El hombre que sabía el secreto de Cheney
Benjamin Sarlin Miercoles, 22 July 2009
Tomado de The Daily Beast
El reportero investigativo Seymour Hersh sorprendió al público en marzo
cuando dijo en la Universidad de Minnesota que Dick Cheney dirigió un escuadrón
de la muerte que mantenía oculto de la supervisión congresional.
“El Congreso no lo supervisa. Es esencialmente una banda de asesinatos
ejecutivos, y existe desde hace mucho, mucho tiempo”, dijo Hersh en aquel
momento. Agregó que “Con la autorización del Presidente Bush, han viajado a
otros países, no han hablado con el embajador o el jefe de Estación de la CIA,
han buscado a gente de una lista, la han asesinado y se han marchado. Eso ha
estado sucediendo en nuestro nombre”.
Algunos observadores lo han acusado de echar a rodar rumores, y un ex alto
funcionario militar desmintió la historia, pero a partir de la reciente noticia
de que la CIA le ocultó al Congreso un programa encubierto, las palabras de
Hersh de pronto suenan cada vez más proféticas.
Ayer (16 de julio), The New York Times reportó que el programa
oculto en cuestión fue un escuadrón de la muerte autorizado por Dick Cheney sin
la aprobación congresional.
Ahora bien, hay diferencias sustanciales entre las palabras de Hersh y el
reciente artículo del Times. Hersh sugirió que la red de asesinatos era
dirigida por el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, en vez de por la
CIA. Es más, según las fuentes de Hersh, el programa estaba en vigor y había
dejado un rastro de cadáveres, mientras que el Times citaba a
funcionarios que decían que el escuadrón de la muerte de la CIA nunca llegó a
realizar una misión. Puede que el Times y Hersh hayan estado hablando
de dos escuadrones diferentes.
The Daily Beast localizó a Hersh en Asia del Sur, donde dijo que no
había leído aún el artículo de The New York Times, pero que había
recibido llamadas que mencionaban el reportaje. Al preguntársele acerca de los
funcionarios citados por el Times que aseguran que la red de asesinatos
de Cheney nunca llegó a operar, Hersh respondió con escepticismo.
“Yo dije lo que dije, ellos siempre pueden decir lo que dicen”, dijo Hersh a
The Daily Beast. “Una vez dijeron que el gobierno no tortura; esta vez
que el gobierno no asesina”.
Hersh dijo que sus palabras en Minnesota fueron exageradas por la prensa,
porque anteriormente él había escrito acerca de operaciones encubiertas que él
alegó no eran de conocimiento del Congreso. En febrero de 2005 Hersh publicó que
el presidente había autorizado a Donald Rumsfeld a organizar operaciones
especiales en Asia del Sur y el Medio Oriente a espaldas de la CIA, y por tanto
sin la autorización del Congreso. En 2005 escribió que la Casa Blanca pasó por
encima de Nancy Pelosi para organizar operaciones encubiertas dirigidas por
oficiales retirados de la CIA y personal no gubernamental, con el fin de influir
en las elecciones iraquíes.
“Al reportar esta noticia, un tema que emergió fue la tendencia creciente de
la administración Bush a acudir a acciones encubiertas sin supervisión para
lograr sus objetivos”, escribió en su artículo de julio de 2005. “Esto le
permitió a la administración evitar el tipo de obstáculos en encontró en el
debate de cómo manejar las elecciones: luchas burocráticas internas,
anticipaciones del Congreso, quejas de gente ajena”.
Tan solo en Julio de 2008, Hersh publicó la noticia de que la Casa Blanca
estaba explotando diferencias técnicas entre el Departamento de Defensa y
operaciones de inteligencia a fin de evitar informar al Congreso de la
persecución de “objetivos de alto valor” en Irán por medio de acciones
encubiertas.
“Existe una creciente comprensión entre algunos legisladores de que, en años
recientes, la administración Bush ha fusionado lo que es una operación de
inteligencia y lo que es una operación militar, a fin de evitar informar al
Congreso acerca de lo que está haciendo”, escribió entonces.
Más allá de su propio reportaje, Hersh dijo que los propios discursos del
Presidente Bush brindaban evidencia de asesinatos secretos.
“Lean el discurso del Estado de la Unión de 2003 de George Bush”, dijo. “Está
hablando y dice que hemos capturado y detenido a 3 000 miembros de Al Qaeda y a
otros terroristas --cifras absurdas-- y dijo que algunos de ellos no iban a
molestarnos más. Y el Congreso lo aclama”.
La cita exacta de Bush fue:
“En total, más de 3 000 sospechosos de terrorismo han sido arrestados en
muchos países. Y muchos otros han sufrido un destino diferente. Digámoslo de
esta manera: ya no son un problema para Estados Unidos ni para nuestros amigos y
aliados”.
Benjamin Sarlin es un reportero de The Daily Beast. Anteriormente cubrió
la política de la Ciudad de Nueva York para The New York Sun y ha trabajado para
talkingpointsmemo.com.
http://www.thedailybeast.com/blogs-and-stories/2009-07-14/the-man-who-knew-cheneys-secret/full/
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