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Hacer el trabajo previo para la violencia

Dahr Jamail
Uruknet
12 de mayo de 2009

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

A lo largo de la historia, aquellos que colaboraron con los ocupantes de su país tendieron a terminar al margen o muertos. La ocupación de Iraq no es diferente: la colaboración y los frutos venenosos procedentes de ella están una vez más abiertamente expuestos a los libros de historia. Sólo que ahora es asombrosa la rapidez con la que está ocurriendo.

El 5 de mayo el ejército iraquí mató a Basim Mohammed y detuvo a su hermano. Mohammed era miembro de Sahwa, la milicia sunní de 100.000 hombres compuesta mayoritariamente por ex-combatientes de la resistencia, creada por Estados Unidos para utilizarlos para luchar contra al-Qaeda en Iraq, además de pagarles para que disminuyera el número de ataques contra las fuerzas de ocupación.

Los miembros de Sahwa, a los que se suponía que se iba a dar empleos públicos, bien en seguridad bien en servicios civiles, han sido traicionados. En vez de darles los trabajos prometidos, han sido atacados constantemente por el gobierno iraquí y a veces por el ejército estadounidense, lo que ha hecho que también sean vulnerables a los ataques de al-Qaeda. A consecuencia de ello, están abandonando sus empleos en las fuerzas de seguridad al no ser pagados y han cesado sus operaciones militares contra al-Qaeda. El previsible resultado es lo que hemos estado presenciando durante meses, un lento pero continuo aumento del número de ataques contra las fuerzas iraquíes y estadounidenses, y un dramático aumento de los espectaculares ataques con coche bomba en zonas mayoritariamente chiíes en cada uno de los cuales acaban con la vida de decenas de personas.

Para la administración Obama la solución obvias sería presionar a su gobierno cliente en Bagdad para que cumpla sus promesas de incorporar a Sahwa en sus filas, así como presionar al primer ministro Maliki para que deje de atacar a Sahwa y a sus dirigentes.

En vez de ello, los miembros de Sahwa, como Mohammed, están siendo asesinados y los miembros de sus familias están siendo detenidos, y los ataques continúan. El 3 de mayo el ejercito iraquí detuvo a Nadhim al-Jubouri, un dirigente de Sahwa en la inestable provincia de Salahadin. En marzo el ejército iraquí detuvo a Adil al-Mashadani, jefe de otro grupo Sahwa en el barrio de Fadhil del centro de Bagdad, lo que desencadenó enfrentamientos entre fuerzas estadounidenses, iraquíes y de Sahwa que acabaron con tres hombres muertos y crearon el marco para nuevas matanzas.

Seamos claros, cuando a mediados de 2006 se formaron las milicias Sahwa el ejército estadounidense sabía que la mayoría de sus miembros eran o bien ex-combatientes de la resistencia o bien miembros de al-Qaeda. A esos hombres se les prometió que si se les pagaban 300 dólares al mes y ellos prometían cesar sus ataques contra las fuerzas de ocupación se les concedería una amnistía de represalias por parte de cualquier gobierno iraquí. Esto último era necesario porque desde la creación de Sahwa el gobierno Maliki se había opuesto a ello y habló en términos belicosos de que se tomarían medidas para ejercer venganza en los miembros de Sahwa que habían pertenecido al partido Ba'ath o que fueran ex-combatientes de la resistencia, lo que describe a la vasta mayoría de sus miembros.

Los dirigentes de Sahwa se quejan de esto, prácticamente en vano. Después de su detención el 3 de mayo el dirigente de Sahwa Nadhim al-Jubouri, un ex-dirigente de la milicia de al-Qaeda, declaró a los periodistas que su detención por parte de la policía iraquí violaba el acuerdo de amnistía que él había firmado con el ejército iraquí el año pasado. Debería darle vergüenza a al-Jubouri por confiar en los ocupantes de su país. Está claro que cree que él vive al margen de la historia. Jubouri declaró a AFP: “Hemos firmado un acuerdo de alto el fuego con las fuerzas estadounidenses lo mismo que hemos firmado un acuerdo que nos concede inmunidad ante los tribunales, aun cuando asesinemos a la mitad del ejército estadounidense o derribemos un avión”.

Claramente cree que los ocupantes y su gobierno cliente en Bagdad cumplirían su palabra. Jubouri debe de haber leído sobre ello tanto como Sarah Palin o habría sabido más. Se trata de la clásica rutina del poli bueno y el poli malo: mientras el ejército estadounidense desempeñaba el papel de poli bueno y ofrecía inmunidad y dinero a Sahwa, el gobierno Maliki prometía que no habría inmunidad y los ataques empezaron. El ejército estadounidense emitió un comunicado después de que el gobierno iraquí detuviera a Jubouri afirmando: “Las fuerzas de la coalición tienen un papel verdaderamente pequeño en esto ya que las órdenes de detención provienen de los iraquíes”. Está claro quien cumplió su promesa.

La violencia por todo el país continúa sin disminuir un ápice. El mismo día que el ejército iraquí mató a Basim Mohammed el ejército iraquí en la provincia de Diyala asesinó a casi 40 iraquíes, 31 de los cuales eran “sospechosos de ser militantes” (léase miembros de Sahwa).

En las últimas 72 horas a mayor parte de la violencia se ha debido a operaciones del gobierno iraquí que está en plena fase de eliminar a la mayor cantidad posible de miembros de Sahwa

El 4 de mayo fueron asesinados al menos 15 iraquíes y 24 resultaron heridos. Cuatro de los muertos eran policías (léase miembros de Sahwa) de la zona de Dora de Bagdad (Sahwa se encarga de la seguridad en Dora) que murieron cuando alguien arrojó una granada en su checkpoint.

Al día siguiente el diario Times de Londres informaba de un destacado miembro del Consejo Político de la Resistencia Iraquí, que representa a seis grupos militantes sunníes, había declarado: “La resistencia ha vuelto ahora al combate y está intensificando sus ataques contra el enemigo. Está aumentando el número de miembros de la coalición muertos”.

Aunque la retórica está cargada de un orgullo desmedido, está aumentando el número de soldados estadounidenses muertos en Iraq. El mes pasado murieron al menos 18 soldados [estadounidenses], lo que ha hecho que para las fuerzas estadounidenses de ocupación éste sea el mes más mortífero desde septiembre. Esto, unido a un gran aumento de muertos iraquíes, llevó a declarar a Richard Haass, presidente del Consejo estadounidense de Relaciones Exteriores, que volvió la semana pasada de una visita a Iraq: “Es obvio que sigue habiendo múltiples posturas erróneas en la sociedad. En mi opinión, Iraq y estados Unidos van a tener que ajustar los plazos y dejar una fuerza residual de cientos de miles [de soldados estadounidenses] después de 2011”.

Grupos Sahwa de los alrededores de Bagdad y de otras zonas de Iraq están informando de que la mitad de sus miembros están abandonando sus puestos para unirse a la resistencia. Otros informan de que el 75% ya ha abandonando.

El 2 de mayo en Hilla, al sur de Bagdad, más de 120 miembros de un grupo Sahwa abandonaron sus puestos en decenas de checkpoints al sur de la capital afirmando que no habían recibido su sueldo durante meses. “Esta huelga va a continuar hasta que no nos paguen nuestro salario de abril y muchos miembros de Sahwa tampoco han recibido el de marzo”, declaró a AFP Nazar al-Janabi, uno de los miembros de la milica. Esto se está volviendo común.

Sospecho que llevará algún tiempo hasta que se formen nuevos grupos de resistencia con miembros de Sahwa privados de sus derechos. Mientras tanto continuarán los ataques esporádicos aunque cada vez más frecuentes contra las fuerzas estadounidenses y el pueblo iraquí, que siempre es el más castigado por las fallidas políticas estadounidenses en Iraq, seguirá muriendo por cientos cada semana que pase.

Página web de Dahr Jamail: http://dahrjamailiraq.com

Enlace con el original: www.uruknet.info?p=54082


 

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