Sentenciado por dejar agua en el desierto
Por dejar botellas de agua en el desierto de Arizona para ayudar a los miles
de migrantes que cruzan la frontera, el activista Walt Staton recibió el martes
un año de libertad condicional, una multa de a 25 dólares y 300 horas de
servicio recogiendo basura en las tierras estatales alrededor Tucson, Arizona.
Además, se le prohibió la entrada a la reserva Buenos Aires, donde que cometió
la violación de la ley.
Oficialmente, su crimen es "tirar basura a sabiendas". Aunque los abogados
federales pedían a la jueza Jennifer Guerin una multa de 5,000 para Staton, la
magistrada decidió dar una sentencia más flexible. Sin embargo, Staton y su
abogado siguen creyendo que su acto no fue un delito, y que su sentencia es
demasiada dura. Llevarán su caso a la Corte de Apelaciones para el Noveno
Circuito.
"El asunto nunca era basura, ni botellas", Staton dijo. "La filosofía de la
frontera es la disuasión a través del sufrimiento, y la presencia de grupos
humanitarios interrumpe todo eso".
Staton, un miembro del grupo No Más Muertes y un estudiante de teología en
Claremont, es el segundo activista que fue citado por dejar agua para migrantes,
pero el primero en recibir una sentencia. Dan Millis, otro miembro de No Más
Muertes, fue multado en febrero de 2008, pero el juez suspendió su sentencia
indefinidamente. El 9 de julio, 13 voluntarios más recibieron multas, y si no
las pagan, irán a su juicio el 2 de septiembre.
La situación llamó la atención del Secretario del Interior, Ken Salazar,
quien invitó a los grupos No Más Muertes y los Samaritanos a reunión en
Washington.
Gene Lefebvre, pastor presbiteriano retirado y voluntario con No Más Muertes,
asistió a la reunión. Dijo que Salazar les aseguró que está muy preocupado por
lo que está pasando con los migrantes en el desierto, y que tiene una historia
larga de lucha por la reforma migratoria, pero también afirmó todo el mundo
tiene que cumplir con la ley. Lefebvre piensa que los agentes van a seguir
multando a los voluntarios por las botellas de agua, hasta llegar a una solución
mutua.
Más que nada, el grupo trató de subrayar la urgencia de encontrar una pronta
solución. "Tenemos que mantener este sentido de urgencia, porque estamos
viviendo una emergencia", dijo Millis. Una mujer migrante se murió en el desieto
el 7 de julio, y en las últimas semanas se han encontrado muchos más en los
alrededores. La semana pasada No Más Muertes presentó una propuesta: por dejar
de poner botellas de agua, recogerán el doble de la cantidad de basura. Staton
contó que su batalla legal de ocho meses lo ha dejado rendido, pero no se
arrepiente de su decisión.
"Hubiera podido pagar la multa de 175 dólares, pero como persona de fe y
consciencia tenía que ponerme en pie para luchar, porque la gente sigue muriendo
en el desierto".
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