o desparecidos en otro. Trasladaron en secreto a hombres de docenas de países alrededor del mundo; se sabe de más de 100 que fueron asesinados en custodia estadounidense, desde Afganistán hasta Abu Ghraib.

“Dick” Cheney, el vicepresidente y secuaz de Bush, habló de una guerra que duraría “generaciones”, y dijo que los Estados Unidos tendrían que estar listos para ir “al lado oscuro”, usando “básicamente cualquier medio necesario para lograr nuestros objetivos.”

Menos de cuatro meses después del 11 de septiembre, el régimen de Bush anunció que estaba abriendo una prisión en su base en Cuba para albergar a “los peores de los peores” enemigos de los Estados Unidos.

Casi 800 hombres fueron enviados ahí, la mayoría capturados al azar como resultado de las ofertas de Estados Unidos de darles $5000 en sobornos a los jefes militares y a otros si entregaran a peregrinos, granjeros y algunos aspirantes a guerreros (incluidos algunos entrenados y financiados originalmente por los Estados Unidos para luchar contra la ocupación soviética de Afganistán). Tres de esos prisioneros tenían de 13 a 15 años de edad.

Gracias al trabajo de Chelsea Manning en filtrar los Informes de Evaluación de los Detenidos en Guantánamo, y de Andy Worthington en analizarlos, sabemos con certeza que muy pocos de esos hombres debieran haber sido capturados por EU, ni mucho menos recluidos por doce años ya sin ningún tipo de justicia.

¿Por qué la bahía de Guantánamo? Porque el gobierno de Estados Unidos la consideraba “fuera de la jurisdicción legal de EU” -lo que significa que las leyes y derechos supuestamente garantizados a los prisioneros, incluyendo “prisioneros de guerra”, no aplicarían.

Mientras que los Estados Unidos venían encarcelando a más hombres, y torturándolos y asesinándolos secretamente en Bagram, Afganistán, y en sitios oscuros alrededor del mundo, necesitaban un lugar para abiertamente desafiar las normas internacionales. Los operativos de la CIA “bromearon” diciendo que el nombre de Guantánamo debería ser “Strawberry Fields” porque EU podrían mantener prisioneros ahí “para siempre”, como dice la canción de The Beatles.

Alguna vez durante los años de Bush, unos activistas de El Mundo no Puede Esperar estaban en una clase de preparatoria afroamericana en Chicago, hablando sobre Guantánamo. El maestro les preguntó a los estudiantes: “¿Por qué creen ustedes que Bush abrió Guantánamo?” Uno de los activistas me dijo recientemente que un chico en el fondo del salón alzó su mano y dijo: “LINCHAMIENTOS.”

Cuando el maestro le preguntó por qué hizo esa comparación, él respondió: “Cuando linchaban a los negros en el Sur, no era tanto por lo que alguna persona haya hecho. Linchar a la gente se hacía para aterrorizar a todos y mantener vigente el sistema de Jim Crow”.

Así que este sabio hombre joven, que vive él mismo en el epicentro del encarcelamiento masivo, en que los Estados Unidos son el carcelero #1, dio en el clavo: La prisión de Guantánamo se estableció no sólo para recluir a prisioneros, sino para enviar el mensaje al mundo entero de que los Estados Unidos pueden hacer lo que quieran a quienquiera.

Guantánamo no fue un “error” en que Bush fue demasiado lejos, y no es algo que se puede mover o enmendar con reformas. Guantánamo se ha convertido en el sinónimo de la tortura, las detenciones injustas, la brutalidad y la degradación humana. Algunas fuerzas de la clase dominante estadounidense están conformes con ello; para otros como Obama puede ser inconveniente o embarazoso. Pero es un problema del sistema, no un problema de políticos.

¿Pero por qué? Una amiga que se dedica todos los días a cerrar Guantánamo me preguntó hace un mes por qué no lo cierran. Ella dijo: “Yo sé que no lo mantienen abierto sólo para enriquecer a los contratistas privados. ¿Crees que tendría algo que ver con el imperialismo?”

Sí, lo creo. Los Estados Unidos tiene ambiciones e intereses globales –no son los mismos que nuestros intereses – que requieren la extensión de su imperio de globalización capitalista imperialista, para explotar en masa a billones alrededor del mundo. Eso es lo que el enorme cuerpo militar sirve para proteger; eso es lo que el espejismo de la “democracia” encubre. Controlar el Medio Oriente, e impedir que otras potencias lo controlen, es crucial para esa estrategia.

Los Estados Unidos, con sus guerras, están respondiendo al incremento de inestabilidad en las regiones del Medio Oriente y Asia Central. La propagación del Islam fundamentalista es un polo de oposición desestabilizador para el imperio estadounidense... y una ideología que propone ser una alternativa a la globalización capitalista y la democracia burguesa de Estados Unidos.

Esas fuerzas islámicas -que son completamente reaccionarias y representan a la vieja orden, tanto feudal como burguesa- no se oponen fundamentalmente al capital extranjero, y son horribles para los pueblos, especialmente las mujeres, pero sus intereses chocan de muchas maneras, y con frecuencia agudamente, con Estados Unidos y sus clientes regionales.

Para ser claros, los Estados Unidos han hecho mucho más daño, de la magnitud de un 11 de septiembre cada semana, con cada ataque de aviones no tripulados y con la destrucción de dos países enteros. Las guerras para destruir Irak y Afganistán, las cuales están expandiéndose a Pakistán, Somalia, Yemen y más al interior de África, son ilegítimas, injustas e inmorales, utilizando la tortura y la detención indefinida como una forma de aterrorizar a poblaciones enteras.

Como aprendimos hace siete meses, están apoyando todo eso con una vasta vigilancia a poblaciones enteras, sin ofrecer ninguna disculpa.

¿Pero por qué Obama no ha cumplido con su promesa de cerrar ese campo de detención? Puede ser incluso que la promesa fue genuina, pues Guantánamo no encaja con la imagen, en oposición a Bush, de un imperio multicultural y diverso. Pero ahora sabemos que Obama no tiene ningún problema en ordenar asesinatos selectivos, con o sin la aprobación del Congreso (y el Congreso sí lo aprueba).

Una razón por la que Obama esencialmente ha ignorado la situación de Guantánamo por tanto tiempo — hasta la huelga de hambre de 2013 — es porque ha ordenado que la política de EU se centrara en matar, y no en capturar a aquellos designados por EU como enemigos, en particular con el uso de aviones no tripulados (drones).

John Bellinger, otro criminal de guerra y funcionario del gobierno de Bush que ayudó a redactar la política inicial de EU con respecto a los drones, dijo hace poco: “Este gobierno ha decidido que en vez de detener a los miembros de al-Qaeda [en Guantánamo], los va a matar”. Y esos ataques por drones durante la presidencia de Obama han matado a miles de personas, algunos de ellos civiles, incluyendo niños.

Sean las que sean las necesidades del gobierno, NO debemos dar marcha atrás en demandar que Obama y el Congreso liberen a TODOS los prisioneros inmediatamente, para que Guantánamo no siga siendo un centro de detención de yemenitas. Debemos continuar exigiendo que todos aquellos hombres que la administración dice que jamás serán acusados ni enjuiciados ni puestos en libertad — y sabemos que eso se debe al hecho de que fueron torturados — debieran ser acusados, enjuiciados o puestos en libertad.

Demandamos el fin de la detención indefinida en nuestro nombre. Además, aquellas comisiones militares secretas — los tribunales que Obama dijo que representaban una mejora en comparación con las comisiones de Bush — no sirven para nada.

Debo agregar una nota, basada en mis discusiones con muchos estudiantes que son cínicos después de conocer solamente las gestiones de Obama y Bush. No todas las sociedades torturan. La tortura no es parte de una “naturaleza humana” inexistente. Las sociedades humanas pueden hacer mejor; pueden prohibirla y nunca aplicarla, en verdad.

Al leer la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, Proyecto de Texto, en un largo pasaje sobre los derechos y libertades de las personas, esta promesa de una nueva sociedad --del partido de Bob Avakian, el Partido Revolucionario Comunista--, dice en la página 77: “Se prohibirán los tratos y penas crueles e inusitados, inclusive la tortura”. Este documento también abolirá la pena de muerte y, en lugar de la encarcelación en masa, concibe un sistema de liberación.

Contrasten eso ustedes con un sistema en que los líderes discuten en la Casa Blanca hasta qué medida pueden cometer actos extremos, por ejemplo cortar el pene de Binyam Mohammed, y salirse con la suya. En que el presidente elabora listas de quiénes serán asesinados, y tiene un sistema para negárselo todo de manera creíble cuando miles de civiles resultan muertos. En que esta cultura popular repugnante idolatra a una actriz nacida en Nueva York que representa a una agente de la CIA en el programa Homeland, y en que millones de televidentes esperan en suspenso el próximo episodio de 24, el cual está por volver al aire.

12 años después de que el campo/centro de tortura de la prisión fue fundado, el mensaje que el mundo recibe de Guantánamo no trata la invencibilidad del imperio estadounidense, sino su ilimitada crueldad.

Los más de 100 hombres en huelga de hambre al borde de la muerte, atados en sillas con sondas metidas en sus cuerpos y después jaladas de ellos, encerrados en celdas en una prisión remota, han presentado a millones una imagen enfocada de las horribles características de la “justicia” estadounidense.

Han sido mostrado que incluso en las circunstancias más arduas e insoportables es posible hacerle frente al poder arrogante de las fuerzas armadas estadounidenses.

Los intereses reales de la vasta mayoría de la gente en Estados Unidos están en oponerse a los crímenes del imperio estadounidense, en dejar de pensar como estadounidenses y empezar a pensar en la humanidad, y en actuar sobre esa convicción.

No estamos renunciando a la misión de cerrar este insulto abierto a la humanidad que es Guantánamo.

Hablando por El Mundo No Puede Esperar, nos uniremos con todos — con aquellos que antes trabajaron para el gobierno como abogados, guardias y soldados, pero que han criticado y han roto con el estado torturador;

Con revolucionarios y otros que trabajan conscientemente para hacer nacer un mundo diferente;

Con aquellos que son tan jóvenes que no recuerdan los años de Bush;

Con aquellos prisioneros encerrados en el gulag estadounidense que conocen muy bien la tortura del aislamiento solitario;

y con los miles de millones alrededor del mundo que saben concretamente que el mundo no puede esperar.


 

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¡El mundo no puede esperar!

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