Las mujeres vestidas de blanco se
rinden ante el discurso cien por ciento fascista sobre el estado de la unión
De Coco Das, editor contribuyente a RefuseFascism.org
Refuse
Fascism
14 de febrero de 2019
El discurso de Trump del 5 de febrero sobre el estado de la unión constituyó un asqueroso
demostración de la satanización supremacista blanca de los inmigrantes estilo
Hitler, de las mentiras fascistas cristianos sobre el aborto de las cuales las
hicieron omiso casi total los comentarios de la prensa, del feroz chovinismo de
“Estados Unidos Ante Todo” que tiene en la mira Irán, Venezuela y los pueblos
del mundo, y de un atisbo de la pesadilla que será nuestro futuro si se les
permite a los fascistas consolidar su poder. Fue un discurso para ganar a nuevo
grupos de gente al fascismo, y tuvo mucho éxito. Personas que deberían oponerse
ferozmente al régimen de Trump en cambio se conformaron a las reglas y fueron timadas:
- Fueron timados ellos que celebraron el apoyo de Trump al Proyecto de Ley de Primero
Paso (First Step Act) como si fuera alguna especie de reforma carcelera. Anoche
vimos cuales son los verdaderos propósitos del First Step Act, un mecanismo
cínico para reclutar a nuevos colaboradores al programa fascista.
- Fueron timados ellos que consideran que todo lo que hace Trump constituye una
distracción e insisten en hablar solo de la atención médica para los
“estadounidenses trabajadores”. Trump habló mucho de la atención médica,
haciendo uso de un niño recuperándose del cáncer como accesorio en una obra en
la que solo importa la vida de ciertos estadounidenses.
- Fueron timados ellos que dicen, “Por supuesto que necesitamos la seguridad fronteriza,
pero no nos hace falta un muro”. La enumeración obscena de delitos brutales
supuestamente cometidos por inmigrantes “ilegales” debía de haberles producido
escalofríos a los que afirman que se preocupan por los inmigrantes o que saben
solo un poco sobre la Alemania nazi. Debería había sido el momento cuando esas
mujeres vestidas de blanco dieran la espalda y abandonaran la sala. Pero no, en
el mejor de los casos se quedaron en silencio hasta que hubiera pasado el
momento.
- Fueron timados los que celebraron la Ola de Mujeres. Durante el discurso del estado de
la unión, la Ola de Mujeres se demostró con ola tras ola de vítores y aplausos
por parte de las representantes demócratas nuevas, radicales y en la onda.
Si a usted le duele el corazón por la humanidad, se le dieron asco, con razón, los gestos conciliatorios
de Trump seguidos por sus viles ataques a los inmigrantes, las mujeres y el
pueblo del mundo — debería darle aún más asco la respuesta de las mujeres
vestidas de blanco que supuestamente representan a los que este régimen más
ataca. Escogieron el color blanco como homenaje al movimiento a favor del voto
para la mujer, pero es también el color de la rendición, y sí se rindieron.
Aunque unas respondieron a las partes más odiosas del discurso alzando la vista
al cielo o con expresiones adustas, pronto se olvidaron de eso, a pesar de sus
trajes blancos de moda que contrastaban con los trajes rígidos de los
republicanos, a pesar de los grandes aplausos de estas mujeres cuando Trump se
jactó de las nuevas miembras del congreso, y a pesar de los aplausos
supuestamente sarcásticos de Nancy Pelosi — no hicieron nada para oponerse a
Trump. Nada de pintar su raya en nombre de aquellos que están bajo la mano dura
de ICE, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la policía, el sistema
penal, el ejército y todos los departamentos e instituciones que el régimen de
Trump ahora guía y controla. Ellas de los trajes blancos se pusieron de pie
cuando se suponía que deberían hacerlo, y aplaudieron cuando suponía que deberían hacerlo.
Pero, usted lo cree o no, se puso aún peor. El momento más bajo fue cuando las mujeres vestidas de
blanco corearon “USA USA USA” más fuerte y con más exuberancia que los
fascistas republicanos; eso era el momento en que ganó Trump. Los feos gritos
estilo Hacer Que Estados Unidos Vuelva a Tener Grandeza, saliendo de las bocas
de estas mujeres mientras celebraban el poderío gansteril de Estados Unidos
alrededor del mundo, nos demostró de lo que realmente se trata esta
#resistencia. Se trata de mantener el imperio estadounidense pero sin todas las
palabras feas. Vistámonos con más elegancia y usemos palabras más elegantes
mientras bombardeamos al infierno a varios pueblos. Saqueemos los recursos del
mundo y repartamos el botín entre nosotros. Al diablo con el resto del mundo.
A lo largo de este discurso, las mujeres vestidas de blanco nos demostraron que están listas para
cumplir con su deber: COLABORAR con este régimen y dirigir a sus seguidores a
hacer lo mismo. Esto es lo que es… no la “política de la resistencia” tal como
lo llamó Trump, sino la política de la conciliación, la política de la
complicidad, la política de la colaboración.
Si usted se dejó engañar por este espectáculo, si se consoló con alguna esperanza de que se vaya a detener este
régimen con aplausos sarcásticos y el alzar de los ojos al cielo, salga de sus
fantasías. Ya es hora, de hecho la ha sido por mucho tiempo, que rechace el
“liderazgo” de aquellos que lo está llevando por el camino al desastre. Depende
de nosotros detener este catástrofe para la humanidad en la menor brevedad
posible, con miles de personas liderando a millones de otros en las calles, día
tras día, con valor y determinación y negándose a volver a casa hasta que este
régimen fascista, cruel e ilegitimo sea sacado del poder.
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