Más ataques con drones vía Alemania
Los ataques mediante drones fuera de zonas de guerra son ejecuciones extrajudiciales, según
reputados especialistas en Derecho internacional
Alemania debe dejar de prestar su colaboración a estos ataques, so pena de convertirse
en cómplice de violaciones de derechos humanos
Wolfgang Kaleck
Eldiario.es
05 de junio de 2015
El European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR) -mi
organización- ha apoyado, junto a la organización de derechos humanos Reprieve (Londres),
la denuncia que el ciudadano yemení Faisal bin Ali Jaber y dos familiares suyos
presentaron, en contra de la República Federal de Alemania, ante el Tribunal
Administrativo de Colonia. Denunciaban el papel
jugado por Alemania en los ataques estadounidenses mediante drones. El pasado miércoles hubo una
negociación verbal y el Tribunal Administrativo de Colonia
decidió rechazar la demanda, tras declararla inadmisible.
Los detalles son los siguientes. Al igual que muchos ataques militares, los
ataques por medio de drones son problemáticos por varias razones. Tanto la gran
distancia entre quien ejecuta el ataque y los blancos como la supuesta
precisión quirúrgica son puntos críticos. Esta crítica puede parecer por
momentos un tanto naif, como si bombardeos y ataques de misiles
no tuviesen las mismas problemáticas. El Derecho Internacional, y con ello
también el Derecho Internacional Humanitario, la Convención de Ginebra y sus
protocolos adicionales, fueron creados por los Estados, que a la larga no
quisieron ser limitados en sus medios. Por ello, el Derecho Internacional
Humanitario permite en los conflictos armados mucho más de lo que nos parece
humanamente admisible. Pero un nuevo Derecho, un Derecho más estricto, no está
a vista. Por tanto, nada bueno por el momento.
La consecuencia es que los ataques por medio de bombas, misiles y drones
están menos prohibidos de lo que la gente piensa; y menos de lo que muchos
quisieran, aun cuando mueran civiles. Véase, por ejemplo, el ataque con bombas
en Kundus (Afganistán) ordenado en otoño de 2009 ordenado por un coronel de la
Bundeswehr (Ejército alemán).
Somos de la opinión de que los ataques mediante drones fuera de zonas de
guerra no son nada más que precisos asesinatos extralegales, es decir,
ejecuciones de penas de muerte sin cumplir el derecho al debido proceso. Así
también lo ve la mayoría de los activistas y juristas especialistas en Derecho
Internacional alemanes y europeos. De manera que creíamos tener buenas cartas
ante un tribunal administrativo alemán en el caso citado acaecido en Yemen.
No tuvimos que argumentar -como por ejemplo sucede en procesos penales o
civiles- una complicidad de las autoridades alemanas, aun habiendo varios
indicios para ello. La base aérea estadounidense ubicada en Ramstein es el
centro de operaciones, sin cuya participación los ataques mediante drones no
podrían ser ejecutados. Ramstein es parte de un sistema moderno altamente
complejo compuesto por varias partes y con una gran cantidad de actores en
diferentes lugares. Pero con el recurso quisimos dar vuelta a la carga de la
prueba: no demostrar que Alemania participa activamente en la guerra de drones
estadounidense, sino ir por otra vía. Dado que las autoridades tienen la
obligación de proteger a las personas, incluidas aquellas que viven en Yemen,
deben asegurar por tanto que esta gente no sufra violaciones de los derechos
humanos por parte de sujetos alemanes.
El tribunal administrativo de Colonia se ha ocupado públicamente, como
primer tribunal alemán, de las cuestiones jurídicas. La denuncia fue admitida y
nuestro discurso fue declarado plausible. Pero entonces el tribunal aclaró: la
República Federal de Alemania puede juzgar en términos de política exterior y,
por lo tanto, decidir con qué medios quiere proceder y hasta qué punto. Con
ello el tribunal rechazó el objetivo de nuestra denuncia, que es la prohibición
del uso de la base de Ramstein para estos propósitos. Realmente no es una
respuesta satisfactoria, como suele ser cuando se trata de proceder contra la
política militar. No obstante, sí existe una base para futuras acciones: los
tres denunciantes pueden presentar recurso contra la sentencia, con lo que en
tal caso otro tribunal deberá decidir.
El intercambio de notas diplomáticas no ha mostrado ser un instrumento
mínimamente adecuado para parar los ataques mediante drones. Además, existe un
debate público sobre si Alemania realmente hace lo suficiente para evitar
violaciones del Derecho Internacional y asesinatos de inocentes. La política
debe decidir. Todos nosotros podemos y debemos influir.
Tanto los denunciantes de Yemen como el ECCHR seguiremos trabajando en
ello. Utilizaremos esta rendija que la sentencia del tribunal de Colonia ha
dejado abierta.
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