EE.UU.: Revelaciones sobre torturas de la CIA
Documentos divulgados recientemente muestran la necesidad de rendición de
cuentas
HRW
17 de junio de 2016
La reciente divulgación de documentos referentes al programa de detención e interrogatorios
de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. aporta nuevos datos estremecedores
sobre torturas practicadas por la CIA, señaló hoy Human Rights Watch. El 16 de
junio de 2016, Human Rights Watch envió una carta al
presidente Barack Obama, exhortándolo a garantizar una mayor rendición de
cuentas por abusos de la CIA antes de que concluya su mandato.
“Los documentos que acaban de salir a la luz dejan al descubierto la brutalidad e
ilegalidad del programa de la CIA”, expresó Laura Pitter, asesora sénior en
seguridad nacional de Human Rights Watch. “La falta de medidas concretas del
presidente Obama para abordar estos delitos empañará el legado de su mandato,
debilitará el estado de derecho y restará eficacia a las acciones de EE. UU.
contra la tortura en el plano global”.
Se sabe que un detenido de origen afgano, Gul Rahman, murió de hipotermia en su
celda luego de haber sido torturado por miembros de la CIA, abandonado
semidesnudo en un piso de cemento a muy baja temperatura y privado de
alimentos. Sin embargo, un documento interno que investigaba las circunstancias
de su muerte y que fue divulgado recientemente, intenta atribuirle a Rahman la
culpa de lo que le sucedió, y pone así al descubierto la perversidad del
programa: “Las acciones de Rahman contribuyeron a su propia muerte. Al desechar
su propia comida, su cuerpo no tuvo una fuente calórica para mantenerse caliente”.
También se había informado sobre el uso de pañales por la CIA en el marco del programa,
pero un nuevo documento reconoce abiertamente que el “único objeto” de esta medida
era humillar a los detenidos. El documento indica además: “cuando los
prisioneros ensucian el pañal, son cambiados por los guardias. A veces los
guardias ya no tienen pañales y los prisioneros son enviados de vuelta a sus
celdas con un pañal improvisado asegurado con cinta adhesiva. Si los guardias
ya no tiene pañales, entonces son regresados a las celdas desnudos”.
Algunos prisioneros fueron encadenados a dos anillos de hierro, sujetados a la pared
aproximadamente un metro encima del piso, en varias posiciones diferentes. Un
ex-detenido dijo que pasó dos semanas en la posición 3, y que sólo lo
desencadenaron durante 30 minutos diarios.
|
Los nuevos documentos se basan en el resumen de la Comisión de Inteligencia del Senado, difundido en
2014, y en otras fuentes de información. La manera más efectiva de esclarecer
la ilegalidad del uso de la tortura
por la CIA sería reiniciar las investigaciones penales, opinó Human Rights Watch.
Si bien las razones que motivaron el cierre de las investigaciones anteriores aún
no son claras, el informe de Human Rights Watch de diciembre de 2015, “No More Excuses: A Roadmap to
Justice for CIA Torture” [Basta de excusas: hoja de ruta para
asegurar justicia por las torturas de la CIA], aportó abundantes materiales y
análisis que cuestionan los señalamientos de que la persecución penal de estos
hechos por el Departamento de Justicia no era jurídicamente posible.
Incluso si el Departamento de Justicia no tiene previsto iniciar nuevas
investigaciones, debería, como mínimo, explicar detenidamente por qué se
cerraron los procedimientos de investigación anteriores, y trabajar con otros
departamentos ejecutivos para ofrecer resarcimiento y rehabilitación a las
víctimas. Estados Unidos debería además ser mucho más proactivo en la
divulgación de información sobre el programa de lo que ha sido hasta el
momento.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|