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Documentos desclasificados revelan que existían dos programas de tortura de la CIA

Por Jeffrey Kaye
De CovertAction Magazine | artículo original
19 de enero de 2019

Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 13 de marzo de 2019


El programa de rendición extraordinaria de la CIA y el programa de detención

[Nota del autor: un aspecto enorme de las operaciones de detención e interrogación de la CIA ha sido escondido a propósito, primordialmente debido a las guías de discreción que hacen que sea ilegal “meterse a checar” la información del programa para revelar su propia existencia.

Los documentos recientemente desclasificados dejan claro que no había uno, sino dos programas de tortura de la CIA. Estos programas utilizaban distintas técnicas de interrogación, respondían, estaban regidos bajo diferentes burocracias dentro de la Agencia y tenían distintos niveles de vigilancia.

Este artículo revela, por primera vez, un aspecto crucial no revelado anteriormente de la historia acerca de la construcción y desarrollo de programas de tortura de la CIA, como podemos entenderlos el día de hoy.

Trataré de contar la historia de los programas de interrogación y detención de la CIA con este nuevo entendimiento de cómo se originaron, cómo fueron construidos y cómo operaban. Esta historia revisada está basada en documentos de fuentes abiertas y vale la pena notar que hay mucha desinformación e historia obscura que aclarar.

Al cierre de este artículo, veremos algunas posibles razones de separación para estos dos programas y el significado que tiene para estos investigadores actuales y ciudadanos preocupados. - Jeffrey Kaye]

Han pasado dieciséis años desde que Gul Rahman muriera de hipotermia, golpeado, semi desnudo y amarrado al piso de la prisión Salt Pit (sitio negro, o sitio obscuro) que manejaba la CIA en Afganistán. No se sabe qué hicieron con el cadáver. Su cuerpo jamás fue entregado a su familia.


Del título de la página del resumen ejecutivo del SSCI sobre el programa de dentención y tortura de la CIA

De acuerdo con el informe del Comité Selecto del Senado en Inteligencia (SSCI por sus siglas en inglés), las condiciones en Salt Pit eran terribles. “Un interrogador senior le dijo a la Oficina de Inspección General de la CIA (OIG por sus siglas en inglés) que “literalmente, un detenido podría pasar días o semanas sin que nadie lo viera” y que su equipo encontró un detenido que “por lo que pudimos determinar”, llevaba amarrado a la pared de pie 17 días”.

Aun así, en otros documentos, nos dijeron que los detenidos de la CIA estaban en constante vigilancia. Cuando Abu Zubaydah fue encerrado en una caja de confinamiento por los torturadores de la CIA, había cámaras transmitiendo el “video granoso” del detenido adentro de la caja en todo momento. La cantidad de tiempo que pasó el detenido en privación del sueño extendida fue meticulosamente monitoreada con algunos detenidos, pero con otros no.

¿Cómo puede haber una divergencia tan amplia entre operaciones de tortura de la CIA? ¿Qué estaba sucediendo?

Un programa secreto de “interrogación mejorada”

Hace doce años, en septiembre del 2006, el programa de “interrogación mejorada” y detención de la CIA terminó en esencia, cuando los detenidos que quedaban en sitios negros de la Agencia alrededor del mundo fueron enviados al Camp 7 en Guantánamo. Su desaparición final puede ser rastreada a enero del 2009 cuando el ex presidente Obama retiró los memos del Departamento de Justicia de la era de Bush que justificaban el uso del “waterboarding”, privación de sueño extendida y otras técnicas brutales de interrogación.


De la página titular del documento desclasificado de la CIA acerca del altamente secreto “Programa RDI”

Han pasado cuatro años desde la liberación parcial de los descubrimientos producto de un año de investigación de las prácticas de interrogación de la CIA por parte del Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia ( Senate Select Committee on Intelligence), sin embargo, hasta ahora están los parámetros completos para tener claros los programas de tortura de los sitios negros de la CIA.

Un documento de noviembre del 2018 de ACLU publicado, parte de una memoria de noventa páginas del jefe de la Oficina de Servicios Médicos (OMS por sus siglas en inglés) de la CIA reveló que existían dos programas de tortura e interrogación manejados por la Agencia.

Ningún reporte de esa publicación menciona la revelación de dos programas y ninguno ha comentado la importancia que le dio ese documento a las acciones tomadas por la Oficina de Servicios Técnicos de la Agencia en relación al programa de tortura. (Ver el documento completo anexado al final de este artículo).

El documento de la OMS es una mirada devastadora en la mente y conciencia de los doctores y psicólogos de la CIA y que ayudaron a conducir el programa de tortura de la Agencia. La memoria es notablemente interesado y también es reveladora y nos da la idea más clara de los verdaderos parámetros del uso de tortura durante la administración de Bush.

Mucho de lo que nos deja perplejos acerca de las operaciones de la CIA, y un aspecto de cómo la Agencia es capaz de enmascarar sus acciones encubiertas alrededor de la tortura y la detención, puede ser rastreada a la confusión que rodeaba el hecho de que en realidad eran dos programas de interrogación todo este tiempo.

Un programa estaba construido alrededor de las pruebas de técnicas de “interrogación mejoradas” (EIT por sus siglas en inglés) derivadas del ejército y de los propios cursos de supervivencia de tortura de la CIA, que estaban destinados a inocular al personal del gobierno estadounidense a los efectos la tortura en manos de captores foráneos. Este programa de EIT estaba planeado cuidadosamente y el staff que lo conducía era de la Oficina de Servicios Técnicos (OTS) de la CIA, en donde, al parecer, también se originó.

Aunque ellos no estaban involucrados en su planeación, el programa también incluía el monitoreo por parte de equipo médico y contratistas de la Oficina de Servicios Médicos de la CIA. El valor de la OMS en el programa incrementó con el tiempo.

Cuando, de acuerdo con el jefe de la OMS, la existencia del programa enfocado en EITs fue amenazada en 2004-05, nuevos memos del Departamento de Justicia “confiaron fuerte y explícitamente en el input de la OMS y subrayaron, como nunca antes, el papel indispensable de la OMS en legitimar el programa” que incluía el uso continuo de “waterboarding”.


Fotografía de una demostración de “waterboarding” por Karl Gunnarsson, autorizado vía Creative Commons

El programa conducido por la OTS era conocido como el Programa de rendición, detención e interrogación (RDI por sus siglas en inglés) y era operado como una misión especial o un programa de acceso especial dentro de la División Misión Especial (SDM por sus siglas en inglés) del Centro de Contraterrorismo de la CIA (CTC por sus siglas en inglés). En documentos, la referencia también era como Grupo Rendición (Rendition Group) y Grupo de Rendición Detención (Rendition and Detention Group).

Y luego estaba el otro programa de la CIA, que tenía un personal completamente diferente, era conducido afuera de la CTC y no estaba organizado alrededor del uso de la “interrogación mejorada”.

Primero examinaremos la porción de la misión especial del programa de tortura y detención de la CIA. Después, en este artículo, veremos de manera más cercana el otro programa de tortura y detención de la CTC. Ambos programas utilizaban rendiciones y tienen algún tipo de conexión con servicios de inteligencia extranjeros.

Los orígenes del programa RDI aparentemente tienen que ver con la OTS de la CIA, una división en la Agencia conocida por producir gadgets tecnológicos tipo James Bond, falsificaciones, escrituras secretas y aparatos de matanza.

Conforme a un reporte del SSCI acerca de la interrogación de la CIA, fue la OTS la que en abril del 2002 mandó un cable al grupo de interrogación de Abu Zubaydah, considerado el primer terrorista de valor algo capturado por la CIA, en relación a su nueva “estrategia propuesta de interrogación”.

Incluso antes, el comisionado de la OTS, James Mitchell escribió una monografía acerca de la resistencia de al-Qaeda a las técnicas de interrogación.

Desde una perspectiva más grande, vale la pena notar que, conforme a un documento desclasificado de la CIA, en general, la OTS recibe órdenes “a través de escalones más altos (Oficina del director o representante del director de operaciones / Office of the Director or Deputy Director for Operations)”.

Raíces en MKULTRA

La OTS también es conocida por administrar el programa infame de la CIA conocido como MKULTRA hace algunas décadas. Este hecho no pasó desapercibido por el jefe de la OMS de la CIA.

Conforme a su narrativa, la OTS contuvo un grupo de “psicólogos orientados operacionalmente cuyos intereses en interrogación se extendían casi 50 años atrás…”.

Como se ha especulado, la encarnación del 2002 de este grupo era posiblemente la División Operativa de Valoración de la OTS bajo el psicólogo de la CIA Kirk Hubbard. Hubbard ha sido ligado un número de veces a James Mitchell y John Bruce Jessen, los psicólogos de la CIA contratados que han sido ligados a su vez a la construcción del programa de técnicas de “interrogación mejoradas”, aunque ciertamente no fueron ellos solos a hacer esto.

El jefe de la OMS explicó: “los antecedentes de esta unidad han supervisado mucho de la investigación de interrogación del MKULTRA en los 50s y 60s, publicaron papeles clasificados todavía relevantes sobre los méritos de varias técnicas de interrogación, contribuyeron fuertemente al Manual de Interrogación de Contrainteligencia KUBRARK en 1963 y su derivado Manual de Recursos Humanos de 1983, asistieron directamente en interrogaciones tempranas y (junto con la OMS) dieron instrucción en el entrenamiento de la Agencia sobre riesgos de captura”.


Del piso del lobby de la CIA, fotografía del gobierno, dominio público

El “interés de la Agencia en la interrogación” habría empezado “muy temprano y continuó hasta principios de los años ochenta, pero no fue un antecedente directo al acercamiento del CTC en el 2002, que vino directamente de la experiencia SERE de Jessen y Mitchell”, conforme reporta el jefe de la OMS.

Aun así “ambos pensamientos, tanto de SERE como de la Agencia, no obstante, pintaron sobre los mismos estudios patrocinados por la Agencia y el ejército”

Pero el reporte del senado claramente muestra que el viejo pensamiento y los estudios no fueron los únicos factores involucrados. Conforme a SSCI, la persona escogida a finales del 2002 para ser el “jefe de interrogaciones del grupo de la CIA Rendition Group, el oficial a cargo de las interrogaciones por parte de la Agencia” había sido subido de rango a su puesto a pesar de haber sido anteriormente acusado de “uso inapropiado” de técnicas de tortura inspiradas en MKULTRA sacadas del Manual de Recursos Humanos de 1983.

En el 2002, Mitchell, Jessen y “otros psicólogos de la OT”, en conjunto con “varios psicólogos, psiquiatras, académicos y la oficial de SERE del Pentágono Joint Personnel Recovery Agency”, dieron información sobre la supuesta seguridad y “efectividad” de las técnicas propuestas de “interrogación mejorada” a los abogados del Departamento de Justicia.

La OTS también proveería el importante equipo de interrogadores y psicólogos que sería enviado a los sitios negros en esos días. Una de las primeras contrataciones de la OTS sería, antes del 11/9, el ex psicólogo de SERE y experto en interrogación autoformado, James Mitchell.

SERE significa, en inglés, Survival, Evasion, Resitance, Escape (supervivencia, evasión, resistencia y escape). El programa militar SERE bajo varios nombres se origina en los años cuarenta. Nació de la necesidad de entrenar pilotos involucrados en operaciones secretas en contra de la Unión Soviética, para volar de manera encubierta sobre territorio soviético. El entrenamiento incluía una experiencia en un escenario de simulacro de tortura y detención, supuestamente para inocular al personal estadounidense en contra de encierro y tortura en el extranjero.

Con el tiempo, las escuelas de simulacro de tortura se convirtieron en estudios experimentales. Sumándole que la CIA, resulta, también tenía su propia versión de SERE, aunque se conoce muy poco sobre sus operaciones.

Mitchell y Jessen, quienes previamente trabajaron para SERE y otro personal de la OTS, aparentemente en consulta con otros “expertos”, tomarían las técnicas usadas para hacer que las experiencias de tortura de SERE fueran realistas y las aplicaban con los prisioneros de la CIA en los sitios negros de detención improvisados alrededor del mundo.

“Interrogaciones de misiones especiales”

El programa RDI de la CIA también era referencia en otros varios documentos como el RG (Rendition Group), el Rendition and Detention Group (RDG) o simplemente como Special Mission interrogation, como la operación que era dirigida por la autoridad de la División de Misión Especial (Special Mission Division) (SMD) del centro de contraterrorismo de la CIA (CTC).

Las misiones especiales de SMD probablemente eran construidas como programas de acceso especial, con niveles de clandestinidad que exceden los niveles de Alto Secreto /Información Clasificada, Compartimentada. El conocimiento de dichos programas está compartimentado en un necesidad de conocimiento y típicamente no son reconocidos. Revelar este programa puede enviarte a la cárcel.

Los programas de acceso especial son autorizados por la orden ejecutiva13526, “Classified National Security Information”. Por otro lado, la autorización del programa de la CIA, que no es RDI, de detención e interrogación, se derivó del Memorandum of Notification (MON) de septiembre 17 del 2001 firmado por el entonces presidente Bush.

El MON específicamente autorizó a la CIA dirigir “operaciones designadas a capturar y detener a quien representara continua y seria amenaza de violencia o muerte para estadounidenses o intereses o para quienes planeen actividades terroristas”. No autorizó, como se puede ver, la construcción de un nuevo set de técnicas de interrogación o el conducir un programa de tortura.

Como ejemplo de cómo funciona tal nivel de clandestinidad, para la primavera del 2003, la lucha burocrática entre la OMS y la OTS por su personal y las operaciones del programa RDI, la mayoría contratistas de la OTS (incluyendo, aparentemente a Mitchell y a su socio John Bruce Jessen) habían sido transferidos al grupo de RDI en el CTC. Desde ese momento en adelante, incluso “los directores de la OTS no serían informados acerca de porciones compartimentadas del programa”, según el jefe de la OMS.

Ninguna duda cerca que el enojo de la CIA por la publicación de la porción del reporte del Comité de Inteligencia del Senado sobre la tortura y sus actividades de detención fue porque el programa de RDI fue mencionado varias veces en el resumen ejecutivo del reporte, que fue publicado en versión redactada para el público.

Previas referencias al RDI o a la OTC en relación con el programa de tortura, como en la publicación del reporte del inspector general de la CIA en el 2004 sobre las actividades de detención e interrogación, eran pocas y no tenían contexto acerca de lo que significaban en realidad para el programa de la CIA.

Aun así, las referencias del RDI en el reporte del senado fueron en su mayoría relegadas a notas de pie de página y tampoco tenían contexto. En ninguna parte del reporte publicado se ve una explicación de que el programa RDI estaba separado en alguna manera o que era conducido por un departamento distinto del resto de los programas de interrogación y detención. No mencionan la División de Misión Especial de la CIA. Al final, el reporte del senado ofusca la separación entre el programa RDI y el del CTC.

El programa RDI detuvo a docenas de los llamados “objetivos de valor alto” o detenidos durante el curso de su existencia. Recibió, conforme a lo que dijo su propio jefe médico, “supervisión y guía extraordinaria”. Su misión evidente era juntar información inminente sobre ataques terroristas en los Estados Unidos. Sus otras metas parecen haber sido sujetos humanos o investigación de prisioneros en relación a los efectos de las técnicas de “interrogación mejoradas” de la CIA.

Sorprendentemente, la presión para conducir experimentos para ver la efectividad de técnicas individuales como el “waterboarding” vino de autoridades de rango alto de la CIA y de la administración de Bush, incluyendo el inspector general de la Agencia y miembros del congreso. A ese punto, ambos, OMS y Mitchell y Jessen discutieron acerca de la efectividad de esos experimentos, argumentando que esta información no podía ser cuantificada.

La interrogación, o deberíamos de decir tortura, no es una ciencia, sino un arte (obscuro), es lo que argumentaban Mitchell y Jessen a sus superiores.

El “programa CTC” y las técnicas de interrogación “normales”

El otro programa de tortura de la CIA era conocido bajo distintos nombres: Counterterrorism Detention and Interrogation Activities (CDIA) o Programa, “CTC Program,” o, como lo llamaba el Comité Selecto del Senado en Inteligencia: CIA Detention and Interrogation Program (Programa de detención e interrogación de la CIA). Ese programa no estaba supervisado por la OMS (no sino hasta después de que murió un detenido en custodia), ni tenía una autoridad para usar las técnicas “mejoras de interrogación” (aunque podrían haber usado algunas).


De la página del documento desclasificado de la CIA acerca de “detención contraterrorista y actividades de interrogación”

De acuerdo con lo dicho por el jefe de la OMS de la CIA, el programa no RDI tenía “lineamientos de interrogación no escritos…tampoco interrogaciones aconsejadas de la OMS…interrogadores eran dejados a sus propios criterios y muchas veces, sin supervisión”.

Los sitios obscuros de la CIA bajo la supervisión del CTC no estaban bien supervisados desde el principio. Estas prisiones generalmente no tenían detenidos de alto valor, sino prisioneros que creían que tenían información que podría ser útil para las guerras en Irak y Afganistán. Los sitios negros que funcionaban bajo este programa incluían la famosa prisión de Salt Pit en Afganistán y muy probablemente la de Abu Ghraib.

Mientras el programa RDI requería revisiones médicas antes y después de la interrogación y una evaluación psicológica completa de los prisioneros, el programa CDIA no requería nada de eso. Cuando surgía alguna cuestión médica, el asistente médico en guardia temporal era enviado al sitio obscuro para atender el problema. En los sitios de RDI los doctores siempre estaban presentes.

El programa CDIA utilizaba las llamadas técnicas de interrogación “estándares” de la CIA. Conforme al jefe de la OMS de la CIA, éstas incluían “considerar no incorporar presión significativa física o psicológica”.

Este programa de la CIA supuestamente no incluía “técnicas de interrogación mejoradas, “pero pronto se les dio el permiso de usar la privación del sueño, el confinamiento solitario, ruido, privación del sueño de pie, desnudez y duchas heladas. Como no eran técnicas “mejoradas”, no se necesitaba un monitoreo médico en específico…”

Las técnicas “estándar” incluían, privación de sueño (al principio, hasta por 72 horas, aunque después, no más de 48), colocación de pañales (no por más de 72 horas), reducción de raciones de calorías (lo que quiere decir, hambruna, pero supuestamente adecuada para mantener un estado de salud bueno en general), aislamiento, música fuerte o sonido blanco, y no proporcionar material de lectura.

No está claro si la CIA derivó la autorización para usar estas llamadas técnicas estándar. Su uso pudo haber derivado de la decisión tomada el 7 de febrero del 2002 por la administración de Bush con la cual talibanes y prisioneros de al-Qaeda no serían protegidos por la Convención de Ginebra. O ellos podrían rechazar una supuesta orden ejecutiva secreta emitida por el presidente Bush que permitía el uso de “posiciones de estrés”, “manejo” de sueño, música fuerte y “privación sensorial” a través del uso de capuchas, etcétera, reportada en un correo electrónico del FBI en mayo del 2004.

Los interrogadores del CDIA, se reportó, improvisaron técnicas en estos sitios obscuros, incluyendo echarles humo en la cara a los detenidos, derribarlos fuertemente y “ejecuciones” escenificadas.

Conforme a lo dicho por el jefe, OMS, “La única muerte ligada directamente con el programa de detenidos fue en ese contexto en” la prisión de Salt Pit. El sitio obscuro no era parte del programa RDI/OTS.

Después de la muerte de Gul Rahman, detenido, le dieron a RDI la responsabilidad del lugar, mientras que la OMS se hizo cargo del la “cobertura psicológica” ahí. Sumándole esto, desde ese momento se necesitó “aprobación previa” para el uso de esas técnicas “estándares” que se describen previamente, “cuando factibles”.

“Drogas de la verdad”

La publicación del documento de la OMS por parte de la ACLU tuvo un papel enorme en las noticias porque una porción del contenido discutía la posibilidad, supuestamente descartada, de usar el tranquilizante Versado como una “droga de la verdad” sobre detenidos de la CIA del programa RDI. Pero la reticencia de la CIA para solicitar autorización legal para usar drogas, autorización otorgada con advertencia en el famoso memo de tortura de agosto del 2002 escrito por John Yoo, fue en parte gracias a los miedos de cargos que se podrían generar en relación a la “prohibición de experimentos médicos sobre prisioneros”.

Si la CIA no estaba conduciendo dichos experimentos, ¿por qué tenían miedo de ser acusados de hacerlo? Los oficiales de la OMS parecen haber estado al tanto de manera profunda acerca de cómo sus operaciones estaban rompiendo leyes federales sobre experimentación ilegal en prisioneros. También estaban preocupados por la larga prohibición del uso de drogas que “alteraran la mente” para interrogatorios que “alteraban profundamente los sentidos”.

El documento de la OMS se refiere a un artículo de George Bimmerle (seudónimo) sobre “drogas de la verdad”. En los años cincuenta Bimmerle trabajó para la rama de actividades de comportamiento (Behavioral Activities Branch (BAB)) en la división de servicios tácticos de la CIA, una favorita de la OTS. Fue el equipo de BAB el que ayudó a armar el notorio manual de interrogación para la CIA conocido como “KUBARK”, que desde el 63 advoca, con reservas, el uso de varias técnicas de tortura, incluyendo el uso de hipnosis y drogas.

KUBARK era el nombre codificado para la propia CIA y era una manera en la que la Agencia se refería a sí misma en documentos internos.


Captura de pantalla del documento de la CIA de Subproject 8, MKULTRA, en relación al estudio del LSD

De acuerdo con la historia de la OMS, “en 1977, la Agencia introdujo el texto del artículo de Bimmerle, sin título, autor, fecha o fuente, a las audiencias del congreso sobre MKULTRA, como una declaración de la mentalidad de ese momento sobre el uso de drogas en interrogaciones. El LSD solo recibió el comentario de que “la información obtenida de una persona que se encuentra en un estado psicótico por consumo de drogas sería poco realista, bizarra y extremadamente difícil de evaluar…posiblemente, por otro lado, un servicio adversario podría usar tales drogas para producir ansiedad o terror en objetos médicos no sofisticados incapaces de distinguir la psicosis inducida por drogas de la sanidad”.

La OMS podría ser renuente al uso de “drogas de la verdad” pero su jefe encontró que las drogas etiquetadas como tales, algunas veces provocan “algún tipo de amnesia” y eso constituye “en algunas ocasiones un deseoso efecto secundario”. La inducción de amnesia fue el objetivo de algunos de los experimentos del MKULTRA realizados entre los años 50 y 70, según cuentan algunas historias, incluyendo ésta en la Smithsonian Magazine.

El jefe de la OMS fue cauteloso al discutir el posible uso de drogas en sus memorias personales. Él (o ella) observe que cuando el comité del congreso preguntó a la CIA el por qué no habían usado drogas con los prisioneros, la Agencia contestó “la respuesta es que las drogas no funcionaron, lo cual es verdad, probablemente” (énfasis en las cursivas). ¿Probablemente?

Pero lo que probablemente haga a la OMS más renuente respecto al uso de drogas serían las preguntas que generarían los experimentos ilegales y el programa RDI estaba ya vulnerable a estas acusaciones debido al uso de monitoreo médico y el ajuste de “técnicas” como el “waterboarding” vía el uso de dispositivos que monitorearan el nivel de oxígeno, o por aspectos del programa experimental que no han sido revelados.>

El uso de drogas, que resultó explosivo cuando fue revelado en los escándalos que rodearon el MKULTRA, podría ser un detonante en investigaciones. Algunos en la Agencia podrían recordar los días en los que el The New York Times tenía encabezados como “Abusos en pruebas de drogas por parte de la CIA” y cuando el uso de drogas por parte de la Agencia fue un foco de atención en las investigaciones del congreso.

Considerándolo todo, las controversias alrededor del uso de “drogas de la verdad” por parte de la CIA merece mayor examinación.

Sabemos que la CIA efectivamente usó drogas que no eran en realidad drogas de la verdad para facilitar “interrogaciones mejoradas”, un hecho que la prensa convencional ignoró acerca de las operaciones de tortura de la CIA.

Por ejemplo, los doctores de la OMS administraron drogas que alteraban la sangre para prolongar la habilidad de los detenidos de tolerar las posiciones de estrés usadas durante la privación de sueño estando de pie sin causar daño severo por edema de tejido. También podrían haber administrado drogas antimalárico y otras debido a los efectos de desorientación y de incapacidad que esas drogas pueden producir.

Mientras que el jefe de la OMS escribió que la OMS “escrupulosamente evitó administración involuntaria a detenidos” en el programa de RDI, no significa que los interrogadores de la OTS hayan evitado el uso de drogas o que las drogas fueran administradas afuera del programa.

Por otra parte, las reflexiones acerca de las “drogas de la verdad”, otra revelación en la publicación de las memorias del jefe de la OMS preocupó por la continua colaboración entre el buró federal de prisiones (BOP por sus siglas en inglés) y la CIA en las operaciones en el programa de detención en sitios obscuros.

Conforme al relato de la OMS, la CIA veía esta colaboración con el BOP como una posible defensa para cualquier doctor o psicólogo del CIA/OMS si era acusado por cuestiones éticas en juntas de licencia estatales. Si una junta iba detrás de personal médico de la CIA, “la política del buró y su personal médico serían similarmente implicados”.

Usando el “control de calidad” como una manera de darle la vuelta a las leyes federales respecto a la experimentación en prisioneros

La ansiedad de ser acusado de violar leyes federales en relación con experimentación en prisioneros surgió nuevamente cuando el inspector general de la CIA presionó a la OMS para realizar estudios de “efectividad” en “cada técnica de interrogación y de privación ambiental”.

Conforme a un documento de la OMS, en mayo del 2004 el inspector general de la CIA, “dándose cuenta de la incertidumbre alrededor de la efectividad y necesidad de EITs (técnicas de interrogación mejoradas) individuales, recomendó formalmente que el DDO (director representante de operaciones), junto con la OMS, DS&T [departamento de ciencia y tecnología] y la OGC [oficina de consejo general], “condujeran una revisión de la efectividad de cada EIT autorizada y llegar a una resolución respecto a la necesidad de continuar usando cada una, incluyendo el requerido alcance y duración de cada una”. Representación externa sería incluida en el equipo de revisión”.

La OMS se quejó de no tener “suficiente información de salida para realizar esa evaluación y que la información dada necesitaría un estudio escrito que respaldara que no se estaban violando ninguna ley federal contra experimentación en prisioneros”.

De entre todas las personas, James Mitchell y Bruce Jessen salieron a defender a la OMS, argumentando que era imposible cuantificar la efectividad en la manera en la que el inspector general de la CIA quería. Ellos veían la interrogación como un arte, más que una ciencia. Por supuesto, otros verían su versión de interrogación como tortura.

“En este proceso”, escribieron, “una sola técnica física de interrogación casi nunca es empleada de manera aislada al respecto de otras técnicas y estrategias influyentes, muchas de las cuales no son cohesivas. En cambio, sí se usan múltiples técnicas deliberadamente escenificadas y secuenciadas como medios de inducción a un detenido que no coopera para activamente buscar una solución a su predicamento actual…”

En cambio, el jefe de la OMS, que indicó que únicamente eran 29 los “casos” de EITs hasta ese momento, mantuvo que el análisis de la efectividad podría ser considerado un asunto de “control de calidad” antes que uno de investigación humana. Mientras que con esos “análisis…sería más bien limitado. No obstante, las revelaciones consideradas prometían emerger”.

En otras palabras, hipótesis acerca de la efectividad serían establecidas y aprobadas o desaprobadas. La investigación de eficacia, etiquetada como “control de calidad”, hubieran llegado a considerarse un programa ilegal de experimentación humana y la OMS estaba de hecho consciente de que estaban cruzando o estaban a punto de cruzar una línea muy peligrosa.

Uniéndose a la hoja de higo del “control de calidad”, RDI “propuso a principios del 2005 una revisión interna encargada por un pequeño compuesto por un oficial senior del Counter Intelligence Center, el recientemente retirado [redactado] servicios médicos y posiblemente un psiquiatra”.

Pero este pequeño equipo nunca se ensambló. En su lugar, el IG de la CIA abandonó la idea de una revisión tipo “listón azul” y propuso un panel creado afuera que examinara la efectividad de la EIT.

Este aspecto de la historia fue reportado en el 2009 con la mayoría de sus particulares, por Greg Miller de Los Angeles Times. Lo que Miller no sabía o no entendió fue que la cuestión de juzgar la efectividad del programa de manera inmediata levantaba cuestiones éticas alrededor de la investigación sobre prisioneros.

Dos personas independientes Gardner Peckham (consejero de Newt Gingrich) y John Hamre, delegado de Secretario de Defensa de Clinton y presidente y CEO de un importante tanque de pensamiento en Washington, el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, fueron elegidos para el trabajo.

Tanto Peckham como Hamre “endorsaron el programa RDG”. Ambos encontraron difícil el poder valorar las técnicas de manera objetiva. Peckham recomendó mantener el “waterboard”. Hamre denotó que las técnicas más efectivas para él parecían ser las “EITs de acondicionamiento [privación del sueño, manipulación alimenticia]”. (Paréntesis en original).

Hamre también concluyó “la información sugiere que EITs, cuando son incorporadas a un programa comprensivo basado en inteligencia subsecuente y análisis, ha arrojado productos de inteligencia útil”.

Un programa de “investigación aplicada”

“RDI” o “RDG” o cualquiera de sus distintos nombres, siempre referido a un programa separado, altamente clasificado, bajo los auspicios de la división de misión especial del CTC de la CIA (CTC/SMD). Este programa fue experimental en naturaleza y consistió en el desarrollo científico de un grupo de técnicas brutales de interrogación derivadas del ejército y de los programas de supervivencia de tortura de la CIA.

El desarrollo de este set de técnicas “mejoradas”, que incluían “waterboarding” y una forma extendida de privación del sueño, fue el trabajo de la oficina de servicios técnicos de la CIA. Cuando los psicólogos militares James Mitchell y Bruce Jessen se unieron a la unidad de RDI, fueron inicialmente asignados como empleados contratistas para la OTS para trabajar en asuntos relacionados con investigación.

En el importante artículo de Greg Miller del 2016 para el Washington Post, en donde se publicaron los contratos no clasificados para Mitchell y Jessen, se reveló que James Mitchell, identificado en una investigación por el Comité Selecto del Senado en Inteligencia (SSCI por sus siglas en inglés) como el arquitecto en jefe del programa de tortura de la CIA, fue contratado por la OTS de la Agencia antes del 11/9.

El contrato inicial del Mitchell era “identificar métodos seguros y válidos para conducir valoraciones psicológicas interculturales” y para “identificar el estado actual de ciencias del comportamiento en teorías y métodos para influenciar actitudes, creencias, motivaciones y comportamientos”, particularmente para individuos de países “no occidentales”.

Después del 11/9, a lo mucho para diciembre de ese año, el contrato de Mitchell cambió y su nuevo trabajo fue “guiar” a su empleador, nombre redactado en el documento pero que probablemente era la OTS o CDC/RDI, para formar “la dirección futura del esfuerzo del patrocinador en investigación aplicada”.

Mitchell también dio “consulta…con relación a la investigación aplicada en escenarios operacionales de alto riesgo…aplicando metodología de investigación para llegar a las metas y objetivos” para la OTS.

Lo que ocultaban estas “metas y objetivos de misión”, de haber sido revelados, podrían habernos llevado al corazón del programa de tortura de la OTS inspirado en “interrogación mejorada”.

Mitchel también estaba encargado de conducir “proyectos de investigación específicos y de tiempo limitado” como identificó su empleador. Como se referenció en el reporte de SSCI, Mitchell discutió su acercamiento y su historial en un memo, el 1 de febrero del 2003: “Qualifications to provide special mission interrogation consultation” o “requisitos para dar consulta en misiones especiales de interrogación”.


Del memo de febrero del 2003 por James Mitchell a las partes de la CIA interesadas

A pesar de las contenciones por parte de un número de observadores y el reporte del Comité de Inteligencia del Senado, de que Mitchell no tenía entrenamiento en interrogación, de acuerdo a lo que estipula en su documento, recibió entrenamiento en interrogación en las conferencias de psicología de JPRA SERE, incluyendo un “curso de varios días con laboratorio”. Para febrero del 2003 ya tenía “más de 500 horas de experiencia (tiempo de cabaña) interrogando conocidos terroristas”.

La cuestión entera de la investigación ilegal de los detenidos de la “guerra contra el terror” sigue permaneciendo sin mencionarse en las cuentas mainstream sobre el escándalo de la tortura.

En el pasado, he documentado discusiones en relación a la investigación sobre detenidos de un número de distintas fuentes, como publiqué en mi libro Cover-up at Guantánamo. Algunas de estas discusiones entre contratistas ligados al gobierno envuelven la importancia de ser “leídos” en los programas de investigación clasificados.

Muchas preguntas

La realización de que el programa de la CIA era en realidad dos programas diferentes, aunque asociados entre ellos, significa que mucho de lo que sabemos o creemos saber acerca del uso de la tortura por parte de CIA tiene que ser reexaminado.

Por ejemplo, exactamente ¿cómo el uso de la rendición difiere entre los dos programas, si es que difiere en algo? ¿Fueron los programas de inteligencia foráneos, o porciones de ellos, “que se leen” en el programa RDI y envueltos en algún aspecto de la calibración de las técnicas de tortura por parte de la CIA?

¿O el hecho de que a la actual directora de la CIA Gina Haspel le encargaron dirigir en el 2002 una prisión envuelta en el programa RDI? Las preguntas que se deberían de haber hecho durante su audiencia de confirmación acerca de la experimentación ilegal en prisioneros de la CIA jamás fueron formuladas.

La pregunta más saliente es ¿por qué tener dos programas diferentes? Yo creo que esta cuestión es abierta a análisis que llegan muy lejos, pero creo que por lo menos un aspecto funcional era hacer más difícil determinar qué estaba ocurriendo en los dos programas.

Los muchos asuntos en relación a la experimentación ilegal traídos por el personal de la OMS levantaron preguntas acerca de la naturaleza de toda la operación de la CIA. La conflación de los dos distintos programas en un programa de la CIA sirvió para ofuscar la naturaleza experimental del programa RDI.

En junio del 2017, Physicians for Human Rights publicó un reporte, escrito por el Dr. Scott Allen, demostrando que el programa de tortura de la CIA post 11/9 constituía un régimen de experimentación humana ilegal.

El reporte de los psicólogos para los derechos humanos (PHR por sus siglas en inglés), corrobora el argumento, contenido en este artículo, de que la CIA estaba envuelta en experimentos ilegales y sabía que estaban violando la ley. El reporte también describe cómo la CIA violó las constricciones en experimentación.

Pero el reporte no menciona el rol clave de la OTS o del grupo RDI ni parece entender que dos programas de tortura burocráticamente separados estaban funcionando. Es una de las metas de este artículo el estimular acción por parte de los investigadores del congreso o de alguna otra autoridad en relación a las revelaciones de los PHR con respecto a la experimentación humana ilegal de la CIA.

Existen otras muchas preguntas. Por ejemplo, ¿qué significaba que en algún momento los dos programas hayan compartido personal, como cuando Mitchell y Jessen estaban involucrados en la interrogación de Gul Rahman en la prisión de Salt Pit?

El aspecto del programa RDI que supuestamente estaba más regulado no significaba que estuviera libre de “improvisaciones” o “excesos” más allá de las técnicas de interrogación/tortura aprobadas por el DoJ. En particular, el reporte de la OMS comenta el trato brutal al acusado de nivel alto, Abd al-Rahim al-Nashiri, el supuesto “mente maestra” o mente maestra detrás del bombardeo del USS Cole.

Según el jefe de la OMS, al-Nashiri era un “objetivo” de tempranos “excesos” para el personal del RDI supuestamente porque su “inmadurez regularmente los provocaba”.

Como resultado, a cierto punto un asistente médico de la OMS tuvo que intervenir en la interrogación de al-Nashiri para prevenir abuso. En otro momento, cuando el asistente médico y el equipo de interrogación estaban ausentes, un “interrogador” encapucho a al-Nashiri, lo amenazó con una pistola y un taladro.

El jefe de la OMS dijo que acerca de este interrogador: “fue disciplinado”.

Las ramificaciones de que la CIA haya tenido dos programas de tortura necesitan ser dirigidas por todos los comentadores. Por ejemplo, mientras que los famosos memos de tortura de John Yoo y Stephen Bradbury se entienden como autorizaciones de la CIA sobre “interrogaciones mejoradas” o el programa RDI, la cuestión sigue siendo quién o qué autorizó el programa CTC en sitios obscuros que no eran del RDI. ¿Los autores del OLC entendieron que estaban legitimando una operación altamente encubierta y compartimentada?

En un artículo próximo, regresaremos al conflicto que se levantó entre la OTS y la OMS en la administración del programa RDI y cómo la OMS contuvo los asuntos alrededor de la ética, las “lealtades duales” entre el personal médico y las críticas de “activistas” externos con el programa de tortura de EITs.

[Jeffrey S. Kaye se graduó de la Universidad de California, Berkeley en los 80. Después de haber trabajado como taxista, asistente de dirección de castings, corrector, tipógrafo y una serie de trabajos raros, se convirtió en un psicólogo clínico en sus años maduros. Se retiró de la psicoterapia en el 2017. El Dr. Kaye también enseño desarrollo adulto y la historia y sistemas de la psicología a estudiantes de psicología en el área de la bahía. Por casi diez años trabajó medio tiempo con Survivors International en San Francisco, conduciendo asesoramientos y psicoterapia para víctimas de tortura. Después del 11/9 se unió a otros en la protesta de actividades por parte de psicólogos en la CIA y en el Departamento de Defensa, algunos de los cuales ayudaron a desarrollar los programas de interrogación que han sido ampliamente expuestos por incluir tortura y otras formas de tratamiento cruel hacia los prisioneros. Cover-up at Guantanamo es su primer eBook. Ha publicado artículos sobre tortura y otros temas en Truthout, The Guardian, Al Jazeera America, Alternet,y otros sitios].

Este artículo apareció originalmente en diciembre del 2016 en The Medium.com: https://medium.com/@jeff_kaye/revealed-there-were-two-cia-torture-programs-151bb80d69c1


 

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