El ataque aéreo más mortal desde que Washington invadió el país hace 8
años
EE.UU. mató “por error” a 120 civiles afganos
Patrick Cockburn Página 12 / The Independent 07 de mayo de 2009
La matanza de tantos civiles afganos por aviones estadounidenses podría tener
como consecuencia un mayor apoyo a los talibán en el área bombardeada. El
presidente Karzai envió una delegación a investigar el
incidente. |
Un ataque aéreo de Estados Unidos dirigido erróneamente mató a 120 afganos,
incluyendo docenas de mujeres y niños. El ataque es el más mortal de los
bombardeos que causaron muertes civiles hasta ahora en los ocho años desde que
Estados Unidos lideró la invasión a Afganistán.
Las familias en dos pueblos en la provincia de Farah, en Afganistán
occidental, estaban ayer buscando cuerpos entre las ruinas de sus hogares hechos
de barro y ladrillos. “Había mujeres y niños entre los muertos”, dijo Jessica
Barry, una vocera de la Cruz Roja. “Parecía que querían buscar asilo dentro de
la casa cuando ésta fue impactada. Los sobrevivientes dijeron que el número de
muertos seguramente aumentaría mientras continuaba la búsqueda de los
cuerpos.”
Es probable que la matanza de tantos afganos civiles por aviones
estadounidenses enfurezca a los afganos y resulte en un mayor apoyo a los
talibán en el área bombardeada. El presidente Hamid Karzai, que se reunió con el
presidente Barack Obama en Washington ayer (ver aparte), envió una delegación
conjunta afgano-estadounidense a investigar el incidente.
Las Fuerzas Especiales de la Marina de Estados Unidos que apoyan al ejército
afgano aparentemente atacaron por aire el martes a dos pueblos en el distrito de
Bala Baluk, después de duros combates con el talibán. Los relatos de los afganos
sobre muertes de civiles a menudo son negados o descartados por los funcionarios
de Estados Unidos. Pero un equipo de la Cruz Roja visitó la escena de este
ataque. “Había cuerpos, tumbas... gente enterrando los cuerpos mientras
estábamos ahí”, dijo Barry. Dijo que un trabajador humanitario de la Cruz Roja
de Afganistán murió junto con trece miembros de su familia. “Vimos docenas de
muertos en las dos localidades a las que fuimos.”
Rohul Amin, el gobernador provincial de Farah, le dijo al Independent que
“los muertos eran más de cien”. La gente del pueblo llevó 30 cadáveres,
incluyendo los de mujeres y niños, en un camión para que Amin, en la ciudad de
Farah, probara lo que había sucedido.
El gobierno afgano ha hecho denuncias cada vez más indignadas a la Fuerza
Aérea de Estados Unidos por usar su masivo poder de fuego sin considerar a los
afganos comunes. Las fiestas de casamiento a menudo han sido blancos de
bombardeos estadounidenses tanto en Irak como en Afganistán, presumiblemente
porque se los confunde con reuniones de militantes.
El ataque aéreo de Estados Unidos sobre Bala Baluk parece haber sido más
mortal para los civiles desde que Estados Unidos intervino en Afganistán en
2001. El gobierno le pidió a la gente del pueblo que no entierre a los muertos
hasta que lleguen los investigadores hoy.
Previamente, el peor de tales incidentes había sido un ataque estadounidense
sobre Azizabad, en agosto de 2008, cuando Estados Unidos al principio afirmó que
no había muerto ningún civil. Los investigadores afganos y de la ONU concluyeron
que en realidad 90 afganos habían muerto. Una investigación de alto nivel
estadounidense admitió más tarde que 33 civiles habían fallecido. Las encuestas
de opinión en Afganistán muestran que el apoyo al talibán crece en las
provincias afectadas después de que las bombas matan gente inocente.
Los ataques aéreos fueron precedidos por dos días de lucha entre fuerzas del
gobierno afgano apoyadas por Estados Unidos y los combatientes talibán. Farah es
una provincia pobre cuyos habitantes son mayormente granjeros y donde el talibán
ha estado muy activo. El jefe de policía provincial, Abdul Gaffar, dijo que tres
oficiales de policía y 25 talibán fueron muertos combatiendo cerca del pueblo de
Ganjabad, en el distrito de Bala Baluk.
Los residentes locales les dijeron más tarde a los funcionarios afganos que
habían puesto a sus hijos, mujeres y hombres ancianos en complejos con paredes
en el pueblo de Gerani, a casi cinco kilómetros de la escena de la lucha donde
pensaron que estarían a salvo. Estos complejos luego fueron atacados desde el
aire y la mayoría de los que se refugiaban adentro resultaron muertos.
A pesar de las negativas de Estados Unidos o afirmaciones de que un número
mayor de muertos entre civiles es propaganda talibán, el ejército de Estados
Unidos debería tener un acceso inmediato a los testigos de los ataques. Esto es
porque los heridos más graves son llevados a menudo a las instalaciones médicas
en las bases militares de Estados Unidos. No se sabe si esto sucedió en Bala
Baluk.
Después de las muertes en Azizabad el año pasado, Estados Unidos y las
fuerzas de la OTAN en Afganistán debían haber introducido reglas más severas
para salvaguardar a los civiles durante sus ataques. El principal comandante de
Estados Unidos en Afganistán, general David McKiernan, emitió una directiva
ordenando a los comandantes que no persigan a los combatientes talibán en áreas
pobladas.
Estados Unidos también se comprometió a investigar los bombardeos junto a los
investigadores afganos y, donde sea necesario, emitir inmediatas disculpas a las
familias de los muertos y heridos. Las Naciones Unidas dicen que 552 civiles
afganos murieron por ataques aéreos el año pasado, pero el número exacto es
difícil de determinar.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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