No solo los separan de sus padres. También les confiscan
sus juguetes
Después de ser separados de sus
padres, las autoridades les arrebatan lo único que puede mantenerlos con
esperanza en un mundo totalmente desconocido.
Amanda Terkel
HUFFPOST
20 de junio de 2018
Tom Kiefer, fotógrafo de Arizona, trabajó durante 11 años
(2003-2014) como conserje en un centro de Aduanas y Protección de Fronteras.
Recogió los artículos que los agentes confiscaron a los migrantes y los
fotografió. 'Harley Dog', en esta imagen cedida al 'HuffPost', es parte de su
colección 'El Sueño Americano - The American Dream' y se puede visitar en
http://tomkiefer.com y https://www.instagram.com/tomkiefer.photographer/.
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Si alguna vez has pasado tiempo con un niño,
sabrás que suele tener un juguete favorito: algo que le calma, que le hace
sentir seguro o que, simplemente, le anima cuando está aburrido. Un perro de
peluche, una muñeca o un cochecito, por ejemplo.
Estos juguetes normalmente tienen un significado especial
para los niños, también para esos niños migrantes que las autoridades federales de Estados Unidos
están separando de sus padres en la frontera. Los llevan a un lugar
desconocido y no saben cuándo volverán a ver a su familia. Un objeto que les
resulte familiar sería reconfortante.
Pero no pueden llevárselos. Los agentes federales confiscan todas sus
posesiones.
El Departamento de Aduanas y Protección de
Fronteras quita a los inmigrantes indocumentados cualquier artículo que lleven
encima, aunque sean niños, en el momento en que cruzan la frontera. Les retiran
cualquier cosa que consideren superflua y letal, incluso los cordones del
calzado de los menores.
Se supone que los migrantes reciben un boleto
por estos objetos —como un comprobante de facturación— y que se los devuelven
cuando son liberados, según explica Michelle Brané, directora de Derechos y
Justicia de Migrantes en la Women's Refugee Commission. Pero este sistema no
siempre funciona.
Les retiran cualquier cosa que consideren
superflua y letal, incluso los cordones del calzado de los niños.
"Es esas circunstancias, no siempre trasladan sus posesiones de un
lugar a otro", afirma. "Las guardan en un almacén enorme y en general
es muy, muy difícil que se las devuelvan. Muchas veces se pierden de manera
indefinida... no he oído muchos casos de gente que haya recuperado sus
pertenencias".
Los niños que son separados de sus padres suelen ir a parar a centros de
detención gestionados por las patrullas fronterizas. Es en estas instalaciones
donde ponen a los niños en jaulas, con las luces
encendidas 24 horas al día. Allí no tienen juguetes ni nada con lo que
distraerse.
Si no son entregados a un familiar, tienen que irse a refugios gestionados por la Oficina de
Reubicación de Refugiados, que es parte del Departamento de Salud y Servicios
Humanos, donde sí tienen juguetes y zonas de recreación. Brané señala que algunos niños pueden
recuperar entonces sus posesiones, pero no puede confirmar que sea así en todos
los casos. Ni los funcionarios de Aduanas y Protección de Fronteras ni los de
la Oficina de Reubicación de Refugiados respondieron a las consultas del
HuffPost sobre esta cuestión.
"Se supone que no deben estar ahí
(detenidos en Aduanas) durante más de 72 horas", apunta Brané. "Pero
lo que estamos viendo ahora... están creando una crisis y una acumulación.
Están separando a niños y los están dejando solos, dicen que la Oficina de
Reubicación de Refugiados no tiene espacio para ellos; los están llevando a
estaciones de control de fronteras, donde se quedarán un tiempo".
Esta política de confiscación es anterior a Donald Trump. Pero cada vez hay
más niños separados de sus padres como parte de su plan de "tolerancia
cero" en el cruce ilegal de fronteras. El gobierno de
Trump está persiguiendo todos los casos posibles, aunque esto conlleve separar
a los niños de sus padres.
Tom Kiefer, fotógrafo de Arizona, trabajó durante 11 años
(2003-2014) como conserje en un centro de Aduanas y Protección de Fronteras.
Recogió los artículos que los agentes confiscaron a los migrantes y los
fotografió. 'Harley Dog', en esta imagen cedida al 'HuffPost', es parte de su
colección 'El Sueño Americano - The American Dream' y se puede visitar en
http://tomkiefer.com y https://www.instagram.com/tomkiefer.photographer/.
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Tom Kiefer fue conserje en un centro de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP)
en Arizona, cerca de la frontera entre Estados Unidos y
México, de 2003 a 2014. Aceptó este trabajo a tiempo parcial porque pagaban
bien, y quería tener tiempo para centrarse en su verdadera pasión: la
fotografía.
"Fue brutal. Moralmente, no estaba bien"
Kiefer se dio cuenta de que los agentes tiraban grandes cantidades de
objetos que los inmigrantes llevaban
consigo. El fotógrafo obtuvo permiso para recoger comida
enlatada y donarla a un banco de alimentos. Pero mientras iba revisando las
latas, empezó a coger todo lo que los agentes tiraban. Había Biblias y
rosarios, que, en teoría, podrían ser utilizados para autolesionarse. Kiefer
asegura que no podía quedarse tranquilo dejando eso en la basura.
"En un momento dado, solo les
permitieron quedarse con la ropa que llevaban encima", cuenta Kiefer.
"Así que cualquier prenda adicional —una chaqueta o una manta, en los
meses de invierno— sería desechada. Ni zapatos, ni ropa interior de más. Fue
brutal. Moralmente, no estaba bien".
Es inhumano. Lo primero y más evidente que se
viene a la mente es Alemania. Es una salvajada. Tom Kiefer, fotógrafo y
extrabajador de Aduanas.
Kiefer se puso a fotografiar los artículos y su obra forma ahora parte de
la colección El Sueño Americano - The American Dream, que puede
verse en Instagram y en su web.
A Kiefer se le empezó a atragantar su trabajo
en la CBP y ahora se siente destrozado al leer y escuchar las historias que
deja la controvertida política de separación de familias de Trump.
"Es brutal. Es inhumano", dice.
"Es algo que se lee en los libros de Historia. Lo primero y más evidente
que se viene a la mente es Alemania. Es una salvajada".
Tom Kiefer, fotógrafo de Arizona, trabajó durante 11 años
(2003-2014) como conserje en un centro de Aduanas y Protección de Fronteras.
Recogió los artículos que los agentes confiscaron a los migrantes y los
fotografió. 'Harley Dog', en esta imagen cedida al 'HuffPost', es parte de su
colección 'El Sueño Americano - The American Dream' y se puede visitar en
http://tomkiefer.com y https://www.instagram.com/tomkiefer.photographer/.
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Este texto se publicó originalmente en HuffPost.
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