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21 de agosto de 2015

El Mundo no Puede Esperar moviliza a las personas que viven en Estados Unidos a repudiar y parar la guerra contra el mundo y también la represión y la tortura llevadas a cabo por el gobierno estadounidense. Actuamos, sin importar el partido político que esté en el poder, para denunciar los crímenes de nuestro gobierno, sean los crímenes de guerra o la sistemática encarcelación en masas, y para anteponer la humanidad y el planeta.



Del directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Debra Sweet


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Estados Unidos aumenta barbaridades en la frontera:

12.800 menores de edad detenidos; encierro indefinido de familias migrantes

24 de septiembre de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

Bob Avakian, "¿Por qué viene gente de todo el mundo?"

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Este centro de detención en Dilly, Texas aloja a más de 1500 mujeres y niños detenidos, agosto de 2018. Foto: AP

Los inmigrantes y La Nueva República Socialista En América Del Norte

Lo siguiente es de la Constitución para La Nueva República Socialista En América Del Norte, de la autoría de Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos.

H. Inmigrantes, ciudadanía y asilo..

3. La Nueva República Socialista en América del Norte tiene la orientación de darle la bienvenida a los inmigrantes de todo el mundo quienes tengan un deseo sincero de contribuir a las metas y objetivos de esta República, según lo establecido en la presente Constitución y en las leyes y políticas que se establezcan y se promulguen en conformidad con la presente Constitución. A partir del establecimiento de la Nueva República Socialista en América del Norte, cualquiera que vive fuera del territorio de esta República que quiera entrar a su territorio y cualquier persona que desee ser ciudadano o residente permanente de esta República debe observar las leyes y procedimientos pertinentes que se hayan establecido sobre la base de la presente Constitución. Cualquiera que solicite el asilo en esta República y al cual se determine, por medio de los procedimientos pertinentes que se hayan establecido para este fin, que ha sido víctima de la persecución o que tiene un temor fundado de persecución por haber participado en justas luchas contra los estados imperialistas y reaccionarios u otras fuerzas reaccionarias o por haber realizado actividades científicas, artísticas o de otro tipo que han causado que entrara en conflicto con los poderes e instituciones de la reacción, podrá valerse del asilo en la Nueva República Socialista en América del Norte, siempre y cuando jure observar la Constitución de esta República y obre en consecuencia. Siempre que no incurran en ninguna violación seria de las leyes de esta República, las personas que reciben asilo tienen el derecho de permanecer en el territorio de esta República por el tiempo que elijan y se les concederá los mismos derechos que los ciudadanos, a excepción de que, mientras no hayan conseguido la ciudadanía, no podrán votar en las elecciones ni ser elegidos o nombrados a cargos públicos. Después de cierto plazo estipulado por ley, tendrán el derecho a ser ciudadanos de esta República, con los mismos derechos y responsabilidades que los demás ciudadanos. Se llevará a cabo el proceso de obtener ciudadanía así como la evaluación del status de asilo de todos aquellos a los cuales se les otorgue asilo, conforme a las leyes y los procedimientos establecidos para estos fines.

A finales de junio surgió la indignación internacional ante la horrible imagen de agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos arrancando a los niños inmigrantes de los brazos de sus padres, y luego el daño emocional a estos niños pequeños mientras Estados Unidos los usaban para enviar un mensaje a otros inmigrantes y refugiados: “Dejen de venir aquí”. De esos 2500 niños separados y detenidos, 300 aún no se han reunido con sus padres deportados sin sus hijos.

Pero la realidad es que hay otros 12.800 niños aún bajo custodia, los que ingresaron en Estados Unidos a solas, sin un padre o tutor. Este es el número más alto de “menores no acompañados” jamás detenidos en cualquier momento, ¡y representa un aumento de cinco veces desde mayo de 2017! Estos jóvenes migrantes, principalmente niños de los países del Triángulo Norte de Centroamérica —El Salvador, Honduras y Guatemala—, dejaron atrás a sus familias y todo, arriesgándose la peligrosa travesía de varias semanas por todo México, solo para ser tratados como criminales al buscar asilo en Estados Unidos.

Al mismo tiempo, en agosto se han aumentado en un 38 por ciento los arrestos en la frontera de familias inmigrantes provenientes del Triángulo Norte, lo que representa el mayor número de llegadas de familias jamás registradas en agosto.

¿Por qué motivo vinieron esta gente a Estados Unidos?

La verdad es que las condiciones en estos países son tan intolerables que obligan a enormes sectores de la población a huir. ¿Y cómo es que las condiciones han llegado a ser así? La violencia, tumulto y pobreza en esos países que los han hecho inhabitables para tanta gente son las consecuencias de décadas de pillaje y dominación militar y política yanqui en esta región que los gobernantes imperialistas estadounidenses consideran tan arrogantemente como “el patio trasero de Estados Unidos”.

El apoyo directo de Estados Unidos a los tiranos brutales y sus ejércitos asesinos y escuadrones de la muerte en la década de 1980 llevó a la masacre de cientos de miles de personas en los países del Triángulo Norte. Esta violencia reaccionaria tenía el fin de reprimir los movimientos de resistencia respaldados por el principal rival mundial de Estados Unidos en ese entonces, la Unión Soviética (que se había convertido en una potencia imperialista capitalista tras el derrocamiento del socialismo a mediados de la década de 1950). La expansión del saqueo económico por parte de las corporaciones estadounidenses en las décadas siguientes —facilitada por el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos (CAFTA), la versión para esta región del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que le ha arruinado la vida a decenas de millones de mexicanos— lo hizo imposible que enormes cantidades de personas se ganaran la vida trabajando en la tierra. Y la violencia pandillera generalizada (a menudo trabajando con la policía) que azota a grandes sectores de estos países hoy y ha creado tasas de asesinato récord mundiales es el resultado de decisiones tomadas por Estados Unidos en la década de 1990 para deportar a miles de jóvenes a América Central, en nombre de la “guerra contra las pandillas”.

Las consecuencias en esos países han sido catastróficas, y han causado un gran flujo de refugiados e inmigrantes a la frontera entre México y Estados Unidos. Un factor relacionado es que hay un sector de la clase dominante yanqui que ve la inmigración en el contexto no solo de la necesidad económica de Estados Unidos (la superexplotación de la mano de obra mexicana y centroamericana siempre ha sido la piedra angular de la economía capitalista en el suroeste y oeste estadounidenses), sino como parte de mantener el dominio sobre México y Sur y Centroamérica a través del “poder blando” (es decir, la dominación económica, política y cultural junto con la fuerza bruta y la intimidación). Piensan que la mejor manera de proteger y avanzar los intereses imperialistas yanquis es mantener una situación en que la inmigración pueda continuar pero bajo un mayor control estadounidense.

Este era el programa que Obama implementó. Y sus consecuencias fueron terribles, incluido el intento de detener el flujo de refugiados centroamericanos mediante una militarización más intensa de la frontera y la deportación de la abrumadora mayoría a sus países de origen. En Noticias ABC Obama dijo: “Nuestro mensaje directo a las familias en Centroamérica; no envíen a sus hijos a las fronteras. Si llegan, serán devueltos. Más importante aún, es posible que no lleguen”.

Obama expandió y desencadenó a la Patrulla Fronteriza, lo que obligó a cada vez más inmigrantes a cruzar la frontera por las partes más peligrosas del desierto de Arizona, donde cientos de personas perdieron la vida cada año. Los huesos y restos de estos migrantes, devorados por animales del desierto, son frutos de la política de Obama. Obama ganó el título de “Deportador en Jefe” porque bajo su régimen se deportó a un récord de dos millones de inmigrantes. Promovió el programa Comunidades Seguras, en virtud del cual las fuerzas policiales locales trabajaron de la mano con los agentes de ICE en ciudades de todo Estados Unidos para perseguir a los inmigrantes, hasta que ese programa se terminó; usó la detención indefinida para desalentar a otros a tratar de ingresar; y entregó decenas de millones de dólares, como lo hace Trump ahora, al gobierno mexicano para financiar el arresto y deportación de inmigrantes y refugiados centroamericanos antes de que alcanzaran la frontera con Estados Unidos.

La solución fascista

El régimen de Trump y Pence representa otro sector de los gobernantes que está convencido de que el programa fascista de la represión extrema, la satanización abiertamente racista de la gente de color bajo al estilo “Hacer que Estados Unidos Vuelva a Ser Blanco”, y la limpieza étnica antiinmigrante pueda resolver lo que de hecho es una contradicción intratable para este sistema. Su “solución” fascista incluye:

  • Crear más espacio de detención para mantener a más niños, por períodos aún más largos
  • El número récord de jóvenes inmigrantes retenidos hoy no es el resultado de un aumento en el número de jóvenes que llegan a la frontera, sino que es un resultado directo de los cambios para aumentar los riesgos para cualquiera que intente asumir la responsabilidad de sus niños. En el pasado, entregaron a los “menores no acompañados” a patrocinadores, como padres que ya estaban en Estados Unidos, parientes o amigos de la familia, tan pronto como se verificara la relación. Pero en junio, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que los posibles patrocinadores y otros miembros adultos que viven con ellos tendrían que presentar huellas dactilares, y que los datos se compartirían con las autoridades migratorias, lo que puede amenazar con deportación a las familias de aquellos que se presenten para ser patrocinadores si alguien no está documentado. Como resultado, muchos menos se están presentando, así dejando a los menores bajo custodia durante casi el doble de tiempo que bajo la política anterior.
  • Ahora el gobierno se centra en expandir el espacio de detención para que pueda encarcelar a aún más niños, por períodos aún más largos. El 11 de septiembre anunciaron planes para triplicar el número de camas de 1200 a 3800 en el campamento de detención de inmigrantes en Tornillo-Guadalupe, una ciudad carpa en el sofocante desierto cerca de El Paso, Texas. También han pedido al Pentágono que se preparara para retener a niños inmigrantes en bases militares alrededor de Estados Unidos.
  • Detener a padres e hijos inmigrantes juntos, indefinidamente
  • El régimen de Trump y Pence se está esforzando para eliminar los obstáculos que impidan que retengan en custodia —indefinidamente— a padres e hijos bajo custodia juntos. La razón por la cual este régimen fascista arrancó a los niños de sus padres en junio es porque se les ha impedido retener niños en centros de detención por más de 20 días bajo un acuerdo de 1997 que resultó de una demanda colectiva conocida como Flores. Eso ha significado que las familias bajo custodia tenían que ser liberadas después de 20 días. El régimen argumenta que la política de liberar de la detención a las familias para aguardar sus audiencias migratorias —una política llamada burdamente “catch and release” (pescar y soltar)— conduce a que los inmigrantes no comparezcan a la audiencia. De hecho, más de las tres cuartas partes de estos inmigrantes sí se presentan a la corte.
  • El 7 de septiembre, los Departamentos de Seguridad Nacional y de Salud y Servicios Humanos propusieron una regulación federal que reemplazaría el acuerdo de Flores y permitiría la detención indefinida de las familias.

Estos crímenes contra los inmigrantes son solo una parte de los ultrajes intolerables que este sistema lleva a cabo continuamente, y que causan tanto sufrimiento humano innecesario para las masas del mundo. ALTO a la satanización, criminalización y deportación de inmigrantes y la militarización de la frontera.


 

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