Sunsara Taylor en Jackson, Misisipí
Esto SÍ se trata de la liberación de la mujer
19 de agosto de 2015 | Periódico Revolución |
revcom.us
Lo siguiente es una transcripción de la presentación de Sunsara Taylor en
la Audiencia sobre el Derecho al Aborto en Misisipí el 7 de agosto de
2015
Sunsara Taylor, corresponsal de Revolución e iniciadora de Fin al
Patriarcado, en la Audiencia Popular por el Derecho al Aborto en Jackson,
Misisipí |
Hola a todos. Quiero agradecerles mucho a todos que hayan venido esta noche.
Me siento honrada de estar aquí con todo el mundo, los que soportan el calor,
los que cuentan las historias. Y sólo quiero tomar un momento. Esta noche hemos
escuchado las historias de las mujeres. Hemos escuchado lo que pasa en este
país. No sólo las historias de las mujeres en el momento en que les hace falta
un aborto, de lo que voy a hablar. ¿Quiénes son las mujeres, cómo viven las
mujeres en esta sociedad? ¿Cómo viven las mujeres en este mundo? Hemos oído
hablar de la mujer que tenía miedo de salir de su casa por la brutalidad a que
se enfrenta. Se golpea a una mujer cada 15 segundos en Estados Unidos, donde nos
dicen que la mujer es tan libre. Cada 15 segundos. Esa mujer son millones de
mujeres. Hemos oído hablar de las mujeres que viven en la pobreza. Las mujeres
que viajan y se desarraigan para atravesar todo el país para vivir con un hombre
que creen que va a ser su pareja, su alma gemela. Y él ha sido entrenado en una
sociedad que lo hace pensar que la mujer no merece respeto. Él no le ha dicho a
ella todo de sus antecedentes. Ella ha atravesado el país, desarraigando a sí
misma, y no es lo que esperaba o lo que le debía haber sido. Es la situación de
millones de mujeres.
Esto es lo que le pasa a la mujer, la brutalidad, la violación, el abuso, el
acoso sexual, la degradación, la cosificación. La manera en que reducen a la
mujer a las partes del cuerpo, le hacen odiar a sí misma, le hacen pasar hambre,
cortarse, todo esto. Y como si esto fuera poco, hay este derecho básico que era
ilegal por muchísimos años y miles y miles de mujeres murieron cuando el aborto
era ilegal, cada año. Y a millones de mujeres les acortaron la vida por este
miedo y este peligro. Y las mujeres lucharon heroicamente y ganaron el derecho
al aborto. Y ahora nos encontramos a 40 años de haberlo ganado y han bombardeado
a clínicas, y asesinado a médicos, y hostigado a pacientes al entrar. Los llaman
asesinos y toda clase de odio. Así que una mujer se enfrenta a todo esto, y
luego llega un momento cuando se entera de que está embarazada y no quiere tener
un bebé. Y el tener un bebé, no me malinterpreten, si una mujer quiere tener un
bebé puede ser una de las cosas más hermosas de la vida. Pero si ella no quiere
tener un hijo, si un niño no está a su alcance, si sus circunstancias no están
adecuadas, obligarla a tener un hijo encima de todo lo demás que las mujeres
enfrentan, ese constituye una forma de esclavización. Es una forma de odio hacia
la mujer, una forma de controlar a la mujer. Y es igualmente cruel y perjudicial
como la violación. Es la autoridad masculina haciéndose cargo y controlando y
penetrando y dominando el cuerpo de una mujer, su propia vida y todo su
futuro.
Y en este momento vivimos una época en que a 40 años de que se despenalizó el
aborto, nunca ha sido más difícil conseguirlo. Nunca ha sido más peligroso
proveerlo, y nunca ha sido más estigmatizado para las mujeres. Nunca ha sido más
vergonzoso. Nunca ha sido más secreto. El “movimiento pro-elección”, pongo
comillas en el aire, nunca ha sido más a la defensiva al respecto. “Vamos a
cambiar el marco y etiquetarlo como atención médica”. No, no es objeto de
ataques porque es la atención médica. Está bajo ataque porque da a las mujeres
el control sobre sus vidas. Y hemos visto aquí esta noche, por un lado, lo que
hacen a las mujeres y que les arrancan esos derechos. Y han presentado más de
300 leyes este año para penalizar el aborto, para restringirlo aún más. Han
adoptado más de 50 de éstas. Han forzado a cerrar clínicas alrededor del país.
El acceso al aborto está desapareciendo. Y las mujeres se arriesgan la vida, una
vez más, con abortos autoinducidos, o cierran sus vidas con la maternidad
forzada.
Así que hemos visto esto, por un lado. En el debate republicano de anoche
hubo un gran tema: ¿Quién iba a ser más anti-aborto? Ya sabes, esto es el debate
político aceptable. ¿Con cuánta saña promoverás la esclavización de la mujer? Y
eso es sólo en la escena política mayoritaria. Y está cobrando fuerza.
Por el otro lado, hemos visto y escuchado a personas que van cada día, y
estoy honrado de compartir esta noche con ustedes y he conocido a ustedes en los
últimos años, ustedes que trabajan en la Organización de la Salud de la Mujer de
Jackson, adentro y fuera del centro, en varias funciones. Las personas que han
ofrecido su vida al servicio de las mujeres, que ven las historias de las
mujeres, personas a quienes les preocupa, y que saben que el aborto en realidad
tiene que ver con las mujeres. Me siento honrada de estar aquí con los
defensores que se ponen de pie con desafío. Me siento honrada de estar aquí con
los voluntarios de Fin al Patriarcado que se desarraigaron, rechazaron
vacaciones de verano en algún lugar hermoso y, al contrario hicieron planes para
estar en Jackson. [Risas] No me malinterpreten, pero no fueron a la playa, no
fueron a otro lugar. Llegaron al lugar más caliente del país, en pleno mes de
agosto, para defender el derecho de las mujeres al aborto; para ir de puerta en
puerta, y sostener pancartas, y poner a las mujeres de nuevo en el centro de
este debate, y para ser ejemplos.
Fue importante que llegamos a unos cientos de personas., Ustedes escucharon
algunas de sus historias. Pero también ofrecemos ejemplos de algo, desafiamos a
todo el mundo que está mirando a llevar las cosas a nuevas alturas. Hay que
participar en esta lucha sobre la base de términos distintos. Esta lucha se
trata de la mujer, la esclavización de la mujer, o la liberación de la mujer. Y
sólo uno de los lados es justo. No hay ningún terreno común, no hay término
medio. [Aplausos] Y a decir verdad, vivimos en un momento histórico en el que
hay dos visiones fundamentalmente diferentes de la mitad de la humanidad, y
éstos se chocan. Las mujeres son o bien incubadoras y objetos o son plenos seres
humanos. Y uno u otro lado va a vencer. Nosotros no vamos a estar en un limbo
para siempre. No puede continuar para siempre. Y desde hace décadas nos hemos
estado perdiendo. Y el que vayamos en una dirección u otra, realmente depende. Y
todos ustedes en la sala esta noche, y todo el mundo escuchando por internet en
las reuniones en Honolulu, en Seattle, en Chicago, en Cleveland, y Los Ángeles y
Nueva York, y el Área de la Bahía de San Francisco, en todo el país donde las
personas se reúnen para ver esto, tenemos que responder a este interrogante.
¿Cuál lado vencerá? Nosotros somos los que tenemos que determinar cómo se
responda a esa interrogante — nosotros y los que luchamos para atraer a este
movimiento. Tenemos una enorme responsabilidad. Vivimos en un momento histórico
con respecto a esto.
Y tengo que decir que también nos encontramos reunidos en el momento —creo
que sería un error no hablar de esto— que es el primer aniversario de una
importante erupción de otra importante línea de falla social en Estados Unidos.
Es el primer aniversario del asesinato de Mike Brown quien, a pesar de todas las
mentiras, tenía las manos en alto cuando fue disparado. Un joven negro
desarmado, uno de los miles y miles que la policía han asesinado. Ésta es otra
cosa que ha estallido en Estados Unidos, y aquí estamos en Misisipí. Te voy a
decir que dondequiera que fuéramos, hablábamos sobre el derecho al aborto.
Hablábamos de esto. Ustedes vieron los videos. Pero dondequiera que fuéramos la
gente también quería hablar.... Escribo para Revolución y algunos de
nosotros distribuíamos este [sostiene el periódico Revolución], en el
que sale cosas sobre el Viaje Pro Libertad del Derecho al Aborto, pero también
sobre toda la revolución, y Sandra Bland sale en la portada. Y esto era tan
crudo. La gente quería hablar mucho. Conocimos a los padres de hijos baleados
por la policía. Conocimos a personas que querían contar sus historias. Ésto es
otro interrogante que va en una dirección u otra. La policía sale impune con el
asesinato, la encarcelación en masa, el nuevo Jim Crow, un genocidio lento
contra la gente negra y latina. Y todos tenemos un papel que decidir si eso
va a vencer, o si el pueblo se levantará y lo derrotará.
Y se puede preguntar lo mismo sobre un montón de otras cuestiones que
enfrentan la humanidad en este momento. ¿Qué le pasa a nuestros hermanos y
hermanas inmigrantes que son detenidos y deportados y separados de sus familias?
¿Qué pasa con el medio ambiente? El sistema de capitalismo-imperialismo lo está
contaminando y degradando mientras hablamos. ¿Qué hacen al pueblo alrededor del
mundo la maquinaria del ejército estadounidense, sus aviones no tripulados, las
invasiones? Somos responsables de todo esto. Y para los que han estado en las
primeras filas, o los que acaban de unirse a esta batalla, quiero decirles que
es dificil… vivimos en una sociedad donde nuestros derechos y nuestras vidas y
nuestra humanidad han estado bajo asalto durante tanto tiempo que es difícil aun
imaginar un mundo sin esto.
Pero creo que tenemos que elevar nuestras aspiraciones, y tenemos que soñar
con un mundo y luchar por un mundo y estar decidido a no conformarnos con nada
menos que un mundo donde nunca más una mujer sepa cómo se siente caminar por la
calle con miedo en todo momento de día o de noche, o de entrar en su casa al
final del día y tener miedo. Donde nunca más una mujer sepa cómo se siente tener
su sexualidad o su vida reproductiva coaccionada o forzada. Donde nunca más los
padres negros tengan que temer por la seguridad de sus hijos cuando salen de la
casa por el peligro de la policía. Donde nunca más las familias tengan que ser
desgarradas a través del globo. Donde nunca más los niños en Pakistán y Yemen
tengan que temer los días soleados. Y no bromeo; los niños temen los días
soleados porque esos son los días cuando vienen los aviones no tripulados. Esos
son los días suficientemente claros que las bombas caen. Así que prefieren...
los niños aprenden a preferir las nubes. Cuando eso nunca más suceda, cuando las
personas puedan disfrutar del medio ambiente y no lo vean derritiendo y siendo
contaminado y destruido. Tenemos que elevar nuestras aspiraciones hacia eso,
tenemos que insistir en eso, y tenemos que unir a la gente para luchar por
eso.
Ahora bien, dijeron cuando me presentaron y es verdad, y estoy orgullosa del
hecho, yo soy un comunista y revolucionaria. Y estoy firmemente convencida de
que se va a requerir una revolución concreta para hacer posible ese mundo.
Cuanto más he luchado, más que he aprendido, más me he convencido de eso, y más
me he convencido de la posibilidad de una revolución liberadora concreta, más
resuelta he estado para luchar porque sé que es posible. Y quiero invitar a
ustedes.... Escribo para el periódico Revolución, el Partido Comunista
Revolucionario, hay una nueva síntesis del comunismo que ha forjado Bob Avakian,
un liderazgo y una estrategia y una visión y una constitución para el primer día
después de la revolución... cómo podemos hacer todo esto real. Y si ustedes
odian cómo es el mundo, lo que la gente se ve obligada a soportar,
tienen que odiarlo suficientemente como para ponerse de pie y oponerse
resistencia, y odiarlo suficientemente como para pensar científicamente con
respecto a lo que va a requerir para acabar con ello. Y el periódico
Revolución es un buen lugar para empezar. Y mientras entran en eso, y
mientras nos debatimos y aprendimos unos de otros, y mientras nos reunimos en
esta lucha, todos tenemos que avanzar a las primeras filas ahora mismo.
Porque no hay ningún neutro. Mantenerse al lado con los brazos cruzados en
este momento constituye dejar que despojen estos derechos. Sentarse al lado
quiere decir que estás bien con esto. Pero al ponerse de pie y oponerse
resistencia, nos cambiamos a nosotros mismos, cambiamos la cultura, hacemos las
condiciones más maduras para el tipo de cambio fundamental que necesitamos. Y en
esa lucha hay lugar. En este movimiento, Fin al Patriarcado, tal como dijo
Diane, hay espacio para una capitalista, a quien nunca le llamaría un cerdo. [Se
refiere a una broma previa en la audiencia cuando Diane Derzis llamaba a si
misma como un cerdo capitalista.] Nunca lo haría yo. Tengo un gran respeto por
tí. Pero una capitalista y de una revolucionaria comunista se unen en esta pelea
porque estamos de acuerdo de que la mujer no es la propiedad. Estamos de acuerdo
de que la mujer no es perra, ni puta, ni saco de boxeo, hembra reproductora,
objeto sexual ni incubadora. Estamos de acuerdo de que las mujeres son plenos
seres humanos, y no vale la pena vivir en un mundo donde no luchemos por ello y
realizarlo. Mantener un bajo perfil y encontrar una manera de arreglárselas en
este mundo evitando la lucha necesaria para liberar a la mujer no constituye una
vida digna; no es una sociedad digna de habitar. [Aplausos]
Quiero invitar y desafiar a todos los que miran [por internet] y todos los
que están aquí. Éste es un movimiento que necesita de todos. Tenemos que ir a
todas partes del país. Lo que sucede en Misisipí, llevamos aquí a voluntarios de
todas partes del país durante 10 días bajo el tiempo caluroso, porque lo que
sucede aquí es la responsabilidad de todos. Es inmoral abandonar a las mujeres
en Misisipí. Las mujeres desproporcionadamente pobres y negras a que les hace
falta esta clínica, que sufren múltiples formas de opresión en esta llamada
tierra de la libertad. Es inmoral abandonar a las mujeres de aquí, y también es
ilusorio creer que si no nos ponemos de pie aquí y cambiar los términos y
cambiar el curso de la situación, que este ataque contra las mujeres no vaya a
extenderse. Porque está extendiéndose.
Así que tenemos que forjar una resistencia nacional, una contraofensiva
nacional. Tenemos que decir la verdad. La gente ha dicho esto, así que. voy a
hablar en breve. El feto no es un bebé, exponer la ciencia, y devolver a la
mujer al centro de esta lucha. Se trata de la esclavización de la mujer o la
liberación de la mujer. Y las personas entienden que pueden unirse a esta lucha,
que pueden encontrar sus voces, que pueden contar sus historias. Y tenemos que
confiar en nosotros mismos, no los tribunales ni los políticos. Eso nunca ha
funcionado, y no hemos [logrado] nada de esa manera en la historia de Estados
Unidos, y no es la manera en que vamos a defender estos derechos ahora. Tenemos
que salir de ese modo y librar una protesta y resistencia política masiva. Así
que la gente debe organizarse donde vea este. Hable con los demás, visite a stoppatriarchy.org. Inicie un
sucursal, pida un montón de estos folletos, ayude a difundir esto, y llámanos
porque vamos a trabajar con usted. Estamos construyendo un movimiento, y no
vamos a detenernos hasta que las mujeres en todas partes sean totalmente libres
de todas las formas de terrorismo, violencia, desprecio y opresión. Así que
gracias por asistir, y [las palabras ahogadas por aplausos].
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