¿Estamos los estadounidenses haciendo cola para
Guantánamo?
05 de diciembre de 2011 Ray
McGovern
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 18 de diciembre de
2011
Ambigua pero alarmante, es la nueva formulación que se esconde en la Ley de
Autorización de Defensa Nacional (National Defense Authorization Act- NDAA) que
acaba de ser aprobada en el Senado, y que recuerda a las “medidas
extraordinarias” introducidas por los nazis después de que tomaran el poder en
1933.
Por otro lado la relativa ausencia de reacciones hasta el momento recuerda a
la extraña y calmada indeferencia con la que la mayoría de los alemanes miraban
la erosión de sus derechos hasta aquel momento garantizados por su propia
constitución. Como dijo un escritor alemán: “Con cierta sumisión ovina las vimos
desplegarse, como si estuvieramos en el palco de un teatro”.
El escritor fue Sebastian Haffner (cuyo nombre real era Raimond Pretzel), un
joven abogado alemán preocupado por lo que vio en Berlín en 1933, pero impotente
para detenerlo ya que, como él decía, los alemanes “se derrumbaron sin fuerzas,
se rindieron y capitularon colectivamente”. “El resultado de esta crisis
nerviosa multitudinaria” escribió Haffner en aquel momento, “es una nación
unificada, preparada para cualquier cosa, y que hoy es la pesadilla del resto
del mundo”. No es una analogía bonita.
El proyecto de ley del Senado, en efecto, revoca una ley de 1878 conocida
como la Posse Comitatus Act, que inhabilitó al ejército para que hacer
cumplir las leyes internas, después de que los militares hubiesen usado (y a
menudo abusado) de este papel durante la Reconstrucción. Siempre, desde ese
momento y hasta ahora, la ley había sido tomada con bastante seriedad. Los
oficiales militares han visto como sus carreras se frenaban repentinamente con
la implicación de los recursos militares federales en asuntos criminales
civiles.
Pero eso fue antes del 11-S y del mantra “el 11-S lo cambió todo”. En el caso
de la ley NDAA aprobada por el Senado (más de una década después de los ataques
terroristas e incluso cuando las agencias de inteligencia estadounidenses dicen
que al-Qaeda está a punto de ser derrotada), el Congreso continúa destruyendo
las protecciones constitucionales y legales en nombre de la “lucha contra el
terrorismo”.
El Senado aprobó expandir la autoridad militar a pesar de la oposición del
Secretario de Defensa Leon Panetta, del Director de Inteligencia Nacional James
Clapper y del Director del FBI Robert Mueller, y de una amenaza de veto del
presidente Barack Obama.
El Senado voto para autorizar (y sobre todo, para exigir), “a las Fuerzas
Armadas de los EE.UU la detención de personas implicadas” de forma indefinida. Y
esas “personas implicadas” son descritas no solo como alguien activo en los
ataques del 11-S sino como alguien que “apoyó sustancialmente a al-Qaeda, a los
talibanes, o a alguna de las fuerzas asociadas que están implicadas en las
hostilidades contra los EE.UU o sus aliados, incluyendo cualquier persona que
haya cometido un acto beligerate o que haya apoyado directamente tales
hostilidades en ayuda de tales fuerzas enemigas”.
A pesar de que el texto es en si mismo tortuoso (y que no existe una
disposición para la renuncia del Secretario de Defensa en relación con las
detenciones militares obligatorias) la elasticidad de términos como “fuerzas
asociadas” y “apoyadas” deja a algunos de los luchadores civiles preocupados por
si el ejército estadounidense pudiera ser desplegado en el país contra la gente
que se oponga a las futuras guerras contra los supuestos “terroristas” o
“estados terroristas”.
El Senado claramente deseaba para “la ley y el orden” militar, poderes que le
permitieran extenderse más allá del territorio de las bases en la teoría de que
puede haber “terrorsymps” (abreviatura de “simpatizantes de terroristas”)
acechando por todas partes.
¿Está esta lucha contra el terrorismo, que dura ya diez años y que todo lo
consume, terminando con lo que queda de nuestros derechos constitucionales?
¿Necesito preocuparme por si el ejército en el que estuve orgulloso de servir en
la década de 1960 puede ahora derribar la puerta de mi casa y detenerme
indefinidamente (o algo peor)?
Mis vecinos se han dado cuenta, después de todo, de que ahora llevo una larga
barba y que, a veces, incluso llevo un sombrero como el del clérigo musulmán
Anwar al-Awlaki. Y todos sabemos lo “terrorsymp” que era. “¡Si ves algo,
dilo!”
Peor todavía, algunos de mis vecinos me escucharon cuando le decía a mi nieto
que el presidente Obama debería avergonzarse por haberse jactado del asesinato
sin el debido proceso a Awlaki, ciudadano estadounidense, y después a su hijo de
16 años.
Un respeto perdido
Los ciudadanos de países poderosos solían tener sus derechos ampliamente
protegidos, en su país y en el extranjero. La frase “soy un ciudadano romano”
(Civis Romanus Sum), sirvió para algo en algún momento. Aún más respetado
tendía a ser el saludo “soy estadounidense”, gracias a nuestro poder en el
extranjero y a nuestra famosa (antaño) adherencia en casa a una constitución
escrita.
¿Adherencia? No demasiada en los últimos tiempos. No desde que los políticos
hambrientos de poder se propusieron explotar el 11S para que “todo cambiara”,
incluyendo los derechos antiguamente garantizados por la Carta de los Derechos y
la protección del habeas corpus que protegía la propia Constitución.
El caso de Awlaki es interesante. Un musulmán cuya moderada influencia fue
buscada por el establishment de
Washington inmediatamente después del 11S y que se radicalizó a causa de
nuestras luchas contra sus compañeros musulmanes. Mencionando este detalle poco
conocido ¿estoy mostrando mi “apoyo” a “al-Qaeda, los talibanes o las fuerzas
asociadas?¿Estará el ejército de EE.UU. obligado a señalarme como objetivo a mí
también?
“Tú no, abuelo” me tranquilizaron mis nietos en Acción de Gracias. “Incluso
con la barba y el sombrero, no te pareces mucho a Awlaki o a un terrorsymp. Pareces diferente, tu piel
clara y la ciudadanía estadounidense deberían ser suficiente para salvarte.
Estuve de acuerdo en que probablemente tendrían razón, incluso si mantenía
mis críticas sobre lo que está ocurriendo. Pero, la verdad sea dicha, albergaba
dudas incluso en Acción de Gracias. Y eso fue antes de la versión para el
Senado de ese proyecto de ley que se apropia de la defensa y que fue aprobado el
jueves pasado.
Civis Americanus Sum. Sí, lo soy. Pero, ¿realmente sirve eso para
mucho hoy en día? De hecho no le dio protección a Awlaki ni a su hijo. ¿Qué
hacer para prevenir que mis antiguos compañeros en el ejército o en la CIA, o
aquellos a los que he criticado por apoyar y animar a los secuestradores,
torturadores o asesinos en su empleo, me añadan a su lista de
“matar-o-capturar-pero-preferiblemente-matar”?
¿Qué ha estado ocurriendo en esta continuación de una en apariencia
interminable “guerra contra el terror”, ante la indiferencia generalizada del
público, para hacer que la “lista de enemigos” de Richard Nixon parezca un juego
de niños? Por lo menos, la Casa Blanca de Nixon tenía el buen gusto de no hacer
alarde de su ataque a la ley y de la violación de los derechos
constitucionales.
Es seguro apostar a que los funcionarios en el Consejo de Seguridad Nacional
están actualizando la lista de “matar o capturar”, seguros de que el presidente
Obama firmará la propuesta de ley en su versión para el Senado una vez que,
presumiblemente, se apruebe por un Congreso controlado por los republicanos,
convirtiéndose así en ley.
Entonces, ¿qué impedirá que un funcionario “antiterrorista” del Consejo
Nacional de Seguridad convoque a los abogados de confianza todavía instalados en
el Departamento de Justicia y les pida ayuda para navegar por lo que parecen ser
deliberadas ambigüedades en el lenguaje del nuevo proyecto de ley?
Apoyado en el estilo John Yoo de “justificación legal”, se puede dar una
orden para “eliminarme”, mientras explican a mis vecinos que sí, que tal y como
sospechaban, yo era un terrorista. O quizá simplemente ordenarán a algunas
tropas de 82ª División Aerotransportada de Fort Bragg, donde estuve hace medio
siglo, que me capturen y me den un billete gratuito de ida a Guantánamo.
Después de todo, ¿sería esto muy malo? El antiguo Secretario de Defensa
Donald Rumsfeld explicó a la CNN de Wolf Blitzer en junio de 2005 que los
detenidos en Guantánamo estaban “viviendo en el trópico. Están bien alimentados.
Tienen todo lo que posiblemente quieren”. ¿Mentiría Rumsfeld?
Ofuscación temprana.
Entre mis antiguos colegas en la CIA ha habido más movimientos para ocultar
lo que está realmente pasando. Según algunos artículos de prensa, el Consejo
General de la CIA ya ha dicho falsamente: “Los ciudadanos estadounidenses no son
inmunes a ser amenazados como un enemigo, si levantan sus brazos contra los
EE.UU.”
Pero uno no necesita “levantar sus brazos” para que le etiqueten como un
“combatiente”, ya que es el gobierno el que define estos términos. Awlaki no
levantó sus brazos. Se le acusó de dar “apoyo material al terrorismo”, por su
supuesto (aunque no probado) apoyo a los ataques terroristas en los EE.UU. (Bajo
la nueva NDAA, lo mismo le podría ocurrir a alguien que defendiese la
resistencia frente a los “miembros de la coalición”, frente a los países de la
OTAN o frente a algunos gobiernos corruptos que son aliados de EE.UU, como el
gobierno de Karzai en Afganistán o el gobierno (ligado al terrorismo) de
Paquistán).
En los aspectos generales de la definición estadounidense de “socios” y
“fuerzas asociadas” a al-Qaeda o los talibanes, ¿entrará Israel en el primer
grupo e Irán, Hamas y Hezbollah en el segundo?
¿Podría ser “apoyo material” el simple hecho de dar apoyo finaciero al
proyecto estadounidense Boat to Gaza
que desafió el embargo israelí a la Gaza gobernada por Hamas? ¿Si los abogados
creativos de este o de un futuro gobierno están ocupados, daría la nueva DNAA
autoridad a los militares para detener a tales ciudadanos estadounidenses con la
Ley de Guerra y llevarlos a Guantánamo o algún otro sitio?
Las interprestaciones legales que se discuten ahora acerca de este proyecto
de ley son más sobre si las detenciones militares deberían ser obligatorias o si
el presidente todavía retendría cierto poder de criterio.
En suma, la redacción parece crear un sistema de justicia militar paralelo al
que, en teoría, todos estamos sujetos. Todo lo que se necesitaría sería una
alegación de alguien que ayudó a alguien que de alguna manera ayudó a algún
otro. No se necesitaría una actuación terrorista, ni tampoco un juicio, como
garantiza la Constitución, para determinar la “culpabilidad”.
Si piensan que no se trata más que de “alarmismo liberal”, miren este
artículo de FoxNews.com con este alegre titular: “El Senado controlado por los
demócratas aprueba una Propuesta de Ley para la Autorización de Defensa que
destroza la Constitución”
“El proyecto de ley necesitaría custodia militar de un sospechoso de ser
miembro de Al Qaeda o alguna organización aliada y que hubiese participado en la
planificación o realización de ataques en los EE.UU. La legislación también
daría al gobierno la autoridad para el arresto militar de un detenido sospechoso
de terrorismo, de forma indefinida, sin juicio.
“Ya que la propuesta de ley da alas a la autoridad para la detención militar
y la hace permanente, los ciudadanos estadounidenses y el resto están ante un
gran riesgo de ser encerrados por los militares sin cargos ni juicios, si este
proyecto de ley se convierte en ley”, dijo Christopher Anders, Consejero
Legislativo Jefe de la Unión Americana por las Libertades Civiles (American
Civil Liberties Union)”.
Un elemento clave en el proyecto de ley del Senado, al igual que en la
versión del Congreso, es aumentar la original Ley de Autorización del Uso de la
Fuerza Militar (Authorization of the Use of Military Force Act –AUMF), de
septiembre de 2001 para que no esté exclusivamente vinculada al 11S. Esto crea
una especie de ambigüedad que permite a los senadores republicanos John McCain,
por Arizona, y Lindsey Graham, por Carolina del Sur, reclamar que las estrictas
disposiciones del proyecto de ley se apliquen a ciudadanos de EE.UU., así como a
los no ciudadanos.
Además, la nueva redacción añade “fuerzas asociadas” (lo que quiera que eso
signifique) a la anterior listas de objetivos de la AUMF. El lenguaje de la AUMF
de septiembre de 2001 estuvo limitado a “aquellas naciones, organizaciones o
personas que (el presidente) determine que planearon, autorizaron, cometieron o
ayudaron a los ataques terroristas que ocurrieron el 11 de septiembre de 2001, o
que albergaron a tales organizaciones o personas.”
Quemarse las cejas
No nos equivocaremos al suponer que los fariseos legales estuvieron quemarse
las cejas, diseñando un proyecto de ley que pueda decir, por un lado, que esta o
aquella disposición no se aplican a los ciudadanos estadounidenses (pero, vaya,
esta otra disposición parece permitirles también que se los deporte a
Guantánamo).
No siendo lo suficientemente experto para hacer esto, con mucho gusto se lo
dejo a aquellos que analizan el idioma, desmenuzan las frases y hacen cirujía
con cada jota y cada tilde. Habrá un verdadero festín para los sabuesos
legales.
Lo que más me llama la atención es el hecho de que dos enmiendas claves no
prosperaron. La enmienda del Senado 1125 habría limitado la detención
obligatoria a personas detenidas en el extranjero. Y la enmienda 1126 habría
permitido que la autoridad de los militares para detener personas sin juicio
hasta el fin de las hostilidades no se hubiera aplicado a ciudadanos
estadounidenses. Ambas enmiendas fueron rechazadas por 45 a 55.
Aunque el presidente Obama se ha opuesto al proyecto del Senado por ir
demasiado lejos incluso para su modelo “Awlaki”, una pregunta más problemática
es la de qué podrían significar estos nuevos poderes si, por ejemplo, otro
ataque terrorista golpea a EE.UU o si un presidente con una línea más dura llega
al poder.
Tomemos, por ejemplo, al gobernador de Texas Rick Perry, uno de los
presidenciables republicanos. Antes de su discurso de campaña el martes en
Manchester, New Hampshire, Perry nos dio un indicio de lo que serían su
política, e incluso quizá su gabinete.
Perry se juntó con el racista por excelencia, el sheriff del condado de
Maricopa, Arizona, Joe Arpaio. No, no bromeo. En apariencia, Perry ve esto como
el camino para fortalecer su apariencia de “ley y orden” (poniendo el acento,
por supuesto, en el “orden”).
Cuando me senté en el auditorio, la llegada de Arpaio me sorprendió, por lo
que quizá se me pueda perdonar por gritar un prolongado buuuhhh, cuando Arpaio
caminó tranquila y cuidadosamente al atril animando a la multitud. Más tarde se
me ocurrió que abuchear puede ser algo que te lleve a la carcel en el condado de
Maricopa. Arpaio no parecía en absoluto acostumbrado a ello, y no se lo tomó muy
bien.
Al llegar al podio, se giró y quiso saber quién estaba abucheandole, así que
me levante del asiento central en la segunda fila y subí la mano.
Afortunadamente para mí, no tenía a ninguno de sus ayudantes cerca, y abuchear
no parece estar todavía prohibido en las reuniones del Ayuntamiento en New
Hampshire. Únicamente Arpaio pareció darle mucha importancia.
Aunque sabía lo suficiente sobre Arpaio como para considerar que se merecía
un sonoro abucheo (o dos), realmente no sabía ni la mitad. Dejénme tratar
algunos de los elogios que aparecen en la propia página oficial del sheriff:
“Arpaio sabe lo que quiere la gente, (y) les sirve bien a traves de muchos
programas únicos. Arpaio… creó la mayor Tent City del país para reclusos
condenados. Dos mil condenados y condenadas cumplen sus sentencias en las
tiendas de campaña de un centro penitenciario. Es un importante éxito…
“De igual éxito y notoriedad son sus prisioneros atados a una cadena
(chain gang) que contribuyen con miles de dólares de trabajo gratuito a
la comunidad. Esta cadena masculina, (además de las femeninas y las juveniles,
que son las primeras de todo el mundo), limpian las calles, limpian graffitis, y
entierran a los indigentes en el cementerio del condado.
“También impresionantes son las políticas de mano dura del sheriff. Por
ejemplo prohibió fumar, el café, las películas, las revistas pornográficas y la
televisión sin restricciones en todas las celdas. También tiene las comidas más
baratas de todo EE.UU. El menú medio cuesta entre 15 y 40 céntimos, y los presos
son alimentados únicamente dos veces diarias, para reducir los costes del
servicio de comidas. Ha dejado de ponerles sal y pimienta para ahorrar a los
contribuyentes 20.000 dólares al año.
“Otro de los conocidos programas de Arpaio es el de la ropa interior rosa que
obliga a llevar a todos los presos. Hace años, cuando el sheriff descubrió que
los presos robaban calzoncillos blancos de la cárcel, impusó a todos los presos
ropa interior rosa para poder controlar mejor el inventario…Arpaio espera
continuar por muchos años como sheriff del condado de Maricopa.”
De nuevo, no me lo estoy inventando. Pueden ver la página del sheriff ustedes mismos para buscar
más datos.
Tengo que admitir que la última frase sobre los planes de Arpaio es
tranquilizadora porque si planea quedarse en el condado de Maricopa, significa
que sus políticas policiales estarían limitadas a un área geográfica
relativamente pequeña (aunque quizá no sean buenas noticias para las personas
del condado de Maricopa).
Pero las cosas podrían ser peor si fuese elegido presidente Perry y este a su
vez escogieses a Arpaio para hacerse cargo del Departamento de Justicia, y el
Fiscal General Arpaio tuviese la oportunidad de encarcelar a algunos de nosotros
en sus prisiones de tiendas. Aunque pensándolo bien, tampoco el Fiscal General
de Obama, Eric Holder, se ha mostrado como un gran defensor de los derechos
constitucionales.
Perry apuntala sus cosas
De vuelta en New Hampshire, después de que Arpaio hiciera una presentación
mediocre, Perry subio al escenario, dando empalagosamente las gracias al sheriff
Joe. Perry nos recordó con fuerza que es “un chico de la ley y el orden”.
Esto me resonaba de una forma inusualmente personal, tanto, que me perdí
algunas de sus otras declaraciones conocidas hasta ahora, como su llamamiento a
todos aquellos de 21 años en adelante a votarle en las primarias de New
Hampshire y a aquellos entre 18 y 21, a trabajar duro y a mirar hacia el día en
el que también puedan votar.
Sin embargo, las palabras “ley y orden” se quedaron grabadas en mi mente.
Pensé en bajo qué ley pidió Perry al Fiscal General Holder hace unos meses que
nos procesara a mí y a otros pasajeros del Audacity of Hope, el barco
estadounidense a Gaza para desafiar el bloqueo israelí.
Como Perry había estado ocupado dando la mano al otro lado cuando me levanté
para declararme culpable por el abucheo a Arpaio, el gobernador no sabía quién
era. Y, por suerte, me dio la palabra para la primera pregunta de la ronda:
“Soy Ray McGovern, y le agradezco que haya venido aquí, Gobernador Perry. Mi
pregunta se refiere a una carta que escribió al Fiscal General Eric Holder el 28
de junio de este año, y que dice: “Como gobernador de uno de los estados más
grandes, le escribo para animarle a procesar agresivamente a los componentes de
barco estadounidense que planea interferir en el bloqueo marítimo israelí sobre
Gaza”.
“Puede que no fuera consciente de que tres días antes, se le preguntó tres
veces al portavoz del Departamento de Estado si el bloqueo marítimo de Israel a
Gaza era legal y ella rechazó decir que el bloqueo era legal. Yo era uno de esos
pasajeros en el barco a Gaza y, con los otros pasajeros, me preguntaba, si
usted, como gobernador de Texas, una persona de “ley y orden”… ¿bajo qué ley
deseaba procesarnos a mí y a los otros pasajeros?
Perry cambió su respuesta por un comentario sobre lo mucho que apoya a
Israel, sin importar lo qué hagan. Como todos sus rivales en la nominación
republicana (a excepción de Ron Paul, que en general rechaza jugar este cobarde
juego), Perry no se queda atrás expresando su apoyo incondicional a Israel. Así
comenzó:
“El tema es que….yo…yo soy un gran partidario de Israel… He tomado mi
decisión, debo estar con Israel… Voy a estar con Israel…. Y usted es libre de
estar con quien quiera, señor…. Pero yo estaré con Israel.”
“¿Sin importar lo que hagan?” pregunté. “Sin importarlo” fue su contundente
respuesta que se puede escuchar mientras crecen los aplausos de los partidarios
de Perry. (Para ver el video de este encuentro, aquí.)
¿Hasta dónde llegaremos?
Con el nuevo lenguaje en la NDAA, parece como si el gobernador Perry y los
demás pudieran tener pronto todas las leyes que necesitan para reprimir los
actos de apoyo a Hamas, Hezbollah, Irán o cualquier otra organización que sea
percibida como una amenaza para Israel, al menos después de que Obama firme la
ley y algunos eficientes abogados profundicen en la definición de “fuerzas
asociadas”.
En ese momento, ¿vendrá la 82ª División Aerotransportada a buscarme si
continúo escribiendo y diciendo lo que creo que es verdad en temas como este? ¿A
qué me estaré arriesgando si continúo repitiendo hecho poco conocidos como el
siguiente que, raramente, si acaso alguna vez, aparecen en los aduladores medios
de comunicación?
- El propio Israel ayudó a crear Hamas en 1987 (divide y vencerás) como un
contrapeso fundamentalista musulmán a la secular Organización por la Liberación
de Palestina (OLP).
- La mayor parte del atractivo popular de Hamas, como el que disfruta
Hezbollah en Líbano, no se debe a los cohetes disparados hacia Israel, sino más
bien a la ayuda tangible que Hamas da a los oprimidos palestinos.
¿Está James Clapper, Director de Inteligencia Nacional, caminado por una
delgada capa de hielo? Esto es lo que Clapper incluyó como idea de último
momento al final de su informe de 34 páginas “Evaluación de las amenazas
mundiales” ante el Comité de lnteligencia del Congreso el 10 de febrero de 2011
(tienen razón, por alguna razón, los aduladores medios de comunicación,
olvidaron mencionarlo):
“Vemos una creciente proliferación de actores estatales y no estatales dando
asistencia médica para reducir amenazas de enfermedades extranjeras en sus
propias poblaciones, aumnetar su influencia en las poblaciones locales
afectadas, y proyectar su poder regionalmente… en algunos casos, en estos países
se utiliza la salud para contrarrestar abiertamente la influencia occidental,
presentando desafíos a los aliados y a nuestros intereses en política exterior a
largo plazo.
En el informe de amenazas del año pasado, la Comunidad de Inteligencia señaló
que los extremistas podían tomar ventaja de la incapacidad de un gobierno para
satisfacer las necesidades sanitarias de su población, destacando que la ayuda
en salud y servicios sociales que ofrecen Hamas y Hezbollah en los territorios
palestinos y Líbano ayudaban a legitimizar a estas organizaciones como fuerzas
políticas. Este ha sido también el caso de los Hermanos Musulmanes en Egipto.”
Esta, seguramente, no es la línea oficial de Washington. ¿Podría el propio
Director de Inteligencia Nacional ser procesado por aquellos que piensan que
cualquier buena palabra hacia aquellos que Israel considera enemigos (como
Hamas, Hezbollah e Irán) es equivalente a “apoyo material” al terrorismo?
(Espero que los lectores no se sorprendan por la manera diabolicamente
inteligente con la que estos “terroristas” se ganan el apoyo público, por
ejemplo, prestando asistencia médica que salva vidas.)
- Fue a causa de este servicio público (y también a causa de la bien conocida
y flagrante corrupción en la OLP) que Hamas ganó las elecciones parlamentarias
clave en enero de 2006, derrotando al partido aliado de la OLP, Fatah. A pesar
de que los resultados electorales no fueron discutidos, no fueron los que
EE.UU., Israel y Europa querían. Así que los EE.UU. y la UE cortaron la ayuda
financiera a Gaza.
- Documentos confidenciales corroborados por antiguos oficiales
estadounidenses, muestran que, inmediatamente después, la Casa Blanca, a través
de la CIA y con ayuda del hombre fuerte de Hamas, Muhammad Dahlan, había
intentado en 2007 derrotar a Hamas en una sangrienta guerra civil. Esto,
tampoco, fue como esperaban. Hamas venció con facilidad, dejándola más fuerte
que nunca. (Lean “The Gaza Bombshell” de David Rose, en Vanity FAir, abril 2008,
para conocer todo sobre esta triste historia).
- Israel y Egipto impusieron entonces un bloqueo económico a Gaza reduciendo
de hecho a todos sus habitantes a un nivel de mera subsistencia, con un 45% de
desempleo.
- Desde el 27 de diciembre de 2008 hasta el 18 de enero de 2009, cuando el
presidente George W. Bush era ya un cero a la izquierda, Israel lanzó un ataque
armado contra Gaza, matando alrededor de 1400 gazatíes frente a los 13 muertos
israelíes. El objetivo declarado de Israel era detener el lanzamiento de cohetes
hacia Israel y bloquear cualquier envío de armas a Gaza.
El presidente electo Barack Obama no dijo nada. Su inmoral silencio por la
masacre debería habernos mostrado en este primer momento que él también se
sentiría políticamente intimidado, que se callaría cualquier objeción al
comportamiento israelí. Desde entonces, se ha retractado incluso de sus suaves
objeciones a la expansión de los asentamientos en los territorios
palestinos.
Culpable por asociación
Los EE.UU. son vistos por una gran mayoría como responsables del
comportamiento agresivo de Israel, lo que no es de extrañar. No es un secreto
que Israel disfruta de ayuda económica (3.000 millones de dólares al año), ayuda
militar y apoyo político practicamente incuestionable por parte de
Washington.
Lo que sorprende, en palabras del comentador de Salon.com Glenn Greenwald, es
“como nuestro apoyo ciego y sin límites a las acciones israelíes alimenta el
terrorismo dirigido contra los EE.UU.”, y como es un tabú decir esto.
Tomemos por ejemplo al antiguo especialista en al-Qaeda de la CIA, Michael
Scheuer, que tuvo la audacia de decir en C-SPAN: “Todo aquel que diga que
nuestro apoyo a Israel no nos perjudica en el mundo musulmán…está simplemente
desafiando a la realidad”.
El lobby del Likud consiguió que Scheuer perdiera su trabajo en la Fundación
Jamestown por su franqueza, y que los medios israelíes condenaran su comentario
en C-SPAN como “descaradamente antisemita”. Puede que haya que pagar un alto
precio por la franqueza en este tema.
Eso es lo que parece intentar el nocivo lenguaje que se esconde en la NDAA.
Se cree que los senadores Carl Levin y John McCain son los impulsores de este
nuevo lenguaje. Nadie en el Senado o en el Congreso ha recibido más dinero de
las instituciones donantes relacionada con el Comité de Asuntos Públicos
Americano Israelí (American Israel Public Affairs Committee (AIPAC)) que Levin,
un demócrata de Michigan.
Por su parte, a McCain le encanta hacer gala de su incuestionable apoyo a
Israel, sin importar lo que hagan. Incluso ha pedido la liberación del espía
israelí Jonathan Pollard que en la actualidad cumple una cadena perpetua por
pasar a Israel secretos estadounidenses altamente delicados y peligrosos.
Hace unas pocas semanas repitió la postura de Tel Aviv sobre Irán, acusando a
este país de adquirir una bomba nuclear (de la que la inteligencia de EE.UU no
tiene ninguna prueba concreta) y como eso crea una “amenaza existencial directa
al estado de Israel”. McCain añadió que Israel “puede sentirse obligado a
neutralizar esa amenaza”.
¿Sería peligroso enredarse con el lenguaje del Proyecto de Ley de la
Autorización de la Defensa para exponer esta retórica de lo que es en realidad
basura, basura tóxica que hace más fácil para Israel creer que tendrá el apoyo
completo de EE.UU., sin importar en que asunto, si sus líderes decidieran atacar
Irán?
La gran ironía es que este ataque traería probablemente una guerra más
grande, un colapso económico total y, probablemente, la destrucción del propio
Israel. ¡Uhhh!, ¿qué es ese sonido en la puerta? ¿A qué te refieres, a la 82ª
División en el porche de la entrada?
Lo siento, tengo que marcharme. Enviad tarjetas y cartas. Ya le dirán a mi
mujer, en su debido momento, dónde me llevaron. ¿Es acaso mi única esperanza que
Rumsfeld, por una vez, dijera la verdad sobre que los detenidos tenían “todo lo
que posiblemente quieren” en ese centro turístico tropical llamado
Guantánamo?
Ray McGovern trabaja en Tell the Word, una editorial ecuménica de la
Iglesia del Salvador en el centro de la ciudad de Washington. Oficial del
ejército y analista de la CIA durante 30 años, forma ahora parte del Grupo de
Dirección de Veteranos de Profesionales de Inteligencia para Sanidad (Steering
Group of Veteran Intelligence Professionals for Sanity (VIPS)).
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