La guardia estatal creada por DeSantis está siendo
entrenada como milicia personal, dicen los veteranos
Los veteranos renuncian a la fuerza creada como ayuda civil en caso de
catástrofe, alegando preocupación por el entrenamiento "militarista"
y los "abusos
La guardia estatal fue creada por Ron DeSantis como "una fuerza de
defensa civil centrada en emergencias" en junio de 2022. Fotografía: Reba
Saldanha/AP
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Richard Luscombe
The Guardian
15 de julio de 2023
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 24 de julio de 2023
Una guardia estatal de Florida establecida por el gobernador derechista, Ron DeSantis, bajo
la apariencia de una fuerza civil de socorro en caso de desastre está siendo
entrenada en cambio como una milicia armada y lista para el combate bajo su
mando personal, según reclutas veteranos militares que han abandonado el programa.
Varios veteranos renunciaron después de un campamento el mes pasado,
preocupados por el entrenamiento "militarista" y el "abuso"
que un veterano discapacitado sufrió a manos de los instructores, según una
investigación del Miami Herald y el Tampa Bay Times.
Promovida por DeSantis como una "fuerza
de defensa civil centrada en emergencias" cuando se estableció en junio
de 2022, la guardia estatal se ha transformado rápidamente en algo muy
diferente, según el informe.
Los voluntarios han sido entrenados para el combate militar, incluido el uso de armas; los polos y pantalones caqui fueron
sustituidos por uniformes de camuflaje; y los reclutas eran
"ladrados" por instructores de campo de entrenamiento en la base de
entrenamiento conjunto que les despertaban antes del amanecer y les imponían
apagar las luces a las 10 de la noche.
Además, la legislatura estatal de DeSantis, obediente y liderada por los
republicanos, ha contribuido al cambio de rumbo, aprobando este año una expansión
masiva de la financiación, el tamaño y el equipamiento de la fuerza. Su
presupuesto aumentó de 10 millones de dólares a 107,5 millones, y su tamaño
máximo se triplicó con creces, pasando de 400 reclutas a 1.500.
En la lista
de la compra del gobernador había helicópteros, barcos, competencias
policiales y, al parecer, incluso tecnología de piratea de teléfonos móviles
para una fuerza ajena a la jurisdicción federal y directamente responsable ante él.
"El programa fue secuestrado y se convirtió en algo de lo que estábamos tratando de mantenernos alejados: una
milicia", dijo a los periodistas Brian Newhouse, un veterano de la marina
retirado con 20 años de experiencia.
Newhouse fue elegido originalmente para dirigir una de las tres
divisiones de la guardia estatal, y dijo que fue expulsado de la base cerca de
Jacksonville el primer día de entrenamiento después de plantear sus
preocupaciones al personal de la guardia nacional que actuaba como instructor.
La denuncia de malos tratos, que fue objeto de una investigación
policial, se refiere a un incidente en el que un capitán de la marina retirado
y discapacitado afirmó que el personal de la guardia nacional le metió en una
furgoneta tras expresar su descontento por el trato que recibían los reclutas.
"Ni siquiera creo que el gobernador
sepa lo que está pasando. No creo que esto sea una mosca en su radar en este
momento", dijo Newhouse, señalando que DeSantis es un ex teniente de la
marina. "Le horrorizaría que un veterano discapacitado fuera maltratado
por otros militares".
Según Newhouse y otras dos personas que abandonaron, con décadas de
servicio militar entre ambos, los instructores eran inexpertos y el campamento
"chapucero". Los voluntarios apenas recibían material de formación
escrito y no se les examinaba de lo que aprendían.
Tampoco se realizaron evaluaciones médicas o
físicas para determinar el estado físico de los reclutas antes de que se embarcaran
en una exigente carrera de obstáculos y ejercicios, según dijeron.
La aparente disfunción parece reflejar el liderazgo de la organización
en su conjunto. Los reporteros del Herald/Times, que revisaron los registros y
entrevistaron a los reclutas, observaron que la guardia estatal buscaba a su
tercer comandante en ocho meses.
Su entonces director, el capitán de la reserva de la marina Luis Soler,
fue excluido del campo de entrenamiento y desde entonces ha renunciado
"por razones personales", según la oficina de DeSantis, informó la
semana pasada el
Florida Standard.
Newhouse dijo que él y Soler veían el
programa como un equipo de respuesta de gestión de emergencias en línea con el
mandato original de DeSantis, y una forma de que los ciudadanos sirvieran a sus
comunidades, en lugar de en lo que se había convertido.
The Guardian se ha puesto en contacto con la oficina de DeSantis, y el
liderazgo de la guardia estatal, para hacer comentarios.
El equipo de prensa del gobernador remitió al Herald/Times a la guardia
estatal, que envió una declaración del Mayor General John D Haas, ayudante general
de Florida que supervisa la guardia nacional del estado, quien dijo que los
veteranos fueron "despedidos" del programa, y no habían renunciado.
"Es] lamentable que algunas de estas personas recurrieran a las quejas ante los medios de
comunicación", escribió.
"Somos conscientes de que algunos cursillistas que fueron expulsados están
descontentos. Esto es de esperar en cualquier curso que exija rigor y
disciplina."
Haas también pareció confirmar la afirmación de los veteranos de que el cometido de la guardia
estatal había cambiado. Era una "organización militar", dijo, que se
utilizará para "ayudar a las fuerzas del orden en disturbios e inmigración
ilegal".
Los demócratas expresaron
su temor en 2021, cuando DeSantis propuso por primera vez reactivar la
guardia estatal, inactiva desde la Segunda Guerra Mundial, de que acabara
convirtiéndose en una fuerza paramilitar en deuda únicamente con el líder
autoritario de Florida.
"Ningún gobernador debería tener su propia policía secreta elegida a dedo", dijo
Charlie Crist, el candidato demócrata perdedor cuando DeSantis fue reelegido en
noviembre.
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