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OPINIÓN
La norma no puede ser bombardear hospitales y escuelas
Los centros de infraestructuras sanitarias han sido objeto de bombardeos en Yemen y Siria
Tan indignante resulta que los ataques fueran intencionados o fueran producto de errores
Vickie Hawkins
Médicos sin Fronteras
eldiario.es
22/01/2016
Las ruinas de un hospital destruido en Yemen MÉDICOS SIN FRONTERAS
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Solo en Yemen, tres hospitales y clínicas, donde médicos y enfermeras de Médicos Sin Fronteras (MSF) prestaban atención
sanitaria vital para una población atrapada en el aterrador conflicto que
sufre el país, han sido objeto de ataques en los últimos meses. Y esto no
sucede solo en la guerra que afecta al país más pobre de la Península Arábiga. Otras
infraestructuras médicas propias de MSF o apoyadas por la organización médica
humanitaria en zonas de conflicto han padecido bombardeos.
El más sangriento de todos tuvo lugar a principios de octubre, en Kunduz, Afganistán. 42 personas murieron cuando el Ejército
estadounidense destruyó un hospital de MSF de traumatología en pleno
funcionamiento. La versión norteamericana de los acontecimientos alega que el
ataque fue un error. Esta fue seguida de una disculpa del jefe de la maquinaria
militar supuestamente más sofisticada del planeta. Su explicación nos deja más
preguntas que respuestas y, meses después, seguimos esperando acceso a la
investigación completa del ejército estadounidense.
El 10 de enero otro hospital resultó golpeado. En esta ocasión sucedió en Razeh, en el norte de Yemen. Seis personas murieron y otras
siete resultaron heridas. Todavía no está claro quién fue el responsable, pero
la coalición liderada por Arabia Saudí, que cuenta con el apoyo del Ejército
británico, ha venido bombardeando hospitales a lo largo de Yemen en los últimos
10 meses.
El martes, el ministro británico de Exteriores,Philip Hammond, afirmó en la Cámara de los Comunes que no había habido violaciones "deliberadas" del
Derecho Internacional Humanitario por parte de Arabia Saudí en
Yemen. Hammond basaba esta afirmación en las informaciones que le habían
transmitido los militares británicos que ayudan a Arabia Saudí a identificar
objetivos en la guerra de Yemen.
No voy hacer ningún comentario sobre la eficacia del apoyo técnico militar de Reino Unido en el bombardeo de objetivos ni preguntar
por qué, con la prestación de este tipo de apoyo, hospitales, escuelas,
mercados y todo tipo de lugares donde los civiles se congregan están siendo
sistemáticamente bombardeados en Yemen. Pero voy a destacar dos razones por las
que encuentro estas afirmaciones ofensivas e irresponsables.
En primer lugar, de las declaraciones de Hammond se extrae que bombardear erróneamente un hospital es una consecuencia aceptable de
la guerra. Tras sufrir tres ataques en Yemen en los últimos meses, esta es una
postura que, sencillamente, no podemos aceptar. Si los ataques fueron
intencionados, merecen toda nuestra indignación. Si los tres ataques fueron
producto de errores, resultan intolerables.
En segundo lugar, existe el riesgo de que lo que ellos califican como "errores" en situaciones de guerra comiencen a
normalizarse, al igual que los llamados "daños colaterales" se han
normalizado en el imaginario de quienes vivieron la Primera Guerra del Golfo. Esto
proporcionaría la coartada perfecta para que los ejércitos se encojan de
hombros frente a las acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra la
humanidad. De ser así, se perpetuaría la impunidad.
Hoy en día, mientras usted lee este artículo, sofisticadas armas militares están siendo –a propósito o por error– dirigidas
hacia hospitales y centros de salud. Con total impunidad, servicios médicos
básicos son destruidos como estrategia militar, tanto por los Ejércitos
nacionales como por las coaliciones internaciones en Afganistán, Siria y Yemen.
En última instancia, los más afectados son los pacientes que pierden el acceso
a la atención médica.
Durante los últimos cuatro meses, decenas de infraestructuras médicas han sido objeto de ataques en Yemen y Siria. Esto no
puede convertirse en la nueva normalidad. No puede llegar a ser una tendencia
aceptable a la que el mundo se resigne. Por favor, únase a nuestra indignación
y pida a sus líderes que detengan los bombardeos sobre hospitales. También para
los ejércitos, la protección de civiles debe ser una alta prioridad; no sólo
para evitar la persecución legal sino porque nadie debe permanecer indiferente
a la pérdida de vidas humanas.
MSF solicita formalmente al Gobierno británico que reafirme su compromiso inequívoco con el Derecho Internacional Humanitario y a
confirmarlo y mantenerlo en cualquier coalición que apoye. También invitamos al
Gobierno de Reino Unido a apoyar y a hacer públicos los resultados de las
investigaciones sobre posibles violaciones del Derecho Internacional
Humanitario tanto en Yemen como en otros conflictos.
Vickie Hawkins es directora general de Médicos Sin Fronteras en Reino Unido
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