1 de abril de 2018: Lea, comparta y apunte su nombre en este nuevo Llamamiento a la Acción
que diagnostica la amenaza existencial a la humanidad que plantea el Régimen de
Trump y Pence y la única manera de detenerlo:
¡Esta pesadilla
tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!
Refusefascism.org | 1º
de abril de 2018
Horrorizados e indignados por el escandaloso
daño que el régimen Trump y Pence ya ha hecho a las vidas en Estados Unidos y
por todo el mundo y en reconocimiento de que ellos están a punto de hacer cosas
mucho peores, incluso amenazar con una guerra nuclear, RESOLVEMOS que no
detendrá esta pesadilla nada menos que sacar del poder a este régimen ilegítimo
en su conjunto.
Hay una manera de hacerlo. Y, hay maneras que no lo harán.
Con una implacable aluvión de atrocidades y desvaríos en Twitter a diario, el régimen de Trump y Pence está
rehaciendo radicalmente la sociedad; paso a paso imponiendo a porrazos un vil
fascismo estadounidense. Ni insulto ni exageración, eso es lo que están
haciendo.
Debemos hacer frente a las ilusiones y engaños propios que están causando que un número tan exagerado de
personas piense y actúe como si lo que enfrentamos fuera simplemente el peor
columpio del péndulo entre los republicanos y los demócratas.
Si pensamos que los procesos normales de las elecciones de 2018 ó 2020, o la investigación de Mueller, en
sí, remediarán la situación que enfrenta la humanidad, pues no estamos
comprendiendo la determinación de estos fascistas en el poder de eviscerar
estas normas, aunque llevan más de un año haciéndolo.
Si creemos que el mayor activismo del último año, en sí o junto con las elecciones, detendrá a este
régimen, estamos perdiendo de vista qué tanto daño que este régimen ya ha
hecho, al absorber las protestas individuales a la vez que impulsa rápidamente
hacia adelante su agenda en múltiples frentes.
Si no estamos tan indignados y motivados para actuar hoy como lo estuvimos justo después de las elecciones,
pues vamos en camino a aceptar o ignorar un gran horror que se desenvuelve y
crece a diario. Si nos adaptamos a la injusticia de este régimen, no pregunte
cómo el pueblo alemán pudo haber aceptado al nazismo en los años 1930.
Un fascismo estadounidense
No debemos asegurarnos de que no podría ocurrir en Estados Unidos. Ya está en marcha. El “Hacer que Estados Unidos vuelva
a tener grandeza” de Trump es un programa fascista del siglo 21 del Destino
Manifiesto, del “Estados Unidos Ante Todo”, arropado en la bandera
estadounidense y una interpretación textual de la Biblia de Mike Pence, con un
programa de supremacía blanca, misoginia y xenofobia.
¡Este régimen rechaza la verdad y la evidencia objetiva, y no obstante tiene en sus manos el arsenal militar y
nuclear más poderoso de la historia y se está preparando y amenazando con
usarlo! Millones de inmigrantes viven en el terror, temerosos de que sus seres
queridos sean arrebatados. Las mujeres están a punto de perder el derecho al
aborto. Trump and Sessions han ordenado que la policía “se quite los guantes”,
brutalizando aún más a las personas de color. Los derechos LGBTQ ganados hace
poco están bajo asalto. El daño hecho al medio ambiente por este régimen en
solo 14 meses podría ser irreversible.
El fascismo gobierna mediante la represión y el terror organizado por el gobierno: eliminan las libertades
civiles, reescriben las leyes, penalizan el disentimiento, llenan los
tribunales con fascistas, y por último evisceran la separación de poderes y
entre la iglesia y el estado. Como parte de rehacer radicalmente la sociedad,
el régimen de Trump y Pence tiene que atacar fuertemente a los de arriba que se
les oponen. El fascismo también moviliza a turbas de golpeadores brutales. ¿No
hemos visto ya los comienzos de esto? ¿De los nazis que marcharon y mataron en
Charlottesville y una sarta de leyes que penalizan el disentimiento en todo
Estados Unidos?
El Régimen de Trump y Pence aún no han logrado implementar su programa total. Pero están avanzando. Tal vez
sólo requiera una sola crisis fuerte, internacional o nacional, para que este
régimen apriete el gatillo.
No normalicen… No se acomoden… No se concilien… No colaboren…
La gente por todo el mundo está contando con nosotros para DETENER esta locura. Las diferentes corrientes de
demagogos y movimientos fascistas en Estados Unidos ven en Trump y Pence su
“última oportunidad” de lograr su programa reaccionario. No prestarán atención
a los hechos o la razón; ya han cambiado y seguirán cambiando las reglas,
manipulando las elecciones y no se darán por vencidos.
La dirigencia del Partido Demócrata NO nos dirigirá para salir de esto. Se proponen mantener el orden
para toda su cosa. Para ellos, el orden es más importante que la justicia,
aunque eso signifique el orden del fascismo. Después de la elección de Trump,
el presidente Obama dijo de Trump: “Todos estamos en el mismo equipo… Ahora
todos estamos esperando que tenga éxito”. ¡NO! Si Trump tiene éxito, ¡será
catastrófico!
Pero SÍ existe otro camino. Al actuar juntos en protestas no violentas sostenidas
masivas en las calles que continúan día tras día, podemos crear el tipo de
situación política en la cual se cumple la exigencia de que el régimen de Trump
y Pence sea sacado del poder.
Imagine las decenas de miles de personas que comienzan en varias ciudades y pueblos, con marchas, vigilias con
velas y mítines —los estudiantes, las comunidades religiosas, los inmigrantes y
todas las personas con un corazón por la humanidad, en las calles y sin
retroceder— que crezcan de miles a cientos de miles y con el tiempo millones.
Nuestras acciones reflejan los valores de respeto por toda la humanidad y por
el mundo que queremos, en marcado contraste con el odio y la intolerancia del
régimen fascista de Trump y Pence. El mundo entero se animará.
Esto despertará a sacudidas a millones de personas, y muchos dejarán de adaptarse a la vida bajo este
régimen. La credibilidad internacional del régimen se verá socavada. Una lucha
decidida que no ceda ni se deje provocar puede crear una crisis política
fuerte. Los de arriba que ahora están bajo el ataque del régimen se verían
obligados a responder a nuestra lucha desde abajo, lo que llevaría a una
situación en la que este régimen ilegítimo sea sacado del poder.
Esto sería difícil, pero sí posible. Posible, porque millones de nosotros sentimos el horror de Trump y
Pence. Muchos hemos protestado justamente contra diferentes atropellos, pero
ahora debemos ponerse a la altura de otro nivel de resistencia decidida.
Debemos enfrentar la realidad de que se está haciendo añicos el mundo tal como lo hemos conocido. Esto requiere
que salgamos de nuestras zonas de seguridad y comodidad y no dejemos que nuestras
diferencias se interpongan en el camino de ponernos de pie juntos en una lucha
de masas implacable e inédita para hacerle frente al peligro de un Estados
Unidos fascista de Trump y Pence.
NOS COMPROMETEMOS a que no nos quedemos a un lado mientras aún haya una posibilidad
de detener a un régimen que pone en peligro a la humanidad y a la tierra misma.
Únase a nosotros. Pongámonos de pie con convicción y valor, superando el miedo
y la incertidumbre, para luchar con todo a nuestro alcance para que el régimen
de Trump y Pence se marche.
¡En nombre de la humanidad,
nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!
¡Esta pesadilla tiene que terminar: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
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