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Informe McChrystal filtrado a la prensa para fomentar apoyo a la escalada de la guerra afgana

Miércoles 23 de septiembre del 2009
Kenneth J. Theisen

El lunes 21 de septiembre el periódico Washington Post publicó en primera plana un artículo de Bob Woodward, basado en la versión filtrada del informe del general Stanley McChrystal, que seguramente iba a saltar a todos los titulares. Aunque la prensa ventilaba quién lo habría filtrado, en realidad eso no es lo importante.

Es probable que lo filtró alguna persona de alto rango en el Pentágono o incluso en la Casa Blanca, sin embargo está claro que la intención del informe, y de su filtración, es crear apoyo político y militar para una mayor escalada de la guerra de Obama en Afganistán.

El informe McChrystal se basó en su revisión de las operaciones realizadas por fuerzas EEUU y de la OTAN en Afganistán. El informe claramente indica que sin un aumento de tropas de EEUU y de sus aliadas, los EEUU puede perder la guerra ahí.

Dado que Obama se ha referido reiteradamente a la guerra afgana como la prioridad militar número uno, el informe pretende obligarle a apoyar una nueva escalada. En las palabras de McChrystal: “Esta guerra no se ganará con recursos, pero la insuficiencia de recursos podría hacer que la perdamos.” El presidente del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, comunicó ese mismo mensaje la semana pasada en su testimonio ante el Senado de los EEUU.

Ahora Obama se enfrenta ante la decisión de lanzar una escalada de guerra mucho más intensa de lo que ya ha hecho, u oponerse al ejército y tratar de alcanzar las metas de EEUU con mucho menos recursos. McChrystal y otros le están diciendo que los EEUU no puede lograr sus objetivos sin una escalada significativa de su presencia militar en Afganistán, y que de hecho el no aceptar la escalada probablemente le traerá una derrota.

No tengo una bola de cristal. Pero presiento que Obama acabará complaciendo a los altos mandos del Pentágono y a otros halcones, y lanzará una escalada de la guerra. Obama instaló a McChrystal como comandante de las tropas de EEUU y la OTAN el 15 de junio de este año. El nuevo comandante luego comenzó una “nueva” estrategia de contra-inteligencia (COIN). La guerra tipo COIN por naturaleza requiere una gran cantidad de soldados y su “éxito” en Afganistán depende de un aumento más allá de lo previsto actualmente por los EEUU, la OTAN y las fuerzas títeres afganas. El informe McChrystal, entregado a Obama hace tres semanas, aboga por esa estrategia. Sin una mayor escalada, las tropas de EEUU sumarán a 68,000 soldados para noviembre, más 38,000 soldados adicionales de la OTAN. Las fuerzas títeres afganas incluyen actualmente cerca de 134,000 policías y 82,000 soldados.

En varias programas de entrevista el domingo 20 de septiembre, Obama afirmó que está revalorizando el rol de EEUU con respecto a la guerra afgana y que no le van a obligar a tomar una decisión apresurada sobre una escalada más allá de los 21,000 soldados que ya aprobó. Sin embargo, eso no significa que Obama esté considerando una retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán. Obama probablemente se estaba refiriendo a una reexaminación de la mejor estrategia para librar la guerra. En su informe, McChrystal aduce una “necesidad urgente” de revisar la actual estrategia ahí. Afirma: “Corremos el riesgo de una derrota estratégica al buscar victorias tácticas que causen bajas civiles o daños colaterales innecesarios. Los insurgentes no pueden derrotarnos militarmente; pero nosotros podemos provocar nuestra propia derrota.”

Los EEUU, con su énfasis en una aplastante potencia de fuego, ataques aéreos, y otros métodos que producen bajas masivas, ha perdido el apoyo de la población afgana tras varias masacres civiles. El incidente más reciente fue un ataque aéreo estadounidense que mató a decenas de aldeanos afganos. En otras ocasiones, las fuerzas de EEUU han atacado bodas y funerales. Cada día los afganos se convierten en “daños colaterales” en esta guerra imperialista de los EEUU.

Siguiendo sus argumentos en pro de la escalada, McChrystal declaró en su informe: “Si no ganamos la iniciativa y no paramos el impulso de los insurgentes a corto plazo (los próximos 12 meses) – mientras madura la capacidad de seguridad afgana – arriesgamos un resultado en que la derrota de los insurgentes se haga imposible.”

Además, McChrystal agregó: “Al no proporcionar los recursos adecuados, corremos el riesgo de que el conflicto se alargue, con más bajas, costos generales más altos, y ultimadamente, una pérdida crítica de apoyo político. Cualquiera de esos riesgos, a su vez, puede resultar en el fracaso de la misión.” También admitió: “Los insurgentes controlan o nos rivalizan en una parte significativa del país, aunque es difícil evaluar con precisión cuánta…”

Los líderes del Senado también abogan por el aumento de tropas

Aparte de la presión del Pentágono en pro de la escalada de la guerra, algunos líderes del Senado también abogan por un aumento de tropas. En un editorial del 13 de septiembre publicado en el diario Wall Street Journal, los senadores Lindsey Graham, Joseph Lieberman y John McCain le pidieron a Obama considerar “un aumento significativo de las fuerzas de EEUU” desplegadas a la nación devastada por guerra. Dijeron que si no lo hace, sería una “garantía de fracaso.” Agregaron: “Tenemos la confianza de que la guerra no solamente se puede ganar, sino que no tenemos otra opción. Tenemos que prevalecer en Afganistán.” Es más, opinaron: “Hemos llegado a un momento seminal en nuestra lucha contra el extremismo islamista violento, y debemos comprometernos a enviar la ‘fuerza decisiva’ que el gnrl. [Stanley] McChrystal nos indica que producirá menos riesgo de un fracaso… EEUU abandonó Afganistán una vez en el pasado, tras el colapso soviético. El resultado fue el 11 de septiembre. No debemos cometer ese error de nuevo.”

El senador James Inhofe, un miembro veterano del Comité de los Servicios Armados del Senado, declaró: “Después de ocho años de guerra, hemos llegado a una encrucijada critica en Afganistán en que debemos demostrar nuestro compromiso de lograr la victoria, al pertrechar en 100% la guerra de Afganistán con un número adecuado de efectivos y una nueva estrategia para continuar la guerra.”

El senador Mitch McConnell dijo: “... cualquier negativa a actuar con decisión en respuesta a la petición del general McChrystal puede servir para socavar las demás buenas decisiones que el presidente ha hecho”. Agregó que si McChrystal dice que se necesitan más fuerzas: “Debemos de escuchar ese consejo.”

El líder minoritario republicano John A. Boehner escribió en un comunicado de prensa que estaba “profundamente preocupado… por los informes de que la Casa Blanca está demorándose en responder a la petición del general [McChrystal] por más tropas” y que tenía dudas sobre la “contra-insurgencia integrada de civiles-militares” que Obama puso en marcha. Boehmer escribió: “Es tiempo de que el presidente aclare cuál es su posición sobre la estrategia que ha articulado, porque entre más esperemos ponemos a las tropas en más riesgo.”

Pero, seguro que podemos contar con los demócratas para que nos salven de todos los militaristas, ¿correcto? Pues no cuenten con eso.

Mientras que algunos demócratas, como el senador Carl Levin, presidente del Comité de los Servicios de las Fuerzas Armadas, afirman que tienen reservas en cuanto a enviar más tropas de combate a Afganistán, de todos modos están a favor de la intensificación de la guerra. Abogan por hacerlo de otras maneras. Levin explicó que está de acuerdo con McChrystal de que “se requerirán recursos adicionales” en Afganistán, pero quiere centrarse en el entrenamiento del ejército y de la policía afganos para que luchen ellos mismos – como si una muerte a manos de tropas afganas títeres fuera mejor para el pueblo afgano. Levin afirma que “proveer más entrenadores” de las fuerzas armadas EEUU y la OTAN “es la mejor receta para triunfar” en la guerra. La senadora demócrata Barbara Boxer también quiere que las tropas EEUU ya desplegadas en Afganistán entrenen a más tropas títeres para ir a luchar ellas mismas.

El líder del Comité de Relaciones Extranjeras, el senador John Kerry, elogió a Obama por tomar su tiempo antes de tomar una decisión sobre la escalada de tropas. Dijo: “Hay que pensar… qué es la misión contrainsurgente. El presidente tiene todo el derecho del mundo de vetar apropiadamente esa misión y definirla. Bien podría ser que todos decidamos que [McChrystal] tiene absolutamente la razón y que la misión que él delineó es la correcta.” Nótese que Kerry no critica la posible escalada de la guerra. Levin, Kerry y otros altos líderes del Partido Demócrata apoyan la guerra y solamente tienen desacuerdos posiblemente sobre la mejor manera de lograr las metas imperialistas de EEUU ahí.

Por eso los demócratas no se han negado a financiar la guerra ni han hecho nada para forzar una retirada de las fuerzas de EEUU, a pesar de que tienen una mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Votan repetidamente para financiar las guerras imperialistas. Algunos demócratas adjuntaron una enmienda al proyecto de ley de reautorización al Departamento de Defensa este año que hubiera requerido que Obama ofreciera una “estrategia de salida” de la guerra, pero la enmienda fue derrotada por un margen de 2 a 1 cuando llegó el momento de votar, a pesar de que los demócratas tienen una mayoría significativa en la Cámara de Representantes.

En un programa de entrevistas el domingo, Obama no dijo que iba a aumentar la cantidad de soldados. Se limitó a decir: “... No quiero anteponer la cuestión de recursos a la de estrategia.” En una entrevista del programa “Face the Nation”, Obama jugó la carta del miedo como ha hecho en el pasado. Dijo: “Cualquiera decisión que yo tome se basará primero en una estrategia que nos mantenga seguros, y luego lidiaremos con la cuestión de recursos.”

En la CNN Obama afirmó: “Ahora mismo, la pregunta es, la primera pregunta es ¿estamos haciendo lo correcto? ¿Estamos siguiendo la estrategia correcta? Una vez que estemos claros en eso, entonces la pregunta será: Ahora bien, ¿qué recursos se necesitan?” Obama también ha declarado recientemente que no decidirá si enviar más tropas o no, hasta que tenga “claridad absoluta sobre la estrategia que se va a seguir.”

Sin embargo, McChrystal deja en claro que su llamado por más fuerzas depende de una nueva estrategia y tener claridad sobre ella. En su informe escribió: “…sin tener los recursos adecuados, es probable que todo termine en un fracaso. Sin embargo, sin una nueva estrategia, no se debe destinar recursos a la misión.” El comandante-en-jefe y su comandante en tierra están de acuerdo. A corto plazo, es probable que Obama deje que las voces clamen por una escalada sin oposición, hasta el momento en que él pueda ordenar que se la realice sin muchas críticas.

¿Qué nivel de escalada se espera? Los oficiales militares familiarizados con la política afgana les han dicho a los reporteros que McChrystal ha discutido varios escenarios que incrementarían las fuerzas de EEUU de 10,000 a 45,000 efectivos. A McChrystal le gustaría también aumentar la cantidad de fuerzas de la OTAN y aumentar dramáticamente la cantidad de tropas títeres afganas que operan juntas con los militares de EEUU. McChrystal quiere que el ejército afgano tenga 240,000 soldados y que la policía afgana tenga 160,000 agentes. Eso sería casi el doble de las fuerzas títeres afganas actuales, que son 216,000 personas.

Todavía no se sabe cuándo McChrystal entregará su petición por tropas a la Casa Blanca, pero varias fuentes han dicho que más antes es más probable que más tarde. Tampoco es cosa segura que Obama ordene aumento alguno y, si lo hace, entonces ¿cuántos soldados serán? (Yo apostaría a que ordenaría un aumento de 20,000 a 30,000 tropas). Pero sí estamos seguros de que la guerra EEUU contra Afganistán continuará, a menos que un movimiento de masas se construya aquí y en otras partes para obligarlos a retirarse. La clase dominante de EEUU puede que esté dividida sobre las estrategias particulares para continuar la guerra afgana, pero no hay ninguna facción significante en estos momentos que esté argumentando por poner fin a la guerra. Nosotros tenemos que organizar a que se ponga fin a la guerra en Afganistán y a los otros conflictos de la guerra de terror estadounidense. Si no lo hacemos, esas guerras continuarán y la gente de Irak, Afganistán, Pakistán y otras naciones continuarán muriendo y sufriendo.


 

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