El horror post-Roe es una producción bipartidista
Paul Street
28 de septiembre de 2022
Nota de la redacción de Revcom.us:
Este artículo apareció originalmente en CounterPunch.org el 16 de septiembre. Lo reproducimos
aquí con permiso. Paul Street es articulista de CounterPunch y miembro del
Consejo Editorial de Rechazar el Fascismo.
Protesta de activistas con De Pie Por el Derecho al Aborto (RU4AR), Seattle,
29 de julio de 2022. Foto: RU4AR
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Cada día aproximadamente, nos enteramos de nuevos horrores infligidos a las
mujeres y a las niñas por la despiadada guerra en contra del derecho al aborto
que se ha intensificado dramáticamente a raíz de la decisión de la Corte
Suprema de Estados Unidos en el caso Dobbs contra Jackson. No hay nada de misterioso en el reprobable papel
del Partido Republi-Fascista, cautivo de Donald Trump, que encabeza este sádico
asalto sexista. El asalto ha sido encabezado por los funcionarios electos de
ese partido y los nombramientos judiciales de la Corte de derecha
disparatadamente 6-3, que anuló el apoyo público supermayoritario a favor de
mantener Roe contra Wade (la decisión de la Corte de 1973 que estableció el aborto como un derecho
constitucional), los legisladores estatales, gobernadores y jueces rojos
[republicanos] que están prohibiendo y restringiendo severamente las decisiones
reproductivas femeninas en toda la nación.
Menos conocida e insuficientemente apreciada es la complicidad de los
demócratas y de las organizaciones “pro derecho a decidir” del establecimiento
en el repugnante derrumbe del derecho al aborto en la nación. Es una historia
fea. Desde que Dobbs se presentó ante la Corte el pasado mes de diciembre, los demócratas han abordado
el caso y la decisión de una forma despreciablemente cínica y habilitadora. Al
ver la muerte de Roe como una oportunidad para ganar votos y recaudar dinero, se han negado
despreciablemente a movilizar a las masas más allá de los estrechos y asesinos
límites de la esfera de la política electoral estadounidense. También han
restado importancia fuertemente a la amenaza y las consecuencias de Dobbs antes y desde la anulación,
traficando en delirios descabellados en cuanto a su capacidad de proteger a las
mujeres y las niñas contra el asalto republi-fascista por medio de las
elecciones, los fondos para el aborto y los servicios de “santuario” de los
estados azules [demócratas].
El infierno post-Roe
Comencemos con el horror dirigido por los republi-fascistas. En la nueva
era post-Roe, se ha prohibido el aborto totalmente en al menos 11 estados. Veintiséis de los 50 estados de la
nación son ahora jurisdicciones anti-aborto activas. Además de los 11
estados con prohibiciones globales, 15 estados son extremadamente hostiles, con
prohibiciones estrictas que no llegan a la prohibición total. Tres estados
siguen permitiendo el aborto sin protección legal. Los proveedores de servicios
de aborto están desapareciendo de los estados hostiles aunque no haya
prohibiciones totales.
El nuevo panorama nacional del aborto se ha sumido en un caos mortal, ya
que las personas que buscan abortos y los proveedores de servicios de aborto se
enfrentan a un brebaje nuevo y letal de normas, leyes, decisiones y respuestas
médicas. En Idaho se está contemplando un proyecto de ley sobre el aborto que
convertiría en un delito penal que los médicos brinden el tratamiento médico de
emergencia que exige la ley federal en los casos en los que el embarazo amenaza
con la muerte de una mujer o una niña. El gobierno anti-aborto de vanguardia de
Texas ha presentado una demanda contra el gobierno de Biden por recordar a los
médicos que deben proveer abortos en situaciones médicas potencialmente
catastróficas según la Acta de Tratamiento Médico de Urgencias y de Trabajo
Activo. (El draconiano proyecto de ley SB-8 de Texas, aprobado mucho antes de
la decisión sobre Dobbs, expone a cualquier persona de cualquier estado que ayude a una mujer o niña de
Texas a abortar a una demanda de 10.000 dólares). Texas e Indiana han aprobado
la prohibición del aborto con medicamentos. Diecinueve estados requieren que el
clínico que provee un aborto con medicamentos esté físicamente presente cuando
se administre el medicamento, y prohíbe el uso de la telemedicina para recetar
medicamentos para el aborto.
Y todos los días llegan noticias de una nueva prohibición del aborto, ley,
caso en las cortes, decisión, y norma gubernamental o médica. La incertidumbre
y la confusión paralizantes forman parte de la mezcla autoritaria odia-mujer.
Algunas atrocidades
Debajo del tumulto y caos legal y administrativo, las atrocidades son
abundantes:
+ Una niña de diez años víctima de una violación a la que se le negó el
aborto en Ohio fue obligada a ir a abortar en Indiana, donde se sataniza a la
médica que lo practicó y la legislatura estatal aprobó una prohibición casi
total.
+ Una empresaria fue obligada a pasar semanas con el peligro de un feto
muerto en su vientre en Texas, donde los médicos se enfrentan a multas de seis
cifras y a largas penas de prisión por practicar abortos.
+ Una mujer de Luisiana que llevaba un feto sin cráneo que iba a morir al
poco tiempo de nacer viajó 2.250 km a la ciudad de Nueva York para terminar su
embarazo después de que su hospital le negara un aborto debido a la
incertidumbre sobre la legalidad del procedimiento cuando Luisiana aprobó una
[prohibición] draconiana del aborto después de la anulación de Dobbs.
+ Una mujer en un estado que prohíbe el aborto no pudo abortar tras un
aborto espontáneo. En lugar de practicar el procedimiento, los médicos la
obligaron a soportar horas de doloroso parto.
+ Los médicos en un estado que prohíbe el aborto han recibido instrucciones
de los hospitales para retrasar el tratamiento de los embarazos ectópicos, a
pesar de que los riesgos verdaderamente graves para las pacientes podrían
evitarse con una atención adecuada y oportuna.
+ Los médicos en los estados que prohíben el aborto están enviando a las
pacientes embarazadas a casa si rompen aguas demasiado pronto en lugar de
extirpar rápidamente un feto que no tiene posibilidades de sobrevivir. (Esto
hace que las mujeres corran el riesgo de sufrir septicemia y la pérdida del
útero, al tiempo que las hacen esperar en casa en la miseria).
+ Las enfermeras forenses que tratan a las víctimas de violaciones en los
estados con prohibiciones del aborto han dicho que ya no proporcionarán la
anticoncepción del día después por miedo a que se considere un “medicamento abortivo”.
+ Las mujeres y las niñas son impelidas a emprender viajes largos y arduos
que casi ni pueden costear para obtener un aborto.
+ Están impeliendo a las mujeres y niñas pobres a dar a luz niños para los
que no están en condiciones de cuidar adecuadamente — esto ocurre en los
estados que figuran en la parte inferior del débil compromiso de la nación con
la atención social para las mujeres y los niños.
+ Un tribunal de Florida dictaminó que una niña de dieciséis años es
demasiado inmadura para abortar, pero lo suficientemente madura para ser madre.
“Ahora esperan a que las mujeres con cáncer se enfermen más”
Eso es sólo una parte del infierno que los fascistas cristianos del partido
más grande de derecha de la nación están lanzando contra las mujeres y las
niñas. Y no se trata sólo del aborto. Las leyes estatales están criminalizando
absurdamente los abortos espontáneos, ya que los medicamentos que se utilizan
para evacuar el útero después de un aborto espontáneo (mifepristona y
misoprostol) también se utilizan para abortos. Existe una incertidumbre
generalizada sobre lo que es y no es legal entre los profesionales de la
medicina, lo que lleva a poner en peligro la atención para las pacientes que no
abortan y a la fuga del personal médico de los estados con prohibiciones. Por
miedo a infringir las nuevas normas sobre el aborto, los obstetras retrasan los
abortos espontáneos hasta que las mujeres con complicaciones graves se
consideran lo suficientemente “enfermas” como para que su vida corra peligro.
(Al carecer de la cobertura de las prohibiciones del aborto, decirles a las
pacientes que esperen a recibir tratamiento hasta que estén gravemente enfermas
se califica de mala praxis). Una paciente con lupus en un estado con prohibición
del aborto ha tenido que dejar un medicamento recetado que controla sus
síntomas porque el fármaco también puede provocar abortos.
El New York Times informó hace poco de numerosos casos en los que los médicos y otros trabajadores
sanitarios ahora tienen obstáculos en sus esfuerzos por proporcionar a las
mujeres un tratamiento adecuado “dado el [gran] número de situaciones en las
que los médicos tienen que interrumpir los embarazos a fin de proteger la salud
o la vida de la mujer embarazada”. Según la versión del New York Times:
“Los oncólogos de Texas... dicen que ahora esperan a que las mujeres embarazadas con cáncer se pongan más
enfermas antes de tratarlas, porque lo normal sería abortar el feto
en lugar de permitir tratamientos que lo perjudiquen, pero una ley estatal
permite el aborto únicamente “al riesgo de muerte”. Algunos hospitales han
creado comités para evaluar si una complicación del embarazo es lo
suficientemente grave como para justificar un aborto... Dos meses después de
que la Corte Suprema anulara el caso Roe contra Wade, las
consecuencias médicas se extienden mucho más allá de las clínicas del aborto y
de las mujeres que buscan interrumpir embarazos no deseados.
Médicos que nunca pensaron en sí mismos como ‘abortistas’, para usar el
lenguaje de la decisión de la corte, dicen que la criminalización del aborto está cambiando la forma en que tratan a
las mujeres que llegan a las salas de urgencias y a los pabellones de parto con
embarazos deseados pero complicados” (énfasis añadido).
El ecoterrorismo racista que se ha enganchado al aborto
en Luisiana
Además, se tiene el uso de las leyes anti-aborto como un mango de látigo en
la agenda fascista cristiana más amplia. El fiscal general de Luisiana ha
tratado de negar al municipio de Nueva Orleáns, de mayoría negra, el dinero que
necesita desesperadamente para la protección contra las inundaciones porque el
municipio aprobó una resolución en la que llama a los fiscales y a las fuerzas
del orden locales a que no utilicen el dinero ni los recursos para ejecutar la
draconiana prohibición del aborto en el estado. Esto es un recordatorio de que
la guerra contra el aborto es un ariete en la más amplia cruzada de los
republicanos racistas y ecocidas contra los derechos humanos y una ecología habitable.
El autor republi-fascista de la decisión sobre Dobbs, el “magistrado” Sam Alito, dejó en
claro en su fallo que él y su mayoría de derecha de la Corte quisieran seguir
sus labores a partir del fallo revisando otros derechos humanos duramente
ganados, como la anticoncepción, relaciones sexuales entre personas gay y el
matrimonio entre personas del mismo género. Alito hizo una referencia al
“precedente judicial” inglés del jurista de principios del siglo 17 Sir Matthew
Hale, que ordenó la ejecución de dos mujeres por brujería y escribió un tratado
que respaldaba la violación marital.
Ningún derecho humano y social que no esté enumerado en la Constitución
estadounidense (de los dueños de esclavos del siglo 18) está a salvo en manos
de archirreaccionarios como Alito y su colega de derecha en la Corte, Clarence
Thomas. Thomas, casado con una de los golpistas líder de Trump, escribió una
opinión concurrente sobre Dobbs que ataca a los derechos a la anticoncepción, a las relaciones consensuadas entre
personas del mismo género y al matrimonio entre personas del mismo género.
Mentira y engaños de los derechos de los estados
No se trata únicamente de los estados con prohibiciones del aborto. Los
viajes interestatales para abortar están abrumando la capacidad de los
proveedores de abortos en los estados sin prohibiciones, lo que está provocando
tiempos de espera de hasta tres semanas y limitando el acceso al aborto de las
mujeres y niñas embarazadas en esos estados. En contra de la afirmación del
movimiento antiaborto de meramente querer “devolver” lineamientos de política
“a los estados”, el partido odia-mujeres quiere una prohibición nacional. El
republi-fascista líder Lindsey Graham —el senador federal estadounidense
(republi-fascista por Carolina del Sur) que hace poco amenazó con “disturbios
en las calles” si Trump era procesado por cualquiera de sus atroces crímenes—
acaba de decir en voz alta y una vez más la parte no tan callada. Llamó hace
tres días a una prohibición nacional del aborto tras 15 semanas de embarazo.
Esto también contradice a los defensores “liberales” y demócratas del
“derecho a decidir” y “repro” que restaron importancia al horror de la
inminente decisión sobre Dobbs diciendo
que los estados que permiten abortos por ley (mágicamente) llenarían el hueco y
salvarían a las mujeres provenientes de los estados con prohibiciones del
aborto que buscan abortos proporcionando fondos para viajes, abortos con
medicamentos por telemedicina y más servicios de “estado santuario”. Detrás de
estas promesas había una ilusión interesada, que vino acompañada de peticiones
urgentes de contribuciones financieras de emergencia, aunque los grupos
liberales “pro derecho a decidir” imperantes (liderados por Planned Parenthood
y NARAL) se negaban a movilizar a las masas para oponerse y, posiblemente,
impedir la terrible decisión.
Dobbs como una oportunidad electoral y de recaudación de fondos
secretamente bienvenida para los demócratas y los proveedores de abortos
aliados
“No se desesperen, ¡hay un resquicio de esperanza en esta letal y oscura
nube sexista!” Eso dicen los demócratas y sus expertos y cabezas parlantes de
las noticias por cable, que quieren que pensemos que su partido aprovechará la
reacción de los votantes a favor del aborto para obtener una victoria de la “ola
azul” [demócrata] en las elecciones de mitad de mandato de noviembre de 2022.
Los demócratas están sosteniendo que un reciente referéndum en Kansas y la
reciente victoria del demócrata centrista Patrick Ryan en una elección especial
para el Congreso en el norte del estado de Nueva York son prueba de que la
decisión sobre Dobbs será una buena ayuda para los demócratas “pro derecho a decidir” este otoño. El
referéndum de Kansas, en el que más del 60% de los votantes optaron por
mantener el derecho al aborto en la constitución del estado, es coherente con
la opinión de la mayoría a nivel nacional, lo suficientemente fuerte como para
imponerse en un referéndum sobre un solo tema, incluso en un estado de derecha.
Ryan derrotó a su oponente republicano en un disputado distrito “parteaguas”
(Nueva York-19) al postularse principalmente sobre el derecho de las mujeres a
decidir y controlar su propia vida reproductiva.
“¿Ya ven?”, dice la clase liberal, “¡la decisión de Dobbs es una ganadora! Nos permitirá
romper el patrón histórico habitual de que el partido en el poder en la Casa
Blanca pierda las elecciones de mitad de mandato. ¡Los republicanos y su Corte
nos van a permitir que mantengamos el control de la Cámara de Representantes y
tal vez hasta ampliar nuestro control del Senado de Estados Unidos!”
Los demócratas y sus aficionados mediáticos están prediciendo una gran “ola
azul” basada en gran medida en los votos en pro del derecho al aborto en noviembre.
Esto no es sólo una respuesta a posteriori a la decisión sobre Dobbs. El fallo era ampliamente esperado
—en ausencia de un levantamiento de masas— desde el minuto en que el pasado
diciembre se presentaron los argumentos orales ante la Corte mayoritearada por
Donald Trump. Se transmitió muchísimo, con tiempo suficiente para que aquellos
que deseaban impedir los horrores venideros demostraran que el pueblo
paralizaría al país y pondría en tela de juicio la legitimidad de su
institución legal y política reinante si los máximos “magistrados” de la nación
seguían adelante con su deseo de golpear a la opinión pública dando el paso sin
precedentes de despojar por completo un derecho constitucional previamente establecido.
Los activistas antiaborto serios se preguntaron durante meses por qué los
demócratas y los grupos pro aborto líder liberales afiliados al Partido
Demócrata, Planned Parenthood (PP) y NARAL, se rindieron de antemano
a la inminente muerte de Roe contra Wade, anunciando la llegada de
la “era post-Roe” sin luchar —
sin ninguna resistencia de masas en las calles y plazas públicas. Un artículo de opinión del New York Times del 6 de junio por el fundador y editor
en jefe del liberal Talking Points Memo, Josh Marshall, sugirió una gran parte de la respuesta a estas
preguntas. “Los demócratas”, escribió Marshall dieciocho días antes de la
decisión sobre Dobbs, “esperan convertir las elecciones de mitad de mandato de noviembre en un
referéndum sobre Roe contra Wade, la decisión eje que defiende el derecho al aborto, que la Corte Suprema casi
seguramente anulará este verano”. El mes de marzo anterior escuché la misma
lógica moralmente perversa de los demócratas de Iowa City: “ganaremos las
elecciones intermedias después de que se deshagan de Roe”.
Bueno, caramba, seguro que iba a ser difícil hacerlo si Roe no caía, ¿no?
Para que los demócratas ganaran, las mujeres y las
niñas tenían que perder un derecho constitucional básico cuya
consecución mediante muchos años de lucha dedicada del movimiento social
condujo a una mejora dramática en las oportunidades y la libertad de las mujeres.
Sí, el no tan izquierdista de los dos partidos políticos dominantes del
país apostaba por la restauración de la esclavitud femenina mediante la
maternidad forzada impuesta por ley en gran parte de la “mayor democracia del
mundo”, donde el 70% de la población apoyaba la continuación de Roe.
Los demócratas esperaban con ganas la horrible decisión prometida en el
anteproyecto de la decisión en el caso Jackson contra Dobbs que se filtró a principios de mayo pasado.
Y los grupos “pro derecho a decidir” afiliados a los demócratas, PP y
NARAL, estaban recaudando fondos aprovechando el inminente ocaso de Roe desde el momento en que la Corte
decidió conocer el caso Dobbs. Ellos no iban a salir a las calles ni a las plazas públicas para bloquear la decisión
revanchista sobre Dobbs por adelantado ni para llamar al aborto legal a solicitud a nivel nacional justo
después del fallo. Pero estaban muy contentos con recaudar fondos para costear
abortos aprovechando la inminente decisión sobre Dobbs mucho antes de que se dictara.
A falta de movilización popular, la resistencia real y seria para defender
y conservar Roe quedó en manos de la organización en parte dirigida por radicales, Rise Up 4
Abortion Rights (RU4AR; De Pie Por el Derecho al Aborto). RU4AR
organizó concentraciones, marchas y acciones directas bajo el lema “¡Post Roe, para nada, carajo!” y siguiendo el
modelo del exitoso activismo por el derecho al aborto en América Latina.
Promovió el pañuelo verde, el símbolo de las protestas por los derechos de las
mujeres y por el aborto en Argentina, México y Colombia. Llamó a una Marea Verde
desde abajo y más allá del gran dinero de los grandes partidos salvajemente
escalonados en el tiempo y las extravagancias electorales centradas en los
candidatos que se venden falsa y desastrosamente a las masas estadounidenses
como “política”, la única que importa.
Y por ello era blanco de ataques despiadados, difamatorios y similares a
los del COINTELPRO por parte de periodistas liberales e incluso supuestamente
de izquierda — ataques que acusaron falsa y absurdamente a RU4AR de ser una
“secta comunista” financieramente corrupta, odia-gay y odia-transgénero y que
se opone a los servicios de aborto y a los fondos para abortos.
Preguntas para los demócratas y sus aliados del establecimiento “pro
derecho a decidir”
Los demócratas y las ONG líder “pro derecho a decidir” aliadas del Partido
Demócrata tienen que enfrentarse a algunas preguntas difíciles en relación con
su política de aborto profundamente errada.
¿Quisieran pedir disculpas los demócratas y los grupos pro derecho a
decidir aliados de los demócratas por su papel en ayudar a producir el horror
el que las mujeres y niñas estadounidenses están experimentando en una “era
post-Roe” a la que los demócratas y el establecimiento “pro derecho a decir”
se rindieron de antemano por cálculo político y financiero?
Si están tan fuertemente comprometidos con el derecho al aborto, ¿por qué
los demócratas y el establecimiento “pro derecho a decir” no están exigiendo
estridentemente que Biden declare que la guerra contra el derecho al aborto es
una emergencia de salud pública (tal como lo hizo con la viruela del mono)
y, sobre todo, que la Casa Blanca tome
medidas para proporcionar abortos por ley a nivel nacional en tierras federales
y bases militares? (Éstas fueron las demandas de RU4AR expresadas
ante la Corte Suprema inmediatamente después de la decisión sobre Dobbs). ¿Por qué no llaman a que Biden y
su partido actúan agresivamente para ampliar el tamaño de la absurdamente
poderosa Corte Suprema, que se encuentra absurdamente más a la derecha de la
población de Estados Unidos en relación al aborto y numerosas otras cuestiones críticas?
¿Las ONG pro aborto realmente creen que pueden satisfacer las necesidades
de las mujeres y niñas —especialmente las mujeres pobres desproporcionadamente
no blancas— que buscan [abortos] en los estados con prohibiciones del aborto, y
hacerlo sin peligrar fuertemente los servicios de aborto para las mujeres en
los estados “seguros”? (Tal es una promesa que muy probablemente no puedan cumplir).
¿Tienen los demócratas y los líderes de las ONG pro derecho a decidir
alguna comprensión histórica de la manera en que se ganó el ahora extinto
derecho constitucional al aborto en Estados Unidos — y de la manera en que se
ha ganado dicho derecho más recientemente en los países latinoamericanos? La respuesta:
por medio de un dedicado movimiento social feminista de masas que causó el
trastorno de las actividades como de costumbre, y no por medio de maquinaciones
electorales y llamamientos a los candidatos.
¿Los demócratas pro derecho a decidir realmente esperan que la gente no
entienda que las elecciones de mitad de mandato no son referendos políticos
sobre un solo tema, como el que tuvo lugar en Kansas (véase mi postdata), sino
más bien concursos partidistas centrados en los candidatos y vinculados a una
multiplicidad de temas, en la medida en que se trate de temas?
¿Han examinado de cerca el voto de Kansas? Es menos alentador de lo que los
demócratas saben o reconocen. Muchos votantes y no votantes estaban
comprensiblemente confundidos sobre el lenguaje y el significado del referéndum
con su lenguaje rebuscado. El voto atrajo tanto sentimientos libertarios contra
el control estatal como el compromiso positivo con un derecho de las mujeres
apoyado por el gobierno a controlar su vida reproductiva. Y la votación estaba
vinculada a unas elecciones preliminares, con una participación mucho menor que
la que se produce en las elecciones generales.
¿Qué evidencia seria tienen los demócratas de que aprovecharán la reacción
en torno al derecho al aborto para ganar este otoño, más allá del triunfo en
Kansas y de la estrecha victoria de Patrick Ryan en una carrera especial
idiosincrásica celebrada en un estado dirigido por el Partido Demócrata (y con
distritos a favor de los demócratas)? Aunque los sentimientos por el derecho al
aborto probablemente han puesto algo de viento en las velas de los demócratas
este verano, las probabilidades siguen siendo que el patrón habitual —que el
partido en el poder en la Casa Blanca caiga derrotado a mitad de mandato—
prevalecerá en un entorno político configurado por la baja popularidad del
notablemente poco carismático Biden, la ansiedad económica generalizada, una
enorme mayoría que dice que la nación va “por el mal camino” y la supresión
generalizada de votantes y la intimidación a los trabajadores electorales que
practican los republi-fascistas en todo el país. Una encuesta reciente de la
NBC reveló que sólo el 8% de los votantes en Estados Unidos consideran que el
derecho al aborto es el tema principal que determinará su voto en noviembre próximo.
¿Por qué los demócratas y sus aliados pro derecho a decidir insisten en
canalizarlo todo hacia la votación (tal como lo hizo Joe Biden en su gran
discurso sobre la “amenaza a la democracia” el jueves pasado) en un sistema
electoral y político que está inclinado muy a la derecha de la población en
Estados Unidos por instituciones y prácticas arcaicas de gobierno de minorías que
inflan el poder de los republi-fascistas odia-mujer, lo que incluye el Colegio
Electoral, la naturaleza absurdamente mal repartida, no representativa y
poderosa del Senado de Estados Unidos, el filibusterismo del Senado, la absurda
Corte Suprema con nueve magistrados, la revisión judicial y los derechos de los estados.
¿Y por qué alguien debería pensar que los demócratas de alguna manera vayan
a arreglar las cosas para las mujeres y las niñas y restablecer el derecho al
aborto cuando nunca han actuado para “consagrar Roe como ley nacional” a pesar de
las numerosas oportunidades de hacerlo durante el último medio siglo?
¿Qué ocurrirá realmente con el derecho al aborto si los demócratas son
capaces de superar las probabilidades históricas y conservar el Senado e
incluso la Cámara de Representantes el otoño venidero? Un proyecto de ley
nacional para codificar el derecho de las mujeres al aborto en la legislación
federal requeriría el apoyo de dos tercios en el Senado, a menos y hasta que
los demócratas acepten cancelar la reaccionaria regla del filibusterismo del
Senado, algo que los demócratas han mostrado poca disposición a hacer. Un
proyecto de ley federal sobre el derecho al aborto a nivel nacional estaría
sujeto a revisión judicial y, en algún momento, sería conocido por la actual
Corte Suprema fascista cristiana archi-patriarcal, cuya mayoría revanchista
quiere hacer retroceder el reloj sobre una amplia gama de derechos humanos y
civiles más allá del aborto. El actual hombre de confianza de los demócratas en
el Senado para la legislación nacional sobre el derecho al aborto es el
católico pro-vida Tim Kaine (demócrata por Maryland), un fanático centrista del
apaciguamiento bipartidista que no inspira esperanza para un fuerte proyecto de
ley sobre el derecho al aborto.
¿Cuánto saben del nuevo consentido “pro derecho a decidir” de su partido,
Patrick Ryan (demócrata por Nueva York), un orgulloso imperialista con un largo
historial de colaboración con el estado policial estadounidense para espiar a
sindicalistas y activistas de La Vida de los Negros Importa? Los sentimientos
“pro derecho a decidir” de Ryan no se extienden a la oportunidad para los
estadounidenses de elegir luchar eficazmente contra la opresión racial, la
tiranía patronal y el imperialismo militar.
Por favor, vea mi último ensayo en Substack: “They Probably Won’t Get Trump: Seven Reasons” [Probablemente
no van a fichar a Trump: Siete razones]
POSTDATA: Algunas necedades radicales falsas en Chicago
Para tener una idea de las idioteces en marcha en el movimiento “pro
derecho a decidir” liberal radical falso, veamos el siguiente anuncio de
Facebook de un venidero evento de “Chicago for Abortion Rights” (CFAR; Chicago
por el Derecho al Aborto):
“La gran victoria del derecho al aborto en Kansas demuestra que si nos
movilizamos, ¡ganamos! Las victorias electorales en Kansas y en las recientes
elecciones especiales muestran el amplio apoyo popular para que las personas
controlen sus propios cuerpos y decisiones reproductivas. Millones de personas
están exigiendo la libertad de afirmar nuestra autonomía y formar nuestras
familias libres de discriminación, criminalización y barreras... Aquí en
Chicago, un amplio grupo de organizaciones se está organizando en solidaridad
con un Día Nacional de Acción para defender —y ampliar— nuestro acceso al
aborto seguro y legal y otros derechos reproductivos. Soñamos con un futuro con
protecciones más allá de Roe, en el que todos —sin importar quiénes son, de dónde provienen o cuánto dinero
ganan— puedan acceder a una atención sanitaria gratuita y afirmativa dentro de
las comunidades con recursos y apoyo.... Décadas de erosión del acceso a la
atención sanitaria básica, como la atención para abortos y la anulación
de Roe contra Wade demuestran que no podemos depender únicamente de los políticos y de las urnas para
conservar y ampliar nuestros derechos. También debemos estar en las calles para
asegurarnos de que los políticos y los tribunales atiendan nuestras demandas, y
para forjar poder en nuestras comunidades. Debemos emprender acciones directas
para apoyar a las personas que acuden a Illinois a ejercer sus derechos
reproductivos y apoyar sus esfuerzos por restablecer esos derechos en sus
estados de origen... Debemos reconocer que el ataque al derecho al aborto es
parte de un ataque más amplio a todos nuestros derechos: los derechos
sindicales, los derechos de las personas LGBTQ, la justicia racial y los
derechos de la gente trabajadora a hacer más que luchar por las migajas y
servicios sociales de baja calidad en la nación más rica del mundo”.
“¡ACOMPÁÑENOS EL 8 DE OCTUBRE!"
Se está formando una lista de copatrocinadores.
Los copatrocinadores actuales son
AIDS Foundation Chicago
Chicago Abortion Fund
Chicago for Abortion Rights
Chicago National Organization for Women [Organización Nacional para las
Mujeres-Chicago]
Equality Illinois
Gay Liberation Network
Illinois National Organization for Women [Organización Nacional para las
Mujeres-Illinois]
Indivisible Illinois”
Hay cinco cosas destacables en este posteo sobre el evento. En primer
lugar, nótese que no utiliza las palabras “mujer” o “mujeres” (excepto al
enumerar los nombres de las filiales de NOW [Organización Nacional para las
Mujeres] en Chicago e Illinois). Esto refleja la aceptación por parte de su
autor de la idiota e híper-woke (híper-concienciada)
noción “repro” de que mencionar la identidad femenina del principal blanco del
movimiento antiaborto militantemente sexista por excelencia —las mujeres— es de
alguna manera excluyente hacia las personas gay y transgéneras. El posteo tal
vez diga “justicia racial” y “los derechos de la gente trabajadora” pero no
puede decir “mujer”, “mujeres”, “niñas”, “sexismo”, “femenino(s)”, “feminismo”
o “patriarcado”.
En segundo lugar, aunque contiene una advertencia posiblemente saludable
contra el exceso de confianza en la política electoral y en los políticos,
comienza citando las “victorias electorales del Partido Demócrata en Kansas y
en las recientes elecciones especiales” como supuesta prueba de que “¡si nos
movilizamos, ganamos!” Esto alinea a la CFAR con la dudosa estrategia de la
“Ola Azul”. Su llamamiento a “estar en las calles” se da como un “también” al
lado de la obsesión electoral abiertamente abrazada. Para los partidarios de la
Marea Verde como el que escribe, el objetivo principal es, ante todo,
movilizarse para estar en las calles desde abajo y más allá de los espectáculos
electorales salvajemente escalonados en el tiempo que se celebran en un
despiadado sistema electoral y de partidos de derecha que ha funcionado durante
mucho tiempo como un cementerio letal de movimientos sociales.
En tercer lugar, el posteo se centra por completo en el ámbito local y
estatal. Exagera de manera repugnante y arrogante la capacidad de los
proveedores de servicios de Illinois para rescatar a las mujeres y niñas que
buscan abortos (sin mencionar su género) provenientes de otros estados. Caen en
las manos del atroz juego de los republi-fascistas de dividir para conquistar a
fin de devolver la política del aborto “a los estados”. Y hace totalmente caso omiso de la demanda apropiada y
urgente de RU4AR para el aborto legal en todo el país en este momento — una
demanda que hay que dirigir a la administración demócrata de Joe Biden.
En cuarto lugar, el posteo de la CFAR refuerza su sesgo disfuncional hacia
la Ola Azul al anunciar los apoyos de grupos abiertamente afiliados al Partido
Demócrata como Chicago NOW, Illinois NOW y la organización descaradamente
corporativa e imperialista Indivisible, cuya existencia es para echar por
tierra cualquier crítica de principios y apropiada a los demócratas
neoliberales del establecimiento al estilo de Clinton-Obama-Biden.
En quinto lugar, el posteo incluye entre sus firmantes al Chicago Abortion
Fund (CAF), uno de los 23 grupos que firmaron una tóxica carta de odio
neo-macartista que vilmente calumniaba, descalificaba y acusaba de rojillo a
RU4AR, el ejemplar grupo nacional que ha liderado la lucha contra la decisión
sobre Dobbs de costa a costa antes y después del fallo.
El CAF, que llamó a disolver el supuesto “grupo de fachada comunista” RU4AR, hace poco ha enviado un correo
electrónico para recaudar fondos que contiene esta preciosa frase “¿Puedes
hacer hoy una donación de 25, 50 o 100 dólares para seguir haciendo realidad el acceso al aborto para
todas las personas en el Medio Oeste y más allá, independientemente de las
prohibiciones y restricciones intolerables por parte de los legisladores
antiaborto y antifamilia?” Seguramente el CAF sabe muy bien que el acceso al
aborto NO es “una realidad para todas las personas en el Medio Oeste y más
allá” —especialmente para las “personas” pobres desproporcionadamente no
blancas— y que las palabras “seguir” e “independientemente de” (¿?) minimizan
muchísimo el asalto. Y seguro que el CAF no piensa en serio que los proveedores
de servicios de Chicago e Illinois van a satisfacer las necesidades de las
solicitantes de aborto provenientes de los vecinos estados antiaborto en la
región como Misuri, Indiana, Wisconsin, Kentucky e Iowa (sin mencionar todos
los despiadados estados odia-mujeres “más allá”). Y fíjense en el ridículo
uso woketariano (concienciado)
que hace el CAF de la palabra “personas”, como si su ampliada clientela no
fuera super-desproporcionadamente —como en un 99%— femenina, es decir, mujeres y niñas.
El último libro de Paul Street es This Happened Here: Amerikaners, Neoliberals, and the
Trumping of America (Londres: Routledge, 2022).
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