worldcantwait.org
ESPAÑOL

Español
English-LA
National World Can't Wait

Pancartas, volantes

Temas

Se alzan las voces

Noticias e infamias

De los organizadores

Sobre nosotros

Declaración
de
misión

21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


Invitación a traducir al español
(Nuevo)
03-15-11

"¿Por qué hacer una donación a El Mundo No Puede Esperar?"

"Lo que la gente esta diciendo sobre El Mundo No Puede Esperar


Gira:
¡NO SOMOS TUS SOLDADOS!


Leer más....


La CIA expande la búsqueda de talibanes y sus operativos en Afganistán

THOMAS GIBBONS-NEFF, ERIC SCHMITT y ADAM GOLDMAN
The New York Times.es
25 de octubre de 2017


Unos soldados del Ejército afgano en 2013. La CIA está expandiendo sus operaciones encubiertas en Afganistán, al enviar equipos pequeños de oficiales y contratista con gran experiencia para pelear junto a las fuerzas afganas. Credit Daniel Berehulak para The New York Times

Read in English

WASHINGTON — La Agencia Central de Inteligencia (CIA) está expandiendo sus operaciones encubiertas en Afganistán ya que, según dos funcionarios estadounidenses de alto nivel, envía pequeños equipos de agentes y contratistas altamente experimentados para que trabajen en colaboración con las fuerzas afganas, con el objetivo de cazar a los militantes talibanes por todo el país. Lo cual constituye la muestra más reciente del lugar cada vez más integral de la CIA en la estrategia antiterrorista del presidente Trump.

La tarea marca un cambio de rumbo para la CIA en Afganistán, donde principalmente se había centrado en derrocar a Al Qaeda y en ayudar al servicio de inteligencia afgano. Tradicionalmente, la CIA se ha resistido a ejecutar campañas abiertas contra el Talibán, el principal grupo guerrillero del país, creyendo que era un desperdicio del tiempo y de los recursos de la agencia, además de que pondría a los oficiales en un mayor riesgo dado que tenían que embarcarse en misiones con mayor frecuencia.

Exfuncionarios de la agencia afirman que el ejército, con sus vastos recursos y personal, está mejor preparado para llevar a cabo contrainsurgencias a gran escala. La división paramilitar de la CIA, que ha asumido la tarea, solo cuenta con cientos de integrantes desplegados por todo el mundo. En Afganistán, la lucha contra el Estado Islámico también ha desviado activos de la CIA.

La expansión refleja el rol asertivo de la CIA bajo su nuevo director, Mike Pompeo, para combatir a los insurgentes de todo el mundo. La agencia ya está a punto de ampliar su programa de ataques encubiertos con drones en Afganistán, que principalmente se había centrado en las regiones tribales de Pakistán, con ataques ocasionales en Siria y Yemen.

“No podemos llevar a cabo nuestra misión si no somos agresivos”, dijo Pompeo en una conferencia sobre seguridad este mes en la Universidad de Texas. “Es implacable, firme. Ustedes elijan la palabra. Cada minuto tenemos que concentrarnos en aplastar a nuestros enemigos”.

La CIA declinó hacer comentarios sobre su participación más extensa en Afganistán, en la que pondrá a más militantes talibanes de menor perfil en la mira. Sin embargo, la misión es un reconocimiento tácito de que para llevar a los talibanes a la mesa de negociación —un componente clave de la estrategia de Trump para el país— Estados Unidos necesitará combatir agresivamente a los insurgentes.

Al describir sus políticas para Afganistán y el resto del sur de Asia este verano, Trump prometió flexibilizar las restricciones para cazar a los terroristas.

“Estos asesinos necesitan saber que no tienen dónde esconderse, que ningún lugar está más allá del alcance del poder y de las armas estadounidenses”, declaró Trump. “El castigo será rápido y poderoso”.

La participación ampliada de la CIA aumentará las misiones que llevan a cabo las unidades militares, lo cual quiere decir que la participación más extensa de combate de Estados Unidos en Afganistán estará oculta del público. En el momento más álgido del conflicto, las tropas de Operaciones Especiales de Estados Unidos cazaron a los fabricantes de bombas del Talibán, incluso con ataques nocturnos. Ahora, con las fuerzas de comando afganas y sus socios occidentales centrándose principalmente en recuperar territorio en manos del Talibán y el Estado Islámico, los equipos de la agencia se concentrarán en este tipo de amenazas, según dijeron los oficiales.

El nuevo esfuerzo estará encabezado por pequeñas unidades conocidas como equipos de persecución antiterrorista. Estos equipos serán gestionados por oficiales paramilitares de la División de Actividades Especiales de la CIA y agentes de la Dirección Nacional de Seguridad, una fuerza de inteligencia afgana, e incluyen tropas estadounidenses del Comando de Operaciones Especiales Conjuntas. Sin embargo, la mayoría de las fuerzas estarán compuestas por miembros de milicias afganas.

Durante años, el trabajo principal de los oficiales paramilitares de la CIA en el país ha sido capacitar a las milicias afganas. La CIA también ha usado a miembros de estas milicias locales para desarrollar redes de informantes y recabar información.

Los comandos estadounidenses —que forman parte del programa Omega del Pentágono, que envía fuerzas de Operaciones Especiales a la CIA— permiten a las milicias afganas trabajar junto con tropas convencionales al incluir ataques aéreos y evacuaciones médicas.

En el pasado, los equipos antiterrorismo de persecución han operado en las provincias del sur de Afganistán y cerca de su frontera montañosa con Pakistán en el noreste, algunas veces incluso han llevado a cabo operativos para ir en busca de combatientes del otro lado de la frontera. A medida que el Ejército estadounidense disminuyó su presencia en Afganistán en 2014, los equipos continuaron realizando misiones en ciudades afganas y en la provincia circundante con mayor autonomía. Las unidades desde siempre han tenido amplia influencia en el campo de batalla y se les había acusado de matar civiles afganos indiscriminadamente en operativos y ataques aéreos.

“Al pueblo estadounidense no le importa si hay equipos de la CIA librando una guerra encubierta ahí”, comentó Ken Stiles, exoficial antiterrorismo de la agencia. “Les preocupa si hay 50.000 tropas estadounidenses desplegadas”.

Un funcionario estadounidense de alto nivel reconoció que el alcance de la nueva directriz requeriría más personal y que tomaría tiempo aumentar la cantidad de efectivos y equipos para efectuar esas misiones en Afganistán. No obstante, el funcionario insistió en que la agencia estaba comprometida a usar su nueva autoridad para redoblar sus ataques en paralelo con mayores operaciones militares terrestres y aéreas.

Pompeo comentó en Texas que Trump había autorizado a la agencia “tomar riesgos” en sus esfuerzos para combatir insurgentes, “siempre y cuando estuvieran justificados” con la meta general de “hacer a la CIA más rápida y agresiva”.

Esos riesgos pueden ser mortales. Desde 2001, al menos dieciocho agentes de la CIA han muerto en Afganistán, una cifra casi similar a la de los agentes que murieron en Vietnam y Laos hace casi medio siglo. Siete de esos agentes asesinados en Afganistán formaban parte de la División de Actividades Especiales, además de tres agentes veteranos que murieron el año pasado en el este de Afganistán.


 

¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.

 

¡El mundo no puede esperar!

E-mail: espagnol@worldcantwait.net