Centros de detención de EE.UU.
Inmigrantes gaseados con un desinfectante industrial altamente tóxico
Dave Lindorff | CounterPunch | 20 de agosto de 2020
Foto: Nathaniel St. Clair
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Traducido para Rebelión
por Paco Muñoz de Bustillo
A medida que nos aproximamos al momento de la verdad del primer –y esperemos que único– mandato
presidencial de Donald Trump (el 3 de noviembre, fecha de la elección), se
multiplican las acusaciones de tendencias fascistas e incluso de nazis contra
él y su Administración.
Pero esta última que quiero comentar es particularmente horrible: el uso de un poderoso desinfectante
“exclusivamente para uso industrial” llamado HDQ Neutral contra inmigrantes
detenidos en el ICE Adelanto, un centro de detención con ánimo de lucro en las
afueras de Los Ángeles financiado por la Administración Trump.
Según un informe del diario británico Independent, este
poderoso producto tóxico derivado del amoniaco ha sido utilizado para rociar a
las personas detenidas en dichas instalaciones a pesar de que la empresa
fabricante advierte de que solo puede utilizarse cerca de personas en
exteriores, nunca en espacios cerrados. El caso es aún es más grave, porque
según declaraciones de los afectados, el producto fue pulverizado directamente sobre los detenidos,
aunque la etiqueta advierte de que “puede provocar daños permanentes a los
ojos” y su inhalación puede provocar daños pulmonares, dificultad para respirar y asma.
¿Cuál es su conexión con los nazis? Tal y como señala Charles Vidich (autor de un elocuente y oportuno
libro de próxima publicación sobre la historia de las cuarentenas en Estados
Unidos, que abarca desde los primeros días de las colonias en el siglo XVII
hasta el presente, Germs at Bay), el Zyklom B, el gas exterminador preferido por Hitler en los campos de
exterminio, era en realidad un poderoso insecticida basado en el cianuro
inventado a finales del siglo XIX. Este insecticida fue utilizado durante
décadas, hasta bien entrado el siglo XX, para fumigar los barcos utilizados
para el comercio internacional con el fin de exterminar a las ratas, ratones,
pulgas y otras plagas. Los nazis utilizaron una variante del producto para
eliminar judíos, gitanos, comunistas, personas con deformidades y retrasos y
otros “indeseables” durante los años de la guerra.
Ahora tenemos a la Administración Trump, un individuo cuya familia posee un historial de simpatías nazis y
que ha calificado de “buena gente” a los manifestantes nazis de
Estados Unidos, utilizando un insecticida/desinfectante altamente tóxico y
potencialmente fatal para rociar a inmigrantes detenidos que esperan la deportación.
Según informaron a Reuters una organización denominada Coalición para el Cierre de Adelanto y otra ONG
llamada Earthjustice, los inmigrantes encerrados en el centro de detención de
Adelanto han estado siendo rociados “cada 15 o 30 minutos”, en ocasiones
directamente sobre el cuerpo, con un producto químico que según la compañía
solo puede ser usado en exteriores o en zonas bien ventiladas. Los informes de
las afecciones provocadas después del rociado mencionan sarpullidos, sangrados
de nariz, náuseas, dolores de cabeza y dificultades para respirar entre otros síntomas.
Debo señalar que cuando supe por primera vez las maneras despiadadas en que sus propietarios trataban a
los esclavos africanos en las colonias y posteriormente en Estados Unidos, me
impresionó, a pesar de mi juventud, que esos propietarios blancos fueran más
crueles con ellos que con sus propias bestias de carga. Cuando tuve más años
comprendí que el maltrato a los esclavos –los latigazos, la mala alimentación,
el trabajo excesivo– era un mecanismo de control, un proceso de deshumanización
tanto del amo como del esclavo que no era necesario cuando se trataba con
caballos o con el ganado. Me doy cuenta de que el mismo análisis es aplicable
al modo en que el centro de detención y su personal abusan cruelmente de los
inmigrantes detenidos.
Afortunadamente, el HDQ Neutral no es tan tóxico como el gas Zyklon B utilizado por los escuadrones de
la muerte nazis en los campos de exterminio alemanes, pero estos hechos no
dejan de ser un monstruoso ataque químico contra los estadounidenses
“indeseables”, que solo se diferencia de las tácticas nazis contra sus víctimas
humanas en el grado). La inhumanidad de los responsables que administran esta
toxina contra sus víctimas cautivas no es muy diferente de la que fue
castigada, a menudo con penas de muerte, en los Juicios de Núremberg tras la
Segunda Guerra Mundial.
La única esperanza que nos queda es que cuando acabe esta pesadilla trumpiana en Estados Unidos, Donald
Trump y sus esbirros criminales del Departamento de Seguridad Nacional se vean
también arrastrados ante un tribunal para hacer frente a las acusaciones de
crímenes contra la humanidad por su maltrato a los inmigrantes, incluidos niños
pequeños, así como por sus otros crímenes monstruosos.
David Lindorff es miembro fundador de la web ThisCantBeHappening!, una publicación colectiva digital, y ha participado en el
libro Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion (AK Press).
Fuente: https://www.counterpunch.org/2020/08/18/gassing-immigrants-with-a-highly-toxic-industrial-disinfectant-in-detention/
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