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EEUU: Denuncia de los abogados de los presos

Los recortes también llegan a la cárcel de Guantánamo


Los pies de un detenido en Guantánamos mientras asiste a una clase llamada 'Habilidades para la vida'. REUTERS

Hace meses que las autoridades no están entregando ropa o zapatillas nuevas y han bajado la calidad de los productos

El portavoz de la cárcel ha asegurado que las autoridades siguen cumpliendo las reglas y cubren todas sus necesidades

RUI FERREIRA
Miami
@ruiefe
09 de octubre de 2015

Los presos de la guerra contra el terrorismo confinados en la Base Naval de Guantánamo han visto días mejores. No cuando combatían en las montañas de Afganistán o Irak sino en el interior de la misma cárcel.

Nunca recibieron un tratamiento de alfombra roja. De hecho, los primeros que llegaron allí en febrero del 2002 vivieron meses a la intemperie en una especie de jaulas para animales. Pero las condiciones de vida fueron mejorando con los años. Los encerraron en celdas individuales con aire acondicionado, comenzaron a recibir artículos de higiene personal, los famosos monos color naranja fueron sustituidos por ropas más adecuadas, las toallas y la ropa de cama eran lavadas regularmente, y las sandalias de goma que los primeros recibieron fueron cambiadas por zapatillas deportivas o zapatos ligeros.

Pero esos tiempos, al parecer, han pasado, de acuerdo a una información del diario 'The Miami Herald', ya que en los últimos tiempos los abogados han podido detectar que muchos de los presos se han presentado ante ellos con zapatillas rotas, por donde se asoman medias agujereadas, y ropa deslucida a todas luces muy usada y con rasgones.

Según los abogados, no es que haya habido una revuelta o riña entre los 114 detenidos, sino que hace meses que las autoridades militares no están entregando ropa o zapatillas nuevas y han bajado la calidad de los productos de higiene personal cuya distribución es cada día más espaciada.

Hace dos semanas, cuando el abogado Ramzi Kassem se reunió con su defendidos, el saudí Shaker Aamer, se percató que las zapatillas estaban remendadas con cinta plástica. Otro letrado, George Clarke, ha desvelado que se ha gastado 300 dólares de su bolsillo para comprar zapatos, sandalias plásticas, camisetas y toallas a dos presos. "No les están sustituyendo las cosas. Me han dicho que les entregan cosas de mala calidad o sencillamente no les están entregando nada", explica.

Los abogados sospechan de que las autoridades militares pueden estar enfrentándose un problema presupuestario o creen que esos gastos deben ser asumidos por el sector privado porque, al contrario de una practica de años, desde hace unos meses están aceptando sin grandes problemas donaciones de ropa y zapatos o productos de higiene para los presos.

Las autoridades niegan que haya cambios

Sin embargo, en una escueta declaración, el portavoz de la cárcel ha asegurado que las autoridades militares siguen cumpliendo las reglas, cubren todas las necesidades de los detenidos y que no ha habido un cambio en la política de aceptación de donaciones.

"El abastecimientos de los detenidos no ha cambiado. Toda información en contrario no tiene fundamento. (Las autoridades militares) están comprometidas en mantener la seguridad de los detenidos, un ambiente humano y seguro. Nuestra responsabilidad principal es el bienestar físico y mental de los detenidos y su seguridad es de importancia vital para nuestra misión. Las donaciones no son nuevas y los términos de su recepción no han cambiado", ha dicho en un correo electrónico el portavoz, el capitán de la Armada, Christopher Scholl.

Aún así, el diario ha contactado con 12 abogados por separado quienes garantizan que la calidad de vida de los presos se ha deteriorado. "Vamos a entendernos. No me estoy quejando de nada. A mi no me importa comprar zapatos a mis clientes para mejorar sus condiciones. Pero esto es un problema de este país. Me parece ofensivo que al cabo de mantenerlos presos durante 14 años, sin ninguna o pocas razones, no sean capaces de entregarles zapatos", ha dicho la abogada, Patricia Bonte, quien tenido que comprar zapatos, medias, dentífrico y cepillos de dientes a dos de sus defendidos.

Problemas logísticos

Sin embargo, estos recortes o deterioro de condiciones de vida, no parecen limitarse apenas a la ropa o higiene personal. El pasado Ramadán, los presos tuvieron un indicio claro de que la cosa es más amplia cuando descubrieron que la comida no incluía ningún plato de cordero, como habían recibido en años anteriores. Las autoridades militares dicen que el lapsus se debe a 'problemas de logística', pero lo cierto es que desde hace tiempo tampoco les entregan libros, vídeos o juegos electrónicos, pequeñas recompensas o estímulos por buen comportamiento. Estos artículos dependen ahora completamente de los abogados o la Cruz Roja.

La cárcel de Guantánamo ha costado a los contribuyentes más de 5.000 millones de dólares desde que fue abierta el año 2002, tiene una población penal de 114 detenidos y cerca de 2.000 personas, entre militares y civiles, para resguardarlos. Según el abogado Kassem, losdetenidos no saben que pensar sobre el deterioro ya que cuando "escuchan cuánto cuesta (al erario) cada uno de ellos, se preguntan ¿a dónde va a parar todo ese dinero?".

Según la revista 'New Republic', el Gobierno de Estados Unidos se gasta 2,8 millones de dólares anuales en mantener encerrado a cada detenido.

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2015/10/09/ 5617eb3c46163f75108b45a1.html


 

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