El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que
viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también
la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense.
Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar
los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática
encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.
Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar
Trump hereda la prisión de Guantánamo, completada con 4 ‘prisioneros para siempre’
Una torre de control en el campo de detención
VI, en la base naval en Guantánamo, Cuba AP Foto/Alex Brando
Lisa Hajjar
Profesora de sociología, Universidad de California, Santa Bárbara The Conversation
24 de enero de 2025
El récord del presidente Joe Biden en manejar la prisión militar de la bahía de Guantánamo en Cuba, es definitivamente mixto. Tuvo
éxito en reducir la población de detenidos que heredó por más de la mitad, pero
compuso problemas en las comisiones militares que el gobierno de Bush inventó
como consecuencia de los ataques del 11/9 para enjuiciar gente capturada en la
“guerra contra el terror”. Ahora todos los problemas de Guantánamo son, de
nuevo, del presidente Donald Trump.
Cuando Biden tomó el poder en el 2021, había 40 prisioneros. Hoy son 15,
el número más bajo desde que los primero
20 hombres y niños musulmanes capturados en Afganistán fueron volados a la
base el 11 de enero del 2002.
Biden le dejó a Trump cuatro personas que los Estados Unidos no libera, pero tampoco
enjuicia. Los llamados “prisioneros
para siempre.” . También dejó intacto el problemático
sistema de comisiones militares, con tres casos criminales pendientes en
contra de un total de seis detenidos.
En diciembre del 2021, el ex jefe militar defensor, general
John Baker testificó ante el Comité Judicial del Senado: “es demasiado
tarde para que las comisiones militares actuales hagan justicia para
cualquiera. Lo mejor que se puede esperar a este punto…es ponerle fin a este
sórdido capítulo de historia americana”. Baker dejó claro que la única opción
viable es resolver los casos con acuerdos negociados para los acusados.
El general de la marina John Baker le dice a los senadores estadounidenses que no existe
oportunidad alguna para que se haga justicia en Guantánamo
Los casos del 11/9 y del USS Cole han estado atascados en la fase previa a juicio desde que Biden era el vicepresidente de Barack
Obama. En el verano del 2024, un avance en el caso del 9/11 pareció inminente:
los fiscales y abogados defensores de tres de los cuatro acusados reportaron
haber llegado
a acuerdos negociados. Khalid Sheikh Mohammad – la supuesta “mente maestra”
de los ataques – Walid bin Attash y Mustafa Hawsawi aceptaron declararse
culpable y aceptar sentencias de cadena perpetua a cambio de que el gobierno
quitara de la mesa la pena de muerte. No hubo acuerdo para el cuarto acusado
del 11/9, Ammar al-Baluchi.
Los acuerdos fueron aprobados el 31 de julio por el oficial militar top supervisando las comisiones en Guantánamo, la general
retirada Susan Escallier, pero dos días después, el secretario de defensa de Biden, Lloyd Austin, se interpuso en
el proceso e invalidó a Escallier, a quien había designado. Austin anunció que
los acuerdos
negociados había fueron revocados.
El juez, coronel de la fuerza aérea Matthew McCall, decidió programar audiencias para principios de enero. Pero, después de un ir y
venir legal que forzó una estancia, tuvo que cancelarlas. Biden dejó el caso en
contra de los tres acusados del 11/9 en el limbo.
El sótano de este edificio en Bucarest, Rumania, albergaba una prisión secreta de la CIA,
una de las tantas alrededor del mundo. AP Photo
Testigos de la transición
A mitades de enero del 2025, realicé mi dieciseisavo viaje de reportaje a Guantánamo. Llegué para los argumentos finales en una
moción en el caso del 11/9 que busca suprimir las declaraciones que Ammar
al-Baluchi hizo ante el FBI en enero del 2007. Eso fue cuatro meses después de
que él y otros trece fueran transferidos
a Guantánamo desde sitios negros de la CIA en donde fueron detenidos por
años. El litigio para eliminar esas declaraciones comenzó en el 2019.
En el capítulo diez de mi libro “The War in Court: Inside the Long Fight against Torture”,
detallo cómo el proceso legal en esta moción para suprimir hizo públicos detalles y horrores poco reconocidos del programa de
rendición, detención e interrogación de la CIA.
Estos argumentos de cierre fueron la culminación de seis años de litigio sobre la pregunta clave en el caso del 11/9: ¿Importa
la tortura en la búsqueda de justicia en las comisiones militares?
Un dibujo realizado por
el detenido en Guantánamo Abu Zubaydah muestra a una persona sujeta al submarino. Copyright Abu Zubaydah 2019.
Autorizado por el profesor Mark Denbeaux, de la escuela de derecho Seton Hall.
¿Puede cerrarse Guantánamo?
De las 780
personas detenidas en Guantánamo, 540 fueron liberadas durante la
presidencia de George W. Bush, quien estableció el centro de detención. Obama, que firmó una orden ejecutiva en su segundo día
en el poder prometiendo cerrar Guantánamo,
dentro del primer año, liberó a 200.
En su primer mandato, Trump prometió
mantener el centro abierto. El único hombre que salió de Guantánamo durante
su primer mandato fue Ahmed al-Darbi, quien fue repatriado
a Arabia Saudita en el 2018 para cumplir el resto de su sentencia como
parte de un acuerdo de culpabilidad negociado en el 2014.
El gobierno de Biden también planeó repatriar a Abd al-Hadi al-Iraqi, un detenido iraquí severamente discapacitado, para que
sirviera el resto de su sentencia negociada en una prisión de Bagdad, pero un
juez federal bloqueó
esa transferencia, fallando que al-Iraqi no recibiría, necesariamente,
tratamiento médico en Iraq y podría ser sometido a abuso ahí.
Al-Iraqi es uno de los 15 que Biden dejó atrás. Tres de ellos, un libio, un somalí y un rohingya sin estado, fueron
aprobados para liberación hace mucho tiempo. Su continua detención sin
cargos destaca un elemento clave del problema de Guantánamo: nadie puede ser
liberado a menso que el gobierno estadounidense encuentre un país dispuesto a recibirlos.
Uno de los detenidos que quedan, Ali Bahlul, está cumpliendo
cadena perpetua por conspirar para cometer crímenes de guerra. Otros
seis, incluyendo a los cuatro acusados del 11/9, están esperando juicio.
Existen, también, cuatro detenidos que el gobierno se
niega a transferir pero que no puede enjuiciar por falta de evidencia.
El gobierno estadounidense dice que no puede liberar a
Abu Zubaydah de Guantánamo ´porque podría revelar técnicas clasificadas de
interrogación que los críticos han etiquetado como tortura. U.S. Central Command via AP
El prisionero eterno más nuevo es uno de los acusados originales del 11/9, Ramzi bin al-Shibh; en septiembre del 2023
fue declarado como mentalmente
incompetente para ser enjuiciado. Ahora no tiene cargos en su contra, no
está liberado y continúa sin tratamiento psicológico para sus enfermedades causadas
por la tortura que sobrevivió en sitios negros de la CIA.
La “guerra contra el terror” no ha terminado
Cuando Biden sacó a las tropas estadounidenses de Afganistán en agosto del 2021, dijo haber terminado con la
guerra más larga de América – repitiéndolo en un discurso
en enero del 2025. Pero la prisión en Guantánamo continúa abierta y,
mientras así sea, la “guerra contra el terror” que puso a las tropas
estadounidenses en Afganistán, no se ha terminado.
Cómo lidiará Trump con Guantánamo es una pregunta abierta. Si se enfoca
en la pena de muerte, presionará a que sigan los juicios de comisiones
militares como sus predecesores, esperando veredictos unánimes de culpabilidad
y sentencias de muerte. Si prioriza recortando gastos gubernamentales, liberará
prisioneros y permitirá que los tres acuerdos negociados entren en vigor.
Nadie con quien hablara durante mi último viaje estuvo dispuesto a predecir lo que un segundo mandato de Trump pudiera
augurar para Guantánamo – excepto que no será cerrada.
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