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21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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¿Qué nos dice la disculpa a Omar Khadr acerca de la impunidad de Estados Unidos?

Aliya Hana Hussain
Del Center for Constitutional Rights
21 de julio de 2017

Omar Khadr nunda debió haber sido llevado a Guantánamo. A los quince años, cuando fue capturado, solo era un niño y su detención de una década, perseguido por supuestos crímenes de guerra y su tortura, por parte del gobierno de los Estados Unidos, fue ilegal. Aun así, quince años después, es Canadá y no Estados Unidos, quien se hace responsable de su parte en el abuso, cuando Khadr, ciudadano canadiense, fue llevado a Guantánamo, oficiales federales canadienses lo interrogaron. El gobierno de Canadá recientemente ofreció una disculpa formal a Khadr pagándole 10.5 millones de dólares canadienses en daños, después de que se llegara a un acuerdo, por la tortura sufrida cuando estuvo detenido. En 2010, la Suprema Corte de Canadá determinó que las acciones de los oficiales federales canadienses que interrogaron a Khadr violaron la ley canadiense de trato de niños soldado y fueron cómplices de su tortura.

Ninguna disculpa o cantidad de dinero puede regresar el tiempo o eliminar las cicatrices físicas y psicológicas de su experiencia, pero son escalones vitales hacia la justicia. Como cientos de hombres que han sido liberados de prisión desde el 2002, Khadr está tratando de seguir su vida después de Guantánamo. “En este momento estoy enfocado en mi futuro”, dijo en una entrevista reciente, añadiendo que espera que este sea un tiempo de reconciliación, recuento y sanación”.

La indemnización para víctimas de tortura es un derecho universal consagrado en la Convención de las Naciones Unidas contra la tortura – hecho que no es tomado en cuenta por ambos críticos de la ampliamente publicitada disculpa de Canadá y del gobierno de Estados Unidos. El presidente Obama, que luchó por el cierre de Guantánamo y públicamente aceptó que “torturamos algunos tipos”, fracasó en el mismo aliento en decir lo que hubiera sido más importante: que sentía mucho haber torturado algunos tipos. Substancialmente, fracasó para usar su poder abriendo alguna investigación creíble para encontrar responsables a los oficiales de la era Bush culpables del programa de tortura en cuestión. Por más de quince años, más de 700 hombres han sido liberados de Guantánamo y hasta el día de hoy ninguno ha recibido compensaciones o disculpas de parte de Estados Unidos.

La disculpa por parte de Canadá a Khadr es parte de una historia de complicada de este país con la tortura post 11/9. Canadá condujo una extensiva comisión pública de investigación de oficiales nacionales en la “rendición extraordinaria” en el 2002 del cliente de CCR Maher Arar a Siria, en donde fue torturado y detenido en condiciones brutales por un año. En el 2007, el ex Primer Ministro Stephen Harper, parte del partido conservador, formalmente se disculpó con Arar, sirio-canadiense, otorgándole $10 millones para calmar sus reclamos. En el 2011, cuando el presidente George W. Bush visitó Canadá, CCR y el CCJI (Centro Canadiense Para la Justicia Internacional) presentaron una detallada acusación contra él con el abogado general por parte de cuatro hombres que fueron detenidos y torturados por Estados Unidos. Bajo el principio de la jurisdicción universal, las partes que forman pate de la Convention Against Torture (convención en contra de la tortura) están obligadas a investigar y procesar a los responsables de la tortura presentes en el territorio, incluso si se cometió en otro país. Canadá fracasó en hacerlo, Bush se fue sin ningún problema y la CCR y CCIJ presentaron una denuncia con razones de procedimiento.

Mientras el gobierno canadiense hace este gesto crucial hacia Khadr, la falta de responsabilidad y compensación por parte del gobierno estadounidense a través de ahora ya tres administraciones se observa contrastante. Desde el 11/9, CCR ha tratado en varias ocasiones de demandar a los oficiales responsables por la tortura y abuso de detenidos, pero el Congreso y las cortes han bloqueado sus esfuerzos para procesarlos. Las víctimas a quienes se les ha negado ayuda por parte de Estados Unidos, han tenido que buscarla en otros lados, en otros países y en cortes internacionales, y con instituciones de derechos humanos como las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Ahora que Donald Trump es presidente, nos quedamos en duda acerca de si algo parecido a justicia se verá para los sobrevivientes de tortura. Trump dijo que la tortura “funciona absolutamente” y en su campaña prometió llenar Guantánamo con “algunos malos tipos”. Borradores de órdenes ejecutivas fueron filtrados a principios del año, en donde se contemplaban los regresos de los sitios negros de la CIA, la tortura y el empeoramiento de las condiciones en Guantánamo, que actualmente alberga a cuarenta y un hombres. A principios de este mes, el procurador general Jeff Sessions y su adjunto Rod Rosenstein, viajaron a Guantánamo mostrando ninguna intención de que Trump pretenda terminar quince años de detención indefinida y sin ley.

La historia reciente ha demostrado que ninguna rama del gobierno de Estados Unidos apoya de manera significante encontrar responsables cuando los que han sufrido son musulmanes, pero eso no significa que nos detendremos. Responsabilidad significa tanto como encontrar la justicia para los sobrevivientes y como estar seguros de que estos crímenes nunca se repitan. Continuaremos luchando por la justicia en los juzgados y apoyando el movimiento global para resistirnos a la normalización de la tortura en nombre de la “seguridad nacional” mientras la administración de Trump acelera las maquinaciones de la máquina de guerra. Las vidas de muchos como Omar Khadr cuentan con ello y también merecen su día en corte y la oportunidad de seguir adelante.


 

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