La cárcel “Agujero negro”
Estados Unidos y la “cárcel secreta” de Afganistán
David Almazán M. Espacio Mímica 23 de mayo de 2010
Un tribunal federal estadounidense ha denegado a los prisioneros que se
encuentran detenidos alegalmente en la cárcel militar de EEUU en Bagram
(Afganistán) la posibilidad de apelar su caso en un tribunal civil, revocando
así una sentencia previa que sí equiparaba los derechos constitucionales de
estos prisioneros a los detenidos en Guantánamo y que fue considerada en su día
un triunfo de la Administración Obama.
Los detenidos que han sido encarcelados sin juicio previo, no tienen derecho
a revisar su caso en un tribunal civil dado que esta posibilidad “no se aplica a
los extranjeros bajo detención ejecutiva en el escenario bélico de Afganistán”,
según fija la sentencia recogida por el diario estadounidense ‘The New York
Times’. Algunos afganos llevan entre siete y ocho años en la prisión de Bagram
por cargos de terrorismo. Todos ellos han negado categóricamente estas
acusaciones. No obstante, junto a ellos se encuentran otra docena de detenidos
en una situación similar: todos ellos fueron arrestados fuera de Afganistán y
trasladados posteriormente en vuelos secretos a la cárcel afgana. La falta de
protección civil en estas prisiones radica en que son, de manera efectiva, suelo
estadounidense y por lo tanto los detenidos pueden apelar su caso. Fuente
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha
confirmado racientemente a la cadena británica BBC que esta misma base
militar estadounidense de la ciudad afgana de Bagram, al norte de Kabul, alberga una “cárcel
secreta". Las autoridades estadounidenses niegan las acusaciones y sólo reconocen un único centro de detención de Parwan, según
el vicealmirante del Ejército estadounidense, Robert Harward. Desde el Comité Internacional de la Cruz Roja, ICRC, aseguran que
hay evidencias suficientes como para afirmar su existencia.
Nueve ex prisioneros afganos denunciaron el pasado mes de abril a
la cadena británica que habían sido objeto de constantes abusos en un
edificio independiente de base militar estadounidense de Bagram, a la que muchos que muchos ex presos se refieren como el “agujero
negro". Según los nueve testigos, las celdas son frías y no se puede
dormir. Además, disponen de una luz encendida las 24 horas para evitar el
descanso de los presos. “No podía dormir, nadie podía dormir porque había
una máquina que hacía ruido”, relata el ex preso Mirwais, que asegura haber
estado en esta cárcel secreta 24 días. “Había una pequeña cámara en mi celda y
si estabas durmiendo venían y te molestaban”, añadió.
Actualmente, “entre 600 y 800″ detenidos se encuentran en un limbo legal, sin
cargos formales, sin derecho a defensa y sin un horizonte claro, porque EE UU
considera que “constituyen una amenaza para la comunidad internacional”. Son
casi el triple de los 275 que alberga Guantánamo y su situación mucho menos
conocida.
En una entrevista en EL PAÍS, el teniente coronel David
Accetta reconoce que los acusados son criminales y por tanto no procede
someterles a juicio. “Estamos en una zona de guerra, pero no se trata de una
guerra convencional en la que se enfrenten dos ejércitos y se respeten las
convenciones de Ginebra”, justifica. Insiste en que ellos no detienen a nadie
sin pruebas. Entonces, ¿por qué no las presentan ante un juez? “No estoy seguro
de que si detenemos a alguien en cuyo domicilio encontramos material para
fabricar bombas, eso esté penado en la ley afgana”, pone como ejemplo.
Unas declaraciones que no comulgan con la idea de que estas prisiones son, de
manera efectiva, suelo estadounidense. De ahí deriva el vacío legal que
aprovecha el Departamento de Defensa estadounidense para aplicar la jurisdicción
de acuerdo a los intereses bélicos en Irak. Las consecuencias de la alegalidad
de la cárcel de Bagram salieron a la luz en 2005 a raíz de un informe de 2.000
páginas elaborado por el propio Ejército sobre la muerte, fruto de los malos
tratos, de dos prisioneros afganos identificados como Habibullah y Dilawar (en
Afganistán es habitual tener un solo nombre). Los homicidios se produjeron en
diciembre de 2002. Una treintena de militares fueron investigados y la mitad de
ellos encausados, lo que no evitó que algunos de los implicados fueran
destinados a la prisión de Abu Ghraib.
Originalmente la base fue construida por los militares soviéticos durante su
invasión de Afganistán en los ochenta, aunque actualmente Bagram es la base principal para la coalición liderada por
Estados Unidos. La base, está situada a unos 40 kilómetros al norte de Kabul –en
la planicie de Shomali– y ha sido ocupada por las fuerzas de la coalición desde
el derrocamiento del régimen talibán en diciembre de 2001. Actualmente EEUU está
ampliando las instalaciones para albergar hasta 1100 presos en cárcel de Bagram,
más oscuridad para el “Agujero negro”.
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