Memorias de Bush: Confesión de un
crimen.
Viernes 12 de noviembre de 2010 Bill Quigley
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 21 de noviembre de
2010
En sus memorias (que
algunos han colocado ya en la sección de crímenes de las librerías), George
W. Bush admite que autorizó que los detenidos fuesen torturados con la técnica
del “submarino”, un crimen según la ley estadounidense y la ley
internacional.
La confesión del crimen por parte de Bush coincide con los informes de que
nadie se va a enfrentar a los cargos criminales del Departamento de Justicia de
los EE.UU. por la destrucción de 92 cintas de vídeo de la CIA que contenían
interrogatorios en los que se usaba el “submarino”.
¿Dónde está la responsabilidad por estos crímenes?
Bush y otros criminales serán llevados ante la justicia si el Centro por los
Derechos Constitucionales (CCR) y el Centro Europeo por los Derechos
Constitucionales y Humanos (ECCHR) encuentran el camino.
El CCR y el ECCHR intervinieron conjuntamente en una investigación criminal
en España examinando el papel de los antiguos funcionarios civiles y militares
de la administración Bush en la comisión de violaciones de las leyes
internacionales, incluyendo la tortura. La investigación está en marcha e
incluye crímenes que Bush admite haber autorizado.
El CCR y el ECCHR dejaron claro que están dispuestos a perseguir la
responsabilidad criminal, y la confesión de Bush ayuda. En una declaración
adjunta dijeron:
“Tal y como el Fiscal General Eric Holder afirmó durante sus audiencias de
confirmación, el “submarino” es tortura. Llamar a esos actos por su nombre,
tortura, no es el resultado de diferentes “opiniones” legales, como dice Bush.
Es un asunto legal. Harold Koh, asesor legal del Departamento de Estado,
confirmó en Ginebra la semana pasada, en su declaración durante la Revisión
Periódica Universal de los EE.UU., que “la administración Obama define
legalmente al “submarino” como tortura” y que no se trata de “una opción
política”.
“No hay circunstancias o excusas en la ley nacional o internacional,
incluyendo la seguridad nacional, que permitan el uso de la tortura. Además
existe la obligación de investigar y perseguir la tortura.”
“La decisión de Bush de autorizar la tortura y otros actos ilegales contra
detenidos bajo custodia estadounidense llevó a usar la tortura en Guantánamo,
Irak, Afganistán y en cárceles secretas, que fue llevada a cabo por el ejército
estadounidense y por contratistas, algunos aliados y las fuerzas nacionales en
Irak y Afganistán. Su decisión desembocó en Abu Ghraib.
“Los debates sobre si el “submarino” permite o no a la inteligencia hacer el
país más seguro, no son cuestiones importantes en este caso. La única pregunta
válida es ¿podemos torturar? La respuesta es no.
Sin una responsabilización es imposible asegurarse de que este tipo de
acciones no volverán a ser autorizadas por ningún presidente ni ningún oficial
estadounidense. La inmunidad no protege a Bush de ser perseguido por actos que
violan leyes federales e internacionales. El precedente de Pinochet demuestra
que la ley ataca de vez en cuando a los antiguos presidentes, incluso a aquellos
que se regodean de su impunidad.
“Bush afirma que la responsabilidad sería un precedente terrible para nuestra
democracia.”
“Nosotros respondemos que no hacerlo significa fallar a nuestra democracia,
una vez más. Por eso pedimos urgentemente a la administración Obama y al
Departamento de Justicia que actúen reconociendo que el “submarino” es
legalmente una tortura, para investigar y perseguir actos de tortura y otras
serias violaciones llevadas a cabo por funcionarios de la antigua
administración, incluyendo a George W. Bush.
“Pero no vamos a esperar mucho más a que la administración Obama actúe,
continuaremos buscando la justicia y la responsabilidad bajo el principio de la
jurisdicción universal y como consejo en la investigación actual en España.”
¡Vende tus libros, George W., necesitarás el dinero para las costas
legales!
Para mayor información sobre el trabajo del CCR para lograr la
responsabilidad, visita: http://www.ccrjustice.org/ourcases/current-cases/spanish-investigation-us-torture
[2].
Bill Quigley, director del Centro para los Derechos Constitucionales y
profesor de derecho en la Universidad Loyola de Nueva Orleans. Es un
superviviente del Katrina y ha estado activo en la lucha por los derechos
humanos en Haiti durante muchso años con el Instituto para la Justicia y la
Democracia en Haití. Quigley77@gmail.com
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