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La mayoría de los ejecutados por los drones de Obama son civiles, sólo un 2% terroristas

globedia.com
05 de julio de 2015

Barack Obama creyó que los aviones sin piloto eran la varita mágica contra el terror, pero no lo era. Ahora todos los críticos comparan sus errores con los del prersidente George W.Bush y Obama no podría ni soñar con una reelección

Cuando Barack Obama se presentó como candidato presidencial en 2008, sus representantes vagaban por los programas de entrevistas defendiendo un tipo de guerra robótica ‘más inteligente’ y barata, que permitirá a EEUU evitar pérdidas de vidas de soldados norteamericanos en el teatro ‘Af-Pak’ de la guerra. El despliegue acrecentado de Vehículos Aéreos No Tripulados (UAV en inglés) haría posible desechar el ‘estúpido’ enfoque de la guerra de George Bush, en favor de un uso más humano y barato de los recursos tecnológicos de EEUU, salvando, así, vidas estadounidenses y asiáticas. Obama se comprometió a aumentar el uso de aviones no tripulados contra elementos de Al Qaeda en Pakistán y Afganistán.

Washington elevaría a principio estratégico su autoarrogado derecho a utilizar cualquier medio técnico a su disposición —principalmente aviones no tripulados— para atacar y ejecutar con razón enemigos  en cualquier parte del globo, en cualquier momento, rindiendo cuentas solo ante sí mismo. Fue una declaración de guerra contra el derecho internacional tal como ha evolucionado a lo largo de los siglos.

EE.UU.ha aumentado el número de aviones no tripulados de la Fuerza Aérea a 7.500 sin contar los de nueva generación. Estos aviones se han unido a las Fuerzas de Operaciones Especiales como ‘punta de lanza’ de la proyección de poder de EEUU en el mundo en desarrollo, las ‘líneas del frente’ de la actual ofensiva imperial. Bush ha quedado allá atrás.

La Profesora de la Escuela de Derecho de Washingtin Marjorie Cohn - presidente de la Asociación Nacional de Abogados - escribe:

Obama ha matado a más personas con drones de las víctimas que dejó el presidente George W. Bush. El gran porcentaje de los muertos eran civiles, y sólo un pequeño número- un 1% o 2% eran terroristas fichados de al-Qaeda o líderes talibanes.

Obama creyó encontrar en los drones la fórmula ideal para dar continuidad a la guerra antiterrorista de Bush, y a su vez evitar el rechazo nacional por la muerte de miles de jóvenes soldados americanos caídos en las guerras de Irak y Afganistán. El mediático presidente vio también que la guerra protagonizada por drones dirigidos por control remoto desde miles de kilómetros de distancia, le permitía  evitar el rechazo de la comunidad internacional a EEUU ante las protestas ante el aumento de delincuencia vinculada por intervenciones de sus marines en conflictos en el extranjero.

Él, el hombre que reivindica a Luther King, el hombre defensor de los derechos humanos, el presidente a quien pocos meses después de asumir el poder se le otorgó el Premio Nobel de la Paz no por sus hechos sino simplemente por sus promesas, no ha tenido ningún reparo moral a la hora de ordenar personalmente ejecuciones sumarias en lejanos países, con o sin el consentimiento siquiera de sus propios gobiernos y sin que medie en ningún caso una declaración de guerra.

El Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU. estima que las incursiones de aviones no tripulados de Obama fuera de Irak y Afganistán han matado oficialmente a 3.674 personas. Y el Bureau for Investigativate Journalism (Oficina de Periodismo de Investigación), siempre muy preciso, cifra en 4.404, las personas que han muerto por impactos de misil solamente en Pakistán y Yemen, entre 2004 y 2014.

Es difícil estimar cuántas son las personas ejecutadas por aviones no tripulados en Irak y Afganistán, pero un informe de enero de 2013 emanado de la misma Oficina de Investigación lo ha calculado por las misiones norteamericanas y británicas en Afganistán durante los cinco años anteriores, que suman más de 1.000 -ataques aéreos. Dado que varias personas aparecen muertas (e irreconocibles a veces), tras cada ataque de un drone, porque el drone no dispara balas sino misiles, es lógico suponer que el número de personas asesinadas por aviones no tripulados en ese país, asciende como mínimo a 5.000.

Años antes de que el ISIS (del Estado Islámico) apareciera en escena, muchos irakies también fueron asesinados por drones ...Por lo tanto - en conjunto - el número de víctimas letales por drones llega posiblemente los 6.000.

En los ataques generalizados de drones mueren talibanes de muy bajo nivel, en realidad agricultores, traficantes de drogas de poca monta y miembros de otras organizaciones o entidades lúdicas que caen bajo el misil accionado a distancia. En muchas ocasiones, los ataques realizados con drones no tienen ni siquiera como objetivo a combatientes terroristas, sino a civiles considerados “peligrosos“.

Tal es el caso del imán norteamericano Anwar al-Awlaqui, muerto en septiembre de 2011, en Yemen por el ataque con misiles de un drone no por empuñar un arma contra objetivos de EEUU sino por sus llamamientos a la yihad. Su hijo adolescente fue asesinado también por drone, pero “por error“ dos semanas más tarde. Su familia está esperando una inmendización.

La polémica de los asesinatos selectivos se desató en EEUU fundamentalmente a partir de esa ejecución. Era la primera vez que el propio gobierno norteamericano ordenaba matar a sangre fría en el extranjero a un ciudadano norteamericano. Se exigió en prensa y TV transparencia sobre ese programa letal ejecutado a través de drones; y se preguntó sobre cuál era la legislación que lo amparaba.

El director de la CIA, que es desde 2009 el principal supervisor de las ejecuciones con drones que tiene Obama, sintetizó la postura del gobierno con estas palabras: “Debemos optimizar la transparencia en estos asuntos, estoy de acuerdo, pero, al mismo tiempo, debemos optimizar el secretismo y la protección de la seguridad nacional“.¿ Qué es exactamente, la “seguridad nacional para la CIA?¿ Qué es más importante, el secreto o la información?

En esas operaciones clandestinas realizadas en cualquier región del planeta, en esas ejecuciones legales, siempre mueren civiles, ciudadanos que no aparecen en ninguna lista. Y es que para la CIA y el Pentágono todo varón “en edad de combatir“, se contabiliza automáticamente en la lista de los “combatientes enemigos“ abatidos. Y si en el lugar del ataque mueren bebés, niños, mujeres o ancianos, en el mejor de los casos entran en la categoría de daños colaterales y puede que hasta sus familiares o su clan reciban alguna indemnización.

Y el proceso de decidir a quién poner en la "Kill Lista”-(Lista de hombres a matar)” es irresponsable. Lo increíble es el papel central que en este proceso juega el presidente, reconstruido del propio horario diario de personal de la Casa Blanca.

Todos los martes por la mañana el presidente mantiene una reunión con el gabinete antiterrorista constituido por Jack Brennan, exconsejero jefe en materia antiterrorista de Obama y actual director de la CIA; Thomas E. Donilon, consejero nacional de Seguridad, y otras dos decenas de altos cargos de otras agencias de Inteligencia y de las fuerzas armadas, designados por el Pentágono..

Obama instauró estas reuniones en la Situation Room de la Casa Blanca para controlar de forma personal la “Kill list” que le presentan sus asesores semanalmente. Son ellos los que eligen los candidatos, generalmente sospechosos de pertenecer a algunas de las organizaciones que forman parte de Al Qaeda o que tienen algún acuerdo con ella. Los nombres de esas  personas suelen ser objetivo de los metadatos en los teléfonos de sus asesores, un proceso que un ex alto funcionario de la NSA ha llamado al programa de ataques con drone, “masacre indisciplinada . "

El presidente analiza el dossier de cada candidato a morir, los cargos existentes contra él, la importancia de su responsabilidad en la escala terrorista, examina fotos, vídeos, se le mencionan datos sobre su localización, sobre su situación familiar, sobre las posibilidades de alcanzarlo con un misil disparado desde un drone, los riesgos de daños colaterales (léase, muerte de civiles) previsibles y losd efectos que pueda producir su ejecución extrajudicial.

Con esos datos en la mano, el presidente evalúa los pros y los contras de esa operación clandestina, valora las consecuencias políticas, y decide matar o perdonar al candidato, como los antiguos reyes absolutistas, la Inquisdión o como el César hace tantos siglos, cuando, tras una contienda entre gladiadores en el circo romano, indicaba en un gesto con su pulgar hacia abajo o hacia arriba, si el gladiador vencido en la arena debía morir o no.

El New York Times informó en diciembre 2012:

“Obama había aprobado no sólo ataques dirigidos contra personas consideradas de alto valor terrorista, sino tamben contra organizaciones que dirigen los campos de entrenamiento y grupos de sospechosos en las zonas controladas por los talibanes, que a veces suelen incluir extensos cultivos de opiáceos que no tienen vigilantes armados aunque puede que algún paisano afgano tenga una carabina, aunque no un arma como para derribar un drone“.

Sin embargo, algunos funcionarios del Departamento de Estado se han quejado a la Casa Blanca que los criterios utilizados por la CIA para la identificación de una "organizacón terrorista” son demasiado amplios y ambiguos. Un ejemplo lo dio cuando los oteadores en busca de terroristas vieron "a tres jóvenes andando a saltos en un campo", y los “responsables” de la agencia creyeron que haber descubierto un campo de entrenamiento terrorista, según un alto funcionario. Los sospechosos resultaron ser agricultores afganos que estaban cargando un camión con fertilizantes y la CIA los confundió con sospechosos bombmakers -y al poco apareció un drone que descargó  sus misiles y los mató a todos. En los cadáveres y alrededores no se hallaron bombas, ni armas, ni pólvora sino utensilios de labranza. Alguien de la Agencia restó importancia al error con estas palabras… “pero es muy posible que los agricultores fueran también terroristas“, lo cual fue un argumento de peso, válido incluso para los más escépticos. Y en el parte  de la operación, eI incidente quedó registrado en “Reinsegnement Operations” (operaciones de inteligencia), como que tres sospechosos de terrorismo habían dido eliminados y la operación se consideró como exitosa y sin bajas. Solamente hubo “daños colaterales“

Y luego están también los "dobles errores" ... cuando los familiares, amigos o vecinos que tratan de rescatar a alguien herido por un misil teledirigido se convierten ellos mismos en “clasificados” como blancos, al interpretar el operador que eran la retaguardia de la banda terrorista que consiguió escabullirse, pero cayó en la “Lista Kill” del drone.

E - incluso cuando la operación se dirige en realidad contra terroristas de alto nivel - se produce cas siempre una masacre familiar masiva de civiles inocentes que luego se contabilizan también como "daños colaterales", porque muchos sospechosos viajan rodeados de fasiliares, ancianos, mujerres, o niños. Por ejemplo, el Profesor Jeff Bachman de la American University informa…“Las críticas se han centrado en “la Lista Kill "en virtud de la cual entran en la lista, todos loa acompañantes del “blanco oficial“. Así que los drones matan (eliminan) un promedio 28 personas para acertar realmente a un objetivo."

La Institución Brookings también destacó la alta proporción de muertes de civiles en 2009, también antes de aparecer en el horizonte los yahidistas del Estado Islámico:

Los críticos han encontrado muchos problemas a este programa oficial, sobre todo por el número de víctimas civiles de los ataques. Las buenas fuentes sobre  el número de muertes de civiles son pocas y las cifras de los periodistas son a menudo exageradas, pero el promedio aproximado cierto de víctimas inocentes.. en cada operación llega al 66% de civiles muertos impunemente. Esa cifra sugiere que por cada terrorista talibán ejecutado a distancia “legalmente “según la justicia Obama“, mueren algunos familiares del muerto, fueran o no&n islamistas.

Los costos del cálculo de muertos en las guerras del ejército de EE.UU.- lo contabiliza una iniciativa no partidista, sin fines de lucro, con sede académica en el Instituto Watson de la Universidad Brown de Estudios Internacionales.

“En Irak, hacen notar, más del 70% de los que murieron por la violencia directa en la invasión de Irak, fueron civiles, en bombardeos de la flota aérea anglo-norteamericana“. Eran aviones tripulados como en la II Guerra Mundial, con proyectiles de uranio empobrecdo(?), que destrozaron Bagdad y otras poblaciones. Fue la guerra de Bush y del primer británico Tony Blair, en busca de una armas de destrucción masiva del dictador Saddam Hussein, que no se encararon porque no existían. Con razón la gente de todo el mundo se opuso abrumadoramente a la invasión de los marines, a los ataques aéreos tripulados con bombas de uranio empobrecido o de azufre, y al robo descarado de los pozos de petróleo, por parte de los aliados.

Ahora la nueva ofensiva de Obama en la zona, es como venimos diciendo de aviones no tripulados. De hecho, entre algunos rangos directivos de la CIA, se admite que el programa de aviones no tripulados de la campaña de Obama es contraproducente en la lucha global norteaméricana contra el terrorismo yihadista.Y muchos jóvenes han cambiado de bando y están enganchados en las filas del activismo yihadista, tras convertirse al Islam.

Comparar transparencia con secretismo es una misión imposible

Y el arquitecto del programa de ejecuciones con aviones no tripulados de Estados Unidos confiesa que “se ha ido demasiado lejos ... Y se llegado la creación de los terroristas en lugar de eliminarlos.

Y los drones de Obama son solo una punta del iceberg, una pequeña muestra del mundo bélico que viene, un adelanto de la guerra robótica, de la futura guerra entre drones, aviones y helicópteros sin piloto, de los camiones militares sin conductor, la guerra entre soldados-robot, de los videojuegos convertidos en realidad, donde el control de la alta tecnología jugará un papel fundamental, donde quien la domine, quien tenga el control de esas Play Station letales tendrá el poder, y el que no la tenga seguirá poniendo los muertos.

Los drones, al igual que toda una amplia variedad de artefactos mortíferos preparados para la guerra robótica y todos los que están en vías de experimentación, multiplican aún más la superioridad militar de EEUU y cuestiona totalmente el sistema defensivo de cualquier país, e inicia una nueva era en la historia del imperialismo del Tío Sam aún más peligrosa para el mundo.

El Dr Jeff Bachman ex profesor de derecho constitucional sabe que los ataques con aviones no tripulados son un crimen de guerra iguales o peores que los de la II Guerra Mundial, sólo que quedan impunes.

Como ha señalado el politólogo canadiense David Model en un artículo reciente, Assassination by Drones: Es evidente que el lanzamiento de un ataque con un UAV por parte de un estado es una violación del derecho internacional y los responsables de estos actos se convierten en sospechosos de crímenes de guerra. La guerra con aviones no tripulados hace trizas el concepto mismo del imperio de la ley. Al matar a aquellos ‘sospechosos’ de cometer o planear acciones contra EEUU, Washington se opone a la aplicación de un juicio justo, escribe Model. Prácticamente todas las misiones letales de los aviones no tripulados son, en términos legales, asesinatos, con o sin ‘daños colaterales’. Son también actos de terror, en el amplio sentido de la palabra, y están pensadas para que lo sean.

Por consiguiente, al tratar de convertir el mundo entero en una zona militar sin restricciones para el uso de armas de fuego, y una zona sin ley, la guerra con aviones teledirigidos exige que se eliminen las garantías judiciales en todo el mundo, incluso dentro de las fronteras de EEUU. La ley de detención preventiva aprobada recientemente en EEUU es la extensión lógica de la ilegalidad internacional suscitada por la guerra con UAVs y por las ambiciones de dominio imperial norteamericano.

Ciertamente, es una guerra contra la paz, el mayor crimen internacional. Si un estado puede matar personas y destruir ciertas organizaciones por decreto, por su  voluntad, sin un juicio justo ni rendición de cuentas, ese estado puede también ‘ejecutar’ a otros estados a voluntad. Con Obama, EEUU ha articulado una noción alternativa de legalidad global que pretende reemplazar al derecho internacional amasado durante siglos y elegantemente codificado después de la Segunda Guerra Mundial. La intervención militar ‘humanitaria’ es la doctrina fraudulenta a través de la cual EEUU busca justificar su actual y desesperada ofensiva contra todos los obstáculos interpuestos o que aparezcan para oponerse a su dominio global. Y sustituirlo por el suyo.

Si George Bush habló en términos unilateralistas de una misión providencial para ‘extender la democracia’ como justificación para su agresiva política de cambio de régimen en Irak y otras partes, Obama invoca la ‘intervención humanitaria’ como principio pseudo-legal universal de conducta internacional. Es una doctrina diseñada para el Conflicto Final por la supremacía del Imperio en el planeta, un espantoso edificio que identifica los supuestos intereses geopolíticos (corporativos) de EEUU con el destino de la humanidad. ¡La criminalidad imperial sin límites se hace pasar por el más alto tribunal de justicia!

La estela fúnebre de civiles víctimas de la guerra de drones del presidente Barack Obama se nota en EE.UU. sólo cuando entre las víctimas aparecen rostros de hombres inocentes y famosos.

En un momento insólito, Obama apareció un día en la sala de prensa de la Casa Blanca para pedir disculpas por la muerte accidental de un rehén norteamericano y otro italiano en un ataque de drones a un complejo de Al Qaeda en la frontera entre Afganistán y Pakistán.

Las muertes del rehén Warren Weinstein y del italiano Giovanni Lo Porto fueron un golpe angustioso para el presidente, la Casa Blanca y los responsables antiterroristas de la CIA. Todos se vieron obligados a afrontar la horrorosa realidad de que, como resultado de una de sus acciones, Estados Unidos ocasionó la muerte de dos cautivos inocentes.

"Es una verdad amarga y cruel que en el caos de una guerra generalizada, y de nuestra lucha contra los terroristas, pueden ocurrir errores, y a veces errores de muerte", se disculpó Obama.

"Como presidente y como comandante en jefe, asumo plena responsabilidad por todas nuestras acciones contra el terrorismo, entre ellas la que inadvertidamente cobró las vidas de Warren y Giovanni", terminó Obama en tono grave. "Lamento profundamente lo sucedido". El dolor era evidente en su rostro Obama cuando hizo ese dramático discurso.

El presidente no autorizó específicamente la operación que mató a Weinstein, pero la Casa Blanca dijo que ésta se llevó a cabo conforme a los protocolos en vigor por él fijados para regular las operaciones de contraterrorismo. ¿Alguien revisa a diario los protocolos?

Durante meses, las agencias de inteligencia de Estados Unidos habían estado espiando desde el aire la guarida de Al Qaeda en una ubicación no revelada, pero no se habían visto señales de que Weinstein y Lo Porto estuvieran cautivos dentro del edificio que alberga los mejores dirigentes de Al-Qaeda. El edificio fue prácticamente demolido desde el aire por misiles de los drones…pero los rehenes estaban dentro. Y se liberaron los dos queridos rehenes, ya cadáveres, aparte de los de un centenar de presuntos terroristas, mujeres incluidas.

Una pregunta clave que Obama no enfrentó --y que puede surgir de los análisis de la actividad de la Casa Blanca y miembros del Congreso — es si la muerte de los dos rehenes civiles fue un accidente inevitable o si la comunidad de inteligencia cometió un cálculo erróneo grave.

"Mi propia reacción instintiva, sin tener a la vista un gran número de datos, es que si atacas a los terroristas por medio de la fuerza militar durante muchos años, entonces todo esto lamentablemente se convierte  en una inevitable estadística", dijo Daniel Benjamin, quien fue el principal asesor sobre contraterrorismo bajo la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton, que ahora se encuentra en Dartmouth College. "Es muy difícil de evitar muertes inocentes". Hillary será probablemente la próxima presidente de Estados Unidos. ¿Suprimirá los drones?

Las operaciones antiterroristas de Obama que se realizan desde el aire presentan un gran porcentaje de riesgo. Las agencias de inteligencia nunca pueden saber con seguridad a quien están disparando, y los grupos de libertades civiles desde hace mucho tiempo se han quejado acerca de lo aleatorio de los ataques que le han dado muerte a cantidades crecientes de civiles pakistaníes. Pero las muertes deben también tener implicaciones políticas y de principios. La muerte de los dos rehenes famosos ha servido en parte como una sacudida grave para el programa de guerra de drones, la base de la guerra del país contra el terror. Los periodistas plantean preguntas acerca de si las agencias encubiertas de Estados Unidos hacen absolutamente todo lo posible para asegurarse de que ningún civil esté en la trayectoria de los ataques aéreos, o si la CIA es culpable de un nuevo fracaso de inteligencia.

La metodología de la campaña de Obama contra el extremismo islamista y las operaciones para matar a los sospechosos de militantes— y todos los riesgos inherentes a las decisiones de los ataques militares contra  blancos humanos, es una ciencia imperfecta de los servicios de inteligencia, pero ¿están los responsables actuando siempre dentro de la ley?.

La muerte de Weinstein también alimenta la controversia sobre si Estados Unidos, país que rehúsa negociar con al Qaeda e ISIS para la liberación de la mayoría de los occidentales detenidos, hace lo suficiente como para encontrar y traer a casa con vida a los rehenes.

La seguridad nacional enfrenta una nueva crisis en momentos en los que la política exterior de Obama sde halla bajo los ataques de los críticos del Capitolio, y la preocupación pública aumenta por la amenaza creciente y mundial de grupos como ISIS.

Cuatro años después de la contundente accion de las fuerzas especiales para matar a Osama bin Laden, la garantía de la seguridad nacional de Obama está siendo cuestionada con razón en muchas áreas. Otro episodio más reciente se ha producido tras un intento fallido de liberar a rehenes norteamericanos en Siria, y la discusión sobre el intercambio entre un prisionero talibán y un marine, y el colapso del gobierno yemení,   socio vital de EE.UU. en la lucha contra al Qaeda en la península arábiga.

Los cientos de ataques con drones en regiones fronterizas anárquicas de Afganistán y Pakistán es un programa clasificado que los altos mandos rara vez discuten en grupo, fuera del Pentágono. Sin embargo, no basta con echarlo todo a los “daños colaterales”, si algo sale mal.

Su pronta adicción a los drones, al heredar el poder de Bush,   ayudó a Obama a verlos desde el primer momento como una varita mágica, como arma estrella mucho menos visible para la propia opinión pública interna e internacional que lo que había habido en Washington hasta entonces: invasiones con miles de hombres y aviones, donde eran visibles no sólo la destrucción de ciudades sino también los constantes abusos, torturas y los excesos y la violencia cometidos por los marines o por mercenarios de las compañías privadas al servicio del Pentágono. Obama descubrió que la poca visibilidad de la guerra a distancia desde el aire ayudará al gobierno a mantener el secretismo y a ser más impune. Los 'drones' disfrazaban y frivolizaban las guerras de Bush, y las convertían en un videojuego.

En estos cinco años, Obama ha ordenado más de 400 ataques con unos 5.000 muertos. Sólo entre el 1, 5 y el 2% de los objetivos que se cumplieron eran cabecillas de Al Qaeda o de los talibán. El grueso son milicianos considerados por los militares 'de bajo valor' y más de un millar (un quinto de las muertes) son civiles. Los 'drones' provocan un alto índice de muertes civiles. Cuando se tiene al objetivo en el visor, no se le deja escapar y se va a por todas incluso aunque se crucen civiles. Los propios pilotos admiten que los niveles de error son grandes. Los ojos del 'drone' no tienen mucha definición a veces y es fácil confundir un fusil con la herramienta de un campesino. Y esas muertes de civiles, que han denunciado países como Afganistán y Pakistán, provocan un efecto inverso a lo buscado porque Al Qaeda capitaliza esa situación para ofrecer protección a los civiles.

Este tipo de ejecuciones, ¿violan el Derecho Internacional?. Porque estos asesinatos selectivos son ejecuciones extrajudiciales. No se intenta capturar al objetivo, sino directamente liquidarlo. Se ha alterado el viejo lema del 'Far-West' de 'Se busca vivo o muerto'; simplemente se le ha eliminado la primera parte y directamente se le ejecuta. Viola el Derecho Penal Internacional, el Derecho Internacional Humanitario y las propias leyes de los países que practican estas ejecuciones extrajudiciales -además de EEUU, Reino Unido.

Desde la época de la guerra de Vietnam, EEUU ha pasado de ser el mayor proveedor de violencia en el mundo, en palabras del Dr. Martin Luther King, a una amenaza existencial para el orden mundial, el imperio de la ley y la seguridad de los habitantes de la Tierra, una amenaza para la civilización misma. El primer presidente negro de la nación nos ha sumergido en la barbarie internacional con su ofensiva de aviones no tripulados. Es un joystick para el infierno.


 

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