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21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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(Nuevo)
03-15-11

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0dio a muerte

Luis Ramírez se mudo a Shenandoah, Pa., desde su natal México para buscar trabajo, pero encontró mucho más que eso. Primero halló el amor. Conoció a una joven del pueblo con quien tuvo dos hermosos niños. Pero luego se cruzo por el camino del odio.

Fue el odio hacia los que no son de su clase lo que supuestamente condujo a cuatro atletas de la escuela superior a atacar brutalmente a Luis mientras caminaba por una calle con una joven blanca el 12 de julio del 2008. Ellos le gritaron insultos raciales mientras lo golpearon, lo tumbaron al suelo y le propinaron patadas a la cabeza. Dos días después, Luis murió a consecuencia de las heridas.

El caso atrajo atención nacional por considerar que estaba cometiendo una injusticia. Los jóvenes atacantes no fueron detenidos hasta casi dos semanas después de la paliza. A uno le presentaron cargos como menor de edad, otro llego a un acuerdo con el gobierno declarándose culpable de cargos federales de violar los derechos civiles de Ramírez y los otros dos fueron a juicio ante un jurado donde todos los miembros eran blancos.

Ninguno de los jóvenes fue condenado por asesinato. El jurado en el caso de los dos enjuiciados, los absolvió de todos los cargos menos los de asalto simple y alcohol y la semana pasada fueron sentenciados a tan sólo seis meses y unos pocos días en la cárcel.

Mientras muchos residentes en Shenandoah celebraron el juicio y la sentencia, la familia de Ramírez y líderes hispanos a través del país están indignados. Para John Amaya, abogado de MALDEF, el Fondo México-Americano para la Educación y la Defensa Legal, quien estuvo presente en el juicio, este fue claramente un crimen de odio. "Este caso envía el mensaje a la comunidad latina de que si usted es hispano en este país y es asesinado en un ataque brutal, no existe justicia para usted ni para su familia," dice Amaya. "Esto significa no sólo que la vida de un inmigrante no vale nada, sino que un latino no vale nada"

MALDEF ha unido fuerzas con otros grupos de derechos civiles como la Liga Anti Difamación y el Centro Legal de la Pobreza del Sur para pedir al Departamento de Justicia que presente cargos federales de crimen de odio contra los acusados. MALDEF tiene más de 50,000 peticiones firmadas de apoyo a la petición. También presionan en el Congreso para que se apruebe la Ley Local de Prevención de Crímenes de Odio que autorizaría al Departamento de Justicia para ayudar a las autoridades locales a investigar e iniciar procesos por crímenes motivados por odio.

Según un informe del FBI, en los casi 20 años desde que fue aprobada la Ley de Estadísticas de Crímenes de Odio, se han documentado un promedio de 7,500 anualmente, casi uno cada hora de cada día. Pero aunque según el FBI ha habido un aumento del 40% en crímenes de odio hacia latinos entre el 2003 y 2007, y los grupos de odio se han duplicado, este delito es muy difícil de procesar. Las leyes varían de un estado a otro y a nivel federal los crímenes de odio son tratados como violaciones de derechos civiles.

El problema es que tiene que demostrarse la intención de atacar a alguien por su raza, origen étnico, religión u orientación sexual. Un ejemplo de esto es el hombre que se describe a si mismo como supremacista blanco y que mató a un guardia negro en el Museo del Holocausto en Washington. Mientras él será acusado de asesinato, los fiscales tratan de resolver cómo demostrar que fue un crimen de odio, que lo mató porque era negro y trabajaba en un museo donde en honor a los judíos muertos en el holocausto, y no porque estaba coincidencialmente en su línea de tiro.

El caso de Luis Ramírez podría tener efectos devastadores, aparte de la injusticia para su familia. Las expresiones de racismo son preocupantes. Algunos ciudadanos del pueblo de Shenandoah dijeron que si él no hubiera estado ilegalmente en el país, no habría sido asesinado. Además el caso aumenta el temor que víctimas o testigos de crímenes de odio en todo el país se abstengan de denunciarlos pensando que no serán presentados ante la justicia. Es responsabilidad de nuestro gobierno federal tomar acción rápida y definida para ayudar a disipar ese temor, porque desafortunadamente el odio puede llevar a matar.

María Elena Salinas es conductora del Noticiero Univision. www.mariaesalinas.com


 

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